DISCLAIMER: Nada me pertenece, todo es de una tal J. K. Rowling.
Este fic participa en la "Dransy Week" del foro "La Madriguera"
El primer paso
Pansy Parkinson tenía una rutina que cumplía impecablemente desde hacía un mes.
Se levantaba una hora antes del desayuno para tener el tiempo necesario para peinar adecuadamente su cabello—y aplicarse unas pociones que había comprado vía lechuza para que luciera más sedoso y brillante—y pintarse el rostro con los caros maquillajes parísinos que había pedido a sus padres en Navidad.
Había puesto atención especial a su imagen luego de que se enteró gracias a sus padres que habría un Baile de Navidad en Hogwarts. Deseaba desde hace días que él la invitara; se había dedicado a lanzar sutiles—demasiado sutiles a juzgar por la increíble cantidad de tiempo que él había estado tardando—indirectas a Draco y rechazó a tres chicos decidida a esperar por él.
No quería ser ella la que tuviera que dar el primer paso, no era la manera en que su madre le había enseñado que funcionaban las cosas. Además, poseía demasiado orgullo como para hacerlo ella misma—o al menos era lo que se decía a si misma para eludir la realidad; le tenía miedo al rechazo.
Sin embargo, pese a todos sus esfuerzos, cuando bajó al Gran Comedor y se sentó en su lugar habitual junto a Draco, éste no le prestó mucha atención. Le dio un breve y frío «buenos días» y continuó charlando con Blaise Zabini.
Pansy observó el plato con tortitas que tenía delante de ella; ya no deseaba comerlas, incluso aunque eran sus favoritas. Al mirar al frente, hacia la mesa de Gryffindor, pudo ver el momento exacto en el que Hermione "Sangre sucia" Granger se inclinaba furiosa hacia sus amigos y les siseaba algo, para luego salir furiosa.
Ella se río. Pocas cosas le ponían de mejor humor que ver a aquella sangre sucia de mal humor, incluso aunque ella no fuera quien provocara aquel malestar.
Una pregunta hecha por Blaise captó su atención.
—¿Ya tienes pareja para el baile, Draco?
Pansy miró cautelosamente a Draco, intentando que su ansiedad no se notara en su mirada.
—No, aún no —respondió con un encogimiento de hombros, como si no le interesara mucho. Blaise la miró.
—¿Y tú?
La esperanza de Pansy se encendió como la mecha de unos fuegos artificiales. Aquel era el momento.
—Quizás podríamos ir juntos.
Pansy obvió el "quizás", porque conocía bien a Draco y sabía que, en realidad, quería decir que lo harían. Realmente irían al baile juntos.
—Si, seguro —respondió ella con una sonrisa pequeña.
Notablemente más animada que cuando entró al Gran Comedor, tomó una tortita y le dio un mordisco.
Ahora que finalmente estaba segura de que él sería su pareja en el baile, debía comenzar a pensar seriamente en que usaría en tan importante ocasión; teniendo en cuenta que aquello podría dar pie a una relación con Draco, tal como ella había imaginado tantas veces.
Desde principios de año se había sentido atraída a él, había empezado a verlo de otra manera. Ya no era sólo su amigo, era el chico que le gustaba. Y mucho.
Siempre fantaseaba sobre el momento en el que Draco diera el primer paso. Después de todo, no era imposible. Ella era guapa y se conocían desde que eran niños, además tenía algo que sabía que él apreciaba mucho: era una sangre pura.
Y no era una simple sangre pura como tantas otras, ella era una Sagrada Veintiocho.
