Tofos los personajes y escenarios pertenecen a J. K Rowling, yo solo me limito a tomarlos prestados.

Nota de la autora: ¡Hola a todos! Esta es la primera vez que me animo a publicar uno de mis fanfics, así que espero que os guste y disfrutéis tanto leyéndolo como yo escribiéndolo.

PROLOGO

Todo era diferente desde que la joven Lily Evans había recibido aquella inesperada carta. Todo su mundo se había puesto patas arriba, si es que seguía teniendo el derecho de seguir llamándolo su mundo.

Ella se seguía sintiendo igual que siempre, pero era evidente que algo había cambiado. Desde que llegó esa carta, las escobas habían dejado de ser simples escobas al igual que ella había dejado de ser ella misma. Ahora, en el mundo, había magia. Y podía parecer algo genial, pero la realidad no era tan maravillosa. Su hermana mayor, Petunia, había dejado de dirigirle la palabra, y cada vez que la miraba una expresión de asco cruzaba su rostro. Si el hecho de ser maga provocaba tales reacciones en su querida hermana, no podía ser bueno, ¿no? Era un bicho raro.

Este sentimiento comenzó a inundar el corazón de la joven maga, pero pronto desaparecería.

Severus Snape apareció en su vida de la misma manera que lo hizo aquella carta, de forma inesperada y provocando la repulsión de Petunia. Pero esta vez, Lily no se sentía desanimada. El la comprendía, el era como ella y el le enseño lo asombroso que era su don. Entonces, la magia comenzó a cobrar sentido, a pesar de lo que Petunia opinase.

-¿Somos bichos raros, Severus?-preguntó una vez Lily a su amigo.

-Por supuesto que no, ¿por qué dices eso?

-Petunia me lo dijo.

-No le hagas caso, ella no puede entenderlo, es una muggle.

-Yo también era una hasta hace poco.

-No, nunca lo has sido. Siempre has sido una maga, y siempre lo seras. Tu eres especial.

Y ella le creyó.

Cuando llegó el momento en el que Lily cruzaría el anden 9 y 3/4 por primera, pero no por ultima vez, su hermana no fue a despedirla.

A pesar de todo, al encontrarse cara a cara contra esa barrera, Lily supo que estaba a punto de adentrarse a un mundo nuevo, el mundo de la magia, el lugar al que pertenecía y que le ofrecería los mejores años de su vida y el más trágico de los finales.