Nota de autor: bueno akii un proyecto que andaba guardado y no me había animado a publicar. Es el primer Dramione que publico y pues espero sus opiniones, críticas o lo que kieran decir. Advierto que lo que pasa en el fic no lo he vivido, pero fue algo que me dijo un amigo.
Disclaimer: ninguno de los personajes de esta historia me pertenecen. Son todos, obra de la super J.K.Rowling y yo solo me divierto con ellos.
Ahora sí, el fic.
En un pasillo de Hogwarts una chica de cabello castaño y ojos miel y un chico rubio de ojos grises peleaban. Algo normal entre ello, casi de rutina.
Y si nos ponemos analizar el pasado, presente y futuro de estos 2 chicos, nos daríamos cuenta que son completamente opuestos: frío y calor, castaño y rubio, bien y mal, pero luego de una tregua que duró solo unos pocos días; la discordia ha vuelto. Todo…por un enjuague bucal…
Malfoy- dijo la joven con impaciencia y algo agitada. Por lo visto lo había buscado por unos minutos
Que quieres Granger.
Que rayos hiciste con mi enjuague?
Que crees que le hice- respondió de forma coqueta, como tentándola.
Ok lo acepto, eso se vio sexy… Ay dios que cosas dices…- Escúchame, no es mi culpa que por un error tuyo, nos ayas dejado con los dientes en la situación que ningún hechizo podía volver a ordenar nuestros perfecto dientes y tuviéramos que usar estos odiosos aparatos, pero no tienes porque coger mis productos para tu uso personal… y se que tú lo tienes.
No lo creo. Que te hace pensar que yo lo tengo?-la retó sonriéndole de la manera más encantadora e inocente sus ojos habían visto, mientras se acercaba a ella.
Mmm…será por que eres la única persona con la vivo y tendrá acceso a las cosas que hay en el baño adem…-no pudo terminar su frase. Estaba siendo besada por Draco. Intentó separarse de él, pero…no pudo…estaban pegados. Por lo tanto decidieron seguir, pero ella necesitaba oxigeno antes de que pareciera que se había desmayado con un beso del "gran" Draco Malfoy, y eso, era algo que no necesitaba e intentó separarse una vez más; esta vez con éxito.
La miró con esos ojos metálicos, capaces de congelar todo alrededor. Que hacían perder el enfoque de la vida.
Sabes, siempre quise saber qué se sentía, ya sabes…con los frenos. Por cierto, aquí está tu enjuague- dijo sacando el enjuague de su bolso y devolviéndolo a su dueña- Bye Hermione!
Bye.
Así de fugaz como vino; se marchó. Sin ninguna explicación. Si seguía así, pronto íbamos a enloquecer. Eso de vivir en la misma torre nos estaba afectando, pero de que manera…