PRIMERA GENERACION:
Los lentes de media luna brillaban suspicaces mientras observaba a dos jóvenes correr por los amplios pasillos del colegio de magia y hechicería, su sonrisa de bienvenida a pesar de esto forjando una apariencia de un maestro amable ante las carcajadas de esos jóvenes entorno a los intimidados compañeros de primer año.
No parecían temer a lo incierto de la selección, nisiquiera admirar las grandes puertas del salón o encogerse a la apariencia de la piedra vieja o el ambiente solemne.
-OH YA VISTE GARP- energético con un brillo entusiasta se detuvo un joven de cabello indomable oscuro cubierto por un sombrero de paja que por mas que intentaron quitarle no lo lograron, una sonrisa enorme en su infantil rostro con ¿brillos? Literalmente brotando de sus ojos abiertos señalando a los fantasmas quienes se sintieron atraídos por ser observados.
-CALLATE ROGER- rugio el otro con su cabello de igual oscuridad solo que pulcramente cortado, sus ojos eran furiosos al otro que parecía irradiar una felicidad despreocupada, pero al ver lo señalado su sonrisa se ensancho a las mismas proporciones dándose a conocer como amigos –demonios… ¿fantasmas?- ambos se cruzaron de brazos sincronizados inclinando su cabeza.
-¿Harán caca?- cuestionaron al unísono con cara de palo provocando ojos exasperados en los fantasmas, otros inciertos del profesor testigo por la pregunta y el resto de los niños de la edad parpadearon como búhos confundidos.
Dumbledore negó juguetón, pero aun algo había en esos jóvenes prometedores más cuando sus ojos se encontraron se sintió abrumado por una vejez más allá que la de el mismo… esto lo asusto, ambos niños parecían percatarse dándole un desplante temible para abandonar esta fugaz actitud para ir corriendo nuevamente en el entorno maldiciéndose mutuamente… pero esperaba fuera la paranoia de un viejo profesor, dando inicio a la selección de ese año.
XXXXX
En la sala común de verde y plateado descansaba un joven con comodidad leyendo un libro, sus ojos expertos y porte sereno era una fachada mientras resumía sus avances hasta este momento, en su mano izquierda oculto de ojos indiscretos era un diario al cual escribía su interesante año.
El silencio era su compañía y el aire era tan oscuro a causa de los incidentes que han plagado ese colegio aterrando a los alumnos de diversas edades, o eso pensaba la mente maestra del asunto.
Tom Marvolo Riddle era el nombre del chico solitario con una postura noble escribiendo con pulcritud en ese pergamino en blanco de su pequeño libro, un Slytherin ejemplar, alguien astuto que se mueve en las sombras para obtener lo que quiere.
El crepitar de la chimenea en un intento de dar un ambiente cómodo a esa sala de plateado y esmeralda, los sillones solitarios mientras el avanzar de la noche de aquel joven prometedor.
Con una sonrisa arrogante y un tinte malicioso en sus ojos en un ambiente burlón al saberse que ha engañado a todos por su actitud cortes o desinteresada, sus modales educados y excelencia en clases ganándose rápido la simpatía de los profesores aunque uno no… esto lo irritaba pero podría lidiar con Dumbledore.
Después de todo su plan para llegar a la cima es a largo plazo.
Apretó con fuerza la pluma con un desplante fugaz de disgusto ante el único problema que su mente identificaba entre esa sociedad en su palma de la mano, por la manera en que se comportaban en su entorno… dando desplantes sospechosos y hasta cierto punto retadores.
Como expresando que intentara algo contra ellos porque su fachada de chico noble no funcionaba a los ojos críticos de esos idiotas.
El joven Tom soltó un suspiro centrándose en su temple, recordando a esos dos jóvenes que tanto irritaba su existencia, los únicos a los que ve como un problema… ambos con la D. como apellido principal provocando que todos en el colegio pensaran que fueran familia siendo una mentalidad errónea desmentida con prontitud con disgusto.
En un inicio pensó que eran simples Gryffindor estúpidos hijos de muggles desechándolos como alguien insignificante al punto de Hagrid, sobre todo por sus actitudes infantiles en una eterna rivalidad aislada e incomprensible para el resto del alumnado y profesores.
Energéticos, despreocupados y vagos era lo más evidente desde su primera impresión, alguien cuyas aspiraciones no serían grandes.
