Disclaimer: Los personajes pertenecen al genialísimo Himaruya Hidekaz.

Colombia: Catalina Gómez pertenece a Guasiarti.

Perú: Miguel A. Prado pertenece a Kuradia.

México: José María Canek Moctezuma Bocanegra/Chema.

Advertencia: Ligero Cuba x Canadá, Insinuación de Rusia x México y Unilateral!USA x México.

Aclaraciones:

En letra normal, los eventos en tiempo presente.

En letra cursiva, los eventos en tiempo pasado.

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Hermano.

Ontario, Canadá.

Matthew y Chema decidieron celebrar la clausura de la semana de reuniones sobre el comercio entre sus países con una comida, sin la presencia de sus actuales jefes, no querían saber de política por lo que restaba del día. La comida era deliciosa y el ambiente muy ameno. Entre los jugosos chismes que los ex tutores de Canadá soltaban a la menor oportunidad, los chistes que las otras naciones –México hacia gala de su gran repertorio– hacían sobre estos y el recuento de los sucesos más relevantes de su vida como nación terminó su almuerzo.

Matthew suspiro algo intranquilo, una cuestión andaba dando vueltas por su mente hace más de una semana, no obstante hasta ahora tenía la oportunidad de aclarar sus dudas.

—José María —dijo lo más firme que le permitió su voz—. ¿Podría hacerte una pregunta muy personal?

—Tú dirás, Mateo —respondió algo extrañado con la actitud de su amigo.

—¿Por qué me llamaste hermano aquella vez?

—¿A qué te refieres? —pregunto algo confundido, sin embargo recordó los hechos sucedidos hace un mes en su patria.

Plaza Garibaldi, D.F. México.

Después de una agotadora reunión del NAFTA, Chema prácticamente secuestro a Matthew frente a la mirada de todos los presentes y con la maestría de un escapista –México era todo un profesional– lograron escabullirse del gringo y del jefe del mexicano. Después de asegurarse de perderlos de vista, dieron vueltas como trompos por toda la ciudad para despistar a los metiches, llegaron a un restaurant donde tomaron una abundante comida y siguieron a la cantina* favorita del moreno para beberse un buen tequila.

¿Mateo, sabes porque te traje aquí? —pregunto Chema al tiempo que abría una nueva botella del mejor tequila de Jalisco.

No… lo… se… ¡Hip!… dime... —Matthew estaba a un paso del coma etílico.

¡Hay que celebrar que eres de la familia! —exclamo con emoción, llamando la atención de todos los presentes—. ¡Ven a mis brazos, nuevo hermano! —Chema abrazo al rubio en un abrazo de oso—. Cantinero*… ¡Deme su mejor pulque*! —pidió feliz de la vida.

Matthew estaba sorprendido por las palabras de su amigo, sin embargo supuso que eran producto del estado de ebriedad del moreno y no recordaría lo que decía. Aunque tal vez era cierto ese refrán "Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad" o a lo mejor su poca tolerancia al alcohol le había distorsionado los sentidos y solo era imaginación suya.

¡No te hagas que la virgen te habla!* —Chema rio al ver la cara confundida de su acompañante—. Estoy enterado de tu relación amorosa con mi hermano Jorge —dijo tan casual como si estuviera hablando del clima de la ciudad.

—¡Que! —grito Matthew al tiempo que soltaba el tenedor sobre su plato, el ruido se convirtió en un eco haciendo más dramático el momento. El rubio sintió las palabras atorándose en su garganta, impidiendo refutar la afirmación del mexicano. Las manos empezaron a sudar, agarro una servilleta para secarlas.

—Como eres su novio, eso te hace un nuevo hermano para mi, dudo que a los demás les moleste que Jorge sea feliz, entonces eres de la familia —sonrió al ver el sonrojo y los ojos abiertos de la impresión de su futuro cuñado.

—¿Cómo lo supiste? —Matthew logro articular en un hilo de voz—. ¿Cuba te lo dijo?

—Nel~ mi carnal* no me soltó la sopa* —soltó una risita recordando cómo se entero.

Washington D.C. EUA.

¿Donde se habrá metido mi carnal? —se pregunto México, quería invitar a Cuba a acompañarlo por unas chelas bien muertas* y de paso vivorear* al gringo.

Es-Espera… Jorge~

¿Qué tal si jugamos, panquecito?

Mas lento~

Mmm~ sabes a miel de maple

No toques ahí… ¡Maple!

México se quedo de a seis* al reconocer las voces de Canadá y Cuba detrás de la puerta de la sala de conferencias supuestamente embrujada, ya sabia quienes era los culpables de esos rumores. Chema sonrió, al parecer su hermano mayor se la estaba pasando en grande. Mejor buscaba a Catalina y Miguel, los invitaría a comer y de paso intentaría averiguar que tanto sabían de esta nueva relación. Además no quería un trauma mas en su vida y peor fama de pervertido sexual que Francia.

—¿Quién te lo dijo? —pregunto Matthew muy preocupado, si su amigo se entero, había la gran posibilidad que su hermano lo supiera y en este momento estuviera apuntando sus misiles a Cuba, rogaba que sus temores solo fueran infundados.

—Solo te diré que los vi bien acaramelados* después de una reunión —Chema se ahorraría la historia de como los escucho echando pasión* en una sala de juntas desocupada, no quería hacer pasar más vergüenza al canadiense.

—Por favor guardar esta información en secreto —Matthew pidió casi en un susurro. No quería saber qué pasaría si Alfred se enteraba por alguien más. Estaba seguro que no lo tomaría de la mejor manera.

