advertencia: Vampire Knight no me pertenece yo solo tomo prestado los personajes que Hino Matsuri-sensei ha creado
pareja: ZeroxKaname
N/A: Como siempre todos mis Fic son de ZxK, es que simplemente no me puedo resistir y ademas la mayoria de las historias de aqui son KxZ.
Esta historia se me ocurrio cuando cenaba hace ya como un mes atras, ya estaba terminado el primer capitulo pero no lo habia subido porque me encontraba escribiendo otras historias, es que en cuanto ya llevo una se me ocurren otras y para no olvidar la idea la escribo.
que mas les digo, um..., esta va a tener varios capitulos y solo me queda decirles que disfruten leyendola
Era una tormentosa noche sus padres le habían dicho que tendrían que mudarse ya que su tío vendría pronto por ellos. La lluvia que caía no cesaba y eso complicaba mucho más la huida porque el agua se congelaría, así no podrían utilizar el carro, su única oportunidad de sobrevivir era literalmente correr.
Esa noche prepararon solo lo indispensable no podían cargar mucho peso, eso dificultaría su escape; Para Kaname y Yuuki era doloroso, tener que abandonar su hogar como vulgares ladrones todo por el mal nacido de su tío, el muy maldito quería devorarlo y sabia que sus padres no partirían eso, comprendía las razones pero aun así…
"querido ya todo esta listo" la voz de su adorada esposa le tranquilizaba, ella fue precisamente quien se encargo de explicárselo a sus hijos mientras el planeaba todo con Kaien Cross, él era un antiguo y famoso cazador pero actualmente se dedicaba a construir el sueño que compartían, el de una convivencia entre vampiros y humanos; Kaien al enterarse de los planes de Rido decidió ayudarlos en todo lo que pudiera, por eso estaba tan agradecido con él, además de que era la única persona en la que confiaban plenamente.
"que bien Juuri ¿Kaname y Yuuki ya están durmiendo?" le pregunto sin emoción en su voz, los nervios lo estaba destrozando "si Haruka, no te preocupes todo saldrá muy bien mañana" le animaba aunque ella se sentía de la misma manera que su esposo "deberíamos hacer lo mismo, necesitaremos toda nuestra fuerza ya que saldremos en el día, así tomaremos ventaja" comento algo cansado, su amada esposa solo asintió.
'tener que pasar por toda esta situación, si tan solo Rido no tuviera esas ansias de poder, pero no permitiré que le toque un solo cabello a mi precioso Kaname, en el pasado casi lo pierdo por confiada… no permitiré que nada le ocurra' eran los pensamientos que pasaban por la mente de Juuri Kuran antes de dormir, mañana seria un largo día.
"otou-sama creo que va ha empezar a nevar" expreso el pequeño Kaname mientras miraba el cielo "tranquilo si nos apuramos podremos evadirla" contesto con una sonrisa en su rostro, Kaname únicamente le devolvió una sonrisa cargada de preocupación. Su hermana iba dormida en los brazos de su madre, aun era muy pequeña y sus ojos aun no estaban acostumbrados a la luz del sol; Aumentaron el ritmo de sus pasos teniendo cuidado de no tropezar, Kaname caminaba y caminaba sin saber a donde se dirigían pero confiaba en su padre además debía demostrar que era fuerte y no quejarse, tenia que proteger a su madre y a su hermana por eso no se podía rendir.
Todo era blanco y la nieve de la montaña se acumulaba en sus pies dificultando así el caminar además de que tenia que estar pendiente de la seguridad de su madre por eso iba de ultimo, pero en un descuido tropezó provocando que rodara sin darse cuenta del abismo que estaba a pocos metros de él.
"¡por Dios Kaname!" fue el grito de su madre al escuchar a su hijo pedir por su ayuda, su padre al percatarse intento correr en su dirección pero la espesa nieve se lo impedía alentándolo en el proceso.
Siguió rodando mientras gritaba para que su madre o su padre lo ayudaran hasta que sintió el vacio y luego el agua congelada, un fuerte dolor en su cabeza lo dejo fuera de combate, sabía que esta había chocado contra algo duro al parecer una roca. Todo estaba negro oía unos cuantos gritos que llamaban a un tal Kaname, uno de ellos era el de una mujer, su voz se escuchaba lejana y triste y si no escuchaba mal unos cuantos sollozos salían de ella, la otra era de hombre solo que esta sonaba desesperada, no sabia que los tenia así, tal vez fuera por ese tal Kaname al que llamaban insistentemente o quizás por otra cosa, en fin el no podía hacer nada, su cuerpo no le respondía como él hubiese querido.
