Boleto Sin Regreso
"UA. Para vivir, a veces es necesario dejar todo atrás. Para empezar de cero, tienes que olvidar tu vida y tu historia InuXKag y un poquito MirXSan"
Miro el pedazo de papel que tenia entre sus manos. Ese diminuto trozo de papel representaba tantas cosas… angustia, libertad, vivir, miedo, terror, ilusión…
Se hecho de espaldas sobre su cama sin dejar de observarlo. Un boleto de autobús rumbo a Kyoto, sin regreso.
Se levanto haciendo que sus cabellos azabaches bailaran con la suave brisa que entraba por su ventana, y se dirigió a su armario.
-Bueno Kagome, tenemos que empacar… -se hablo a si misma.
Y comenzó la difícil tarea de seleccionar aquella ropa que la acompañaría en su nueva aventura… no, aventura se escuchaba pasajero, y aquella decisión, seria para toda la vida.
-Tú iras… conmigo a mi nueva vida… - mientras tomaba un suéter rosa que siempre le había gustado y lo echaba a una maleta.
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Estaba mirando el techo. Pero no lo estaba viendo en realidad. Estaba pensando en la maleta que tenía bajo su cama. Aquella que había hecho durante una pelea con su padre, dispuesto a dejar su casa, y que ahora seria aquella misma la que se iría con él.
Se levanto de improvisto y tomo una hoja, una pluma y se sentó en su escritorio, dispuesto a escribir…
Al principio no pudo hacerlo, su largo cabello platinado se lo impedía, así que tomo una de las muñequeras que siempre traía en sus manos y la enredo como pudo en su cabello.
Ahora si, tenia que hacerlo
Mamá, padre… me voy, compre un boleto y me iré de casa… no se preocupen. Inuyasha
La doblo toscamente y la dejo en su escritorio. Esa seria su carta de despedida. No se había esmerado mucho, pero ya estaba hecho.
.-.-.
Camino tranquila hacia la salida del templo donde vivía. Y antes de salir por la entrada principal se giro a sus espaldas para despedirse de su madre, su abuelo y su hermano menor, quienes se veían tratando de aguantarse las ganas de llorar
-¡Adiós a todos!
Y antes de que ella misma se echara a llorar y se arrepintiera, corrió hacia la esquina, donde se encontró con la sonrisa serena y temerosa de su mejor amiga
-Sango…
-¿Lista? – pregunto la chica de la coleta, sabiendo de antemano la respuesta
-Si…
Y ambas comenzaron el camino hacia la estación de autobuses. Las dos chicas con sus miedos, dudas, ilusiones y esperanzas al hombro, guardados en sus respectivas maletas.
.-.-.
Una vez mas…
Iba pateando una lata que se encontró en su camino mientras avanzaba en dirección al parque.
Otra vez…
Iba a irse por que no había nada que lo detuviera en ese lugar. Solo malos recuerdos.
Una última y con más fuerza…
Y que quedara claro que Kagome no tenia nada que ver en eso…
La lata se alejo, pero fue detenida por un pie…
-¡Buenas noches Inuyasha! – saludo desde lejos el chico de ojos azules a su amigo recién llegado.
-Cállate… - paso a su lado sin siquiera saludarlo, pero el chico lo siguió
-¿Estas seguro de esto?
-… - no contesto, claro que no estaba seguro. Tenia miedo, mucho miedo. Pero era mejor que quedarse y sentir el rechazo y odio de aquella que tanto amaba
-Bueno, entonces, andando
El chico de ojos azules le dio un golpe en la cabeza a Inuyasha y se hecho a correr, obteniendo el resultado que quería
-¡¿A dónde crees que vas cobarde?! ¡Regresa acá Miroku!
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Pidió el lado de la ventana. Y a base casi de golpes, Sango se la cedió. Pero a los pocos minutos, la lluvia le quito la vista que tenia y se dejo invadir por la melancolía.
-¿fue un día con lluvia? – interrumpió sus pensamientos la chica que estaba con ella
-¿Sango…? – su vista comenzó a hacerse borrosa. Aquel recuerdo era el mas hermoso y mas doloroso para ella
-Si vamos a comenzar de cero, tenemos que dejar atrás todos nuestros problemas, y olvidarlos. Y nada mejor que hablar de ellos para solucionarlos, o dejarlos en el pasado.
