Hola^^ aunque tengo mis dudas publicare esta MI versión de Eclipse aquí, se que existen mas y muy buenas y las respeto a todas y por eso pido lo mismo, solo que esta es la que yo estoy hoy haciendo y ojala les guste, no es ninguna copia y también se encuentra publicada en otras paginas. Y por supuesto aceptare y serán bienvenidos todos sus comentarios.
Aclarado esto, les dejo un abrazo. Y cada capi tendrá una frase acorde.
Y a si leer.
Prefacio.
El hielo también es capaz de quemar, yo lo puedo asegurar.
Capitulo 1 Necesidad.
No hay que temer a las sombras. Solo indican que en un lugar cercano resplandece luz.
Y de nuevo me encontraba frente a su puerta con la fina lluvia cayendo suavemente, esperando por ella.
Habían pasado semanas desde nuestro regreso, retomamos nuestras vidas como si no nos hubiéramos ausentado de este pequeño pueblo llamado Forks, los habitantes de este lugar ya se habían acostumbrado a nuestra presencia a muchos les simpatizábamos, a nadie le extraño más de lo normal nuestra vuelta, excepto claro por la rabia y furia contenida hacia todos los de mi clase por aquella familia de lobos protectores de la reserva Queleute, que habían vuelto también, ellos nos veían como una grave e inminente amenaza sin considerar que nosotros éramos diferentes.
Aun así mi propia vida me agradaba, ya no estaba vacía y no lo volvería a estar.
Nunca me habría imaginado años atrás que esto pasaría y menos a mí, yo tenía la firme convicción de que mi existencia estaría llena de soledad, repetición y aburrimiento, en fin simplemente rutina y por sobretodo que nunca tendría el brillo que ahora tenía, solamente gracias a ella, a mi novia, Isabella Swan, mi amada Bella, a su lado cada sensación era única e incomparable, en otras palabras me dí cuenta que a su lado había comenzado a vivir realmente.
Mi necesidad por ella seguía donde estaba y quizás había aumentado al igual que la de ella hacia mi, por supuesto no me podía descuidar ningún instante de lo que era yo, un vampiro, el vampiro mas afortunado del mundo por contar con su amor, un vampiro que a pesar de todo tenia grandes debilidades, una de ellas era precisamente ella, no solo por poseer el aroma mas exquisito y perfecto que al menos para mi un humano podría llegar a tener y aunque eso ya lo podía manejar con mucho esfuerzo siempre tenía que prepararme y concentrarme al estar a su lado, no quería que ella corriera ningún riesgo proveniente de mi, así también por lo tremendamente frágil que era en el entorno en el cual nos encontrábamos y por todo lo que la rodeaba siempre.
Una teoría mía era que la propia Bella atraía el peligro y casi comprobada hace poco tiempo a tras por un maldito malentendido. Me era imposible no sentirme culpable sobretodo por ser yo mismo aquel que provoco esa situación en la que Bella dejo su vida en manos de los lobos, era sin duda uno de los peores errores cometidos junto con volver a poner en riesgo su vida, lejos de este lugar y sin imaginármelo, exponiéndola frente a la familia mas antigua y poderosa de vampiros que además ejercía el poder decidir sobre nosotros, tampoco podía negar que si no hubiera sido por ella yo no estaría acá ahora mismo pues mi existencia se abría terminado un ese momento de eso también estaba seguro. De todas formas no me perdonaría nunca aquellas cosas y por las cuales estaba pagando las consecuencias, la primera era precio o mas bien dicho la sentencia de su transformación, la segunda era la situación absolutamente incomoda que se daba durante los silencios de ella, le conocía bien para saber que a ratos estaba pensando en él, en su gran amigo licántropo hasta y como ella lo veía, pero en nuestro ultimo encuentro pude saber que para él las cosas estaban más bastante claras, también estaba enamorado y estaba dispuesto a todo para ganarse su amor pero tampoco contaba con mi regreso ni con el profundo lazo que existía y que existe entre Bella y yo. En el fondo no culpaba al muchacho de sentir esos sentimientos por Bella, es inevitable no quererle pero yo no iba a permitir que se le volviera acercar a hasta que se lograra controlar, la seguridad y el bienestar de Bella eran lo primordial.
Toque su puerta con golpes rápidos.
