Intro
El semáforo cambio a verde antes de que tuviera que disminuir siquiera su marcha. Mejor, así podría llegar a tiempo, teniendo en cuenta lo tarde que se le había hecho y la importante reunión que tenia ese día. Diablos, siempre era lo mismo, el pobre despertador numero 500 que se iba a la basura porque ella lo lanzaba al otro mundo para apagarlo…y encima continuaba dormida!!
Tal vez lo mejor seria rogar a los cielos porque su suerte en carretera siguiera de esa forma.
Lastimosamente, parecía que nadie allí arriba escuchaba sus plegarias.
El impacto no fue lo suficientemente fuerte para ocasionarle algún daño a ella, pero si a su coche…tenia que ser de ese modo, por irresponsable, por haberse quedado dormida en casa en un día tan importante, por no haberse afanado aun mas. Tenia que ocurrir algo que le hiciera pagar. Que mejor que un estúpido e imprudente conductor que se le atravesara en el camino cuando ella tenia la vía?
Bajo del auto hecha una furia. Por lo general era muy calmada, tanto que las personas creían poder pasar por encima de ella, pero esta vez no. Esta vez estaba en juego un importantísimo contrato para su compañía, y por culpa del idiota al volante del otro auto, corría el riesgo de ver escurrirse entre sus dedos el mejor negocio de su vida.
Es que es usted idiota o ciego? - espeto – solo eso podría explicar el porque no vio las luces rojas!! Estúpido negligente!! Sabe acaso lo que esta en juego por su culpa??- remato – seguro encontró la licencia como obsequio en la caja de cereales.
Del automóvil negro brillante que había colapsado con su camioneta, salió un joven de cabellos rebeldes y mirada furibunda, que lanzaba maldiciones a diestra y siniestra mientras oía lejanamente la perorata de la dueña del otro vehículo y revisaba el propio para evaluar los daños en su preciadísima maquina.
Oiga, usted!! – oyó nuevamente la molestísima voz de la mujer – como se supone que va a responder por los daños que causo??
Ya muy molesto, como nunca lo había estado en su vida, comenzó a gritar también sin girarse siquiera a ver a la otra persona.
Señora, no tengo problemas en responderle por el pedazo de automóvil que posee, pero le agradecería que se callara de una vez, su voz puede resultar decididamente fastidiosa bajo cualquier punto de vista. – ante sus palabras, la voz ceso.
Cuando levanto la mirada, vio un par de ojos esmeralda que lo miraban, literalmente, echando fuego.
Una mano se movió ágilmente y estampo 5 finos dedos en su mejilla.
Es usted definitivamente descarado- dijo la poseedora de aquellos impresionantes orbes – no solo causa un accidente que, gracias al cielo no paso a mayores, sino que se atreve a gritarme y ofenderme como si yo tuviese la culpa. – cabe decir que esa fortaleza en la voz le sorprendió viniendo de aquella joven que se hallaba ante sus ojos.- ahora – continuo la mujer – si fuera usted tan "amable" de darme su tarjeta, le llamare lo mas pronto posible para arreglar este asunto- puntualizo ella con ironía.
En verdad, no pudo evitar hacerle caso, fue como si perdiera el control de su cuerpo, para rendirse ante aquella apremiante y enfadada voz. En el momento en que la tarjeta paso de sus manos a las de ella, recupero el control e intento continuar el alegato con aquella imponente mujer, pero esta se hallaba ya encendiendo su automóvil y dando reversa para salir de ese atolladero rápidamente.
Idiota, eres un idiota – se decía – no solo llegaras tarde, sino que tendrás que responder por ese estúpido auto, tendrás que ver nuevamente a su fastidiosa dueña, y encima perderás el negocio de tu vida, y de paso, tu empleo…. Imbécil – se recrimino nuevamente, antes de subir a su auto y arrancar. Tal vez, solo tal vez, aun estaba a tiempo de llegar.
1.
Bueno, la suerte seguía sonriéndole. Mikoto, su secretaria, le había informado que acababan de entrar y que estaban esperándola, a ella y al futuro socio de la compañía.
Bien – pensó – eso significa que no hay ningún problema. Al menos, el enviado del señor Takeshi no podría poner quejas, siendo que ella había llegado primero.
No pudo evitar sentirse nerviosa cuando tuvo el accidente, debido a que se suponía que aquel con quien debía reunirse tenía que llegar media hora antes. Gracias a todos los dioses que no había sucedido, y es que la habían prevenido del carácter del favorito de Takeshi Yzuke, un joven decididamente prometedor, un predador en negocios que había escalado a velocidad alarmante hasta la cima del éxito. Claro que, ante eso, ella también podía dar mucho que hablar, pues a sus recién estrenados 23 años, era ya junto a su mejor amiga una de las diseñadoras de moda mas exitosas del momento, y representante de la Casa Modê, en Japón, una de las casa de moda mas promisorias del país, y que vestía a la crema y nata de medio planeta.
