¡ATENCION!

Esta serie de relatos eróticos contienen escenas de sexo muy explícito y se tratan temas como la bisexualidad, tríos, juguetes sexuales, sexo sin amor, voyerismo, seño anal, eyaculaciones etc etc etc. Si eres un alma sensible, NO sigas leyendo. Léelo bajo tu responsabilidad. Y si te encanta este tema, disfrútalo :P

Y si eres menor de 18 no deberías leerlos, pero sé que igualmente lo harás.

Sin más dilación… A disfrutar ;)


Edward POV

El sábado noche se estaba tornando más que aburrido. Había salido de fiesta con Jasper, Emmett y Jake. Comenzamos con unos tragos en full moon para cambiar de discoteca a eso de las 3 de la mañana. No recuerdo el nombre de la nueva discoteca. Todos nos tambaleábamos un poco por culpa del alcohol, bailamos hasta que nos dolieron los pies y recibimos elogios de muchas chicas y chicos del lugar. Pero claro… Es lo que tiene salir con tus amigos los cuales todos tienen novia… Había escuchado la frase "lo siento cariño, tengo pareja" tantas veces que ya había perdido la cuenta… ¡Por Dios, la oigo una vez más y me volvería loco de remate!

Pero claro, yo estaba soltero desde hace un par de años porque lo mío con Kate no había funcionado. No hubo peleas ni discusiones… Ni ese momento cliché de tirar la ropa por el balcón. Simplemente habíamos confundido amistad con la necesidad de enamorarnos y el sexo. Habíamos crecido juntos, casi como hermanos… Y torcimos un poco las cosas. Lo hablamos, tuvimos sexo de despedida, hizo su maleta y se marchó. Mantenemos el contacto y nos llevamos bien.

Yo desde entonces había tenido encuentros casuales con chicas de una noche. Hasta me registré en páginas de contactos. Creo que soy ninfónamo. Aunque el exuberante cuerpo de Kate creo que me cegó un poco y eso llevó a confundir las cosas. Me ponía duro nada más que de oír su nombre. Y cómo lo hacía… Juro que la primera vez casi me vengo cuando simplemente se quitó el sujetador y vi esos dos pedazos de pechos naturales (comprobado 100%) caer libres delante de mí.

Si algo recuerdo de mi relación con Kate es el sexo… Ella me llevó a ser ninfómano. Probamos toda clase de juguetes sexuales y posturas (hasta creo que inventamos nuevas y todo. Hasta un día tuve que esconderme de ella porque era insaciable. Me tomaba donde me pillaba: la cocina, el salón, el mueble de la entrada, el parking de Wallmart… Hasta una vez en la terraza, donde sabíamos que nos estaban viendo pero eso nos encendió muchísimo más…

Flashback

Hoy era festivo, así que con el día libre, estaba en la terraza sin camiseta (era pleno julio) y admirando el paisaje. Hacía tanto calor que hasta mis pantalones de pijama cortos me estorbaban pero dado que iba sin ropa interior, tenía que mantenerlos. De lejos, escuché la puerta. Seguramente Kate había vuelto del gimnasio. También escuche cómo dejaba los deportes en la entrada y entraba a la ducha. A sí que decidí seguir a lo mío: no hacer nada. En la terraza de enfrente había una chica morena tomado el sol. Instintivamente, empecé a compararla con Kate. El pecho de Kate es muchísimo más grande, aunque el de esta chica es también muy bonito… Hasta que me di cuenta de que me estaba excitando mirándola. Nunca me había gustado ser voyerista, aunque si había disfrutado un par de veces que Kate y yo nos habíamos masturbado mirándonos y mutuamente como aquella vez que no pudimos hacerlo porque Kate tubo un día de menstruación muy abundante. La pobre andaba caliente a la vez que frustrada. Y decidió que masturbarnos en la sala de juegos era un gran plan… Y lo fue. Eyaculé sobre su estómago.

