Este fic ha sido creado para el "Amigo Invisible 2014-15" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black". La persona que ha tenido la mala suerte que sea yo quien le escriba es mybookslover y este fic es el resultado de su petición Media:

"Un Blaise/Ginny y/o un Theo/Luna que ocurra mientras están los Carrow en el castillo."

Tengo que avisarte primero que esta historia es un Theo/Luna que contiene ligerísimas insinuaciones a un Blaise/Ginny. He querido mostrar un poco un cara y cruz de una moneda ante una hipotética similar situación. No sé si será lo que esperabas, pero he intentado darle el toque tierno de Luna a la historia. Por último, quiero agradecerte tu entusiasmo mostrado en cada pregunta que necesitado hacerte tanto para este fic como para el otro, un entusiasmo tan sincero como el tuyo alimenta a las musas y la inspiración y alienta a seguir trabajando. Muchas gracias por eso, espero no decepcionarte.

Disclaimer: Los personajes pertenecen a JK Rowling; el universo de la historia también, pero estos capítulos corren de mi cuenta.

BAJO LA INFLUENCIA DE LA LUNA

Capítulo 1.

En la estación de tren Hogsmeade, entre el bullicio de alumnos de Hogwarts que regresaban al colegio después de sus vacaciones de navidad con sus familiares, se hallaba un muchacho de cabello castaño cuyos ojos azules buscaban entre la gente un dulce rostro en particular. Hasta su compartimento del tren había llegado un rumor nada más ponerse este en marcha y aún no había podido averiguar aún su veracidad, cosa que no hacía más que aumentar su preocupación e incertidumbre.

Poco a poco los alumnos fueron diluyéndose hasta ser solo unos pocos rezagados los que quedaban en la estación. Finalmente, Theodore Nott se dio por vencido y decidió volver con ellos al castillo con la esperanza de encontrar allí a la persona que buscaba. Al llegar al Gran Comedor fue buscando entre los rostros de la mesa de Ravenclaw una cabeza rubia y una mirada dulce. Cuando fue evidente que no la encontraría entre los presentes abandonó el comedor con una opresión en el estómago presagiando lo peor. Fue directo a la sala común de Slytherin y allí intentó comunicarse con su enlace con la sede de los mortífagos: Draco Malfoy. Por desgracia, tal y como sospechaba la red flu estaba bloqueada también para los Slytherin; al parecer los Carrow estaban teniendo problemas para controlar al Ejército de Dumbledore y las restricciones que aplicaban estaban empezando a llegarles también a los protegidos del nuevo director.

Subió meditabundo a su habitación y decidió que los Carrow no iban a impedirle informarse de lo que le había sucedido a su inocente rubia, así que rebuscó en su baúl hasta encontrar "el pergamino de dos direcciones" que les trajo Blaise desde Italia. Aseguró con un hechizo la puerta de la habitación y se dispuso a escribir. Con un toque de su varita abrió la conexión y escribió la dirección del pergamino con el que pretendía comunicarse.

Draco Malfoy. Mansión Malfoy. Wiltshire

Esperó unos instantes hasta que unas letras con trazos elegantes empezaron a aparecer por el pergamino.

"¿Theo? ¿Ocurre algo?"

Dímelo tú…

"¿Ya te has enterado de lo de Luna, verdad?"

¿Entonces es cierto? ¿Se la han llevado ellos?

"Tranquilízate, ella está aquí. La han traído esta mañana. Tiene algunos golpes, pero está bien. Tranquila, como es habitualmente ella."

¿Golpes? ¿Esos malditos se han atrevido a golpearla?

"Tranquilízate, Theo. Luna está bien, te lo aseguro. Yo mismo me he ocupado de llevarla a las mazmorras y he intentado que esté tan cómoda como pueda sin levantar sospechas"

No me digas que me tranquilice, Draco. Mi… Luna está encerrada bajo las órdenes del maldito Señor Tenebroso. ¿Cómo quieres que me tranquilice?