De pronto sintió un poco de calor que le transmitía algo o alguien no lo sabía pero se sentía bien, cuanto habría dormido, y otra cosa ¿que no estaba dentro del agua? ¿Cuando había salido? Pero importaba mucho, el hecho era que ahora estaba afuera de esas frías y oscuras aguas. Abrió un poco los ojos dándose cuenta que unas orbes violetas lo observaban con preocupación, por lo poco que podía ver estaban en medio de la nieve y la calidez que lo envolvía provenía de unos fuertes brazos alrededor suyo. Su ropa estaba empapada y la cabeza le dolía, la hermosa mujer frente suyo le dijo unas cuantas palabras pero no las entendió del todo lo único que veía era esa bella sonrisa que se le hacía familiar pero no sabia en donde, sus ojos empezaron a cerrarse, al parecer lo movieron para acomodarlo tal vez en la espalda del hombre y después la inconsciencia lo acompaño por segunda vez.
El niño que acababan de encontrar era tan hermoso, como un pequeño ángel en medio de la nieve, cuando lo vio por vez primera no podía dar crédito a lo que sus ojos veían, su piel blanca y tersa, sus labios suaves que empezaban a tomar un color morado por el frio, su cabello castaño sedoso y largo, tenían que llevarlo rápido porque podría morir aquí congelado y no querían eso. "¿tiene pulso?" fue lo primero que atino a preguntar a su amado esposo cuando lo hallaron "si aunque un poco débil, hay que darle calor antes de que sufra hipotermia, su ropa esta completamente mojada, es un milagro que aun no se haya congelado" respondió con suma preocupación.
Fue ahí cuando el pequeño abrió los ojos, descubriendo así un inusual color de ojos al igual que los suyos propios; ¿eran carmesí o granate? No sabia como describirlos, tal vez eran camines… si ese era el color que mas se ajustaba "tranquilo pequeño estas a salvo" dijo con una sonrisa en sus níveos labios, al parecer no la escucho porque en cuanto termino de hablar sus ojos se cerraron. ¿De donde era? ¿Cómo había llegado ahí? Y lo mas importante ¿Quién era? Conocía a todos los de ese pueblo y jamás lo habían visto, bueno se lo preguntarían después, lo más importante era llevarlo a un sitio cálido antes de que muriera.
Caminaron a toda prisa sobre la blanca y pesada nieve, allá siempre nevaba con fuerza y por su trabajo estaban acostumbrados, debido a eso podían caminar con desenvoltura, llegaron aproximadamente en treinta minutos si calculaba bien, sus hermosos retoños estarían entrenando, ya habían terminado las clases así que suponía que ya estaban con su sensei, en cuanto al chico aun seguía dormido sobre la espalda de su esposo; abrieron la puerta y efectivamente no había nadie, subieron las escaleras y lo depositaron en la suave cama de su hijo mayor, la casa era pequeña pero confortable, retiraron sus ropas completamente empapadas y le vistieron con una de las pijamas de sus hijos, aunque el pequeño parecía mayor por uno o dos años eran como de la misma talla así que la ropa no era problema, salieron de la habitación después de dejarlo bien abrigado y comenzaron cada uno sus correspondientes quehaceres, sus retoños no tardarían en llegar y la cena debía estar hecha, pero primero puso a secar las ropas del pequeño, al hacerlo pudo apreciar que estas eran muy finas debían de ser costosas, tal vez el pequeño pertenecía a una familia acaudalada, bien se lo preguntaría una vez recobrara el conocimiento.
"estamos en casa otou-san, okaa-san" grito uno de los pequeños, vestían igual así que era difícil saber quien era quien "bienvenidos, la cena pronto estará lista" respondió su madre en la entrada dando un beso en la mejilla de cada uno; los niños colgaron sus abrigos se quitaron los guantes y los zapatos y entraron a la cálida propiedad "¿Dónde esta otou-san?" pregunto uno de ellos "se esta dando un baño, me imagino que ya casi saldrá" dijo sin borrar la sonrisa de su rostro, en la cocina la cena ya estaba lista así que prosiguió a servirla, uno de los pequeños se sentó rápidamente tenia mucha hambre mientras el otro subió a su cuarto para cambiarse, se sentía incomodo prefería el pijama.
