Born To Die
El dolor era demasiado. Era demasiado, demasiado, demasiado.
El vientre, parecía como si fuese a ser partido por la mitad. Era tan abrumador, tan inhumano que soltó la correa de las riendas y cayó violentamente del caballo, dandose un fuerte golpe en la espalda. Rodó por el suelo, incapaz de siquiera pensar en ponerse en pie, y se arrastro. Varios segundos más tarde, la diviso a lo lejos. Ahi, sola, abandonada. Si, ahí. Ahí tenía que llegar. Ahí mismo. Con pura fuerza de voluntad logró ponerse en pie, y sujetandose con fervor el vientre, avanzo hacia el caballo. Cuando estuvo frente a él, el bondadoso animal se inclino, haciendo mas fácil la subida. Cuando estuvo listo sobre la silla, cabalgo con dificultad, un trote ligero, un trote casi dulce, y finalmente, llegó.
Hacía tanto que no le veía. Hacía tanto. Abrió aquella puerta de golpe y tan pronto estuvo a salvo en su interior se dejo caer de nuevo, rodillas por delante mientras los espasmos de dolor le perforaban como cuchillas. No podía moverse. Simplemente no podía, no podía. Sollozo viendose incapaz de salvarle, y con necesidad se acerco a la pared donde reposo su cuerpo, jadeante, dolorido.
Con las manos sobre aquel hinchado vientre, comenzo una suave caricia, una dulce nana brotó de sus labios, mientras que el dolor apabullante le cegaba. No podría lograrlo si no le calmaba, tenía, debía calmarlo. "Aún no es el momento, pateador..."Susurro haciendose hqcia la pared, mientras que sus manos seguían acariciandolo. "Vuelve a dormir, vuelve a dormir mi amor..."Las lágrimas bajaron por sus mejillas, melancolico, dolorido, traicionado. "Mamá esta aquí, nunca, nunca se irá. Duerme a dormir, vuelve a dormir vida mía..."Largos minutos agónicos transcurrieron, y finalmente sintió como aquello dentro suyo se calmaba. Sonrió. Si estaba así sería mas fácil continuar huyendo. El cabello castaño estaba despeinado, empapado por el sudor del esfuerzo y aquellos enormes ojos color turques cuajados en lágrimas ardientes. Nunca antes se había sentido tan solo. Tan débil. Tan indefenso.
Ni siquiera el titán dentro suyo podía contra aquel sentimiento. Estaba tan desecho. Tan decepcionado.
Abrazo con fuerza moderada su vientre y lo estrecho, sintiendo como aquella criaturita dentro suyo se removía docilmente. "Estas bien. Estas bien. No dejaré que nadie te dañe. Estas bien. Te protegere, te cuidare, y te llevaré al mar ¿Si? Ambos, solo tu y yo iremos a verlo..."
La noche avanzaba, entrando a la madrugada y fuera de la cabaña un buhó ululaba fuera, lejano, quedo. La luna resplandecía de forma fantasmal, y el viento le susurraba tristes historias que el jamás entendería. Cuando pocas fuerzas regresaron a él, se puso de pie, y con capa en hombros y capucha en cabeza, salió de aquella casilla olvidada, rota por un trágico pasado.
Montó a su caballo, a su fiel compañero, y dandole una ultima mirada a la casita, echó a andar.
Le dolía el solo respirar, pero sabía que si no avanzaba ahora, posiblemente antes de que despuntase el alba, los estaría escuchando con sus aceros afilados y sus gritos en ordenes despiadadas. No podría luchar, no con su Pateador dentro suyo, inocente, cálido y amado. Solo podría huir, y en esos instantes eternos de incertidumbre, era lo que hacía.
Aun podía escuchar aquella voz. Su voz, la mas conocida para él, pronunciar esas despiadadas palabras.
"Tan pronto se lo saqué de dentro, lo mataré"
En ese preciso instante supo que debía hacer. Solo, solo, solo, salió a hurtadillas y comenzo su huída. No se detendría, nada lo haría. Con lágrimas en los ojos, y con el corazón roto se dispuso a salvar aquello que le quedaba, a protegerlo de todo y si era necesario a dar su vida para que el estuviese bien. La capa ondeo en sus hombros cuando se inclino en la silla y demando una velocidad mayor, cruzando aquel verde campo con rápidez digna de un rayo.
Solo le quedaba eso.
Huír, huír y tratar de salvarle la vida al fruto que crecía con fuerza y vitalidad en su vientre.
Y la luna seguía brillando. Ajena, hermosa, expectante en el firmamento negro.
Seguía brillando.
¿Continuara?
