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Fics de Rosario+Vampiro.

La Hija de Moka.

Capítulo Uno: La Caja Misteriosa.

Tsukene caminaba escondido por los pasillos de la Academia, metiéndose a donde pudiera, los padres de sus mejores amigas había venido de visita y como siempre, estaban en su acostumbrada búsqueda para que se casara con alguna de sus hijas, incluso había venido el padre de Moka y la misma Kalua en representación de su madre. Por lo que Tsukune no estaría seguro en ningún lugar.

—¿Por qué todo me debe suceder a mi? —pensó Tsukune asomando la cabeza para ver si alguna de sus amigas estaba cerca, al ver que si, decidió seguir escondido en el laboratorio—. Será que hice algo en mi vida anterior.

Mientras Tsukune intentaba no oler como humano, para que no lo encontraran tan fácilmente. En la dirección, Ruby hablaba de algo muy importante con el segundo Rey Hades, el Director de la Escuela y causante de que Tsukune entrara a la Academia Yokai.

—¿Entonces quiere que Tsukene cuide de esto? —preguntó nuevamente Ruby para estar segura de la decisión del Director, este solo asintió sin decir una palabra—. No cree que es muy peligroso si llegará a caer en manos equivocadas.

—Es el destino de Tsukune, si debía pasar… —Ruby interrumpió.

—Si, si, lo sé, es porque era su destino —el director mostró una sonrisa sombría la ver que Ruby le entendió.

—Dile algo más cuando lo veas —Ruby asintió esperando las palabras del director—. Esta ve no perdonaremos un fracaso, si no cumple esta misión. Será expulsado de la Academia Yokai y se le prohibirá todo contacto con este mundo o sus habitantes.

—Entendido, ahora me retiro —Ruby tomo una extraña caja que estaba sobre el escritorio del director, parecía tener varios sellos sagrados pegados alrededor. Ruby salió de la habitación dejando al director solo, aparentemente.

—Sigo cuestionando esta decisión ¿Por qué justamente a él? —habló una voz que no se sabia de donde provenía—. Odio a ese humano, en especial porque Moka lo eligió —pero el director ni siquiera se inmuto.

—Es su destino como el puente que unirá ambos mundos —comentó el director de lo más tranquilo—. El logrará que humanos y monstruos se unan nuevamente, por algo lo elegimos los tres.

—Debo decir, que ha sido muy interesante el verlo crecer en este tiempo —se escuchó una tercera voz que tampoco parecía tener paradero—. Pensé que a solo un mes de llegar, huiría como lo hicieron los anteriores.

—Su destino es muy diferente —comentó de forma calmada el director sin dejar de ver hacia la puerta, como si buscara algo—. No murió cuando lo descubrieron, incluso logro ocultar su identidad y por un lapso breve de tiempo despertó la sangre de vampiro que había en él.

—Sangre de Vampiro —la segunda voz se notó algo intranquila ante esta declaración.

—Ahora que lo recuerdo, ese muchacho peleo con uno de los demonios más poderosos de este mundo o me equivoco —habló algo sarcástica la tercera voz—. Y sino recuerdo mal, "alguien" le dijo algo así como que cuidará bien del rosario… o me equivoco.

—Si ustedes lo eligieron, es su problema, tengo cosas que hacer —la segunda voz se escuchaba con un cierto aire de vergüenza—. Cuando fallé luego no me vendrán a pedir ayuda como con lo del espejo de Lilith.

—Golpe bajo mi estimado —habló la tercera voz—. Por desgracia no tengo tiempo ahora, tengo un autobús que conducir.

—Caballeros por favor —intento tranquilizarlos el director—. Si nuestro estimado Aono Tsukune falla, es porque así lo decidió su destino.

Curiosamente, todos estuvieron de acuerdo con eso, luego de dejarse de oír ambas voces, el director ahora si se quedo completamente solo. Parecía estar meditando en lo que había acabado de hablar con los otros dos Reyes del Hades.

—Aono Tsukune —pronunció el director con algo de recelo— Serás capaz de ir más allá de lo que dicta tu destino o simplemente perecerás.