Abrió los ojos pesadamente, se encontraba en un lugar diferente a la ultimas vez, ya no se hallaba en la escarchada nieve ahora estaba tendido en una confortable cama, sus ojos contemplaban todo en silencio, sentándose con algo de dolor puesto que aun tenia el cuerpo entumecido por el frio, comenzó a pensar en como había llegado ahí, probablemente las dos personas que vio lo habían traído, pero que más recordaba… el agua, y ¿antes?… nada, su mente estaba en blanco, ni siquiera sabia su nombre, su edad, su fecha de nacimiento, quienes eran sus padres era mejor decir ¿Quién era él? Por más de que lo intentaba no lograba nada, solo su jaqueca aumentaba, decidió dejarlo así, que mas podía hacer.
Algo de lo que si se percato era que sus sentidos eran muy buenos por ejemplo veía bastante bien a pesar de la penumbra de la habitación, sus iodos captaban el sonido y la conversación de las personas que se hallaban en el primer piso y por ultimo estaba su olfato, con este percibió el aroma mas agradable para él, no sabia como describirlo pero se sentía bien y lo mejor de todo era que se estaba aproximando; quizás era mejor no hablar de sus agudos sentidos no quería espantar a las personas que lo ayudaron así que decidió no hablar con nadie de ese detalle era lo mejor para él.
La puerta se abrió dando paso a un muchacho de piel blanca, cabellos plateados y unos inusuales ojos que se asemejaban a las amatistas, era muy apuesto sin lugar a duda, se parecía a aquella mujer que había visto antes, los ojos del chico parpadeaban un par de veces para acostumbrarse a la oscuridad del cuarto y así encontrar el interruptor, una vez hecho esto el niño frente suyo no pudo disimular la sorpresa que le causo verlo, claro quien no, que un completo extraño este acostado cómodamente en tu cama no es lo que sueles ver todos los días, el castaño fue el primero en romper el silencio que se había instaurado en la habitación "disculpa el haberte asustado ¿podrías decirme como te llamas?" lo dijo con una voz muy suave incluso para sus propios oídos, gracias a aquello el chico que lo miraba como hipnotizado respondió igual de suave "Zero… Zero Kiryuu ¿y tú?" así que su nombre era Zero, le quedaba muy bien.
"no lo se… pero es un gusto conocerte Zero… ¿te puedo llamar así, verdad?" hablo un tanto inseguro
"claro no importa… y a que te refieres con que no lo sabes" contesto desconcertado mientras tomaba asiento al lado de este.
"pues no lo se… no recuerdo quien soy… mi memoria esta en blanco" manifestó calmadamente haciendo pausas en una que otra palabra mientras clavaba la mirada en esos exóticos ojos que poseía el chico, le parecían hermosos al igual que misteriosos "¡oh! Ya veo… y dime no recuerdas algo antes de llegar acá, o como fue que perdiste todos tus recuerdos" cuestionaba inquieto, el no era curioso, es mas ni le importaba lo que las demás personas hicieran pero ese chico sin nombre frente suyo le llamaba la atención, tenia algo distinto pero no sabia que era quizás fueran esos ojos carmines coronados por esas largas y rizadas pestañas o tal vez… el caso era que lo tenia totalmente embrujado.
"lo ultimo que recuerdo…" parecía meditarlo y tras unos largos minutos decidió hablar "solo recuerdo que caía no se de donde al agua congelada y algo como una piedra creo no estoy seguro golpeo mi cabeza… cuando abrí mis ojos de nuevo dos personas me ayudaron un hombre y una mujer, al parecer tus padres si no me equivoco… espera creo que recuerdo haber escuchado a dos personas gritar el nombre de un tal Kaname, lo llamaban desesperadamente… eso es todo…porque cada vez que intento hacer memoria mas allá de eso mi cabeza empieza a doler" termino diciendo con la cabeza gacha y el flequillo ocultando sus ojos.