-¡Entra! – Le oí gritarme mientras sentía como apresuraba para ser ella misma quien me recibiera.
Su padre estaba de un humor variable desde que regrese y después de saber que Bella había vuelto a ser mi novia, no voy a negar que él prefería verla junto a Jacob Black pero no podía hacer nada contra la decisión de su hija, Charlie tenía claro que ella a quien quería era a mí.
La puerta se abrió ella apareció y mágicamente mis preocupaciones desaparecieron al solo verla, Bella no había cambiado durante todos estos meses solo tenía el cabello mas largo y había cambiado la manera de acomodarlo, su sencillez le hacía ver mas hermosa, sus mejillas ya comenzaban a enrojecer, sus labios carmesí estaban entre abiertos, su respiración se paro, su corazón comenzó a latir mas fuerte al encontrarme, aunque eso no me sorprendía siempre le sucedía cada vez que volvíamos a vernos después de tener que separarnos por un pequeño periodo de tiempo.
En sus ojos tenía un brillo especial y recorrían mi rostro hasta llegar a mis ojos, aquello me hizo sonreír.
Tomó mi mano en un auto reflejo, su contacto con mi piel me hizo estremecer y pude recuperar la parte de mí que ya me hacia falta.
-Eh - Dijo y me dedico una gran sonrisa mientras lentamente alce nuestras manos y roce su mejilla con el dorso de la mía.
-¿Qué tal te ha ido la tarde?
-Lenta.
-Sí, también para mí- Le dije reconociendo que nada era lo mismo sin su compañía.
Acerque su mano a mi rostro y cerré los ojos y me concentre en el olor de su piel en esa mezcla tan pura y exquisita, una verdadera tentación, me seguía quemando aún pero ya no una tortura más bien era un pequeño lujo que me daba al poder disfrutar de algo prohibido.
Charlie venía hacia nosotros, abrí los ojos esperando verle y me limite a bajar nuestras manos sin separarlas.
-Buenas tardes, Charlie.
Dando zancadas y gruñendo me saludo se cruzo los brazos y poniéndose firme se quedo inmóvil como el policía que era, durante un instante pude averiguar y revivir por sus pensamientos la conversación que había tenido con Bella.
-He traído otro juego de formularios - Le dije a ella mostrándole los papeles que llevaba enrollados en uno de mis dedos de mi mano libre, se me hacia fácil el conseguirlos y me sentía orgulloso de poder ayudar a Bella a asegurar su ingreso a la universidad, claro que a ella no le gradaba mi manera de motivarla pero me hacía sentir útil. Al verlos puso los ojos en blanco y medio gruño, yo le dedique una gran sonrisa.
-Todavía nos quedan algunas fechas abiertas, y hay ciertos lugares que estarían encantados de hacer excepciones- Insistí.
Su cara me hizo reír-¿Vamos?- Le guíe hacía la cocina, mientras supe que a Charlie le agradaba la idea de que Bella ingresara pronto a la universidad y así quizás se alejaría de mi.
Mientras Bella ordenaba yo organizaba los formularios sobre la meza, Bella dejo en la encimera otro de sus libros favoritos y que por las noches no paraba de leer.
-Hablando de solicitudes de universidades, muchacho- Me dijo Charlie - Bella y yo estábamos hablando del próximo año. ¿Has decidido ya dónde vas a continuar los estudios?
-Todavía no. He recibido unas cuantas cartas de aceptación, pero aún estoy valorando mis opciones.
-¿Dónde te han aceptado?- Siguió.
-Siracusa... Harvard... Dartmouth... y acabo de recibir hoy la de la Universidad del Sudeste de Alaska y en ese instante busque los ojos de Bella para guiñarle el ojo sin que su padre se diera cuenta.
-¿Harvard? ¿Dartmouth? -Preguntó Charlie asombrado- Vaya, eso está muy bien, pero que muy bien. Ya, pero la Universidad de Alaska...realmente no la tendrás en cuenta cuando puedes acceder a estas estupendas universidades. Quiero decir que tu padre no querrá que tú...
-A Carlisle siempre le parecen bien mis decisiones sean las que sean - Le interrumpí con tranquilidad.
-Humpf- Emitió.
-¿Sabes qué, Edward? – Me pregunto Bella con una sonrisa divertida.
-¿Qué, Bella?
-¡Yo también acabo de recibir mi aceptación de la Universidad de Alaska!