Mientras el director esbozaba una sonrisa algo lúgubre y macabra, Ruby buscaba por toda la Academia a Tsukune. Por desgracia sus manos estaban ocupadas, sino hubiera usado su magia para encontrarlo con más facilidad.

—Tsukune, ¿dónde estas? —curiosamente la pequeña caja que al comienzo parecía muy liviana, como para cargarla con una sola mano. Ahora le estaba costando mucho trabajo llevarla a Ruby—. ¿Por qué es que esto se volvió tan pesado de pronto?

Exhausta, Ruby tuvo que depositar la caja en el suelo, cuando lo hizo, la pequeña cajita se hundió en el piso. Ruby asustada, ya que conocía lo que se encontraba dentro de aquella caja, intento levantarla de nuevo, al no poder hacer, hizo lo mejor que podía, usar magia.

—¿Qu-qu-qué le pasa a esto? —pero su varita mágica no funcionaba, era como si la hubieran apagado o peor aun, se le hubieran robado los poderes—. Oh no, es como cuando atrape a Yukari.

Ruby recordó el incidente cuando conoció por primera vez a todos sus actuales amigos, en especial, cuando estos la salvaron de si misma. Luego recordó aquello que le hizo a Yukari y que creía le estaba sucediendo, cuando atrapo a la pequeña brujita en su enredadera y le drenaba la magia para evitar que la atacara.

—Pero eso es magia de nivel muy alto —Ruby miró la pequeña caja—. No puede ser, no creo que "eso" sea capaz de usar hechizos nivel tan avanzado. Ni siquiera Yukari puede hacerlo.

Ruby guardo su varita y volvió a agacharse para levantar la caja, extrañamente, esta vez la levanto como si estuviera llena de aire. Emocionada, Ruby se fue de lo más tranquila en busca de Tsukune, sin darse cuenta, de que en el lugar donde se había hundido la caja, se había hecho un pequeño hueco que daba al piso de abajo.

—¿Qué fue eso? —el rosario de Moka habló, pero esta estaba muy ocupada como para poder oírla—. Oye, te estoy hablando.

—¡Ko-Kokoa-chan! —Moka logró eludir con suerte el ataque con mazo de su hermanita—. ¡Kalua-neesan! —también pudo sujetar a Kalua antes de que logrará alcanzar a Tsukune.

Moka se encontraba en un dilema muy grande como para oír a su contra parte. Por un lado intentaba que su pequeña hermana no la matara y por el otro, que su hermana mayor, no encontrara a su novio para luego andarle llorando en su hombro y terminara transformándose e intentando matar a este. Pero no era la única con problemas.

—Tsukune será mío… digo, de mi hija —sus dos mejores amigas, pasaban problemas iguales con sus respectivas madres.

—Es el prometido de mi hija del que hablas —nuevamente otra pelea se desato en toda la cafetería.

—Mamá-san, Papá-san, podrían ayudarme de nuevo —Yukari como siempre, debía de encargarse de los destrozos, aunque con sus padres presentes era más fácil.

Mientras la cafetería era reparada por décima ocasión, Tsukune por fin lograba eludir a la incansable Kalua, cansado se refugió en el sótano, sin saber con lo que se encontraría ahí. Aunque el sótano era realmente oscuro, casi hasta parecía un calabozo de torturas, como la habitación de cierta profesora de matemáticas; en esta ocasión, estaba muy alumbrado.

—No creí que hubieran aceptado mi sugerencia tan pronto —comentó para si mismo Tsukune al ver lo iluminado que estaba—. Casi nunca bajaba por lo oscuro que estaba, la última vez casi me mato. Iluminado se ve muy diferente.

El sótano más bien parecía una gran bodega, había arrumadas todo tipo de cosas, trajes que nunca más se volverían a usar en la obra de teatro, instrumentos musicales rotos debido a la fuerza de sus usuarios, cientos de libros sobre el mundo humano y diferentes artículos obviamente mágicos arrumados quien sabe porque razón.

—Se parece al rosario de Moka —Tsukine se dirigió hacia lo que parecía una copia exacta del primer rosario de Moka, pero al tocarlo, este se hizo cenizas—. Etto, que bueno que nadie me vio.

