N/T: Hola!! bueno esta es una traduccion del fic de HighViscosity. espero que les guste. Disculpen la pesima traduccion, soy nueva en esto (ups).
los que leen y no dejan review son putos! cante! asi que dejen! jajaj joda ;) pero por favor POR FAVOR CRY dejen reviews asi sigo traduciendoXD si no recibo mas de mmmm 5? reviews no sigo xq es al dope xD. beso beso!
El repiqueteo del teléfono nos hizo pegar un bote a los dos, pero él no perdió su centro de concentración. Apartó la mano de mi barbilla y la alargó para tomar el auricular, pero aún sostenía férreamente mi mejilla con la otra mano. Sus ojos negros no se apartaron de los míos. Estaba hecha un lío, demasiado confusa para reaccionar o tomar ventaja de la situación.
-Residencia Swan –dijo Jacob, en voz baja y ronca. Alguien contestó, y Jacob se altero al instante. Se enderezo, y su mano bajó de mi cara. Sus ojos se endurecieron, y hubiera apostado el escaso resto de mis fondos para la universidad que era Alice.
Sacudí la cabeza rápidamente, logrando recobrar la compostura del casi-beso, y estiré la mano para tomar el teléfono. Jacob me ignoró.
No esta aquí-soltó Jacob, y sus palabras eran amenazadoras. Eso me irrito, ¿Cómo se atrevía a ser tan grosero con alguien en mi teléfono? Podía escuchar la voz a la distancia en la otra línea, pero me preocupaba que si no irrumpía de inmediato en la conversación, Jacob pudiera decir algo grosero.
Jake, quien es? –pregunte alegremente, esperando que algo de falsa alegría distrajera la situación.
El solo miro enojado hacia la encimera. Sus brazos se sacudían mientras escuchaba la voz, que se cortó por un segundo cuando interrumpi.
El idiota de Jacob no me hizo caso, y parecia estar escuchando a Alice. Pero luego, después de un breve silencio, murmuro: ¿Quién crees que era?
Alice? Adivine, pero el ya no me escuchaba. El telefono hacia ruido.
¿No, en serio? ¿Quién mas podía ser? -los ruidos continuaron desde el otro lado. ¿Cuál era su problema? Era mi teléfono, que derecho tenia a ser tan grosero con ella y tratarme así?
-Jacob Black, me das el teléfono YA MISMO! -me estire para agarrarlo, las dos manos envueltas alrededor del auricular de color crema, usando toda mi fuerza para intentar sacárselo de los dedos. El apenas pareció darse cuenta, pero de repente su mano libre estaba alrededor de mis dos muñecas, y empujo mis codos hacia abajo a mi estomago, y luego me tiro con firmeza hacia atrás, pegándome al refrigerador. Por un momento me quedé en silencio shockeada... Esto se estaba volviendo ridículo. Lo fulminé con la mirada.
La voz del otro lado volvió a hablar; ojalá supiera que estaba pasando. Lo que sea que fuese, Jacob se estaba enojando cada vez más.
"si, y para ti que es eso, chupasangre?" –practicamente gruño. "bueno, ven aca si tanto te molesta. Mi manada tendra el placer de hacer pedazos a tus sanguijuelas"
Alice, esta siendo un idiota y...
Una mano grande y temblorosa me tapó la boca, y ahora el sujetaba el telefono contra su hombro, con los brazos cruzados incómodamente entre su pecho y el mio.
¡Esto era el colmo! Yo habia pasado por dejar que hombres idiotas me controlaran. Este nene no tenía ningún derecho a apartarme de mi propio teléfono. No tenía ningún derecho a secuestrarme, tampoco.
Mientras me tensaba para pegarle ahí lo mas fuerte posible, esa voz hermosa de Edward susurro furiosamente en mi oido: "eso no es sabio. Esta a punto de explotar. Quédate quieta" Contuve el aliento, y mi cabeza, sacudiendose constantemente bajo la mano temblorosa de un inestable licantropo adolescente, reconoció enseguida el consejo sensato. Me comporté. Alice sólo tendría que venir y verme tan pronto como la via estuviera libre del idiota de mi amigo.
"No, Doctor, en serio no esta," dijo Jacob bruscamente, su voz temblando con la misma furia que todo mi cráneo. ¿Carlisle? Estaba increiblemente confundida. Quiero que le mandes un mensaje a Ed... él. Dile que nunca vuelva, me escuchas?" ahora estaba gritando, me dolían los oídos. Dile a la sanguijuela esa que si se le ocurre volver, lo desgarraré personalmente. Y me tomaré mi tiempo."
