¿Acaso no te gustaría saber lo que se siente amarte tanto?

¿Te gustaría saber lo que siente despertar cada día con tu nombre entre mis labios y soñar con el sonido de tu voz?

No quiero amarte. Me duele demasiado, me duele hasta tal extremo que no le desearía ésto a nadie. Por favor, no me mires. Por favor, aparta los ojos. ¿Acaso disfrutas viendo cómo me derrumbo ante ti? Estoy cansada de sentir, estoy cansada de amar. Más de una vez intenté convencerme a mi misma de que soy una persona sin emociones. Estoy cansada de fingir. Y así y todo, los que se encuentran a mi alrededor están se creen al pie de la letra las mentiras que me invento. Soy una farsante de primera, ¿alguna vez te lo había dicho?

Sin embargo, no te das una idea de lo patética que me hace sentir el hecho de tener que escribir ésto para sentirme más ligera, para que mañana cuando salga el sol pueda sonreír otra vez. Me hace sentir débil. Verás, no soy una persona de palabras. ¿O acaso lo soy?

Ah, tengo tantas ganas de llorar. Ni siquiera sé por dónde empezar. También soy una especialista en la auto compasión. Cuando estoy sola, claro. Probablemente me has visto más de una vez intentando ayudar a alguien más. Bueno, no lo hago porque sea una buena persona. Lo hago porque soy una egoísta, una egoísta que se pierde en la mente de los demás para no perderse en la suya. No quiero perderme en mi mente…Tengo miedo. Tengo miedo y una punzada en el corazón, unas inexplicables ganas de gritar y al mismo tiempo de callar para siempre.

¿Qué fue lo que cambió?

Ahora te miento una y otra vez. Cuando disfrazo todo detrás de una máscara de indiferencia, te miento. Tendrías que ver lo turbia que está mi alma debajo de ésta fachada descolorida. Quiero entender por qué me hago esto. Por qué me haces esto.

No quiero que me comprendas, no quiero que me ayudes. Quiero estar sola, pero al mismo tiempo quiero que me contengas.

Por favor, por favor, que alguien disipe ésta sensación que no logro explicar. Me duele.

Rehúyo sin cesar de tu mirada inquisitiva, me escondo de tus ojos que lo saben todo. Déjame sola. Yo..yo puedo seguir adelante. No necesito ayuda.

Fuiste tú el que poco a poco me reconstruyó, me salvó, me hizo feliz. Y ahora que estoy completa, no tengo otro objetivo que volver a destruirme.

A pesar de todo, no puedo volver a ser como era antes. No creo poder hacerlo. Y te enfureces, pensando que rechazo tu amor al comportarme así, al no permitir que me construyas de nuevo.

Y me duele. Y te duele. Sin embargo, el dolor pasa y las lágrimas se secan.

Amor, amor, amor.

¿No entiendes que tengo miedo a ser amada?