Pero conforme los años pasaron la astucia de Marvolo lo obligo a notar ciertos caracteres poco mostrados pero evidentes, destacándose en áreas de la magia difíciles hasta el punto de rivalizar en promedio con el de todas las personas.
Sin embargo estos "D" no parecían inquietos por sus logros, por el contrario sus prioridades eran ser la parte desastrosa de Gryffindor para angustia de sus propios prefectos.
Otro punto que observo era su lealtad firme a los que consideran amigos hasta el punto de ir contra el mismo director para defenderlos, uno de ellos se caracterizaba por su brutalidad en las represalias de quienes se topaban con la furia hasta el punto de ser casi expulsado varias veces, el otro por su parte no dispuesto a intervenir por el contrario alentaba y amenazaba abiertamente sin miedo a nada.
Tom oscureció su gesto por esto, a pesar de ser eternos rivales jurados ambos tenían un aire de complicidad como si fueran los únicos que se conocieran entre esas paredes… a pesar de tener un amplio círculo de amistades, ellos se sentían aislados… aparte con una firme alianza extraña y peligrosa a los ojos astutos de la serpiente.
Eran idiotas a primera vista… pero aun Dumbledore estaba lejos de desentrañar los misterios de esos dos jóvenes y el alcance que expresaban.
-pero…. Ellos- haciendo una mueca de desprecio cerrando su diario para vagar su vista en las llamas casi extintas de esa chimenea, quizás los estaba sobreestimando pensó con aire despectivo.
Pero aun la espina de la incomodidad estaba en su interior, apretando su boca en disgusto por no querer aceptar la intriga de sus presencias.
Esos jóvenes leones que se mantenían energéticos a pesar del aire depresivo en el colegio, ellos valientes y gallardos sobresaliendo entre todas las casas… borrando la rivalidad entre ellas como algo estúpido para unificarlos aun con una voluntad más grande que cualquier profesor… claro que en dos facciones, hasta juraba haber visto algunos Slytherin uniéndose.
Esto lo odiaba más.
-Pero un dia pagaran- expreso con ira contenida en sus rasgos joviales, Tom despreciaba a esos chicos con una profundidad única por su arrogancia cuando son simples sangre sucias en un mundo que no merecían conocer.
-Garp D. Monkey y Roger D. Gold los veré reconocerme y temerme – expreso oscuramente en promesa, recordando a esos dos correr por los pasillos en una eternal Guerra misteriosa.
Claro el futuro mago oscuro era ignorante del potencial de aquel legado que con lleva la misteriosa "D", estaba lejos de imaginar que estas serian las futuras familias potenciales en el mundo mágico y muggle… algo de lo cual, no estarían preparados a hacer frente.
En un mundo tan pequeño para contener esas voluntades de algo mas que un simple apellido.
XXXXX
Segunda generación:
La sala era enorme en una fiesta latente, los adolescentes testigos sentados en sus grandes mesas viendo a los alumnos de primer año entrar como borreguitos detrás del profesor.
Los jadeos de sorpresa infantil, los susurros emocionados y uno que otro vistazo prepotente para aquellos provenientes de sangre pura, agrupados en medio de la sala mientras el sombrero seleccionador hacia su aparición.
Dumbledore rio ante la vista desde su asiento como Minerva comenzaba a hablarles a los niños que se encogían ante su nombre para recibir toda la atención sentándose en el taburete para ser sorteados en las que serían su casa durante 7 años.
Entonces Minerva apretó los labios en disgusto causando algo de incertidumbre, mientras sin ser mencionado uno de los niños de aspecto austero se hiso su camino al taburete dando un vistazo nada intimidado por la presencia o las atenciones por sus acciones.
Era diferente provocando que los propios profesores lo detallaban, su actitud no mostraba nada la jovialidad infantil... era tan distinto ahí encarando a la silenciosa profesora.
Mirándolo como si fuera el peor de los chistes, anticipándose a un futuro ruidoso decir que la profesora estaba sorprendida por la apariencia del niño que mostraba una madurez abrumadora que la saco de sus sospechas un momento-D. Dragon- menciono en un hilo audible forzando a través de su rostro estricto una sonrisa de bienvenida.
El infante por supuesto paso de este desplante, sentándose erguido con un semblante monótono, el sombrero fue colocado en su cabeza y sin siquiera mostrar algún brillo de espanto a lo que todos los profesores asumían escuchaba la voz de dicho objeto.