La castaña le sonrió a su amiga. Sabía que sufría, por eso había aceptado hacer este viaje con ella. No podía dejarla sola además, tenia que darle una lección a su novio, al cual no le dejo ningún recado de a donde se iba.
-Si, fue un día de lluvia, como este… lo recuerdo, por que… estaba viendo la ventana antes… antes… - su voz se fue apagando. ¿Cómo era posible que algo tan hermoso, le trajera tanto dolor?
-… esta bien… - abrazo a su amiga fuertemente y dejo que ella llorara tranquila en su hombro. El inútil de Inuyasha… ese desgraciado…
-No, no está bien… él y Kikyo pensaran que soy una cobarde…
-No importa lo que piensen ellos… - la separo un poco y le sonrió tranquilizadoramente – lo que importa es como te sientas tu, y si estando lejos estas mejor. Entonces nos iremos hasta el fin del mundo
Sango volvió a abrazarla mientras frotaba su espalda, tratando de calmarla.
Mientras tanto, la cabeza de Kagome era un verdadero torbellino. Un día de lluvia se había entregado a Inuyasha… un día de lluvia había descubierto que él se había metido también con una compañera de la escuela. Y un día de lluvia, ella tomaba sus cosas y se marchaba para no volver hasta mucho tiempo después.
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-¡Pido la ventana! – exclamo emocionado el chico de la coleta mientras corría a instalarse junto al vidrio
-Bien, yo me quedare junto a la exuberante rubia que esta del otro lado
-¡Inuyasha, amigo! ¿Quieres la ventana? Como yo soy tan buen amigo, te la cederé – se hizo a un lado para dejarle el lugar al peliplateado, mientras sonreía "inocentemente"
-Si Sango te escuchara…
-No lo hará, no sabe de este viaje, así que no hay problema…
Inuyasha se recargo en el cristal y cerro los ojos. Como envidiaba a Miroku, el y Sango comenzaron a salir al mismo tiempo que él y Kagome. Solo que para desgracia suya. Kikyo apareció en su camino.
Kikyo… ante su recuerdo abrió los ojos y miro al cielo, o al menos lo que le permitía ver el cristal del autobús. Ella era una de las chicas mas codiciadas de la escuela. Y en esa fiesta a la que Kagome no pudo ir, tomo tanto… y sinceramente Kikyo también. Ella no era una mala mujer, simplemente se sentía atraída hacia él físicamente, y él era hombre…
¿Quién diría que Kouga los vería? ¿Y mucho menos que le contaría a media escuela? Y peor aun ¿quien diría que Kouga seria tan buen amigo de Kagome?
Estaba arrepentido. Pero Kagome no lo escucho, y no la culpaba. Ella siempre fue buena, honesta, sincera y, todas las virtudes que podía tener una mujer. Y él la había tratado tan mal.
Por eso se iba. No soportaría estar en la misma ciudad que ella aun amándola. Viéndola ser feliz al lado de alguien mas, no por que ella no mereciera ser feliz, ella merecía ser mas feliz que nadie en el mundo, lo que le dolería seria que fuera feliz, pero no a su lado.
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El camión avanzo a pesar de la lluvia y se encamino hacia la salida.
Kagome abrió los ojos para despedirse de su ciudad pero al hacerlo, no creyó lo que vio…
Inuyasha la estaba observando con los ojos muy abiertos desde el otro camión… estaba tan guapo…
Sacudió de inmediato la cabeza ante ese pensamiento. Pero al volver a verlo, se perdió de nuevo en las lagunas doradas de sus ojos.
Inconscientemente comenzó a rasgar el cristal de la ventana. Deseando alcanzar el otro camión, deseando abrazarla…
Los camiones salieron al mismo tiempo pero el camión con el número 129 giró a la izquierda, mientras que el 207 giro a la derecha.
Comenzando el camino que los llevaría a su nueva vida. Lejos de su familia. Lejos de su pasado. Lejos de ellos mismos…
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Hi nn espero que lo habéis disfrutado, aunque no me quedo como me hubiese gustado, solo espero que la idea se haya trasmitido correctamente nn
Como no me sé la geografía de Japón, y lo único que conozco bien es Tokio y Kyoto, entonces me parecieron los destinos más adecuados xD pero no estoy segura que estado, o ciudad, quede al lado contrario de Kyoto, pero pz ia que, ya quedo extraño xD
Pero espero que os haya agradado nn
Y ya que estáis leyendo esto ¿me dejáis un review? :3