Volví al presente, dándome cuenta de que me había excitado con sólo recordarlo además de por mi desconocida vecina y rápidamente apreté el bulto sobre mi pantalón de pijama sin darme cuenta de que la chica de enfrente estaba viendo todo el espectáculo. Eso me encendió más aún si cabe.

Edward, te ha llamado tu madre preguntando por… - escuché la voz de Kate a lo lejos, quien paró de hablar cuando vio lo que sucedía.

Por un momento pensé que se enfadaría, pero no. Simplemente saludó a la chica de enfrente (que estaba a punto de sufrir un aneurisma), se sentó a horcajadas sobre mí, y dejó caer su camiseta al suelo, lo que me hizo gemir porque no llevaba nada debajo, ni sujetador ni tanga. Sí, Kate solo usa tangas, gracias al cielo por eso. Eso me hizo gruñir como un desquiciado y atacar sus pechos sin piedad.

Edward… Mi amor… Ponte de perfil… que si no nuestra vecina no podrá vez nada – dijo Kate entre gemidos mientras se retorcía porque sus pechos eran muy sensibles… Hasta una vez se había corrido sólo con acariciárselos.

Así que le hice caso y nos coloqué de perfil. Aproveché y miré a nuestra vecina, la cual su mandíbula iba a llegar al suelo si no la cerraba. A pesar de la lejanía, pude ver sus pezones erectos y como su mano viajaba hacia su vagina.

Kate aprovechó este momento para levantarse y bajarme mi pantalón de pijama, lo que hizo que mi miembro saltara libre y duro como una roca. Creo que escuché el gemido ahogado de la vecina, no estoy seguro. Volví a sentarme y Kate me montó como la gran amazona que es. Yo mientras busqué su clítoris y lo estimulé mientras mi otra mano viajaba hasta su ano para estimularlo también, lo que la hizo soltar un grito que escucharían hasta en Japón. Menudo espectáculo estamos dando a los bloques de vecinos, pensé. Pero cuando sentí que Kate tironeó de mis testículos para hacerme durar más, todo perdió sentido. Juro que los jalones en los testículos es lo mejor que inventó el señor.

Escuché gemidos lejanos más fuertes, por lo que miré a nuestra vecina la cual recostada en otra amaca se acariciaba con nuestra escena y pellizcaba sus pezones. Otra chica con tetas sensibles, fantástico. Vi sus mejillas arreboladas y por la rapidez de sus movimientos tenía que estar muy muy cerca de correrse. Kate me cogió del cuello y me besó como si la vida nos fuera en ello, y con eso me dejé ir, ambos gritando en la boca del otro nuestro bendito orgasmo.

Cuando nos recuperamos un poco vimos que nuestra vecina aún no había acabado, por tanto con una simple mirada continuamos para ella. Senté a Kate de frente y yo detrás de ella. Comencé a besarle el cuello, los hombros, los pechos… Y cuando levanté la cabeza vi que nuestra vecina estaba de pie, apoyada en la barandilla para ver mejor. Y en esa postura llegó su corrida. Su cabeza fue hacia atrás y creo que vi un poco de líquido salir de su entrepierna. Nunca había visto una corrida femenina, y era absolutamente erótico. Cuando se repuso, simplemente nos saludó y entro corriendo hacia su piso.

Creo que le hemos dado buen material para un mes, hasta ha eyaculado y todo – comentó Kate. – Y creo que a ti también te ha gustado, mírate, otra vez duro. Entremos y continuemos…

Y por supuesto le hice caso porque… Las mujeres siempre tienen razón.

Fin del flashback

Creo que lo peor de dejar a Kate fue estar sin sexo. Ahí fue cuando me di cuenta que no la amaba, simplemente había confundido buen sexo con amor. A los tres días de su partida, contraté los servicios de una prostituta y le pedí hacer juego de roles. Fui su profesor y ella la alumna con malas notas. Disfruté muchísimo y me costó muchísimo el servicio, también.

