Hola, soy nueva en Fanfiction es la primera historia que publico en esta página, espero que sea de su agrado.
Nota:
Los personajes de este fic, le pertenecen a Masashi Kishimoto aunque la historia es completamente mía.
Capítulo I:
Abrí mis ojos buscando insistentemente el calor de su cuerpo junto al mío, la luz entraba por la ventana diciendo que de nuevo había amanecido sola, como siempre amanecía desde hace ya 4 años; nuevamente había soñado con él, aquel hombre maravilloso que me había entregado sus últimos días y que extrañaba de una manera inimaginable.
Tomé la almohada y la abracé para desahogarme con ella por enésima vez, era la única que escuchaba mis sollozos cada noche antes de dormir, cada suspiro con su nombre y cada te extraño que decía pensando en él.
Ya habían pasado 4 largos años desde que él ya no se encontraba a mi lado, desde que me fue arrebatado en un accidente aéreo; como todas las mañanas me levanté de la cama, tomé un desayuno ligero y salí a nadar al lago.
Desde la muerte de mi esposo, yo había comprado esa cabaña justo frente al lago a dos horas de la ciudad, nadie me molestaba, sólo mi soledad y yo vivíamos en ese lugar; nadé un rato hasta que me di cuenta que alguien había llegado, cosa que realmente era muy extraño ya que no me visitaban muy seguido, salí del agua y me enredé en una toalla para después dirigirme hacía la persona que se encontraba frente a mí.
Ino era su nombre, ella era mi mejor amiga y habíamos crecido juntas, casi no nos veíamos debido a que yo me aparte de todos desde que enviudé, ella no había cambiado nada y me llamaba cada que podía y ese día había sido una excepción ya que era realmente extraño tenerla de visita, no solo porque me gustaba estar sola, sino por su trabajo.
-Buenos días Sakura. –Saludó de una manera bastante seria para su forma de ser.
-Buenos días Ino… ¿Qué haces aquí? –Si bien ella era mi mejor amiga, yo no me andaba con rodeos y ella lo sabía.
-Sakura… tu padre está en el hospital… está muy grave. –Me dijo rápidamente.
-¿Qué tiene? –Pregunté notablemente preocupada.
-Tuvo un pre infarto, al parecer le encontraron un soplo en el corazón… necesita una operación urgente.
-Voy a vestirme y nos vamos. –Dije entrando a la casa.
No sé cómo fue pero terminé vestida en cinco minutos, en ese momento mi mundo se nubló, yo no podría resistir otro golpe tan fuerte como el de hace 4 años, solo me quedaban mis padres y aun no quería perderlos.
-Ya verás que estará bien. –Me dijo mi amiga al ver que yo no me tranquilizaba.
-Eso espero… si mi papá se muere yo no sé qué haría…
-Sakura… hoy más que nunca debes ser muy fuerte, recuerda a tu mamá, ella es fuerte pero si te ve derrumbarte ella también lo hará.
Asentí dándome cuenta de las palabras que mi amiga había dicho, así pasó un rato hasta que llegamos al hospital, caminé hasta mi madre que se encontraba en la sala de espera, en cuanto me vio corrió hasta mí y me abrazó con fuerza, jamás la había visto tan asustada como en ese momento.
-Hija… se me está muriendo. –Me decía llorando sin consuelo.
-Mamá… ya Ino me contó lo que pasó, no te preocupes todo va a salir bien… mi papá es muy fuerte y tú sabes que lo tendremos muchos, muchísimos años más con nosotros de eso me encargo yo. –Le dije tratando de calmarla aunque por dentro yo estaba igual de asustada que ella.
-La operación es muy cara hija… tu sabes que no contamos con el dinero suficiente para pagarla.
-¿Cuánto dinero es? –Le pregunté con esperanza de poder conseguir ese dinero.
-Nos piden $50'000 dólares hija… y eso es con un descuento. –La abracé, era mucho dinero… me sentía frustrada y poco a poco mis esperanzas comenzaban a hacerse añicos.
Después de un rato, el doctor nos dijo que lo habían estabilizado pero que sin la operación esa estabilidad no duraría mucho, después de eso me dejaron verlo; su rostro se veía demacrado y me dolía demasiado verlo conectado a muchos cables y aparatos; me acerqué a él, tomé su mano y le di un beso en la frente, no podía evitar las lágrimas que caían por mi mejilla.
-Te vas a poner bien papá… te lo prometo, no importa lo que tenga que hacer para conseguir ese dinero… -Volví a besar su frente para después salir de la habitación.
Limpié mis lágrimas y caminé decidida hasta donde se encontraba mi madre, ese era el momento de ser fuerte, si bien ya lo era porque después de la muerte de mi esposo me volví así, fría y calculadora tenía que serlo aún más para hacer lo que tenía planeado hacer… dejando a un lado mi orgullo y mi paz, porque si de algo estaba segura… es que ese dinero no lo iba a conseguir de una manera fácil.
-Mamá… regreso en un rato.
-¿A dónde vas hija? –Me preguntó preocupada.
-Te veo más tarde. –Dije dándole un beso en la frente para después salir del hospital, dejando a mi madre y a mi amiga con cara de preocupación.
Tomé un taxi y le di la dirección al chófer, esa era mi última esperanza… pero si no lo conseguía, si no aceptaba prestármelo, no me quería ni imaginar lo que tendría que hacer para conseguirlo.
Después de unos veinte minutos, ya me encontraba frente al enorme edificio, dispuesta a lo que fuera por conseguir el préstamo aunque mi orgullo y dignidad se vieran afectados por ello.
Entré al enorme edificio, gente iba y venía con papeles, cámaras, folletos entre otras cosas que pude observar, respiré profundo, si lo iba a hacer debía hacerlo ya, sin ninguna demora o remordimiento.
Y que les pareció? dejenme sus comentarios asi sabre si le puedo seguir o no.
No leemos luego! :)