"Luna está bien, de verdad. Y te prometo que cuidaré de ella y me aseguraré de que no le hagan ningún daño. Lo siento, Theo. No puedo hacer nada más"

Gracias, Draco. Al menos puedo saber que estás ahí para cuidar de ella. Prométeme que estará bien y que me contarás inmediatamente si le pasa algo. Prométemelo.

"Por supuesto, Theo. Haré todo lo que esté en mi mano para que no le pase nada y me ocuparé personalmente de llevarle suficiente comida y abrigo para que esté lo más cómoda posible"

Y baja de vez en cuando a charlar con ella. Y dile que la extraño. Y que la amo. Bueno, eso último no…

"¿Sabes qué? Díselo tú mismo. En la próxima salida a Hogsmeade. Vamos a planearlo bien, tenemos tiempo de sobra. Lo arreglaremos para que puedas escaparte y venir a verla."

Salazar… no sabes cuánto te lo agradecería. Draco no te imaginas cuanto necesito verla ahora.

"Lo haremos, compañero. Vendrás y podrás cerciorarte de que está bien y que la estoy cuidando."

Gracias, Draco. No sé cómo voy a agradecértelo.

"No te preocupes por eso ahora, Theo. Ojalá no tuvieras que pasar por esto. Tengo que marcharme ahora, pero estaremos en contacto."

Estaré pendiente del pergamino. Gracias de nuevo.

Theo tomó su varita y con un toque en el pergamino murmuró "finite" para cortar la comunicación. Volvió a guardar el pergamino en el baúl algo menos preocupado que cuando lo sacó pero sin poder quitarse del todo la sensación de temor de su estómago. Se echó sobre la cama instantes después de desbloquear la puerta y en pocos segundos se encontró rememorando la primera vez que reparó en su dulce rubia.

Flashback

Theo, Blaise y Draco patrullaban para la Brigada Inquisitorial por los pasillos del castillo, habían dado esquinazo a Vincent, Gregory y Pansy que estaban en su mismo turno de patrulla para quedarse a solas y poder hablar con libertad. Los tres amigos comentaban que pese a que era divertido burlarse de los Gryffindor, empezaban a estar cansados de todo el maldito rollo de espiar para Umbridge. La nueva directora era una vieja loca que estaba desquiciada y paranoica con un posible complot para sacarla de su cargo.

Lo cierto era, que pese a que no existía tal complot, la bruja había molestado a tanta gente (profesores y alumnos) que cualquiera estaba dispuesto a dificultarle las cosas un poquito o ayudar a quienes se lo ponían difícil. Los Slytherin habían decidido aprovecharse de la situación en su propio beneficio, y se habían prestado a ayudarla para obtener privilegios para su casa, pero sus locuras y paranoias estaban empezando a molestarles a ellos también.

Aquel día en concreto debían buscar a un grupo de estudiantes que según Umbridge estaban haciendo reuniones clandestinas en algún rincón del castillo y los tres Slytherin habían preferido tomárselo con pocas ganas ya que empezaban a dudar de los métodos de la directora. Paseaban con tranquilidad por los pasillos del piso superior cuando el trío escuchó unos murmullos al final del mismo. Después de mirarse, decidieron con unos mudos asentimientos, que irían, sigilosamente, hasta el murmullo. Se fueron acercando con las varitas en alto cuando notaron que los murmullos cesaron. Se pararon en seco intentando afinar los oídos y de repente empezaron a escuchar unos débiles pasos acercándose a ellos.

Esperaron plantados con la varita firmemente aferrada en la mano hasta que apareció por el pasillo una muchacha. Cuando fue acercándose Theo notó como Draco resopló con burla. Le miró interrogante y se ganó una mueca despectiva del rubio.

- Lunática Lovegood. Traidora a la sangre y chalada oficial de cuarto curso. Una Ravenclaw poco común.