Entro afanosamente en la sala de juntas, donde su mejor amiga, Tomoyo Daidouji, y el presidente de Modê, Eriol Hiraguizawa, la esperaban impacientes. Pudo verlo porque la chica tomaba compulsivamente un mechón de su cabello y lo repasaba una y otra vez, y el joven solo se movía de lado a lado de la oficina como si estuviera esperando noticias en una sala de parto. La imagen era decididamente graciosa.
Hola!! – se apresuro a saludar la recién llegada - perdón por la tardanza - dijo, mientras una gota se formaba sobre su cabeza. Y es que ver al impasible e inmutable Eriol Hiraguizawa dando vueltas era algo definitivamente impresionante, claro que eso solo sucedía cuando de ella se trataba. Menos mal habían desarrollado una fuerte amistad, y ella hacia su trabajo realmente bien, o de lo contrario, estaba segura, ya hacia tiempo que estaría formando fila con los desempleados.
La chica que estaba antes en la sala, vestida exquisitamente con un pantalón negro tipo sastre, camisa blanca de seda y chaleco cruzado haciendo juego con el pantalón, de figura delicada, piel pálida, cabellos negros y ojos amatista cruzo rápidamente la habitación y saludo efusivamente a la recién llegada.
Sakura!! Estábamos preocupados. Pensamos que no ibas a llegar, creí que te había sucedido algo, no llegabas!! Pensé en llamar a la policía, pero Eriol me lo impidió – esto ultimo lo dijo lanzando una reprobatoria mirada a su acompañante, que simplemente dejo vislumbrar una misteriosa y sutil sonrisa.
La aludida solo espero a que el mareo provocado por los exigentes zarandeos de su amiga pasara, antes de explicar todo lo sucedido. Luego giro hacia el presidente y procedió a saludarlo, algo que la amatista había impedido en su afán de enterarse de lo sucedido.
Eriol, deberías controlar un poco mas los nervios de tu amada, o uno de estos días terminara arrancándome los brazos con esos zarandeos que me propina cada vez que llego tarde. – dijo, mientras se acercaba al joven Hiraguizawa, que solo reía suavemente. – Mmm… veo que si utilizaste el conjunto que diseñe en la ultima temporada. Sabía que se ajustaría perfectamente a tu silueta. – decía la chica mientras le rodeaba y le miraba cada detalle. – Al menos, Tomoyo, tu novio se ve guapo de vez en cuando, siempre que yo le hago un traje. – y dicho esto, deposito un beso en la mejilla de su amigo y procedió a organizar las cosas para la reunión que se avecinaba.
Bien, dijo, creo que debemos mostrar la última colección de Modê al señor…. Como dijiste que era su nombre, Tomoyo?
Li, Shaoran Li. – dijo la azabache.
Bien, tengo entendido que el señor Li es algo exigente y ruin en los negocios, así que creo que la última temporada le dejara satisfecho. También la temporada de primavera del año pasado, como dijo Tomoyo, ya que fue bastante exitosa. Por otra parte, Eriol, los balances de los últimos seis meses son excelentes. No solo nos hemos mantenido constantes en nuestras ganancias, sino que estas han aumentado en un 150 por ciento con respecto a las ventas del año pasado.
Los otros dos escuchaban impresionadas a la joven, que en cuestión de negocios cambiaba impresionantemente, dejando de lado su apacible carácter para convertirse en toda una fiera.
Y es que Sakura Kinomoto era decididamente una mujer de armas tomar, ya que se apasionaba por todo lo que a ella le correspondía y consideraba imprescindible para su desarrollo personal, tomando con responsabilidad todo lo que pudiera significar un alto en su ascenso.
Tras su frágil figura de porcelana, con esos brillantes ojos verdes que eran la perdición de muchos, los labios sonrosados y alineados en una constante sonrisa, el cabello largo y ondulado, del color de la miel, su carácter amable y optimista, además del trato excepcional que brindaba a todos los que conocía, se escondía una mujer competitiva y decidida que no se dejaba amilanar por nada ni nadie. Por eso es que estaba en ese lugar ahora, con su camino dirigido hacia el éxito.