"bien no te preocupes y no te fuerces podría ser malo… ¡¿dices que repetían el nombre de Kaname?" pregunto sorprendido al acordarse de lo ultimo que había dicho a lo que recibió un leve asentimiento "podría ser ese tu nombre…" dijo lo ultimo en susurro "¿tú crees eso?" los ojos del muchacho se iluminaron de repente, saber algo de mismo lo alegraba "podría ser, como dije antes… además te queta bien" ver la mirada de ese chico le produjo un sonrojo aunque no muy notable "… b-bien ese será tu nombre 'Kaname'" dijo algo nervioso todavía, el chico de cabellos castaños asintió efusivamente y le dedico a Zero una de las más hermosas sonrisas que el peli plateado hubiese visto a lo que su sonrojo se acentuó mas.
"… d-disculpa Zero ¿t-te puedo pedir un favor?" Tartamudeaba de la vergüenza que le causaba la pregunta
"si dime" contesto esta vez volviendo a ser el de siempre
"¿sabes donde esta el baño?" susurro esto ultimo de la pena que producía
"claro, después de todo es mi casa" a lo que el otro se sonrojo por la tontería que había dicho "espera me cambio y te acompaño" el otro se desprendió de las mantas que lo acobijaban esperando a su nuevo amigo.
Una vez cambiado lo condujo al baño esperándolo afuera, fue ahí que vio a su padre bajando la escalera y le sonrió a modo de saludo lo que el devolvió encantado "Zero ¿Qué diablos haces afuera del baño? Si quieres entrar solo hazlo"le hablo intrigado, nunca vez a tu hijo montando guardia en el baño todos los días
"¡¿eh? No voy a entrar solo espero a que Kaname salga" dijo haciendo un mohín
"¿Kaname?" Pregunta su padre
"si él es el niño que estaba en mi habitación" contesto recordando la sorpresa que se llevo cuando lo vio ahí acostado
"¡oh ya veo que se conocieron! Así que su nombre es Kaname…"esto ultimo lo dijo mas para si mismo que para su hijo
"pues no sabemos si ese es su verdadero nombre, solo supuse que se llamaba así" observo la cara de su padre dándose cuenta que no sabia de lo que hablaba "digo eso porque él perdió la memoria, ese nombre fue lo ultimo que escucho antes de caer en el agua según me comento" explico el joven de orbes violetas con paciencia
"así que no recuerda nada, eso será un problema a la hora de buscar a su familia" volvió a decir por lo bajo.
La puerta del baño se abrió dando paso al ocupante que se quedo observando al adulto frente suyo "Kaname que te encuentres mejor" comento mientras revolvía unos cuantos cabellos castaños "usted es el señor que me sostuvo antes… en la nieve…." Declaro despacio sin despegar sus grandes ojos de aquel hombre "si veo que recuerdas aquello, Zero me comento lo que sucedió contigo, no te preocupes te ayudaremos… ahora vamos a comer" al terminar de hablar los tres se pusieron en marcha a la cocina.
"¡ya estas despierto! Pensé que no te despertarías en lo que queda del resto del día" comento una voz cálida y aguda, era la misma mujer que lo había ayudado anteriormente "si, gracias por todo" hizo una reverencia en signo de respeto y agradecimiento "¡oh no te preocupes!" la madre de Zero le sonrió haciendo que el castaño tuviera nuevamente ese sentimiento de deja-vu pero no lo sabia con certeza.
"okaa-san ¿quién es el?" pregunto un niño idéntico a Zero
"es un niño que encontramos a la orilla del rio" asevero con dulzura "su nombre es…" no continuo ya que ni ella misma lo sabia
"Kaname" respondió el mismo mirando Zero algo desconcertado a lo que el otro le asintió
"¡mucho gusto Kaname! ¡Yo me llamo Ichiru! Como habrás notado soy el hermano gemelo de Zero" se presento alegremente el muchacho, con que el hermano gemelo… eso explica el parecido pero eran diferentes mientras Zero era serio y reservado Ichiru era alegre y extrovertido por lo que veía.
"pero toma asiento vamos a empezar a comer" después de decir eso todos se acomodaron, el padre en el asiento principal, su esposa aun lado, Kaname al lado de ella y los gemelos frente a él, la comida era deliciosa y muy apropiada para el clima que hacia afuera. Los gemelos eran muy unidos Ichiru se pegaba a Zero mientras el otro le sonreía de manera tierna diciéndole que no tenia remedio, a Kaname esto se le hizo familiar.