-¡Felicidades! ¡Qué coincidencia!- Exclame feliz.
Charlie nos miro desconcertado.
-Estupendo, me voy a ver el partido, Bella- Le dijo un poco frustrado-Recuerda, a las nueve y media.
-Esto..., papá, ¿recuerdas la conversación que acabamos de tener sobre mi libertad...?
-De acuerdo. Vale, a las diez y media.
-¿Bella ya no está castigada? - Pregunté entusiasmado y un poco tramposo al fingir no saberlo.
-Con una condición. ¿Y a ti qué más te da?
-Es bueno saberlo – Agregue- Alice está deseando contar con una compañera para ir de compras y estoy seguro de que a Bella le encantará un poco de ambiente urbano- Dije mientras la veía a ella.
-¡No!- Realmente enojado.
-¡Papá! Pero ¿qué problema hay?- Repuso Bella
-No quiero que vayas a Seattle por ahora.
-¿Eh?
-Ya te conté aquella historia del periódico. Hay alguna especie de pandilla matando a todo lo que se les pone por delante en Seattle y quiero que te mantengas lejos, ¿vale?
-Papá, hay más probabilidades de que me caiga encima un rayo. Para un día que voy a estar en Seattle no me...
-De acuerdo, Charlie – Intervine- En realidad, no me refería a Seattle, sino a Portland. No la llevaría a Seattle de ningún modo. Desde luego que no- Afirmé.
Charlie me miro un momento analizando la situación se encogió de hombros.
-De acuerdo- Masculló y se retiro dirigiéndose al salón.
-Pero ¿qué...? – Empezó a preguntar.
-Espera. Creo que puedes reciclar los otros escritos para éste. Tiene las mismas preguntas. Bella se dedico a la tarea de rellenarlos.
Charlie tenía razón al preocuparse por aquella ola de asesinatos, mi padre y Jasper estaban seguros que uno o dos vampiros neófitos estaban detrás. ¿Y si fuera otro aquelarre como el de James? ¿Y si se acercaran a nosotros? Tendría que sacar a Bella de inmediato, no estaba dispuesto a arriesgarme con nada después de todo lo que hemos pasado. En este caso ya nos habíamos organizamos y en cuanto Alice presintiera algo extraño actuaríamos.
Bella me distrajo cuando dejo de rellenar los papeles y los retiro lejos.
-¿Bella?
-Esto no es serio, Edward. ¿Dartmouth?
Se los volví a acomodar en frente.
-Creo que New Hampshire podría gustarte hay un montón de cursos complementarios para mí por la noche y los bosques están apropiadamente cerca para un excursionista entusiasta, y llenos de fauna salvaje- Termine por sonreírle -Te dejaré que me devuelvas el dinero, si eso te hace feliz si quieres, puedo hasta cargarte los intereses.- Le ofrecí-Por favor, simplemente rellena el formulario, ¿vale, Bella? Hacer la solicitud no te causará ningún daño.
-¿Cómo lo sabes? No pienso igual.
Por su mirada creí saber lo que estaba pensando y me guarde velozmente los papeles.
-¿Qué estás haciendo? – Me pregunto cuando se dio cuenta.
-Rubrico con tu firma casi mejor que tú, y ya has escrito los datos.
-Te estás pasando con esto, ¿sabes? No voy a escribir ninguna solicitud más. Me han aceptado en Alaska y casi puedo pagar la matrícula del primer semestre. Es una coartada tan buena como cualquier otra. No hay necesidad de tirar un montón de dinero, no importa cuánto sea.
Lo que suponía no iba a dejar que le ayudara económicamente, no entendía que para mí el dinero no tenía valor y que lo mió era para ella.
-Bella…- Comencé
-No empieces. Estoy de acuerdo en guardar las formas por el bien de Charlie, pero ambos sabemos que no voy a estar en condiciones de ir a la facultad el próximo otoño. Ni de estar en ningún lugar cerca de la gente.
-Creía que el momento todavía no estaba decidido puedes disfrutar de un semestre o dos de universidad. Hay un montón de experiencias humanas que aún no has vivido.
-Las tendré luego- Se adelanto.
- Después ya no serán experiencias humanas- Le recordé- No hay una segunda oportunidad para ser humano, Bella.