Dumbledore por supuesto estaba interesado en esta nueva promesa, decir que esperaba mas no era lejos de lo que pensaba… recordando lo energéticos de aquellos últimos niños que conocía tenían ese apellido ahora todos unos adultos prometedores.
¿hijo de quién? Tendría que averiguarlo puesto que desconocía sus vidas a causa de su desunión a Hogwarts, solo lo que a grandes rasgos se decía en los periódicos uno era un prometedor y temible auror este era el energético Garp mientras el otro se dedicaba a viajar en búsqueda de algo metiéndose en problemas al brincar las fronteras sin temor era el misterioso Roger.
Meditando Albus simplemente arqueo la ceja… puede ser Gold o quizás Monkey, pero al ver la actitud de este chiquillo solo le causaba confusión, era ajeno a los tornados que ambos fueron a esa edad, todavía el horror del antiguo director al verlos maltratar el sombrero seleccionador le causaba regodeo.
-¿Puedes hacer caca?- su voz era exacta en una pregunta que retumbo ante el silencio, más al ver el rostro de seriedad por esta cuestión siendo dirigida al sombrero seleccionador como si retara a mentirle.
Bueno quizás si sea pariente de alguno de ellos rió divertido al ver como esa pregunta parecía ser respondida con algo de aceptación –SLYTHERIN- rugió en una conmoción colectiva.
Volviendo la duda nuevamente a la mente anciana.
XXXXX
Corriendo por los pasillos de Hogwarts de manera jovial, energética y sobretodo desinteresada Sirius Black a sus 16 años alardeaba burlándose de sus perseguidores, era un dia calido y acogedor un dia digno para jugarle bromas a los tontos Slytherin como en todos sus años.
El chico era todo lo que su familia representa tirado para la basura, su sonrisa arrogante no se borró a pesar del cansancio de ir bajando las escaleras por aquella torre hasta las mazmorras.
Su uniforme desalineado, sus zapatos sucios con el cabello revuelto mientras el eco de sus perseguidores se borraba al saberse territorio de las serpientes esto no lo desalentó, por el contrario le daba más adrenalina al juego.
Pero entonces Sirius se paró en seco en uno de los complicados pasillos ante la puerta abierta de una aula abandonada, sus ojos se oscurecieron en odio infinito mientras observaba la figura enaltecida del que contemplaba como un rival eterno peor que Snape.
Sentado en uno de los polvorientos bancos, mirando un libro ajeno a su presencia su rostro oculto por un indomable cabello hasta los hombros, aun de perfil mostraba un aire autoritario no propio de un adolescente de la edad.
Monkey D. Dragon, un Slytherin irregular cuyo padre era un Gryffindor orgulloso del que muchos ya han escuchado hablar… aun no podía creer que alguien de su "tipo" fuera hijo del gran héroe entre los aurores.
Rompiendo estándares de leones y serpientes en la misma familia.
No es que le hubiera hecho algo… de hecho el tipo ni siquiera parecía ser sociable con su propia casa, siempre ajeno en su propio mundo silencioso sin meterse con nadie, pero era su aire de sabelotodo que le irritaba al punto de quererlo encantar de aquí a la otra vida en cada oportunidad.
Siempre viéndolos con ese brillo intrigante o antiguo como si supiera todo lo de la vida, con una postura firme y misteriosa en una actitud siempre aburrida.
Además que el bastardo era popular entre las mujeres no solo por ser hijo de un auror destacado, si no por su apariencia varonil.
Sirius volteo los ojos ante esto… aun con su pies plantados en aquel pasillo solitario fulminando a la figura ajena de su presencia, el dia era hermoso afuera pero en estos momentos solo era oscuro con olor a encerrado y pociones viejas.
Como ese bastardo podría vivir con el mismo… pensaba burlón, imaginando una vida familiar con ese dementor como pariente.
Parpadeo ante una idea -Bien… esto nadie lo tiene que saber- expreso al arremangarse su uniforme, su sonrisa sarcástica creciendo en su gesto y sus ojos tormentosos en maldad pura con un encantamiento en su boca listo para aprovechar la falta de testigos.
Black había olvidado por qué llego a ese punto, ahora dedicando su mente a otro objetivo.
