Nota preliminar
He aquí con un nuevo fic, básicamente está inspirado en un episodio de "Los jóvenes Titanes" en el cual Chico Bestia anda tras de una chava que es igual a Terra y cree que hadejado de estar petrificada(como ustedes saben así terminó la historia de esta chica que fue aprendiz de Slade). Así que loapliqué un poco a este anime mezclando el Duel Monsters con el Genex, aunque sé que me lincharán por tratar un poco elasunto de la pareja Anzu (Tea) /Yami,hay una pequeña diferiencia que notarán y unabuena noticiaen el capítulo final deeste fic.
Y como nota final, el títuloes el nombre de una canción de una excelente banda de metal gótico española llamada Evadne.
Primera Rosa
Encuentro inesperado
Diez años... sólo diez desde que él había cruzado el portal, para Anzu las cosas le habían salido bien: era una de las mejores bailarinas contemporáneas de Japón, daba clases en un conservatorio de danza, y como pasatiempo gustaba de cultivar rosas. Rosas de diferentes formas y colores, las cuidaba con todo amor y dedicación, como si fueran sus hijas, lo mismo que a una de las alumnas que tenía viviendo en su casa, Marieta.
Marieta era una muchacha española de una gran lozanía y entusiasmo que animaba a Anzu a seguir adelante en su carrera, ella tenía una triste historia: un día salía de trabajar, un tipo pasó y la agarró con fuerza, el resto es historia; nadie la pudo defender de la violación que él perpetró. Después de este terrible hecho, fue puesta en terapia psicológica y fue cuando encontró su vocación en el baile. La pobre no tenía dinero y ni un techo, sólo una casucha de cartón en un callejón sucio y oscuro, pero cuando supo de la maestra Mazaki, no dudó ni un segundo en pedirle ayuda en realizar su sueño.
Al parecer la vida que llevaba Anzu era de lo que podría desear un ser humano, pero ella sentía que le faltaba algo: el amor de alguien. Marieta le decía que debía de buscar, que no se amargara de lo que le había pasado hace varios años con el tipo que intentó abusar de ella, pues además existían hombres buenos como el que la defendió. Pero ella no le decía nada de lo que realmente fue él y de lo que representó para su corazón.
Pero un día, mientras alumna y maestra paseaban por las intrincadas calles de Cd. Domino, Marieta notó algo: Habían demolido una linda casita que gustaba de mirar cuando vivía en las calles. La dueña era una agradable ancianita, que como después se enteraron, había fallecido recientemente y como no le había legado a nadie la casa, tenían que tumbarla para construir ahí unas oficinas. Al principio Marieta se quejó, pero Anzu le dijo simplemente tal y como le había dicho esa persona especial a quien tanto amaba: "Las cosas cambian para poder seguir adelante".
Después de esto, se detuvieron en una esquina tranquila donde se encontraba una escuela abierta. Marieta ofreció un helado a su maestra, así que fue a la heladería que estaba cerca de ahí; a unos cinco locales. Cuando ella se fue, por alguna extraña razón, Anzu recordaba el día en que ella se la había pasado bien al lado de Yami, nada la desconcentraba, ni siquiera cuando los alumnos salían tranquilamente. Sin darse cuenta, un muchacho castaño chocó contra ella, haciéndola caer al suelo.
— Perdone señorita, fue sin querer. Je, je, je, je, je, je. — le dijo.
— No hay problema... — se dispuso a contestar Anzu, cuando de pronto miró al rostro del chico y encontró algo que la hizo palidecer
— Eres tú¿Yami?
— ¿Quién? — contestó él — No soy ningún Yami, mi nombre es Jaden Yuki, para servirle a usted.
— Gracias, el mío es Anzu Mazaki. Pero¿es que acaso no puedes recordarme?
— Mmmm... Nop. Sinceramente no conozco tu nombre...
— Fue en una discoteca, una noche de Enero... Oye Yuki, no sabía que tenías ese ligue con las más viejitas. — contestó en broma un chico de cabello negro, que al parecer era el amigo del castaño.
— ¡Chaz! No bromees de nuevo, ya vez que por estarme persiguiendo la tumbé sin querer.
— Dispénsame, pero ya apúrate o sino no llegaremos a tiempo al partido de fut — dijo Chaz a Yuki.
— Pero no eres Yuki, tu nombre es Yami. Bueno realmente es Atem, pero qué importa, por favor recuerda algo.
— Lo siento, pero no soy ese a quien conoces. Debes estar confundida. Mucho gusto.
— No estoy confundida, casi eres igual a él, así que tú bebes de ser Yami.
— No le hagas caso, está loca. — le dijo murmurando Chaz a Yuki mientras se iban entre el poco tumulto de alumnos.
La pobre de Anzu no le contó nada a Marieta, pero citó a sus viejos amigos en el parque, para comentarles lo que había pasado.
— No lo creo, vimos claramente cómo se fue. ¿Para esto quisiste reunirnos a todos? Si ninguno de nosotros tiene tiempo. — dijo decepcionado Tristán.
— Seguramente, te afectó el hecho de nunca le dijiste lo que sentías por él. Si Yugi estuviera aquí te diría que mejor fueras con un psicólogo. Además existen otros hombres mejores como ese chico de Rusia, Dimitri. Creo que le gustaste. — tomó la palabra Joey en tono vacilón.
— Tienes razón, pero algo dentro de mí me dice que se trata de él. No sé, pero así es. Dimitri es lindo, pero no siento nada por él. — les respondía Anzu.
— Pero opino que te sueltes del recuerdo de Yami, porque sino nunca sabrás disfrutar de la felicidad que tienes, ya que eso te está dañando. — aconsejó Tristán.
Tal vez eran razonables sus palabras, pero Anzu sabía bien que su amor siempre había sido para el faraón y para nadie más. Así que estaba dispuesta a recuperarlo fuera como fuera.
