Twilight es propiedad de Stephanie Meyer, la trama es mia y prohibida la copia total o parcial de la historia.


Sentimientos revueltos


1. Nubes

Sentí una enormes ganas de vomitar, pero trate de controlarlo como pude. La música estaba demasiado alta y todos tenían una graduación de alcohol demasiado alta en sangre como para hacerse responsables de sus actos. Sabía por experiencia que el alcohol podía ser mi peor enemigo, pero que hacer cuando no tienes a tu mejor amigo a tu lado, al alcohol puede suplir su lugar.

Levanté la vista del vaso con gin para mirar al otro extremo de la habitación. Edward parecía querer devorar a Jessica allí mismo, y la chica sonreía como tonta mientras tocaba su entrepierna. Me entraron nauseas que no tenían nada que ver con el alcohol.

En el fondo sentí algo de pena por ella, porque probablemente Edward Cullen, no sabía ni su nombre.

Edward sentó a Jess es sus piernas y comenzó a besarla profundamente. Toda pena desapareció al instante.

Me carcomieron los celos y las ganas de romper algo. Celos infundados, ya que Edward no me pertenecía...y nunca lo haría.

Cerré los ojos por el dolor de cabeza mientras trataba de alejar esos recuerdos que tenía de Edward, recuerdos dulces que ahora me saben tan amargos, recuerdos de paseos en su volvo, de sonrisas torcidas, de ojos verdosos y de sueños sobre la alfombra.

Lo prometió y rompió su promesa tan pronto como salio de sus labios, quedo congelada como todo es este pueblo tan frío y lluvioso.

-¡Bella!-voltee hacia Rose, quien me gritaba por sobre el sonido de la música desde las piernas de Emmet.

-¡¿qué pasa?-le grite de vuelta.

Rosalie estalló en risas y yo levanté una ceja.

-¡no le hagas caso!-me dijo Emmet con una sonrisa de disculpa-¡esta borracha!-me aclaró.

Asentí mientras veía como él acariciaba la mejilla de una sonrojada Rosalie que apenas podía sostenerse en pie. Se notaba cuanto se querían, aunque últimamente, Rose me decía que tenían problemas, no se notaba en lo absoluto. Me mordí el labio debido a una ira a la cual no le encontré explicación.

Las nubes grises que yo tanto trataba de alejar se acercaban a mí peligrosamente, y no quería estar ahí cuando se desatara esa tormenta. No estaba segura de sobrevivir esta vez.

-¡Creo que me voy!-le dije a Emmet.

Éste asintió y tomó a Rose en brazos, quien se había dormido profundamente mientras este la acariciaba.

Una vez fuera de la casa, vimos el hermoso jardín de la familia Newton lleno de latas de cerveza vacías y vómito. Puse cara de desagrado y trate de controlar las nauseas.

-¿estas bien?-inquirió Emmet, mirando como yo respiraba lentamente por la boca.

Asentí.

-¿te llevo a tu casa o edward lo hará?-me pregunto mientras caminábamos hasta su Jeep.

-Edward esta muy ocupado metiendo su lengua en la garganta de Jessica-respondí y me sorprendí de mi tono celoso.

Emmet no dijo nada mientras acomodaba a Rose en el asiento trasero del Jeep y luego se cerrar la puerta me miró intensamente durante unos minutos. Suspiro mientras abría la puerta del acompañante para que subiera. Use su mano como ayuda para subir antes de que él diera la vuelta y subiera del lado del conductor.

Puso la llave en el contacto sin girarla. Rose se removió un poco en el asiento de atrás sin despertarse.

Antes de que pudiera decirle algo, al alzar la vista a su rostro, una lágrima escapó de mis ojos. Agache la cabeza para que no me viera, aunque él ya la había visto.

-¿quieres hablar de eso?-me pregunto caballerosamente-No puedo solucionar tus problemas, no soy bueno dando consejos como Jasper, pero a veces contárselo a alguien ayude-me dijo lentamente.

Levanté la vista con una sonrisa triste. Emmet me la devolvió mientras me desordenaba el cabello como era su costumbre. Era un habito que tenia desde hacia años. Siempre habíamos sido amigos y me alegre mucho por él cuando conoció a Rose. Emmet era lo suficientemente paciente y pasional como para controlar a Rose y ella había encontrado en Emmet alguien que siempre la protegería y la abrazaría cuando se sintiera...como yo en ese momento.

-no tienes que contar nada sino quieres-dijo Emmet con una sonrisa condescendiente.

Tragué saliva:-quiero hacerlo-le dije.

Emmet me miró con atención, esperando pacientemente, sin presionarme.

-pero...no se por donde empezar-reconocí estúpidamente mientras miraba mis manos.

-¿es por Edward?-me preguntó luego de unos segundos de silencio.

¿Era realmente por él? ¿o era solo que yo? ¿podía culparle por seguirle queriendo? No era su culpa, él siguió con su vida, como yo debería hacerlo. Pero...la promesa. Edward lo prometió, aunque solo haya sido una promesa de borracho, era una promesa.

-puede ser-me atreví a responderle.-no lo se-

Emmet no dijo nada, entonces supe que tenía que soltarlo de una vez.

-es solo...que a veces...me enojo mucho con...-suspiré-me enojo mucho con edward-unas lágrimas más cayeron sobre mis manos.

-¿y por qué te enojas con él?-me pregunto casi en un susurro. Levante la vista y miré a través del parabrisas a la luna.

-porque...le quiero-respondí mientras un Volvo plateado pasaba a toda velocidad por la izquierda del Jeep.

Emmet volteo, mientras yo me quedaba inmóvil, tragándome el dolor. Era el Volvo de Edward, no tenía que girarme para reconocer ese suave ronroneo y el ruido de las cubiertas sobre el asfalto cuando él lo acelera.

-ni iba solo...-susurré-¿verdad?-

Emmet no contestó, por lo que dejé de fingir.

Un sollozo se escapó de mis labios mientras llevaba mis manos al pecho, tratando de buscar aire. Subí mis piernas al asiento, borracha del dolor. Envolví mis rodillas con mis brazos fuertemente, tratando de mantenerme en una pieza mientras las olas de sufrimiento desgastaban mi cordura y se la llevaban lejos, donde sea que él fuera.

Sentí a Emmet pasar sus manos por mi cabello, creo que me dijo algunas palabras para darme fuerzas, creo que trató de consolarme, pero ahora, simplemente no logro recordarlo. Solo se que yo llené el silencio con mis lamentos y empapé a Emmet con mis lagrimas. Tal vez sea mejor que quede así, no creo que quiera recordar lo que sucedió esa mañana tan temprano en mi interior.

Ya estaba en mi habitación, por lo que Emmet debía de haberme traído a casa después de todo.

Levanté la cabeza de la almohada para ver la hora. Eran las 8 de la mañana por lo que debía haber dormido unas dos horas. Traté de recordar mi sueño, pero fue inútil. Al igual que lo que sucedió conmigo en el Jeep.

Recordé lo que una vez me dijo Renné: "Si no lo recuerdas, puede que no sea tan importante"

Volteé hacia la ventana y mi mundo se puso de cabeza.

Emmet.

No fue sino hasta unos instantes después de esa sorpresa, en que recordé lo sucedido;...y me di cuenta de la desnudez de Emmet...y la mia.


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ChicaLobo (luli. tec)