Darkness at the destiny

Capítulo 1-Prologo

Me levanté rápidamente de la cama y miré a través de la ventana (sin llegar a abrirla) las vacías calles y cubiertas de nieve iluminadas por las farolas en aquel día de fin de año.

Mi nombre es Io y tengo 17 años, físicamente soy igual a todas las niñas de mi edad a excepción de mi pelo largo hasta la espalda, de un color blanco mortecino que contrastaba con mis ojos negros como la oscuridad. Vivo sola en la casa de mis padres ya que estos eran mercantes que viajaban por varios mundos pero hace más o menos un año, desaparecieron literalmente sin dejar ningún rastro, desde entonces, vivo sola con una cuidadora que me hace las tres comidas del día, y después, se larga.

(Volviendo a la historia) Sonreí para mi al ver que todo estaba desierto, me quité el pijama y me puse una camiseta de manga larga negra, unos pantalones vaqueros del mismo color y una gabardina gris larga hasta las rodillas y con capucha. Abrí la ventana y un viento helador me golpeó la cara, yo ni me inmuté ante esto, me puse en el bordillo de la ventana, salté desde el primer piso de la casa (donde tenía la habitación, claro) y caí de pie en el frío suelo de la calle. Me puse la capucha y me encaminé por la desierta calle. Mientras caminaba veía por las ventanas a familias reunidas celebrando el fin de año, yo bajé la cabeza tristemente hacia el suelo, pensando en como odiaba las navidades debido a lo sola que estaba.

Mientras pensaba en esto, no me di cuenta de que me había detenido delante de un parque poco iluminado, levanté la vista e intente ver más allá de unos árboles pero no conseguí ver nada, me adentre poco a poco en aquella zona del parque menos iluminada y de repente empecé a escuchar los susurros de unas voces, esta vez espere a que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad y cuando lo hicieron distinguí dos figuras encapuchadas, uno sentado en un asiento y otro de pie enfrente de su compañero. Ambos vestían una gabardina negra que los cubrían de pies a cabeza, yo me escondí tras unos árboles y fui acercándome a ellos pero se escuchó un CRAC procedente de donde estaba y miré horrorizada como había roto una ramita que estaba en el suelo, levanté la vista y vi como un par de ojos verdes como las esmeraldas me miraban con un matiz de asesino, a su lado, su acompañante se había levantado. Este era un poco más pequeño que el otro pero no me preocupaba eso si no lo que me iba a pasar ya que el encapuchado de los ojos verdes extendió una mano e hizo aparecer un chakram de gran tamaño. Yo, en un vano intento de huir, me di la vuelta pero tropecé con unas ramas y caí al suelo. "Ese despiste me a costado la vida" me dije a mi misma mientras el tío del chakram se abalanzaba sobre mi; yo cerré los ojos y esperé la muerte pero me sorprendí por que llegaba tan tarde así que abrí los ojos para ver que entre el encapuchado y yo se había interpuesto el compañero del atacante. Vi como el interceptor negaba con la cabeza mientras se daba la vuelta para mirarme a los ojos, y el otro, pareció comprenderlo porque se dió la vuelta para desaparecer en la oscuridad. Yo suspiré agradecida, me quité la capucha para respirar mejor y le dediqué a mi defensor una sonrisa de agradecimiento.

Io:-Gracias-

Este a modo de respuesta se quitó la capucha dejándome ver su pelo pincho rubio y unos ojos azules como el mar y me dedicó una cálida sonrisa antes de desaparecer en la oscuridad.