Me siento un monstruo; no he terminado mis otros fanfics y ya estoy iniciando una serie de one-shots sobre Zootopia, ¡pero es que realmente quiero hacerlo! Desde que vi la película —que no fue hace mucho, realmente, y sí, sé que la película ya tiene tiempo, ¡pero hey! Mejor tarde que nunca—, no pude dejar pasar la química que se nota entre Nick y Judy (la cual casi llega a ser tensión sexual), y me dije: Manec, ya tienes mucho con tus fanfics publicados, por lo cual no es opción iniciar otro, pero que tal subir one-shots; son fáciles de escribir y no te quitan mucho tiempo. Así que sí, aquí estoy subiendo el primer one-shot, inspirado en un comic que leí, pero obviamente no es igual, porque eso el plagio, y el plagio es horrible, ¡no al plagio! Explicado esto disfruten la lectura.
Personajes principales: Judy Hopps; Nick Wilde.
Disclaimer: Zootopia no me pertenece —si fuera así habría más sobre la pareja Nick x Judy, ¡por qué yo sé que es cannon!—, todos los derechos a sus respectivos autores.
Suave
Fue un trabajo realmente duro para la coneja Judy Hopps lograr que su mejor amigo —y cabe recalcar, único amigo— entrara a trabajar en la policía, pero no por nada ella fue la primera coneja en ser policía; después de meses molestando al Jefe Bogo —un búfalo con un carácter de mil demonios—, logró convencerlo de que Nick sería un gran aporte por su gran capacidad de hacer que los demás hicieran lo que él quería (también ayudó mucho mencionarle que fue ella junto a Nick que lograron resolver el caso de los "aulladores").
Y ahora, dos años después del caótico caso Judy podía decir que nada podría ir mejor; bueno, casi. Desde hace algunas semanas había notado como su compañero empezaba a tener una actitud sospechosa, incluso se atrevía a decir que se parecía mucho cuando uno de sus numerosos hermanos hacían una travesura; además de querer caminar siempre detrás de ella. No lo creyó muy importante, pero cambió de idea una tarde en su casa, justo cuando estaban viendo una película rentada.
—Nick, ¿qué rayos estás haciendo?
El zorro dio un salto asustado, para después ver a su amiga con una sonrisa nerviosa.
—A que te refieres, Zanahorias. Yo estoy actuando normal.
—Sí. —Judy rodó los ojos, molesta—. Nick, desde que te sentaste en el sofá no has dejado de jugar con ese cojín.
Nick miró hacia otra parte, evitando en el proceso la mirada inquisidora de su amiga, nervioso. Se sentía un poco culpable, porque sin importar el tiempo que había pasado no podía olvidar todo lo sucedido ya hace dos años, específicamente a Bellwether. No era que le gustara, o algo por el estilo, incluso temblaba con la mera idea de tener algo romántico con esa oveja desquiciada. Lo que lo traía prácticamente loco ya era la suavidad del pelaje de la oveja, la cual sin importar el tiempo recordaba; pero ése no era el problema, claro que no, porque sino hace tiempo le hubiera contado a Judy. El problema era que ya hace meses se había comenzado a preguntar si la cola de su amiga sería igual de suave que el pelaje de Bellwether, o incluso más. Agradeció tener el pelaje, porque sino se notaría el sonrojo en sus mejillas.
—Nick, sabes que puedes confiar en mí. —Judy decidió a no presionar, ya que podía darse cuenta del duelo interior que tenía en ese instante su amigo.
—Bueno, es que algo complicado. —Seguía sonriendo de forma nerviosa—. ¿Prometes no molestarte?
La coneja la miró curiosa, pareciendo analizar todos sus movimientos —a pesar de que desde el inicio de la conversación a penas se había movido—, para después asentir con lentitud.
—Okay, desde hace tiempo me he preguntado si tu cola es tan suave como parece. —Rápidamente Nick se tapó la cara con las patas, temiendo que por el enojo Judy se desquitara con su cara, pero al pasar los segundos y no pasar nada decidió ver que estaba pasando.
Judy estaba sorprendida, no, anonada. Pensaba en todos los momentos juntos al zorro para intentar saber el por qué sentía ese deseo tan raro, hasta que finamente recordó: Bellwether. En su momento pensó que sólo había tocado la lana de aquella oveja para hacerla molestar, además que como dijo en aquella ocasión, las ovejas no lo querían cerca de ellas, ¿pero llegar al punto de querer encontrar algo igual de suave que la lana de la obeja. De pronto, empezó a sentir un gran enojo, ¿cómo la lana de Bellwether lo logró traumar así? Tanto así, que años después aún la recordara.
—¿Quieres comprobarlo? —Nick asintió emocionado, ignorando el hecho de que fuera Judy la que hiciera tal proposición.
Nick acercó la pata a la cola de Judy con lentitud, casi temiendo que se arrepintiera, pero no sucedió, y pudo comprobar que, efectivamente, la cola de Judy era mucho más suave que la lana de Bellwether. Al mismo tiempo Judy miraba complacida la cara de felicidad de Nick, mientras decidía que no iba a permitir que ningún otro animal ocupara la mente de su amigo el zorro.
¿Y?, ¿qué tal? Espero que les haya gustado mucho y que dejen en los comentarios que les pareció... ¡Ah!, antes de que lo olvide, si tienen una idea para un one-shot lo pueden dejar también en los comentarios, o si lo prefieren en un mensaje privado.