Tsukune se limpio las manos de las cenizas y como si nada hubiera pasado, siguió curioseando, por lo menos hasta que el día de padres se acabará y lo anunciaran por los altoparlantes. Aunque lo que Tsukune no sabía, es que debido a las condiciones del sótano, ningún ruido podía entrar o salir de este.

—Esta lleno de artículos muy raros —Tsukune seguía admirando la colección de diferentes artefactos que habían, lámparas de aceite, libros de hechicería, varitas mágicas, entre otros, pero algo llamo su atención más que cualquier otra cosa—. De donde viene todo ese brillo…

Tsukune tuvo que subirse a la pila de cosas raras, trepo sobre una armadura que cuando le metió el pie en el caso, lo quiso golpear; eludió lo que parecía una cuerda que se movía sola y quiso estrangularlo y hasta tuvo que sacrificarse al caerle encima una varita mágica y convertir toda su ropa en un disfraz de noche de brujas. Por fin, superado todos esos percances, logro llegar al objeto que emitía lo que parecía ser, el brillo de toda la habitación.

—¿Qué es esto? —luego de retirarle lo que parecían unos papeles con símbolos raros pegados encima, Tsukune pudo ver de que se trataba el objeto extraño—. ¡Un huevo!

El huevo poseía el tamaño de un huevo de avestruz, pero a diferencia de estos, sus colores eran más brillantes, como si fuera la coraza de algún reptil. Por increíble que pareciera, el huevo aunque era muy grande, no pesaba casi nada, era como si estuviera lleno de aire.

—¿Qué será esto? ¿El huevo de alguna criatura extraña? Quizás sea solo decoración —Tsukune pensó de dejar el extraño huevo donde estaba, pero cuando iba a trepar de nuevo sobre la pila de artefactos, la armadura se levanto y esta vez con amigos—. ¡¡¡A-A-AYUDA!!!

Eran cerca de cinco armaduras enormes y cada una sacó una espada aun más grande, la primera armadura, la que había pisado Tsukune antes, parecía ser la líder del grupo. Esta armadura lanzó un poderoso golpe con su espada, Tsukune apenas y logró esquivar el golpe, pero la espada aunque no lo había tocado y terminó clavándose en el suelo, parecía estar manchada de sangre y Tsukune se dio cuenta de ello.

—¿Có-cómo paso? —Tsukune se toco el hombro izquierdo con su mano derecha, sin soltar el huevo y vio, que estaba sangrando—. Fu-fue la ráfaga de aire.

Tsukune cayó de rodillas al saber que nunca podría con esos enemigos tan fuertes, cerró los ojos esperando que como de costumbre Moka apareciera en el último segundo y lo salvará, pero nada. Cuando la primera armadura logro desencajar su espada del suelo, se reunió con las otras y rodearon a Tsukune, levantaron sus espadas y cuando iba a golpearlo… el huevo en los brazos de Tsukune brilló aun más, las armaduras se desarmaron en el acto, así como la ropa de Tsukune regreso a la normalidad.

—¿Ya estoy muerto? —Tsukune abrió por fin los ojos y vio que las armaduras había caído, además de su ropa había regresado a la normalidad y ya no estaba sangrando—. ¿Habré despertado de nuevo la sangre de vampiro que me dio Moka? Pero no recuerdo haberlo hecho.

Mientras Tsukune trataba de entender que había sucedido, el huevo dejo de brillar y las armaduras se volvieron a poner en pie. Nuevamente la escena se repitió, Tsukune intentó huir hacia la puerta con todo y huevo, pero las armaduras eran rápidas y cuando llego, ya lo habían rodeado. Nuevamente levantaron las espadas, pero esta vez, antes de que lograban blandirlas, la puerta estallo en pedazos y Kurumu con sus garras salta rebanando a las armaduras.

—¡Kurumu! —gritó emocionado Tsuune, las armaduras se volvieron a armar y cuando iban a golear a Tsukune, aparecieron varias tinas y les cayeron encima, las demás fueron traspasadas por trozos de hielo—. ¡Yukari! ¡Mizore!

