Nota de la autora: Pos, desde hace tiempo que esta parejita me esta causando estragos en mi mente de fangirl, y hoy en clase de biologia surgio esta idea loca, me parecio divertida asi que aqui la subo, la subo desde un tablet, asi que no me di el tiempo de corregir muy bien, disculpen cualquier error c:

*Los polos opuestos*

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La clase era demasiado aburrida para Kevin, la profesora hablaba sin parar, desde hace 10 minutos que mando todo al diablo y se coloco los audífonos con disimulo, son ojos estaban atentos a la señora de edad avanzada, aunque no podía evitar sentirse perturbado por la gran verruga que poseía en la nariz, cuando ya sintió un tanto de náuseas dejo a sus ojos vagar libremente hasta la pizarra blanca que rezaba en su centro "Los polos opuestos se atraen" frase muy conocida, tanto en lo que es biología, química e incluso el amor.

Instintivamente sus ojos se posesionaron en el primer asiento de la primera fila. Donde un gorro negro destacaba, un chico de postura impecable y suéter anotaba rápidamente cada palabra dicha por la maestra, el famoso alumno estrella, intachable, impecable, inteligente, y otros adjetivos calificativos con "I". Muy perfecto en ese ámbito comparado con él, que era un desorden y no había día en que no lo sorprendieran durmiendo encima de su libro, quien viera sus cuadernos creería que son de un niño de jardín, llenos de rayas, dibujos de palos, juegos de gato y uno que otro aparato reproductor masculino dibujado a lo tonto. Todo lo contrario a esa perfección de Doble D, que no solo se veía en sus cuadernos, si no que en su ropa y hasta comportamiento, dotado con mucha moral, muy cortes, en contraste con Kevin, que no respetaba a los profesores ni a nadie la verdad y evitaba la falsa cortesía con gente que, en realidad, no es de su agrado. Toda esa perfección de Edd le ponía mal, deseaba tirar lejos esos libros pesados que cargaba, arrancarle esa ropa tan ñoña que viste y... Devorarlo, comerlo a besos, mordidas, poner sus manos en todo su cuerpo y callar esas frases de lenguaje avanzado que no entendía nada y reemplazarlo por gemidos, irregulares, jadeantes, hermosos, hincharle sus labios, morderlos y marcar su cuello donde antes estaba su corbata de colores chillones.

Y después de eso, aprovechar de darle caricias, de completar con mucho detalle al pelinegro, despojado de sus costumbres raras, verlo desnudo, sincero, real. Un millón de veces más sexy. Observar su blanca piel que hace ver a la suya mas colorada, acariciar su pelo negro que se hace más profundo comparando a sus cabellos rojizos, tan contrarios. Pero muy funcionales juntos, apasionados, porque después de todo, los polos opuestos se atraen...