Hizo una pausa para respirar, y luché en vano contra su presa. Me había quedado helada ante la mención del nombre de Edward, el agujero en mi interior amenazaba con consumirme... pero pobre Carlisle, teniendo que escuchar este berrinche. Estaba furiosa con Jacob, y desesperada por hablar con Carlisle, para impedir que Jacob le dijera algo sobre... sobre como estaba yo... antes. Era mucho peor que cualquier débil amenaza de Jake--él no tenía ninguna posibilidad contra ellos, y los Cullen lo sabian.
Decidí pisar bien fuerte uno de sus enormes pies; parecía una opción mas segura que mi plan anterior - por lo menos, ninguna alucinación susurró ninguna otra sugerencia en mi oido, así que seguí adelante con él.
El idiota ni siquiera se movió, y yo estaba practicando perforando con mi talón, apretando con todo mi peso. Comencé a pisotear con los dos pies, y finalmente hizo caso de mis débiles intentos. Se libro rapidamente de mi última forma de ataque levantando un pie por causalidad, y poniéndolo encima de los míos. No me estaba lastimando, solamente quería pararme.
Más murmullos de Carlisle... y de nuevo Jacob lo corto.
"Sí," gruñó, y tomó aliento para calmarse, inhalando despacio.
"Él la destrozó." Una pausa larga, y otro consumo que se estremece de aliento. "Ella casi murió por el, por lo que el le hizo. Y en todo este tiempo... casi lo había arreglado todo. Con este lío, vamos a tener que empezar de 0"
Luego resopló. "Si la sanguijuela asquerosa de tu hijo de verdad la conociera... si hubiera tenido algo de corazón, nunca la habría abandonado. No así. No si la hubiera amado...
Eso abrió los grifos. Lágrimas borbotearon de mis ojos y rodaron por mis mejillas. La agonía reemplazó la furia. No es que Jake estuviera mintiendo, es sólo que no podía soportar oírlo. Comprender que todo este tiempo, todos estos meses, había creído que escondía mi dolor de todos, cuando no había engañado ni a una sola persona. Era horrible.
Jacob miró hacia abajo cuando sintió las gotas sobre su palma, y me soltó al instante. La mano que sostenía mis muñecas fue hacia el teléfono, y Jake dio un paso atras. Parpadeé lentamente, tratando de aclararme la vision, y luego alcé la vista a su cara. Nuestros ojos se encontraron. Esa máscara furiosa había desaparecido por completo sin dejar rastro. Pude ver, aun cuando todo seguia borroso, que el tambien estaba llorando.
"como la amo yo," terminó él. Su voz sonaba ahogada y tensa, desesperada en vez de enojada.
La habitación se quedó en silencio. Ninguno de los dos apartó la mirada, y tenía miedo de parpadear. Hasta ese momento, nunca se me había ocurrido que realmente podía amarme. Amar... no sólo gustarle. No solo un capricho. No es un nene, comprendí.
Había una tensión entre nosotros que nunca antes había notado. Como si incluso en esta pequeña cocina, estuviéramos demasiado separados. Algo me empujaba hacia él, necesitando consolarlo. En el fondo sabía que si tan solo pudiera hacerlo sentir mejor, yo también estaría curada.
Mi pobre Jacob –dijeron mis labios, incapaces de hacer que las palabras resonaran, incapaces de quebrar el silencio que llenaba el cuarto. En cambio, di un paso adelante, estirándome para alcanzar su rostro, y traté de limpiar las lágrimas que había causado. Él estaba haciendo lo mismo, en ese mismo momento, un pulgar áspero limpiaba suavemente mi mejilla húmeda. Nos habríamos reído de eso cualquier otro dia, pero ahora ninguno de los dos sonrió siquiera. No era divertido. Era un dolor compartido que sólo él y yo podíamos entender.
Él sorbió rápidamente, tratando de aclararse la voz, y se apoyo en la mesa de la cocina, lo más lejos de mí que permitía el cordón del teléfono. Miró al suelo con resolución, tratando de recobrar la calma.
"Ojala tuviera una foto de cómo estaba ella cuando salio del bosque... para que te hicieras una idea de lo que se volvió. Olvidó como sonreír... dejó de escuchar música, o leer. Charlie no sabía que hacer. No quiso ser feliz por meses. No sé por qué no se mató... su voz se sereno tanto ahora que apenas podía oírlo.
"Dile" comenzó a decir Jake de nuevo, febrilmente. Sus ojos habían estado intentando abrir un agujero en el suelo, pero ahora se fijaron con los míos, con una intensidad que nunca había experimentado.
"Dile que encontré un pedazo del corazón que rompió, y ahora es mío. No lo voy a devolver."
El teléfono cayó de sus dedos y golpeó el suelo de azulejos con un ruido sordo antes de romperse contra la pared, tironeado por el cordón. Otro "crac" sonó cuando golpeó con fuerza en el armario, donde rebotó arriba abajo unas cuantas veces antes de finalmente quedarse quieto.
bueno eso es todo por hoy, ojala les haya gustado;)