Sus perseguidores claro que lo alcanzaron, pero al ver con quien se toparon prefirieron dar la vuelta y fingir que no vieron nada... no era de sabios meterse con D…. aunque algo frustrados de no ver el desenlace del que esperaba muriera en las mazmorras sin testigos a manos de su miembro misterioso de casa.
Cada Slytherin aprendieron a la mala a no intimidar al hombre menos insultar a la familia, las acusaciones murieron la primera noche de aquella selección y mejor no recordar cómo.
Ignorante de todo esto, un miembro de los merodeadores a quien no le importaba aprender de sus enemigos lo apreciaría de primera mano… de hecho el imprudente simplemente aprovecharía la oportunidad para poner en vergüenza a Dragon.
Por lo cual el desertor Black con su valentía rayando a la estupidez, listo para hechizar sin ser visto al "rival" que odiaba por ser quien es… sonreía juguetonamente apuntando al que descansaba leyendo en aquella aula abandonada.
Con el hechizo en su boca y disfrutando anticipadamente su victoria, solo vio con horror como este volteo en un borrón fulminándolo con esos ojos intensos y rostro de piedra, no logro objetar nada cuando todo se volvió en un intenso oscuro con un escalofrió atravesar su ser para doblegarse a la inconsciencia.
El golpe hiso eco en los vacíos pasillos, el silencio acudió nuevamente aun cuando una figura resaltaba al final del pasillo siendo testigo de los hechos con un aire aprensivo.
Dragon clavo su mirada en este nuevo intruso con una sonrisa lobuna o retadora para ponerse de pie y salir del aula con una inquietante calma para detenerse en el marco de la puerta con su libro bajo el brazo –Severus- saludo formal para empezar a salir.
Al cruzar su camino con la estatua del mago este no contuvo más que el aliento al sentir algo palpitante en el ambiente, como si quisiera que hiciera algo… un desafío lanzado a una presa fácil, pero Snape apretó los labios y brinco sin pena el cuerpo del merodeador para desaparecer en la siguiente esquina rumbo a la sala de pociones.
Dejando a Dragon desvanecerse en el otro extremo, fingiendo que no se vieron ni hicieron nada.
Por supuesto que al despertar con el aliento reflejado en el piso de piedra, atontado y mirando su entorno pronto la resolución llego a su mente –D- escupió con rabia contenida Sirius al ponerse de pie con la poca dignidad que le quedaba, agradeciendo que fuera fin de semana y nadie se paseara por esos rumbos.
Con este ataque en mente, una ronda de diferentes ataques por parte de todos los merodeadores contra la casa de Slytherin ocurrió en los siguientes meses contra Dragon D. Monkey de manera infructuosa, al burlarlos con facilidad.
Remus negó ante el reto lanzado, Peter simplemente como silencioso testigo con un miedo creciente al Slytherin, James frustrado por sus trampas inútiles mientras que Sirius maldecía escandalosamente porque nunca había topado con alguien tan difícil de antagonizar.
Y así fue hasta que se graduaron.
XXXXX
Nymphadora Tonks se encogía de miedo en su escondite, ella era una niña al que en su inocencia no entendía el porque la gente luchaba afuera… o porque la perseguían… sus papas eran buenos, sus vecinos también eran buenos.
¿Por qué los atacaban?
Ella sollozo un poco asomándose donde fue metida, la alacena no era muy cómodo así que en un aire valiente salió de puntas huyendo del ruido de la sala del que le prohibieron asomarse.
Su vestido rosa que uso porque su mama la obligo combinaba con su cabello que con esfuerzo cambio ahora sucio por el lugar donde estaba metido, sus zapatitos se llenaron de lodo cuando salió al patio y sus lágrimas empañaban su estilo angelical.
Mama era feliz de que alguien de su familia viniera, Papa mostraba un aspecto más desconfiado pero ella iba a conocer a su tía… entonces ¿Por qué estaba huyendo de casa? Sorbió un sollozo y negó no entendiendo por más vueltas que daba al asunto en su mente infantil.
Tropezó en el lodo frio, tembló un poco por la sensación y se mantuvo ahí, apretando la tierra con dolencia –ey estas bien- una voz llamo haciéndola voltear hasta arriba al ver unos zapatos instalarse en su frente, se paralizo gritando repentinamente en miedo –ey no grites- la voz del extraño era de pánico al agacharse haciendo ademanes ante la niña llorando –oh dios que hago- aclamo un poco angustiado.