Pero no hubo tiempo para abrazos, las armaduras se volvieron a rearmar, sin importar las veces que las atacaran, estas regresaban, además, Moka no aparecía. Las chicas comenzaban a cansarse, cuando ya estaban casi sin fuerzas y las armaduras ya las habían arrinconado…

—¡Aono-sama!

—¡Tsukune!

—¡Onee-sama!

Kalua, Moka y Kokoa llegaban por fin a la única habitación en toda la Academia que Kalua no había buscado. Kalua ni bien vio a Tsukune en apuros y se lanzó a los brazos de este… ¡LLORANDO! Moka se lanzó hacia Tsukune para evitar que su hermana lo matara al transformarse y Kokoa se lanzó tras Moka. Tsukune instintivamente levanto los brazos para evitar que lo aplastaran y en el proceso, libero el rosario de Moka, así como los aretes de Kalua... y por desgracia, fue agarrando el vestido de Kokoa.

Narrador: Cuando el Rosario del cuello de Moka es removido, su sangre de vampiro dormida despierta.

Narrador: Cuando los aretes de Kalua son removidos, su sangre de vampiro despierta y libera todos sus poderes, permitiendo convertir su brazo en alas de murciélago

Ko-chan: Cuando el vestido de Kokoa-sama es removido…

Ko-chan no pudo terminar su frase, ya que una avergonzada Kokoa lo golpeo y lo mando a volar muy lejos, sin embargo, Moka y Kalua si se transformaron. Moka fue rodeada por una lluvia de vampiros y al terminar, la convirtieron en la Otra Moka, Kalua por su parte, los murciélagos ocuparon solo su brazo derecho y lo convirtieron en alas. Moka pateo al terminar de convertirse, Kalua lanzó un corte con sus alas.

—¡CONOCE TU LUGAR! —Moka de una patada mando a volar a dos de las armaduras.

—¡BIENVENIDO A TU MUERTE! —Kalua lanzó una sonrisa diabólica antes de cortar con su brazo en forma de ala por la mitad a las otras dos armaduras, estas se volvieron polvo al ser cortadas.

—¡MOKA-SAMA! —Kokoa estaba embobada viendo a Moka, sin percatarse de que la armadura que faltaba, se dirigía a ella.

—Aun quedas tú —tanto Moka como Kalua atacaron a la armadura que quería lastimar a su hermanita, cuando la terminaron, Cocoa se lanzó sobre Moka, pero esta ya se había puesto el Rosario en el cuello. Ko-chan llego volando para decir su parte.

—La pelea de hoy duró 125 segundos —luego fue lanzado de vuelta por Kokoa al recordar lo que paso.

Luego de pasado todo el ajetreo y recuperarse Moka, con una Kurumu, Mizore, Yukari, Moka y por si fuera poco, Kalua, agarradas de Tsukune, este les contaba de lo que había pasado con el famoso huevo que había encontrado. Al verlo con más detenimiento, Yukari se alejo asustada de este, diciendo que sentía que ese extraño huevo le estaba robando su magia. Fue cuando Ruby por fin apareció.

—Muchas, muchas cosas he pasado para encontrarlos, los busque por todos lado —aun cargaba la caja vacia—. ¿Eso es lo que creo que es? —Ruby abrió apresurada la caja y descubrió, que había un agujero en el fondo—. Si, lo es… ¡el huevo de Dragón!

—¿Huevo de Dragón? —comentaron todos al unísono.

—Siempre me pregunte porque no había Dragones en la Academia —comentó Tsukune pensativo.

—Se supone que todos los Dragones fueron cazados hace muchos siglos atrás, por su enorme poder —comentó muy intrigada Kalua—. Como es que hay un huevo de Dragón aquí.

—Larga historia, se supone que era una misión ultra secreta para Tsukune, pero lo más importante ahora es evitar que ese huevo se abra —el huevo comenzó a moverse varias veces, luego comenzó a quebrase—. ¡Aléjense todas de él! Si las ve, su personalidad se quedará grabada en el dragón…

Pero fue tarde, todas rodearon el huevo al saber que dentro de él, había una cría de Dragón por nacer. El huevo volvió a iluminarse y una gran explosión de luz cubrió toda la habitación, cuando la luz desapareció, lo que quedó en lugar del huevo, sorprendió a todos…

To be Continued…