No quiero volver con el, solo me a causado dolor, tristeza y sufrimiento, pero si es asi entonces ¿Por que sigo amandole? Sigo renegado con el hecho de haberle dejado pero ¿Que estaba esperando? ¿Que le tirase rosas y le dijiera que no importa? Nunca, en mi puta vida haria eso y el lo sabia. Soy testarudo y una mierda de troll, asi que ¿Que era lo que esperaba de el? Si ni siquiera le conte mi historia.

-Eres un idiota.- Me murmure a mi mismo entre lagrimeos pateticos, solo deseando que el atraviece esa puerta.

Limpie mi estupido rostro lloroso y moqueado y maldeci a mis ancestros por mis putos y homosexuales sentimientos. Me detesto.

Me pare de la cama y me diriji a mi espejo, mirando lentamente mis carmesis ojos, aun mas rojos por culpa del llanto, observe mi piel grisacea y por ultimo mis brazos tapados por las mangas largas.

Aqui vamos de nuevo. Suspire lentamente y dedique una sonrisa retorcida al levantar mis mangas. Odiosos cortes llenos de sangre ya seca y recordando lo miserable que soy.

-Te odio.- Murmuro hacia el espejo-. Ojala nunca hubieses nacido.- Insulto tras insulto, odiandome profundamente hasta que en mi mente volvio a reflarse su ...- Murmure aflijido, recordando su sonrisa y sus palabras tranquilizadoras-. Por favor, vuelve.- Susurre-. Gamzee, ven a buscarme, estupido.- No tenia el derecho de exijirtelo pero-. Si de verdad me amas... ¡Ven a buscarme, maldito cabron!- Grite lo mas que mis pulmones me dejaron, lagrimiando como un estupido por alguien que no volveria por alguien tan patetico.

El dia siguio transcurriendo "normal" y nada mas que decir, pero todo a callar. Dolor, tristeza y melancolia se encontraban en el interior de mi ser. Ya no lo anguantaba. Ya no lo soportaba. Me dolia. Era insoportable.

-Callate.- Me murmure suavemente al acostarme en mi cama mientras me arañaba mis muñecas dejando que caiga la sangre desagradable de color rojo. Estaba cegada por las ganas de sufrir ese dolor fisico y no mental. Deseaba tanto el desangrarme y morir.

Oh dios. Como queria desaparecer de este mundo repugnante donde no podia verlo.