Su mente vagaba mientras observaba a los gemelos, una situación parecida se producía en su mente, él junto a una niña de cabellos cortos, no lograba ver su rostro, pero al ver a esos gemelos tan unidos le recordaba a él mismo junto a… a… "…Yuuki…" de sus labios salió ese nombre involuntariamente
"¿Yuuki? ¿Quién es Yuuki? Kaname" le pregunto la mujer que al estar sentada junto a él logró escucharlo, al decir aquello todos miraron en dirección al castaño, Kaname únicamente se llevo una mano a su cabeza, esta había empezado a doler "¿Yuuki?... yo no conozco ninguna Yuuki…o si… ¿por qué ese nombre me suena familiar…?" murmuraba pausadamente mientras todos los Kiryuu en la mesa lo miraban desconcertados.
Su dolor de cabeza aumento esporádicamente, las manos le comenzaron a temblar y su respiración se acelero "¡aaah!" fue el grito que se dejo oír de sus labios, Kaname mantenía las manos apretadas en sus cabeza, esta le dolía muchísimo creía que le explotaría
"¡¿okaa-san que le sucede?" decía Ichiru con nerviosismo, su madre solo se encogía de hombros no sabia que era lo que pasaba por la mente del pequeño para que le pusiera en ese estado.
Zero se levanto de la mesa de un salto, no sabia porque pero al ver al castaño en ese estado le preocupaba de sobremanera "¿¡Kaname estas bien!" Sabia que era estúpido lo que preguntaba pero fue lo único que llego a su mente en ese momento "¡Kaname reacciona!" lo sacudía levemente "me… duele… mucho" jadeaba el pequeño de cabellera castaña mientras unas pequeñas lagrimas se asomaban por sus ojos, se agarraba con fuerza a la camisa del peli plateado no queriéndolo soltar, el otro solo lo abrazo y lo ayudo a incorporare, con la mirada le indicaba a su padre que lo ayudara, este sin perder tiempo tomo al niño pasando un brazo por la espalda y el otra por debajo se sus piernas, corriendo junto a Zero hasta la habitación de este, las únicas personas que quedaron en la sala todavía no salían del estupor en el que se encontraban.
En el cuarto de Zero, este junto a su padre acostaron al pequeño que aun se removía por el dolor, el padre aplico un hechizo sobre él haciendo que perdiera la conciencia. "¿Qué fue lo que acaba de ocurrir?" pregunto a su padre sin despegar la mirada de Kaname
"no estoy seguro…" hizo una pausa para luego agregar "quizás algo en su inconsciente se removió y la confusión que le causo el esfuerzo lo altero" explico sin mucha convicción, ni siquiera él mismo entendía del todo.
"Kaname me dijo que cuando intentaba recordar su cabeza empezaba a doler" se acordó de repente de lo que el castaño le había dicho con anterioridad.
"en fin, será mejor no presionarlo y que recuerde de a poco o podría ser perjudicial ya viste lo que acaba de suceder" analizo el adulto a lo que Zero asintió "voy a explicarle a tu madre y a tu hermano lo que acaba de ocurrir después de que termine mandare a Ichiru así que mejor acuéstate a dormir" nuevamente el chico asintió, su padre salió y él se quedo un rato más para contemplar el rostro pacifico del otro, se veía tan indefenso… salió de sus pensamientos para salir de la habitación y dirigirse al baño a cepillarse los dientes una vez hecho esto se acostó en la cama de su hermano.
Casi no podía conciliar el sueño, dormir en una cama diferente a la suya se sentía raro, su hermano había llegado hacia unos minutos quedándose dormido una vez su cabeza toco la almohada, Ichiru casi nunca dormía en su cama porque prefería dormir con él por eso no notaba la diferencia en cambio él se sentía incomodo por decirlo de alguna manera y como Kaname estaba acostado en su cama no había de otra, claro a él no le molestaba no iba a sacar al otro por dormir ahí además solo será esa noche… ¿no?...
Era temprano por la mañana cuando Zero se despertó, sentía la respiración de su hermano en su oído y sus brazos alrededor de su brazo izquierdo, pero, esperen… hay algo más que esta aprisionando su estomago, que será…
Abre la cobija descubriendo así a la persona que abrazaba su estomago, ¡con un demonio! ¿A que horas Kaname se cambio de cama? ¿Y como fue que no lo sintió? Todas esas preguntas rondaban la cabeza del joven cazador, pero la belleza del castaño lo distrajo completamente; se veía tan lindo, sus mejillas sonrosadas, sus cabellos revueltos y algunos de ellos cubriendo su rostro, su respiración acompasada y nuevamente desde que lo había conocido un sonrojo de hizo notar.