-Tienes que ser razonable respecto a la fecha, Edward. Es demasiado arriesgado para tomarlo a la ligera.
-Aún no hay ningún peligro- Repuse.
Seguramente estaba sacando cálculos pues me miraba enojada pensando en los Vulturis o en Victoria que apropósito no había pista de su paradero.
Bella se quedo pasmada, con expresión ausente.
-Bella, no hay prisa. No dejaré que nadie te haga daño. Puedes tomarte todo el tiempo que quieras- Le volví a ofrecer.
-Quiero darme prisa – Me susurró tratando de sonreír - Yo también deseo ser un monstruo.
Las palabras que pronuncio me dolieron, vi su arrepentimiento cuando me miro.
-No tienes idea de lo que estás diciendo.
Y le mostré el periódico y señale un punto en el encabezado.
SE ELEVA EL NÚMERO DE
VÍCTIMAS MORTALES.
-¿Y qué tiene esto que ver con lo que estamos hablando?
-Los monstruos no son cosa de risa, Bella.
Ella miro y leyó y me volvió a mirar.
-¿Es un... vampiro quien ha hecho esto?- Pregunte.
-Te sorprenderías, Bella, de cuan a menudo los de mi especie somos el origen de los horrores que aparecen en tus noticias humanas. Son fáciles de reconocer cuando sabes dónde mirar. Esta información indica que un vampiro recién transformado anda suelto en Seattle. Sediento de sangre, salvaje y descontrolado, tal y como lo fuimos todos.
Volvió a posar sus ojos en el periódico.
-Hemos estado vigilando la situación desde hace unas semanas. Ahí están todos los signos, las desapariciones insólitas, siempre de noche, los pocos cadáveres recuperados, la falta de otras evidencias... Sí, un neófito. Y parece que nadie se está haciendo responsable de él – Tome aire respirando su olor -Bien, no es nuestro problema. No podemos ni siquiera prestar atención a la situación hasta que no se nos acerque más a casa. Esto pasa siempre. La existencia de monstruos no deja de tener consecuencias monstruosas.
-A mí no me sucederá lo mismo- Inspiro- Tú no dejarás que me comporte así. Viviremos en la Antártida.
-Pingüinos. Maravilloso.
Ella se rió y tiro el periódico alejándolo de la mesa mientras cerraba los ojos y sacudiendo la cabeza.
-Alaska, entonces, tal como habíamos planeado. Sólo que nos vendría mejor algo mucho más lejano que Juneau, algún sitio con osos en abundancia.
-Mejor, también hay osos polares. Son muy fieros. Y también abundan los lobos.
Se congelo.
-¿Qué hay de malo? – Pregunte al mismo tiempo que yo mismo me respondía- Vaya, olvídate de los lobos, entonces, si la idea te repugna- Note como mi cuerpo estaba rígido y el de ella también.
-Era mi mejor amigo, Edward – Dijo en tono triste- Por supuesto que me desagrada la idea.
-Perdona mi falta de consideración, no debería haberlo sugerido.
-No te preocupes- Dijo con hielo en la voz.
Este era otro momento en el cual el fuego que sentía por dentro se descontrolaba y me daba mucha rabia y quizás celos al saber que se debía a él, esa actitud de Bella. No me lo perdonaría nunca fue mi culpa, solo mía. Mire a Bella quien seguía con la cabeza baja y su rostro reflejaba pena, me guarde este resentimiento para cuando estuviera solo. No quería que ella sufriera, alce mi mano y con la punta de mi dedo subí su cara.
-Lo siento. De verdad.- Le dije.
Sus ojos estaban brillantes pero no llego a derramar una lágrima.
-Lo sé. Sé que no es lo mismo. No debería haber reaccionado de ese modo. Es sólo que..., bueno, estaba pensando justo en Jacob antes de que vinieras.
Bella guardo silencio esperando mi reacción, me concentre en no demostrar dolor.
-Charlie dice que Jacob lo está pasando mal. Se siente muy dolido y... es por mi culpa.
-Tú no has hecho nada malo, Bella- Repuse
-He de hacer las cosas mejor, Edward. Se lo debo. Y de todos modos, es una de las condiciones de Charlie...
Me tenía que controlar.
-Ya sabes que está fuera de discusión que andes con un licántropo sin protección, Bella. Y el tratado se rompería si alguno de nosotros atravesáramos sus tierras. ¿Quieres que empecemos una guerra?