Un par de veces había coincidido con Kate y habíamos acabado follando como conejos en mi casa. Y eso nos hizo ver que definitivamente lo nuestro solo se basaba en tensión sexual. Una de las veces que vino, olvidó su tanga en mi casa y con olerlo tuve material para pajas durante un mes. Además era una de mis favoritos… Empiezo a pensar que no fue casualidad el olvido…

Salí a la calle para tomar un poco de aire y descubrí un callejón que antes no había notado. Así que me adentré en él. Al fondo había dos chicas y… ¡Dios mío, se estaban besando! Juro que hoy es mi día de suerte.

Una de ellas se separa un poco y noto que es mi vecina voyerista. ¡Casi me caigo de culo! ¿Desde cuándo es lesbiana? Así que no me miraba a mi aquel día, si no a Kate. Mi ego ha decaído un poquito.

Yo… Nunca he estado… - decía mi vecina con la voz ronca.

Shhh – le calló la otra chica, que era pelirroja teñida. Su voz me era familiar – no te preocupes, vas a disfrutar como nunca, te lo aseguro – y le calló la boca plantándole un beso que ni en las películas porno. Juraría que ya estoy más que duro solo de verlo.

Sus bocas se acariciaron y la mano de la chica pelirroja le remangó la ajustada falda hasta la cintura, dejando a la vista un diminuto tanga de encaje negro que dejaba ver que la preciosa vecina mía era de rasurarse todo el vello púbico. Babeé un poco al verlo. La pelirroja empezó a frotar la palma de la mano contra su pubis, lo que hizo a la castaña boquear y frotarse más contra la mano. Creo que mi gemido fue un poco más alto de la cuenta al apretar mi bulto entre los pantalones porque ambas me miraron, las mejillas de la castaña poniéndose rojo carmesí.

¿Kate? – pregunté cuando descubrí quien era la pelirroja - ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? – no me salían las palabras.

Hola Eddie, cuanto tiempo sin verte. – me dijo mientras seguía masturbando a la preciosa castaña, la cual olvidó de mi existencia – tenemos que ir a otro lugar o esta señorita va a dar el espectáculo de su vida.

Yo parpadeé perplejo. ¿Desde cuándo era Kate lesbiana? Si le gustaban los chicos…

¿Ed? ¿Podemos ir a tu casa? ¡Vuelve a la tierra! – me gritó.

¡No pares joder! – le dijo mi vecina cuando vio que ya no seguía masturbándola. – ¡Ya casi estaba!

Kate simplemente rió ante el comentario.

No te preocupes preciosa Bella – Así que es su nombre. Le queda… - que tu vecino nos va a llevar a casa y hasta puede que le dejemos participar un poquito – Me guiñó el ojo.

Bella se acomodó la ropa con cara de frustración. Pobre. Y nos subimos a mi coche para ir a mi casa. Yo iba en piloto automático. Iba a estar toda la noche con mi ex y mi preciosa vecina en mi cama. ¿Desde cuándo mi vida es una película porno?

Llegamos a mi piso y abrí la puerta. Nada más entrar, Kate acorraló a Bella contra la pared libre más cercana y de un tirón le bajó el tanga para atacar su centro con su boca. Yo, sin quedarme atrás, bajé mis pantalones y liberé a mi pene, duro y con líquido pre-seminal en la punta, para disfrutar de la escena.

Los gritos de Bella se escucharon hasta en Jamaica cuando le llegó su orgasmo. Yo casi estaba a punto de llegar a si que ambas me miraron. Rápidamente Kate se quitó su minúsculo vestido granate. Me empujó de tal manera que quedé sentado en el tresillo de mi sala de estar y ella se sentó sobre mis piernas. Pensé que iba a meterse mi pene pero no, simplemente se sentó ahí y tironeó de mis testículos. Ah, tiene buena memoria. Mi semen cayó repartido por todo su cuerpo y yo grité de puro gusto. Algunas gotas cayeron sobre mí y Kate las limpió con la lengua, lo que casi hace que me vuelva a venir. Entonces, vi a Bella acercarse y levantar a Kate de mi regazo para empezar a embadurnarla con mis jugos y besarla delante de mí. Puta. Madre.