"Kaname… Kaname despierta" lo sacudió un poco, el castaño se movió su cabeza haciendo mella de despertar, se froto los ojos sentándose en la cama "um… que sucede Zero o Ichiru" hablo aun adormilado "soy Zero, Kaname ¿Qué haces durmiendo aquí? ¿Acaso no te dejamos acostado en mi cama?" cuestiono un tanto molesto, él con problemas para dormir por ser una cama diferente y el otro muy alegre se cambiaba a mitad de la noche.
"es que el aroma de Zero era tan tentador" respondió con una mano sobre su boca para ocultar el bostezo "¿aroma?" repitió confundido aunque claro no continuo preguntando ya que Kaname se había quedado nuevamente dormido.
"¡Kaname despierta!" sacudiéndolo nuevamente "que…pasa…Zero" sus ojos se cerraban, tenia tanto sueño "¿Por qué no te recuestas en mi cama?"Algo dentro de Zero se removió al verlo intentar mantenerse despierto "¿eh? Lo haré solo si Zero se acuesta un ratito conmigo" para el peli plateado esa imagen lo hipnotizo, Kaname con sus manos juntas en son de plegaria, el sonrojo de antes aun presente, sus ojos dilatados por el sueño, era lo mas adorable que veía, sentía la profunda necesidad de abrazarlo… "esta bien" dijo fingiendo resignación.
"…Zero, hueles tan bien…"después de decir aquello Kaname se acomodo abrasando a Zero, el otro simplemente acariciaba sus sedoso cabellos castaño, sabia que Ichiru no despertaría pronto, él tenia el sueño pesado por eso no se preocupaba, seguramente se pondría celoso y lo que menos quería era discutir.
Después de unas cuantas horas Ichiru despertó con una mirada acusatoria por haber encontrado a su hermano durmiendo con el chico que sus padres encontraron.
"nii-san ¿por qué estas durmiendo con él?" y ahí estaba, lo que tanto quería evitar estaba sucediendo
"porque me pidió el favor" Ichiru se cruzo de brazos frunciendo el seño
"¿y no podías haberte negado?" la verdad es que lo menos que quería era pelear
"la verdad no… me dio pena cuando lo desperté" dejo escapar un largo suspiro cansino
"esta bien por esta vez te perdono, pero no lo vuelvas a hacer, ni siquiera lo conoces" y los celos atacaban de nuevo, en fin lo hecho, hecho estaba.
Kaname no se había levantado en toda la mañana, ya eran las cuatro de la tarde cuando finalmente decidió hacer acto de presencia en el comedor "buenas tardes" fue el saludo se su madre "b-buenas tardes, perdón por levantarme tan tarde" bajo la mira y comenzó a jugar con sus dedos en claro signo de vergüenza y nerviosismo "no te preocupes, ¿tienes hambre? ¿Quieres que te prepare algo en especial?" le pregunto poniéndose en pie rumbo a la cocina "tranquila, lo que haya de comer esta bien para mi, no se debe tomar tantas molestias" siguió a la madre de los gemelos "no es problema y no hay necesidad de estar nervioso ¿Por qué no vas a la sala con los demás y me esperas allí? yo te llevare la comida allá" con una sonrisa en sus níveos labios, sacó una cacerola y encendió la estufa "esta bien" le devolvió la sonrisa.
En la sala todos estaban viendo la televisión, como era fin de semana los hermanos gemelos no tenían que ir a la escuela y tampoco a su entrenamiento de cazador, al llegar ahí el castaño se sentó en el sofá aunque algo cohibido "no estés tan nervioso hijo, nosotros no comemos" la voz profunda del cazador mayor le hablo, Kaname simplemente asintió.
"¿Qué paso con esa confianza que tenias con Zero en la mañana? ¿Tan rápido desapareció?" interrogo Ichiru con voz acida porque los celos que tenia aun eran palpables
"¡Ichiru no seas grosero!" defendió Zero al peli castaño, entendía que se sintiera enojado por lo esta mañana, pero no era excusa para tratar al otro así
"tu hermano tiene razón Ichiru, es mejor que te disculpes" ordeno su padre con una cara seria
"…perdón Kaname…" se disculpo sin ni siquiera dignarse a mirar al castaño.