Bueno no podían culpar a la pequeña que desde su punto de vista en el suelo solo podía ver una horrenda cicatriz en uno de esos ojos de miedo con un cabello rojo intenso con un ridiculo sombrero de paja y ropas de holgazán muggle apareciendo de la nada en medio de su crisis infantil existencial en la oscuridad de la noche.
Toda las alertas de su madre sonando en su oído mientras retumbaban en su propio chillido.
El hombre hiso lo único que no tenía que hacer, cargar a la niña en un movimiento rápido para alzarla en lo alto… si logro su cometido, Tonks abrió sus ojos en sorpresa ante el sentimiento de ser recogida para ver todo desde una altura incomoda… entonces vio el rostro del hombre que le sonreía consolador aunque sus ojos mostraban pánico al no saber que más hacer–vamos no llores… las niñas no deben llorar- exclamo haciendo gestos.
Nymphadora inclino su cabeza con curiosidad, su rostro mojado pero en si sus penas olvidadas… comenzó a reírse cuando fue acomodada en el pecho del hombre que empezaba a hacerle cosquillas –basta, basta- imploro entre carcajadas.
El hombre suspiro poniendo a la niña en el suelo con algo de alivio –tenemos que llevarte a casa- declaro con confusión, como si no supiera como proceder en este tipo de situaciones –soy Shanks… Shanks Akagami ¿y tu princesa?- pregunto.
Ella inclino su cabeza no sabiendo si confiar, justo cuando su boca se abrio -Ey Shanks que haces- otro expreso viniendo a sus espaldas -oh encontraste a una mocosa- declaro inclinando su cabeza juguetón.
Era un hombre de edad con una gran sonrisa contagiosa adornado con un bigote vivaz, sus ojos eran curiosos y expresaba una fuerza que su mente infantil no registraba con una gabardina roja de aspecto noble y un sombrero de aspecto ¿pirata? pero lo que llamo la atención de la pequeña bruja era que de su mano colgaba un niño no mayor de tres años, este tenia un gesto enojado pero también curioso en su dirección.
-Encontre a esta niña sola- expreso el otro simplemente, dando un golpecito en la cabeza infantil -pero bueno, no esperaba que esto fuera tan extraño... eh capitan, apoco estaba en este mundo desde pequeño- olfateo infantilmente su entorno, viendo las casas de aspecto viejo y el ambiente magico provocando malestar en su ser.
-Eres un muggle... esto esta para hacerte sentir incomodo- alardeo divertido el hombre mirando a la pequeña con interés -ahora, no están en medio de una guerra para dejar a sus críos sin vigilancia- pregunto levantando al niño con su mano -no crees hijo- pregunto solo recibiendo una fulminada.
Tonks levanto su cuello para cumplir con la gran sonrisa del hombre -muggle... el es un muggle- pidio infantilmente viendo al pelirrojo con suma curiosidad, encogiéndose de hombros para luego dirigir su atención al niño todavía colgado como un objeto de la gran mano.
-Saluda Ace- ordeno juguetón el recién llegado empujando al pequeño con mucha energía, casi logrando que tropezara en sus pequeños pies -es tu oportunidad de conocer niñas lindas- le dijo al agacharse con un brillo infantil.
-Tonto Roger- dijo el niño suciamente, lanzando un vistazo al adulto a sus espaldas que reía a carcajadas mientras le hacia señas para que se acercara.
Shanks cruzo sus brazos con una gran sonrisa por este ambiente social repentino entre dos niños, Roger solo quería divertirse en la vergüenza del pequeño que parecía no querer entrar a ese juego al cual fue metido.
entonces una explosión siguió al final de la calle provocando que la niña se encogiera en su lugar, mirando hacia atrás a las personas que venían ocultas entre las sombras -MAMA... PAPA- lloro al recordar que ese era la dirección de su casa iba a correr pero una persona se atravesó, protegiéndola de un brillo cegador.
-Atacar a un niño- su voz era oscura, revelando a Shanks que se atravesaba entre los atacantes con una espada que la pequeña no había notado señalándose como el desviador de aquel hechizo.
-Oh basura Muggle... ¿estas perdido?- la voz de alguien enloquecido expreso con aburrimiento -es acaso que no sabes no meterte en asuntos familiares- expreso tontamente revelándose a la luz de la luna, ella era... su tia Bellatrix, aquella que vino tan alegre y los ataco en su propia casa.