Volvió a mirar a la muchacha, de la que ya había oído hablar anteriormente, y su corazón se paró durante un segundo. Era la muchacha más bonita y con el rostro más dulce que había visto en su vida. Intentó decir alguna cosa, hablarle, llamar su atención pero fue incapaz de conseguir que las palabras saliesen de su boca. De repente, un movimiento a su lado le llamó la atención, dirigió la mirada hacia Draco y Blaise y les vio con una mueca despectiva a punto de dirigir alguna pulla a la muchacha. Frunció el ceño y para evitar que llegaran a insultarla, se dirigió en voz alta a sus amigos.

- Vámonos, ya hemos visto que no hay nada aquí que requiera de nuestra intervención.

- Pero Theo, justamente ahora que iba a ponerse interesante… - Dijo Blaise con evidente malicia.

- Vámonos, Zabini. Vas a olvidarte de lo te hubiese parecido interesante aquí, y vas a dejarla en paz. – Se enfrentó directamente al moreno.

Draco les miró expectante y antes de que Blaise volviese a contestar puso fin a la discusión.

- Vámonos, chicos. Hay cosas más interesantes que hacer.

En cuanto tuvo el paso franco, Luna siguió caminando con el mismo paso tranquilo que le caracterizaba. Antes de desaparecer por el pasillo giró la cara buscando a Theo el cual seguía mirándola. Ella le dirigió una tímida sonrisa que hizo que el corazón de Theo se acelerase y siguió su camino por el pasillo.

- Ejem – Blaise interrumpió su ensimismamiento con un codazo - ¿Qué ha sido eso, Theo? No me digas que te gusta Lunática Lovegood.

- Cállate, Blaise – Sorprendentemente, Draco salió en su defensa arremetiendo contra su amigo – No eres el más indicado para meterte con los gustos de Theo.

- Tampoco tú deberías hablar de mis gustos – Añadió con molestia Blaise.

- Ninguno somos aquí el mejor ejemplo – Concedió Draco.

- ¿De qué maldiciones habláis? – Intervino Theo que había recuperado el habla, consiguiendo hacer reír a sus amigos con su cara de confundido.

Fin flashback

Aquel día sus amigos le revelaron sus sentimientos por sendas personas que eran imposibles para ellos, por estatus, posición y odios familiares. Lo más sorprendente de la revelación era la similitud en los gustos de ambos Slytherin, amén de la homosexualidad de Draco.

Pese a que para él también parecía a priori una relación imposible, había intentado acercarse a ella poco a poco y durante el resto de quinto y sexto propició alguna conversación por el pasillo, o alguna sesión de estudio silencioso en la biblioteca. Poco a poco había ido progresando con ella y aunque no sabía si podían llamarse amigos, de tanto en tanto habían podido disfrutar de buenos ratos en su compañía. Por desgracia, todo eso terminó con la muerte de Dumbledore y la toma de los Carrow del colegio.

Todos decían que Luna no era una muchacha normal, y ciertamente no lo era. Era una muchacha muy peculiar, pero él amaba todas sus peculiaridades, y extramente le aportaba serenidad en cuanto la tenía cerca. Theo sonrió al recordar alguna de sus conversaciones sobre torposoplos o nargles, Snorkack de cuerno quemado o arrugado y otras criaturas extrañas de similares nombres, pensó Theo con una sonrisa. Era tan inocente que no sabía cómo no se había metido en problemas mayores durante el colegio. Él había tenido que estar pendiente de ella y de los Carrow para que no recibiese más castigos de los necesarios, inclusive había encargado a Blaise que se encargara de ayudarle a cubrirla. Aún así, no había podido evitar que su rubia recibiese algunos hechizos como castigo. Pero lo peor había sido no enterarse de que iban a por ella y poder protegerla en el tren y evitar que se la llevasen a la Mansión Malfoy.

Necesitaba verla, necesitaba comprobar que estaba bien. No dudaba de la palabra de Draco, pero… la culpabilidad y el miedo iban a devorarle si no la veía pronto.

¡Qué largos se iban a hacer los días hasta la salida a Hogsmeade!