Tomoyo Daidouji, por su parte, no solo era también una belleza, sino que, al igual que su amiga, era arrojada y atrevida, y se levantaba contra todos los estándares de su medio para desarrollar un estilo que ahora abordaba todas las pasarelas a lo largo del mundo y que iba en camino a trascender en el mundo de la moda al igual que Givenchi o Dior. También era muy joven, solo tenía 24 años, y ya era reconocida mundialmente como una de las diseñadoras más prominentes del medio. Claro que el éxito venia en pares, porque Sakura y ella trabajaban conjuntamente, así que el crédito era, más que personal, de un carácter grupal. No había duda que eran un excelente equipo ellas dos, sumándolo al excelente manejo que Eriol Hiraguizawa dispensaba a su empresa, solo una de tantas que poseía su familia y de la cual se hacia cargo desde que tenia 18 años. Ahora, con 26 años, Hiragizawa era un eminente empresario en el mundo de los negocios, y había logrado a pesar de su juventud, posicionar su compañía como una de las mas fructíferas en el país y el mundo. Su cabello negro, sus ojos azules y la eterna sonrisa llena de misterio, además del porte ingles que le caracterizaba, le convertían también en uno de los hombres mas cotizados del medio. Sin embargo, ninguna mujer podría eclipsarlo mas de lo que ya lo tenia Tomoyo Daidouji, quien fuera su novia desde hacia 3 años.
Mientras los tres jóvenes continuaban ajustando detalles para la reunión, un automóvil negro se estacionaba frente a la oficina central de la Casa Modê, y un joven apresurado bajaba de el acomodando su impecable traje negro, mientras pensaba en lo mucho que se había retrasado por andar en las nubes. Claro, ya le habían advertido alguna vez, uno de aquellos maestros que tuvo en la universidad, que los negocios solo se mezclaban con negocios, lastimosamente para el joven, había cometido el error de mezclarlos con amor. Bueno, de los errores se aprende – se dijo el joven, mientras ingresaba al lujoso establecimiento.
Señor Hiraguizawa – se escucho la voz de la eficiente Kaho Mizuki, la secretaria de presidencia – acaba de llegar el señor Li, ¿le hago pasar?
Si Kaho, hazlo pasar. – dijo el hombre - por cierto, podrías decirle a Sayuri que suba el te? Gracias.
En ese momento atravesó la puerta de la sala de juntas un joven de traje y corbata negra, camisa verde oscuro, rostro anguloso, mirada torva y autosuficiente, la nariz recta y un aura de superioridad y poder que intimidaba. Sin embargo, parte de esta se esfumo cuando vio a los allí presentes, especialmente cuando vio algo que lo obligo a abrir los ojos entre sorprendido y avergonzado, y es que allí estaba la dueña del par de ojos esmeralda a la que venia maldiciendo en chino durante el trayecto. Definitivamente los dioses no eran buenos con el.
2.
Vaya que había sido toda una sorpresa, pero inmediatamente se recupero de ella para tomar el caballo por las riendas.
Señor Li, dijo la ojiverde con una sonrisa maliciosa, mientras sacaba una tarjeta de su bolso, que el aludido reconoció como suya. Vaya, que coincidencia- continuo la chica- que bueno que haya venido usted a arreglar nuestras diferencias de esta mañana. Porque esta aquí para eso, no es así? Claro que, como le dije, debió esperar a que yo le llamara.
El hombre se sintió un poco avergonzado, además de airado. Como se atrevía esa mujer!! No solo se burlaba de el, sino que además, se divertía ridiculizándolo frente a los otros dos. Había que tener agallas para meterse así con Shaoran Li, aunque a ella seguramente no le servirían de nada. No sabia lo que se le avecinaba.
Sakura continuo. Por fin tendría un poco de venganza por el choque a su auto.
Le decía, entonces, que no podre informarle todavía de los gastos por reparación del automóvil que usted tan olimpicamente arrollo esta mañana debido a que tengo una reunión importantísima y no podre ver al mecánico todavía. Así que señor, si gusta, le llamare pronto.
Tomoyo y Eriol reían, muy a su pesar. Se veía que el tal Li era muy orgulloso, y que no se dejaría de Sakura, pero bueno, allá esos dos. Por lo pronto, había un negocio que cerrar.
Señor Li, - dijo Eriol - Si fuera usted tan amable de tomar asiento, procederemos con la reunión.
Una vez hechas las presentaciones, se cerro un trato que significaba no solo una alianza fuerte en el mercado, sino el choque de dos universos paralelos. Una catástrofe.
Notas de la autora
Y bueno, no se asusten…lo de catástrofe se refiere solo a que se viene algo grande. Así que, chicos y chicas…si les parece que debería continuar la historia, solo déjenme un review. Aunque solo conteste una persona, la continuare, porque detesto cuando los escritores dejan sus historias a la mitad solo porque no hubo mucha gente que quisiera leerla. En todo caso…lo que se viene va a ser un gran enredo. Sakura y Shaoran compitiendo y trabajando juntos? Wow!! Eso hay que verlo. Ya me dirán ustedes, cualquier sugerencia, o cosas que quieran que sucedan, díganmelo, tratare de seguirles el gusto. Besos a todos. Adiós!!