Apreto sus puños pequeños en su vestido, sus ojos llenos de lagrimas pero su temor reflejándose a través de ellos -yo... ¿porque me hacen esto?- pidió sollozante -¿me porte mal?¿que hice para que mama no la quisieran?- expreso no midiendo como sus palabras eran escuchadas por el otro infante con un dolor conocido, como si recordara algo tan lejano a pesar de tener 3 años.
Pero aquella enloquecida estaba lejos de notar ese ligero cambio entre los adultos, su sonrisa solo crecio viendo al bastardo de su hermana -nacer- expreso ante el silencio, las carcajadas de sus colegas respaldándola... gritando insultos a la niña que lloraba en silencio.
-Culpándola de pecados de sus padres... esperaba mas de Tom- la voz del hombre con gabardina roja era tan pesada dando pasos pesados ante las caras confundida de aquellos atacantes -dime niña... has tenido el honor de meterte en mi camino- levanto el rostro mostrando una gran sonrisa a través de su gesto que irradiaba ira contenida.
Tonks solo miro tontamente al sentir una mano sujetando la suya, volteando a ver al niño que miraba enfrente como si esto era necesario... irradiando protección y comprensión -no tienes que entender- su voz era infantil, casi no entendible al no poder pronunciar bien las palabras pero a los oídos de la niña era extraño -solo... aprende a vivir con la sangre en tus venas- sugirió oscuramente.
Bueno la joven metamorfomaga solo parpadeo confundida en dirección a su consolador para luego voltear a ver al montón de hombres que parecían lejos de notar que estaban en desventaja aun ante un muggle y otro hombre que desconocían a causa de su arrogancia.
-Ja crees que puedes contra nosotros- pidió Bellatrix todavía alzada su varita en dirección a los extraños.
-Oh no me conoces, ¿tom no nos menciona?- pidió inocente el de rojo, todavía mencionando ese nombre que su maestro no reconoce desde hace tiempo pero que ella conocía al ser cercana -vamos inténtalo... nadie se mete con un D-
La mortifaga abrio sus ojos en realización, dio un paso atrás acobardada -tu eres...- su voz murió mientras sus guardaspaldas caían como moscas ante la esencia aplastante del pelirrojo que se suponía era muggle... que era esta magia... se preguntaba al caer de rodillas con esos ojos fijos en los suyos, su valor yéndose a dar la vuelta mientras temblaba como hoja -Roger D. Gold- susurro, siendo lo ultimo que recordaría al despertar en azkaban.
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Tercera generacion:
El niño lloraba en sus brazos ante la mirada avejentada de Dumbledore, mientras caminaban en aquella calle... la guerra trajo muchas perdidas, pero aun en su estomago estaba instalado el disgusto de este desenlace.
caminando entre la sombras con Minerva a sus espaldas, el viejo meditaba todo lo sucedido... había sido alentado a que Roger intervendría en aquel entonces, cuando la casa de los Tonks fue atacada, pero no... el hombre simplemente deseo un futuro prometedor a la hija de esta familia para desaparecer con la jovialidad y nada de arrepentimientos de las luchas que vendrían con un misterioso muggle de respaldo.
Los mortifagos por supuesto se aprovecharon de esto ya que el tipo se dedico a viajar, aunque estaba algo sorprendido de saberlo con un hijo ¿quien seria la madre? se cuestiono intrigado a pesar de las sombras de este desenlace.
Si no fuera poco, Garp también era considerado un gran mago... mas que el... desechando ascensos, haciendo lo que quería, divirtiéndose intimidando a los mortifagos que atrapaba pero el tipo simplemente se marcho tiempo después del gran estallido de Voldemort a perseguir a Roger al escuchar que estaba haciendo un alboroto en México para continuar hasta el sur ¿brasil? olvidándose ambos de la guerra.
Que decir de Dragon, hijo del gran auror... el tipo era alguien desatendido del mundo magico... mudándose a una localidad desconocida en alguna parte del mundo... algunos decian que estaba haciendo una resistencia ¿a que? era esta la duda.
Ahora miraba al niño dormido en sus brazos con tristeza, ¿los potter se merecian ese final? se pregunto pero suspiro con pesar... era momento de avanzar, esta era era prometedora y estaba seguro que Voldemort volveria.
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