Capítulo 1:
El timbre acababa de sonar, lo que indicaba a los alumnos de la preparatoria Kainan que debían ingresar a sus respectivos salones para dar la primera clase de la mañana.
En el aula de segundo una nueva alumna era presentada a la clase.
- Alumnos ella es Mei Takato y va a ser vuestra compañera por lo que queda de curso, tratenla bien, por favor tome asiento al final de esa fila- Mei se dirigió silenciosamente al asiento que la maestra le había indicado y se sentó sin ocultar su cara de enfado.
Al sonar el timbre que indicaba el comienzo del descanso Mei cogió su bolsa y salió rapidamente por la puerta.
- Parece que no es muy sociable que digamos la nueva- dijo uno de los alumnos dirigiéndose hacia su compañero de clase Jin- ¿Crees que tenga relación alguna con el profesor Takato?
- No sé, pero es raro que le hayan permitido integrarse al grupo una vez comenzado el curso- Jin suspiró- nos vemos- salió y s dirigió hacia el gimnasio para entrenar.
Mei había comido durante el descanso y ahora se encontraba recorriendo los pasillos buscando su aula.
- Nada más esto me faltaba, perderme- la muchacha aceleró su paso al scuchar el timbre, continuaba mirando los carteles de las aulas sin mirar al frente por lo que no se fijó cuando chocó con otra persona- ¿ Puedes mirar por dónde andas? por poco me tiras al suelo.
- Lo siento señorita, mi nombre es Maki- dijo mientras se quedaba perdido en sus ojos azules- ¿ Puedo ayudarla en algo? pareces un poco perdida- estas palabras solo hicieron aumentar el enfado de la muchacha.
- No necesito la ayuda de un ciego que no es capaz de ver ni por donde camina- Mei se alejó bruscamente de Maki el cual se había quedado perplejo.
Las clases se hicieron eternas para una Mei que deseaba llegar a su casa y poder refugiarse de los cuchicheos y de las miradas indiscretas de sus compañeros, no soportaba verse el centro de atención.
El enfado que la había acompañado desde que se enteró que debía ingresar en aquella escuela repleta de gente hipócrita y materialista se hizo aún más presente cuando una muchacha de tercero la cual se dirigía al gimnasio para ver la práctica del aquipo de basketball tropezó con un escalón y cayó sobre ella.
- ¿Qué diablos pasa en esta escuela, acaso son todos miopes?- Mei se encontraba intentando ponerse de pie.
- Bueno relájate, porque no solo fue mi culpa. Tú también podrías haber evitado la caída- mientras decía esto miró con desprecio a Mei y se peinó el cabello con los dedos
-Mira mejor voy a ignorarte porque si te digo lo que se me está pasando por la cabeza lo mismo me expulsan, hasta luego tarada- al decir esto el enfado de la otra joven aumentó pero Mei no le dio tiempo a decir nada ya que se marchó dejando con la palabra en la boca a la muchacha.
La práctica comenzó, mientras hacían los ejercicios de calentamiento Maki y Jin conversaban, en un año se habían hecho grandes amigos, Jin admiraba mucho a Maki y le estaba eternamente agradecid ya que le había enseñado muchas cosas y gracias a él y al profesor Takato él se había convertido en un titular indiscutible para Kainan.
- Te noto extraño, ¿se puede saber qué te pasa?- el comportamiento de su amigo n había pasado desapercibido para Jin.
- No es nada importante, es que tuve un encuentro con una chica algo extraña, creo que es nueva, su cara no me suena.
- A lo mejor es Mei- ante la interrogativa mirada de Maki Jin se explicó- es una nueva alumna, ha sido presentada esta mañana en mi clase.
- Pero si el curso ya ha comenzado- interrumpió Maki.
- Sí, pero lo sorprendente no es eso, es que se apellida Takato, yo creo que puede tener algo en común con el profesor ¿Serán familiares?
-Ambos tienen carácter parecido- como si el profesor hubiese notado que hablaban de él se dirigió hacia ellos.
-Menos charlar y más comenzar a entrenar los partidos se están complicando cada vez más. Por cierto, muchachos quiero que este sábado vayáis a observar el partido de Shoyo contra Shohoku. Obviamente el vencedor será Shoyo pero no quiero que Fujima y los suyos nos lleguen a sorprender con nuevas jugadas- el entrenador volvió a dirigir su atención a Maki- este año debes volver a ser el más valorado del torneo por tercer año consecutivo.
-Por supuesto entrenador- en los labios del jugador se formó una amplia sonrisa de confianza- cuente con eso.
-Así me gusta- continuad muchachos, os quiero ver más rápidos- ordenó dirigiéndose a todo el grupo.
Los chicos continuaron entrenando mientras aumentaba el número de observadores, el equipo de baloncesto de Kainan contaba con mucho prestigio tanto fuera como dentro de la preparatoria muchos de los alumnos acudían diariamente a las prácticas para apoyar a sus compañeros. Entre la multitud asomó una cabeza castaña la cual se hacía paso entre la gente entre empujones y gritos, en el rostro de la joven se observaba un gran enfado debido al enfrentamiento que había tenido previamente con una alumna nueva.
- Vaya parece que Hikari está algo enfadada- dijo Kyota captando la atención de Maki el cual resopló.
-¿Cuándo no?- preguntó malhumorado Maki
- No se te ve muy alegre que digamos- Jin observó el rostro de su amigo que reflejaba cansancio por lo que decidió cambiar de tema para no atormentar más a su amigo- ¿quién piensan que ganará? yo creo que Shohoku puede dar la sorpresa.
- No creo que sean capaces de vencer a Shoyo, son una panda de perdedores, empezando por el pelirrojo ese tarado y terminando por Rukawa- la mente de Kyota voló al partido del Miuradai cuando el pelirrojo clavó el balón en la cabeza de otro jugador, los ojos de Kyota se llenaron de lágrimas de risa que trataba de contener.
