Lágrimas de Sangre

Al lector:

Advertencias:

Elricest no correspondido, sangre... ni mucha ni poca

Disclaimer: FMA no es mío..

Rosas que sangran

El día que llegué partí como un loco a buscarte. Pase al cuartel general sólo para entrar a la oficina del coronel, darle un susto de muerte y preguntarle donde podría encontrarte.

Así fue como me entere...

Que tu vida ya no era la misma.

La transmutación había salido bien, a pesar de que el coronel me dijo que cuando te hallaron tenías la apariencia de un niño de diez años. Ahora llevabas la vida de alquimista nacional que alguna vez tuve yo... obtuviste aquel título sólo para poder buscarme. Sobre el escritorio de la oficina observé una fotografía tuya... tenías el mismo lindo rostro de siempre, pero llevabas el cabello largo a semejanza mía... además... en la imagen... estabas con alguien más

Me di cuenta que tu corazón era de otra persona

Mustang me contó alegremente quien era ella, su nombre era Alice y era su hermana. Me fijé en ella con atención, era bella; tenía el cabello largo y negro, sus facciones eran como las del coronel pero más finas y femeninas y sus ojos eran de un bonito color verde esmeralda... seguramente te recordaron a los de nuestra madre

Te habías casado

Te habías olvidado de mí

Supe que me buscaste... siempre obteniendo vagas y torpes respuestas, resistiendo las decepciones gracias al apoyo de tu esposa, quien ahora te daría un hijo.

¿Cuantos años busqué, desesperado, sólo para encontrarme con esto?

El coronel me dio la dirección de tu hogar, me sugirió que fuera más tarde porque ahora estabas de misión. Pero decidí no esperar y pasarme por tu casa...

Sólo para poder "saludar" a tu mujer

Golpee la puerta con suavidad, esperando pacientemente a que me abriera la puerta, la pobre ingenua... si no hubiera interferido entre los dos... Al verme su expresión era de sorpresa, le dije enseguida que era tu hermano y ella sonrió con alegría, dejandome entrar a su hogar. Me platicó sobre lo feliz que te pondrías al verme, que enloquecerías de dicha y yo recuperaría tu felicidad perdida. Yo sonreí falsamente y asentí a todo lo que ella decía. Era dulce y simpática y su pequeño vientre le daba el aura maternal que poseía en vida nuestra querida Trisha. Queriendo apresurar las cosas le pedí por agua y le acompañe a la cocina.

Sería mejor acabar con todo rápido

Me acerqué a ella, sigilosamente, junte mis manos y convertí mi implante en una cuchilla. Antes de que se diera cuenta, se la clavé por la espalda y la giré, lentamente... disfrutando cada segundo de libertad, la deslicé suavemente hacía arriba y hacía abajo, haciendo crujir su carne. Hice otro corte horizontal, por la zona de su vientre, destrozandole el útero... para asegurarme de que la criatura que llevaba en su interior fuera la primera en morir. Extrañamente, me sentí excitado al sentir el contacto del metal con su carne, al sentir el olor de la sangre que caía fluidamente, como una cascada, al piso.

Su vestido color de lila, ahora estaba teñido de rojo

Y así corte dos vidas de raíz

Le observé un momento, permanecía tirada en el suelo, desangrada. En un último aliento de vida se aferró a su vientre, visiblemente dolorida. Su bello rostro perdió todo su vigor.

Estaba muerta.

Yo le quité la vida... a tu mujer y al hijo que llevaba en su interior...

Tu hijo...

Salí con prisa del lugar y me perdí por las calles... desde eso ya han pasado tres días...

Y sólo ahora me arrepiento, ahora que te veo aferrarte a su lápida y gritar su nombre con desesperación. Tus lágrimas corren sin control por tus mejillas y tienes la voz débil de tanto gritar.

Y yo también estoy llorando,

al ver el daño que te he hecho...

Me siento cómo cuando te obligué

a transmutar a nuestra madre... cómo

cuando te até a aquella armadura...

Una vez más soy el miserable pecador

que te arrastra hacía el dolor... sólo porque te amo...