Clarines* —Chema asintió y el rubio respiro más tranquilo—. Ahora que recuerdo… —una duda surgió en su mente— tú me llamaste hermano hace unas horas —dijo algo confundido—. Estamos claros que no me llamaste así por tu relación con Cuba ¿Entonces? —pregunto intrigado. El canadiense se puso pálido y algo nervioso a su parecer.

—No te gustara la respuesta —Matthew susurro, se negaba a responder temiendo la reacción del moreno.

—Ándale yo te dije el chisme ahora te toca a ti —suplico con ojos de cachorro abandonado en la lluvia—. Juro no enojarme… ¡Te lo prometo por la virgencita y Quetzalcóatl! —coloco su mano derecha sobre el corazón.

—Esta bien…—Matthew movió sus dedos nervioso—. Alfred me dijo… —prosiguió a relatarle lo sucedido con su hermano hace dos semanas.

Ontario, Canadá.

¡Hello, Mattie! —grito Estados Unidos derribando la puerta de la casa de su mellizo con una sonrisa en el rostro—. ¡El héroe de todos los tiempos tiene algo muy importante que decirte!

¡Bonjour, Alfred! —Canadá suspiro resignado, esta conversación sería muy larga— ¡Que sucede, brother?

¡México is my boyfriend! —exclamo alzando los brazos en pose heroica.

¡Imposible! —grito impresionado por tremenda noticia.

¡Yes! —exclamo muy feliz— ¡Me dio un regalo como muestra de su confesión de amor!

Matthew sabía mejor que nadie que México no soportaba más de 3 horas a su hermano sin soltarle un coscorrón, aunque tal vez detrás de todas esas peleas se escondía el amor.

—Creí que me llamabas hermano porque tenias una relación con mi brother —aclaro cerrando los ojos temiendo ver la cara de su compañero.

—Ese Alfredo todo lo tiene que malinterpretar —Chema siseo estampando el puño en la mesa y casi huye en busca del gringo para partirle su mandarina en gajos* pero fue detenido por las suplicas de Canadá. El moreno se sentó de nuevo en su lugar y comenzó a relatar lo que realmente sucedió.

Washington D.C. EUA.

—¡Oye gringo! —Chema grito desde su lado de la frontera, llamando la atención de su vecino—. ¡Piensa rápido! —arrojo un paquete en dirección del rubio y huyo más rápido que Italia al ver a Inglaterra en traje de bailarina de carnaval de Río de Janeiro, antes que se viera involucrado en alguna nueva aventura de su vecino.

—Joseph —Alfred sonrió al ver el regalo. Prosiguió a abrirlo haciendo trizas el papel y sin darse cuenta tiro la envoltura junto a una tarjeta.

Muy lejos de ahí, México subió a su camioneta.

—¿Para qué le da tantos regalos mi jefe al gringo? —pregunto al aire y resolvió que su jefecito era un tacaño* con su persona, no obstante con el gringo parecía quinceañera enamorada.

—Tu carnal siempre tiene que malinterpretar las cosas —Chema se bebió un caballito de tequila de golpe— ¿Esta tan ciego para no ver la tarjeta que le puso mi jefe? —suspiro muy cansado. Ahora tendría que aclarar las cosas con el gringo, solo esperaba que en la próxima reunión no fuera despedazado verbalmente por su familia, tendría mucho que explicar, principalmente a Cuba y Venezuela, las otras naciones le valían un cacahuate partido a la mitad* su opinión—. Entre tu carnal y tu servilleta* no hay nada, solo somos socios, vecinos y hasta ahí nomas —dejo claro su punto. Eso era más que imposible ¡Seria una maldición para su persona! Sin contar que el tenía un secreto de amor con cierto europeo de ojos violetas.

—Lo siento —Matthew se disculpo muy apenado por pensar tal cosa.

—No te preocupes —dijo más calmado—. Ambos tuvimos la culpa… olvídalo y mejor vamos a celebrar.

Matthew asintió no muy convencido. Algo le decía que se meterían en problemas.

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Notas mías.

1.-Francia e Inglaterra son los chismosos de la ONU.

2.-Mexicanismos:

Cantina: Bar.

Cantinero: El hombre que atiende la barra de bebidas alcohólicas.

Pulque: Bebida alcohólica extraída del maguey. Es deliciosa.

¡No te hagas que la virgen te habla!: Hacerse el desentendido.

Nel: No.

Carnal: Hermano, amigo, compadre.

Soltar la sopa: Decir la verdad.

Chelas bien muertas: Cervezas bien frías.

Vivorear: Hablar mal de alguien.

Quedar de a seis: Sorprendido.

Acaramelado: Cariñosos.

Echar pasión: Tener intimidad, sexo.

Clarines: Claro.

Partir su mandarina en gajos: Golpear a alguien.

Tacaño: Avaro.

Valer un cacahuate partido a la mitad: No tener importancia.

Servilleta: servidor.

Está basada en una experiencia personal: Canadá como la novia de mi primo y yo como Chema. Era como un juego, siempre la saludaba con un ¡Hola Prima! Y ella me respondía de igual manera. En fin, los rumores me colocaban como novia secreta de su primo. Ella me dijo que su primo le había dicho que yo me le declare y que le pedí que lo mantuviéramos en secreto, por eso ella me decía prima.

Reaccione igual que Chema. Mi hermano y mis 15 primos que lo detestaban –no me quisieron decir porque– querían romperle la cara al tipo.