-¡Claro que no!- Saltó.
-Pues entonces no hay necesidad de discutir más sobre esto.- Intente cambiar el tema- Me alegra que Charlie te deje salir. Tienes realmente necesidad de hacerle una visita a la librería. No me puedo creer que te estés leyendo otra vez Cumbres borrascosas. Pero ¿es que no te lo sabes de memoria ya?
-No todos tenemos memoria fotográfica.
-Memoria fotográfica o no, me cuesta entender que te guste. Los personajes son gente horrible que se dedica a arruinar la vida de los demás. No comprendo cómo se ha terminado poniendo a Heathcliff y Cathy a la altura de parejas como Romeo y Julieta o Elizabeth Bennet y Darcy. No es una historia de amor, sino de odio.
-Tú tienes serios problemas con los clásicos – Me dijo más tranquila.
-Quizás es porque no me impresiona la antigüedad de las cosas. Pero de verdad, en serio, ¿por qué lo lees una y otra vez?
Le tome la cara con mi mano izquierda ¿Qué es lo que tiene que te interesa tanto?
-No estoy segura…Creo que tiene que ver con el concepto de lo inevitable. El hecho de que nada puede separarlos, ni el egoísmo de ella, ni la maldad de él, o incluso la muerte, al final...
Su punto era claro, lo inevitable.
-Sigo pensando que sería una historia mejor si alguno de ellos poseyera alguna cualidad que lo redimiese. Espero que tú tengas más sentido común que eso, que enamorarte de algo tan... maligno- Bufe.
-Es un poco tarde para mí el ponerme a considerar de quién enamorarme pero incluso sin necesidad de la advertencia, creo que me he apañado bastante bien.
Muy bien… sin duda.
-Me alegra que pienses eso.
-Bien, y yo espero que seas lo suficientemente listo para mantenerte lejos de alguien tan egoísta. Catherine es realmente el origen de todo el problema, no Heathcliff.
-Estaré en guardia.
Suspiro y sentí su mano suave sobre la mía.
-Necesito ver a Jacob.
Cerré mis ojos.
-No- Dije serio.
-En realidad, no es tan peligroso. Solía pasarme antes el día en La Push, con todos ellos, y nunca me ocurrió nada.
Y sin querer se estremeció levemente, su corazón se sobresalto mas de lo normal.
Su intento no iba a funcionar para mí.
-Los licántropos son inestables. Algunas veces, la gente que está cerca de ellos termina herida. Algunas otras veces, incluso muerta.
No se defendió, yo tenía la razón.
-No los conoces - Susurró.
-Los conozco mejor de lo que crees, Bella. Estuve aquí la última vez.
-¿La última vez?- Me miro sin entender a que me refería.
-Llevamos cruzándonos con los hombres lobo desde hace setenta años. Nos acabábamos de establecer cerca de Hoquiam. Fue antes de que llegaran Alice y Jasper. Los sobrepasábamos en número, pero eso no los hubiera frenado a la hora de luchar si no hubiera sido por Carlisle. Se las compuso para convencer a Ephraim Black de que la coexistencia era posible y por ese motivo hicimos el pacto.- Ahora estaba comprendiendo- Creíamos que su linaje había muerto con Ephraim que la mutación genética que permitía la transformación había desaparecido con él- Le devolví la mirada- Pero tu mala suerte parece que se acrecienta cada vez más. ¿Te das cuenta de que tu atracción insaciable por todo lo letal ha sido lo suficientemente fuerte como para hacer retornar de la extinción a una manada de cánidos mutantes? Desde luego, si pudiéramos embotellar tu mala fortuna, tendríamos entre manos un arma de destrucción masiva.
-Pero yo no les he hecho regresar, ¿no te das cuenta?
-¿Cuenta de qué?
-Mi pésima suerte no tiene nada que ver con eso. Los licántropos han regresado cuando lo han hecho los vampiros.
Mi sorpresa fue inmensa, no me había dado el tiempo de ver las cosas desde ese punto de vista.
-Jacob me dijo que la presencia de tu familia fue lo que precipitó todo. Pensé que estabas informado...
Entrecerré los ojos y analice la situación.
-¿Y eso es lo que piensan?