Sus ojos viajaban de un lugar a otro, los objetos brillantes era lo que más le atraían, el reflejo de la luz permitía ver cientos de colores, era tan bello de ver, no había pronunciado palabra desde que llego a la sala, se sentía incomodo con las miradas que varias veces le enviaba Ichiru, por eso decidió concentrar su mente en otra cosa y ahí la encontró.
Zero se dio cuenta de que el castaño desde hacia rato no dejaba de observar el florero de cristal cerca de la ventana, pero fue su hermano el que se le adelanto "¿Por qué miras tanto ese florero?" sin despegar la vista del objeto que le atraía respondió distraídamente "por que me gustan mucho los colores que produce la luz del atardecer reflejados en el cristal" Ichiru le dio una breve mirada a su hermano para demostrar que no entendía de que colores hablaba ese niño tan extraño, él solo veía una luz anaranjada y nada mas, el otro simplemente alzo los hombros sin darle importancia, como era su costumbre.
"toma Kaname, comételo todo" le entrego la madre un platillo lleno de espaguetis en salsa con algo de ensalada alrededor "muchas gracias" dijo al coger el tenedor y empezándolo a hundir en la comida.
Ya era de noche y todo el mundo se iba a acostar, habían decidido cederle la cama de Ichiru a Kaname, como este siempre dormía con su hermano decidió dejársela, claro después del buen berrinche que monto.
Todos se encontraban durmiendo menos el castaño que por más que lo intentaba no lograba conciliarlo y los objetos de la habitación lo distraían, porque los veía tan claramente como cuando la luz estaba encendida.
Decidió sentarse y buscar algo que hacer, total al parecer esa noche no iba a dormir, busco con la vista hasta que se topo con un pequeño estante, había libros de toda clase, grandes, pequeños, anchos y angostos, se paro y tomo uno que se llamaba 'Himno a la noche' de un tal Friedrich Leopold Von Hardenber.
Un libro que contenía una serie de poesías que enmarcaban el antirracionalismo, el misterio y la tenebrosa ambientación que envolvía los canticos, la vivencia del amor y la experiencia religiosa personal, cobraban vida en los versos novalianos, según decía en su biografía este libro el autor fue influenciado por la narrativa de Shakespeare y que comenzó a leer sus libros después de la muerte de su amada Sophie.
Una frase que se había grabado en él recitaba de la siguiente manera ahora permanezco despierto, porque soy tuyo y soy mío
Si comprendía bien la tierra llamada era la muerte de Sophie, si ella fuera ese sol de la noche que inspira el poema ¿no sería justo decir que ella esta despierta? Si estar despierto fuera estar meramente vivo ¿no es razonable creer que no es Sophie, ya estando muerta, quien ha de ser suya?
Después de aquella reflexión no pudo evitar observar el sueño apacible de Zero ¿se convertiría algún día el peli plateado en la Sophie de Novelier (su nombre de escritor) para él? ¿Se sentiría de la misma forma, si el llegase a morir?, probablemente… se respondió así mismo. En lo poco que había conocido a Zero, este logro conquistar su corazón no solo por su belleza, también por su aroma, su alma, todo de él era perfecto a sus ojos "… ¿con que estarás soñando Zero?..." no pudo evitar hacer la pregunta, claro que no hubo respuesta, él era lo único despierto en esa oscura habitación.
Ya era de mañana cuando Zero despertó, el alba se asomaba radiante por el cristal de la ventana, era un poco molesto porque los rayos del sol daban directamente a su cara, especificarte a sus ojos; los abrió con pesadez, frotándoselos con sus pequeñas manos, para luego soltar un bostezo de cansancio…
Se encontró con los ojos carmines de un Kaname que lo miraba fijamente "¿Cuándo hace que te levantaste?" pregunto curioso "no… dormí en toda la noche" hablo dirigiendo su vista al libro que tenia en su regazo, "no me digas que has estado leyendo todo este tiempo" como respuesta a su pregunta recibió un asentimiento de cabeza "¿en serio?" ¿Fuiste a la sala a leer?" Kaname lo miro por unos segundos, iba responder que había estado leyendo aquí, pero eso no sería normal, nadie le creería que sus ojos veían perfectamente en la oscuridad "si, no podía dormir así que decidí leer y pues ya lo he acabado".
