Aviso, este fic está (minimamente) basado en Final Fantasy I, así que si no te gusta ese juego, dudo que te guste el fic. Va a ser un fic bastante largo, así que espero que tengais paciencia y que sea del agrado de los lectores.

Capítulo 1.

-Ya... ¿Ya he llegado a Sacral?- Dijo Nathan.

Era un dia normal en el majestuoso reino de Sacral, el Sol brillaba con fuerza, las nubes se movian lentamente por aquel gran cielo, los mercaderes abrían sus comercios como de costumbre, los guardias reales patrullaban el Reino manteniendo el orden. A primera vista era un dia normal

El joven miró con curiosidad el enorme portón de madera que comunicaba Sacral con el bosque, jamás habia visto una entrada tan grande. -Bueno... -Unió sus manos y se crujió los nudillos- ...como no entre no conseguiré el trabajo... pues allá voy

Empezó a caminar por el portón, el cual estaba custodiado por guardias. Tras pasarlo, vio como una enorme ciudad se alzaba ante el.

Sacral era famosa por su belleza y armonía, solo con atravesar sus muros, un aire de paz y tranquilidad invadía al visitante. Aquel aire de tranquilidad tranquilizó al joven, aunque su ansia por conseguir el trabajo era tan grande que se alteró de nuevo.

-(Si consigo el trabajo de guardián y todo sale bien, me recompensarían con tierras y una cantidad ingente de dinero...) -Apretó el puño con fuerza- (¡Tengo que conseguirlo!)

Tras pensar en aquello, Nathan salió corriendo hacía el castillo de Sacral, donde supuestamente daban el trabajo que el ansiaba tanto. Fue cuestión de minutos de que el joven llegase al castillo. Antes de entrar, desvió su mirada al foso del castillo en el que pudo verse reflejado en el agua. Lo que vio fue una cara negra, tapada casi al completo por el cuello de una túnica azul roída y un sombrero de brujo, con dos enormes ojos amarillos que le daba un toque siniestro al joven.

Era un Mago Negro.

Al entrar por la entrada principal del Castillo, Nathan observó un grupo de magos que se encontraba a escasos metros de él. "Habrán venido a por el trabajo" pensó, por lo que se acercó a ellos con la intención de obtener información.

-Hola, em... ¿Habéis venido a por el trabajo de guardián?- Dijo Nathan con un tono amigable

-Si, ahora vendrá el enviado real para ver quien será el último guardián de la Doncella.

-¿El último guardián? -Nathan ladeó la cabeza, confuso- ¿Es que hay mas guardianes?

-¡Pues claro! -Respondió un mago del grupo- Para que la doncella consiga matar al demonio Calgar, necesita ser escoltada por varios guerreros, y entre ellos solo puede haber 1 mago negro, o sea, uno de nosotros.

-...O sea, ¿Que los guardianes protegerán a la tia esta para que ella mate un demonio que solo existe en cuentos infantiles?

Todos los magos se contuvieron la risa, pues el enviado real habia llegado y escuchado las palabras de Nathan.

-La amenaza de Calgar y el cristal de la oscuridad está presente hoy en dia, y la única solución es recurrir a la profecía milenaria, en la que l...-

-Me se la historia, la sangre de un puro matará al demonio y el cristal de la oscuridad se romperá y eso... ¿Lo de Calgar es en serio?

-Claro, si no no pagariamos una cantidad tan sustanciosa de bienes a los guardianes.

Aquello le parecía absurdo a Nathan, pero de solo pensar de lo que dijo el enviado fuese verdad, se estremeció.

-Bueno, voy a empezar con las pruebas.

El enviado realizó unas cuantas pruebas relacionadas con la magia negra y, en todas, Nathan fue el que mas destacó, pues era el unico Mago Negro de verdad. Tras eso, el sonido de unos pasos resonaba en todo el vestíbulo.

-Nathan... ¿Ese es tu nombre? Ahora vendrá la Lady Amanda a juzgar si quiere que formes parte del equipo.

-Eh... vale...

Los otros aspirantes a guardián se fueron, aunque parecian de todo menos frustrados, es mas... parecían felices por haber fracasado en las pruebas. El enviado y Nathan miraron a las escaleras observando como bajaba una preciosa joven, rubia y envuelta en una túnica blanca con bordados rojos.

Era una maga blanca.

La joven se colocó en frente del enviado y realizó una reverencia.

-Gracias Cam, puedes retirarte

-Como desee -Realizó otra reverencia como despedida y se fue- Por cierto, el Mago Negro que tienes en frente tuya es el que ha pasado las pruebas, se llama Nathan

-Gracias de nuevo Cam...

Ambos se miraron de arriba a abajo, pues Amanda no habia visto antes un Mago Negro de verdad, y Nathan jamás vio una chica como ella.

-Deja que me presente, soy Amanda, la... "doncella", aunque solo soy una simple maga blanca huerfana que protege el cristal de la luz -Su voz era seca, no se sentía a gusto con la presencia de Nathan-

-Y-yo so-soy N-Nathan... a secas, y eso...

-Ajá... encantada de conocerte

-L-lo mismo dig-digo -Nathan no habia hablado mucho con las chicas , pues su aspecto repelía a casi todas las humanas, por lo que estaba bastante nervioso-

-Bueno... Nathan... ¿Por qué has venido hasta aquí?

-Por el trabajo... obviamente

-Pero... muchas personas han querido trabajar de guardián para estar conmigo, o por amor a la patria... ¿Me entiendes, Nathan? Por orgullo

-...Pues yo he venido por el dinero

Amanda arqueó una ceja al oir el comentario. No le gustó nada lo que oyó, pero al menos había sido honesto con ella

-Eso no es muy cortés...

-Vale, pero yo no vengo a quedar bien, yo vengo a por el trabajo y a por la recompensa.

-Pero...

-No he venido desde Antiqoa hasta aquí por amor al arte, ¿Sabes?

La joven se llevó una mano a la frente y se la masajeó para poder pensar. Mientras, Nathan miraba a las enormes vidrieras del castillo, en ellas habian motivos religiosos y mitológicos. En la mas grande de ellas estaban los 4 Guerreros de la Luz.

-Nathan, tu actitud y tu... ser... me repelen, pero eres honesto y según Cam, fuerte

-...

-Y como no veo que haya nadie mas que haya pasado la prueba... pues -Suspiró y forzó una sonrisa- Bienvenido al grupo

-¡SI! -Dijo emocionado- ¿Cuando empezamos?

-Mañana, pero antes ven conmigo.

La chica empezó a subir las escaleras del castillo junto a Nathan. Parecía que la escalera era interminable. Tras 5 minutos subiendo escalones, llegaron a una puerta.

-Aquí es Nathan

Amanda abrió la puerta y de ella salió un destello de luz que cegó al Mago. Al desaparecer el efecto, Nathan permaneció boquiabierto al ver lo que había en la habitación.

-Fin del primer capítulo-