-Edward, atiende a los hechos. Vinisteis hace setenta años y aparecieron los licántropos; volvéis ahora y aparecen de nuevo. ¿No te das cuenta de que es más que una coincidencia?
-Esa teoría le va a parecer a Carlisle muy interesante.
-Teoría - Inquirió.
Quizás era posible que fuera cierto, que hayan vuelto porque nosotros regresamos, aquello si era tentar al destino.
-Interesante, aunque no cambia nada. La situación continúa como está- Hasta ahora.
No se que habrá visto en mi rostro vino hasta mi y yo instintivamente abrí mis brazos para acogerla, al tenerla junto a mí era fácil olvidar que habían dificultades alrededor nuestro, se apego a mí y suspiro. Durante unos instantes nos quedamos en silencio.
-Por favor, sólo escúchame un minuto. Esto es algo mucho más importante que el capricho de no querer desprenderse de un viejo amigo. Jacob está sufriendo- Dejo de hablar previendo mi reacción, me limite a cerrar los ojos al escuchar aquellas palabras - No puedo dejar de ayudarle ahora, justo cuando me necesita, simplemente porque no es humano todo el tiempo. Estuvo a mi lado cuando yo me había convertido también en... algo no del todo humano. No te haces una idea de cómo fue...- Escogió bien sus palabras al darse cuenta de mi rigidez -Si Jacob no me hubiera ayudado... No estoy segura de qué hubieras encontrado cuando volviste. Le debo mucho más de lo que crees, Edward.
Reviví todas las visiones que recordaban a Bella en ese estado en las mentes de su padre, de sus amigas y hasta la de aquel lobo.
-Nunca me perdonaré por haberte abandonado – Asegure mas a mi que a la propia Bella- Ni aunque viva cien mil años.
En ese momento sentí sus labios sobre mi cara, no los retiro, siempre me desconcentraban y me hizo suspirar.
-Sólo pretendías hacer lo correcto. Y estoy segura de que habría funcionado con alguien menos chiflado que yo. Además, ahora estás aquí y eso es lo único que importa.
-Si no me hubiera ido no tendrías necesidad de arriesgar tu vida para consolar a un perro- Sentí su estremecimiento-No sé cómo decirlo de forma adecuada, supongo que incluso te sonará cruel- Continúe- Pero ya he estado muy cerca de perderte en el pasado. Ahora sé qué se siente en ese caso y no voy a tolerar que te expongas a ninguna clase de peligro.
-Tienes que confiar en mí en este asunto. Estaré bien.
No amor, no lo estará.
-Por favor, Bella.
Se concentro en poner su mirada más tierna.
-¿Por favor, qué?
-Por favor, hazlo por mí. Por favor, haz un esfuerzo consciente por mantenerte a salvo. Yo hago todo lo que puedo, pero apreciaría un poco de ayuda.
-Me lo tomaré en serio.
-¿Es que realmente no te das cuenta de lo importante que eres para mí? ¿Tienes alguna idea de cuánto te quiero?- Le dije mientras le acercaba mas hacia mi.
Bella inclino su cabeza para besar mi cuello con sus suaves labios.
-Lo que sí sé es cuánto te quiero yo- Me contestó.
-Eso es comparar un árbol con todo un bosque.
-Imposible- Se defendió.
Le di un pequeño beso entre el cabello y la frente.
-Nada de hombres lobo.
-No voy a pasar por eso. Tengo que ver a Jacob.
-Entonces tendré que detenerte- Le asegure.
-Bueno, eso ya lo veremos. Todavía es mi amigo.
En ese momento se acurruco en mi pecho y después de un minuto se inclino lentamente buscando con tiernos besos mi boca, otro silencio proveniente de nuestro beso, sus manos se deslizaron por mi rostro mientras su corazón se aceleraba, se le olvidaba respirar y a mi se me olvidaba el resto del mundo.
Aquella tarde le acompañe a la tienda por unas cuantas cosas que necesitaba, tomar un poco de aire le hizo bien, no volvió a sacar el tema nuevamente pero estaba seguro que no sería la última.
Mi retirada se produjo temprano a su padre no le extraño, a ella si. Bella se despidió con un:
- Apresúrate a volver a mí.
Y yo me despedí con un:
- Siempre.
Aunque tuviera otra cosa importante que hacer ahora, tenía que hablar con mi familia los lobos y sobre aquella nueva teoría.