El joven cazador pensó que se debía a que ayer había dormido todo el día prácticamente por eso no objeto nada "y como se llama el libro" el castaño sonrió, al parecer le creyó "Himno a la noche".
"¿te gusta la poesía?" con una mirada penetrante le pregunto
"…si…podría decirse…si quieres te puedo recitar el verso que más me llamo la atención"
"claro no hay problema" contesto con una diminuta sonrisa
Kaname cerro sus ojos para concentrarse en lo que iba a pronunciar, sentía que ese canto se aplicaba a él en muchos sentidos aunque no sabia la razón.
"amada llegas
La noche ha venido ya
Se ha consumado el día,
Mi alma esta enajenada, tú eres otra vez mía,
Estoy mirándote en esos profundos ojos negros,
No veo otra cosa que amor y dicha,
En el tálamo mullido caen ropajes;
Y encendiéndolos por la cálida tensión,
Alzase el fuego puro de una dulce irradiación"
Abrió nuevamente los ojos para fijarlos en los orbes amatistas que no se despegaban de él. Su vista empezó a nublarse, se sentía cansado, los rayos del sol le molestaban de sobremanera, esa incomoda luz le escocía los ojos; se acostó y se arropo con las cobijas, haciéndose una bolita, para que así la luz no le llegara quedándose dormido al instante.
Zero observaba todo lo que hacia el castaño, se levanto de la cama presuroso, alzo un poco el cobertor descubriendo así a un Kaname completamente dormido ¡¿pero que demonios pasaba con ese chico? Tendría un descuadre de horarios si seguía de esa manera, tomó el libro que dejo el moreno aun lado de la cama, para luego colocarlo en la biblioteca nuevamente.
Ya pasadas unas cuantas horas su hermano despertó, el se encontraba en la cocina haciendo compañía a su madre, su padre había salido desde hacia rato porque tenia una misión, al saludarlo se percato de que alguien estaba detrás de él, la pequeña figura iba tomada de la mano de Ichiru, después de que ambos entraran a la cocina se dio cuenta de que era Kaname, su hermano tal parecía que lo había obligado a pararse.
"dime Ichiru ¿Por qué despertaste a Kaname? Que no ves que apenas se puede mantener en pie" la sonrisa que portaba su pequeño hermano se desvaneció completamente "porque tenia que tender mi cama y ¡deja de regañarme!" argumento con seriedad y molestia, iba a protestar pero su madre lo interrumpió, se había dado cuenta que empezarían a pelear. "¡Kaname que bien que nos acompañas a desayunar!" el moreno solo sonrió y se sentó en la mesa.
"Kaname…" el ludido giro su cabeza en dirección a la persona que le llamaba "Zero me conto que te gusta leer" este asintió "si quieres cuando él vaya a la escuela puede traerte algunos consigo" el moreno inmediatamente volteo a mirar al peli plateado "¡en serio!" la parecer su sueño había desaparecido "¡claro no es problema!" le sonrió de forma amable "muchas gracias Zero…"dijo ya mas calmado que antes.
"Kaname, papá me comento que están buscando a tú familia, pero según me ha dicho es muy difícil…" el moreno no contesto estaba leyendo otro libro por eso no le prestaba atención a Ichiru, este al sentirse ignorado abandono la sala con el seño fruncido mascullando cosas inentendibles, Zero por otro lado siguió mirando la televisión sin darle importancia, ya se iba a acostar mañana tendría que madrugar y tendría el entrenamiento con Yagari-sensei por eso era mejor estar descansado.
"Zero…" dirigió su mirada al castaño "¿mañana me podrías traer un libro nuevo?" pregunto con un brillo de alegría en sus ojos "si, claro ¿ya acabaste el que estabas leyendo?" pregunto serio "si… estuvo interesante" vaya ese chico si que leía rápido de seguir así en pocas semanas ya no tendría que más para leer "es mejor ir a dormir" hablo recibiendo un si del otro, sin mas se acostaron en sus correspondientes camas.
Notas finales: cabe aclarar que en la parte en la que kaname medita sobre el poema, esa reflexion no es mia, ya quisiera yo pensar así, ademas de que jamas he leido ese libro, así que el credito es para la persona que lo hizo y de donde yo saque la corresponiente informacion del autor. 0(n.~)0