Yo cogí a Kate y la besé en la boca mientras Bella iba tomando más confianza y empezó a chupar, lamer y morder sus pechos. Lo que hizo que Kate gimiera en mi boca y yo empezara a ponerme duro de nuevo. Las guie a mi habitación y entre Bella y yo tumbamos a Kate en la cama. Bella enseguida se lanzó a su húmedo centro mientras yo dudé en qué debía hacer. Ese momento le sirvió a Kate para agarrar mi pene y metérselo directamente en la boca. Y cuando gritó su orgasmo en mi pene fue una de las mejores sensaciones del mundo.

Kate quedó laxa en la cama así que cogí valor, puse a Bella en posición de perrito y la penetré sin miramientos. Gritó de puro gozo y yo también debido a su estrechez. Sin pensar en lubricación ni nada más la penetré salvajemente agarrándole el cabello. Kate se sentó en el cabecero de la cama mientras veía la escena y se tocaba a sí misma. Al darme cuenta de que no llevaba puesto preservativo y ya iba a correrme saqué mi pene de su interior, la tumbé boca arriba y colapsé sobre ella. Como ya había eyaculado anteriormente, esta vez fue menos semen, pero ella lo repartió por su cuerpo igualmente.

¿Te has corrido Bella? – preguntó Kate, sin dejar de masturbarse. La castaña niega con su cabeza a lo que yo respondo frotando su clítoris con la cabeza de mi pene hasta que grita sin pudor y eyacula contra mí. Rápidamente se levanta, me tumba contra la cama y vuelve a eyacular otro chorro sobre mi pecho y yo mientras le agarro las nalgas. Eso le ha tenido que dejar marca.

Durante un tiempo los tres nos quedamos quietos, descansando. Bella sobre mi pecho y Kate sentada en el cabecero de la cama. Y cuando quiero acordar me quedo dormido.

Despierto horas más tarde y cuál es mi sorpresa de encontrarme a mis dos chicas teniendo su propia diversión mientras rozan sus sexos. Una de las imágenes más eróticas que había visto en mi vida. Madre mía lo que estoy viendo en apenas 12 horas. Así que pasados unos segundos me levanté y penetré a Kate por el ano, ya que era la que estaba arriba hasta que todos nos corrimos. Tras esto, nos fuimos a dormir los tres en mi cama King Size.

Al despertar desayunamos en mi departamento y mientras charlamos. Kate había descubierto hace poco su bisexualidad, y su mayor fetiche era iniciar a la gente a ello, como le había pasado a Isabella. Desde la noche pasada era abiertamente bisexual, aunque según ella prefería un buen pene. Intercambiamos números y decidí crear un grupo de WhatsApp.

Tuvimos varios encuentros más cada vez más fogosos. Yo mientras, invitaba a Bella a salir y hasta le propuse ser mi novia, lo que ella aceptó. Kate un día nos comunicó que tenía pareja estable, Ken, y que había dejado los tríos para siempre. Nos dio un poco de pena pero a su novio no parecía gustarle esas prácticas suyas. Bella y yo seguimos saliendo y de vez en cuando traemos a alguna chica o chico para seguir con nuestras prácticas sexuales de tríos. Y no nos importa lo que opinen los demás. Porque donde caben dos, caben tres.

FIN


¡Hola preciosos lectores! Aquí os traigo el primero de esta serie de relatos eróticos que mi calenturienta mente crea, y no podía dejar pasar la oportunidad de compartirlos con vosotros. Espero os gusten y alegren vuestras noches :P

PD: Creo que me merezco un review, ¿no?