- No importa quién gane porque el vencedor del torneo será el rey de los equipos la preparatoria Kainan- las palabras de Maki sonaron con fuerza en los oídos de sus compañeros de equipo.
El profesor Takato se había retirado de la práctica más temprano de la costumbre dejando a Maki al cargo del entrenamiento, se encontraba muy enfadado. Abrió la puerta de la casa y entró cerrando de un portazo, al entrar al salón pudo ver a su hija tranquilamente sentada viendo la tele.
- ¿Se puede saber por qué diablos no fuiste a la práctica como te pedí?
- Porque no soy tu esclava para hacer todo lo que me digas- dijo la muchacha aumentando el tono.
- No, pero eres mi hija y estás a mi cargo así que vas a hacer lo que yo te diga no lo que tu quieras- Takato se acercó a su hija y la sujetó del brazo para que la mirase a los ojos- no quieres a las buenas bien, lo harás a las malas. A partir de mañana serás la manager del aquipo de basketball-
- No, no puedes obligarme papá, no puedes hacerme esto- el tono de Mei había disminuido bastante y su mirada paso de ser altanera a suplicante- lo último que quiro ahora mismo es tener que ir a ver a ese equipucho entrenar todos los días.
- Pues ese equipucho es entrenado por tu padre así que tendrás que hacer lo que yo te digo- Takato soltó el brazo de su hiha y suspiró- ¿Quién te entiende Mei? estás siempre reclamándome que no paso tiempo contigo y ahora que te pido que vayas a apoyar al quipo para estar más tiempo juntos me dices que no me meta en tu vida- Takato suspiró con resignación.
- ¿Esa es tu forma de pasar tiempo juntos?
- Mei ya he tomado una decisión, vas a ser la entrenadora del equipo y punto- estás palabras enfurecieron a Mei la cual solo pudo retirarse a su cuarto con una gran sensación de impotencia, una vez allí se tumbó en la cama y maldijo hasta que lentamente fue quedandose dormida.
Mei deslizó el brazo hacia su mesita de noche intentando encontrar a ciegas el despertador para apagarlo, cuando por fin lo hizo se levantó de la cama, se vistió con el uniforme que tanto odiaba y se recogió el pelo en una coleta.
- Desayuna rápido, te llevo a la preparatoria- dijo Takato observando a su hija- abróchate la chaqueta y hazte un lazo mejor, ese está my mal hecho.
-No voy a desayunar aqui ya lo haré por en la preparatoria, ¿podemos irnos ya?, no quiero llegar tarde.
Pronto llegaron a la puerta del instituto, durante el camino no habían hablado mucho, cada vez que Takato intentaba iniciar una nueva conversación Mei respondía de forma tajante y con una mirada malhumorada. Mei se bajo rápidamente del coche y se marchó sin siquiera despedirse de su padre el cual solo suspiró resignado.
Una vez llego al aula se sentó en el pupitre que le había sido asignado y sacó el material correspondiente a la próxima clase que le tocaba.
-Todavía queda un rato hasta que empiece la clase, mi nombre es Jin, ayer saliste demasiado rápido y no me dio tiempo de presentarme, lo siento.
-Mira mi cara, fíjate bien- Jin la observó extrañado- ¿tengo cara de querer hacer amiguitos?
- Entiendo- dijo Jin después de un corto silencio, se dio la vuelta algo desilusionado
- Bueno, lo siento, mi nombre es Mei como ya sabrás, encantada- Jin estrechó la mano que la muchacha le había tendido.
-No pasa nada, ¿puedo saber el porqué de tu mal humor?
- Por todo, últimamente todo me sale mal, no sabes. Para empezar me ingresan en esta preparatoria que está llena de hipócritas y tarados- al ver la mueca que hizo Jin se excusó rápidamente- tú eres la excepción que confirma la regla, no me mires así. Y ya lo que me mató fue que mi papá me obligó a ser la manager del equipo que entrena, el equipo de baloncesto de esta preparatoria- al decir esto Jin sonrió ampliamente.
- Eso es una buena noticia Mei, que seas la nueva manager significa que vamos a pasar mucho tiempo juntos, yo soy jugador del equipo.
- Bueno al menos estarás tu allí y no tendré que aguantar esto yo sola- ambos sonrieron, este gesto se vio interrumpido con la llegada de la maestra la aula, ante esto cada uno se sentó en su correspondiente asiento.
Al finalizar las clases ambos se dirigieron juntos al gimnasio, había pasado todo el día juntos. Habían almorzado juntos y durante los breves descansos aprovechaban para conversar más y así conocerse mejor. Habían llegado a la conclusión de que si bien sus caracteres eran muy diferentes tenían muchas cosas en común. Ambos se pararon al llegar a los vestidores masculinos.
- ¿Puedes esperarme cinco minutos mientras me cambio de ropa para el entrenamiento?- después de que Mei asintiese Jin se adentró en los vestidores.
Al encontrarse sola los pensamientos de Mei volaron hacia el día anterior cuando accidentalmente se había chocado con un muchacho que decía llamarse Maki, cómo no conocer ese nombre si su padre se pasaba la mayoría del tiempo hablándole de él, de lo buen jugador que era, de lo educado que era, de lo fantástico que era, de lo orgulloso que estaba de él... Parecía incluso que quería más a aquel basketbolista que a su propia hija. Toda conversación que su padre comenzaba terminaba hablando de él. Del dichoso capitán de Kainan.
- Es un estúpido- gritó enfadada.
- ¿Quién es un estúpido?- sin necesidad de girarse reconoció esa voz, la cual pertenecía al dueño de su enfado
