N/A: Buenas, les comparto este fic que es un ItaNaru, con insinuaciones de otras parejas. Entre ellas, el SasoNaru y SasuNaru. La historia se sitúa en un universo alterno. Puesto que esta historia ya esta finalizada, iré subiendo de a dos capítulos. De antemano, gracias por leer :3
Advertencias: lemon, Ooc
Disclaimer: los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto
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Hacía más de quince minutos que había sonado el timbre del receso. Los estudiantes solo disponían de veinticinco minutos libres antes de regresar a sus respectivas clases
La mayoría de los alumnos esperaban pacientes su turno en la fila de la cafetería. Tanto los de nuevo ingreso como los estudiantes de tercer grado se mezclaban en aquella larga línea recta
Cerca de la cafetería, en una de las tantas mesas vacías yacía un chico de cabello rubio y ojos azules. Miraba con expresión cansina como su amigo se abría paso entre la multitud para solicitar el desayuno de ambos. Esa era la rutina de siempre, no llevaban ni un año cursando juntos y aquel chico que tenia por amigo ya se había ganado a la mayoría de los estudiantes. No le sorprendía. Deidara poseía una actitud igual de relajada que la de él, asimismo, compartían el color de ojos y cabello, lo único que quizás marcara esa grieta enorme que los diferenciaba, además de los rasgos faciales y el largo del cabello eran las calificaciones
Deidara se empeñaba mucho más que él en sacar buenas notas, la clase de artes se le daba mejor que a ninguno de sus compañeros, y curiosamente a él no le preocupaba en lo más mínimo. Deidara podía sobresalir en varios aspectos pero él se sentía cómodo con sus calificaciones "mediocres"
Aun no entendía cómo es que lo habían aceptado en el mismo instituto al cual su amigo decidió hacer trámites
Destino, casualidad, coincidencia…a, claro. Su padrino Jiraiya había influenciado mucho en ello, era un alivio que su tutor tuviera diversos contactos dentro de la institución, por otro lado los gastos ya habían sido solventados por él. No tenía nada de qué preocuparse, salvo por las calificaciones de la siguiente semana y estaba seguro de que Deidara se encargaría de pasarle las respuestas como comúnmente hacia
La superficie metálica de la mesa vibró en cuanto el envase de refresco cayó sobre la misma. Naruto alzó la mirada, tratando de recuperarse del sobresalto que aquel ruido le había ocasionado
-Deidara. –arqueó una ceja al observar el semblante completamente embelesado del aludido
-Mierda ahí esta él. –masculló Deidara, sentándose junto al rubio
-¿Tu enamorado?- inquirió Naruto sin darse la vuelta. Su amigo tenia meses comentándole sobre su profundo interés por un muchacho del último curso, casi nunca ponía atención a lo que le decía. A partir del: es tan jodidamente sensual, su atención se centraba en cualquier otra cosa. No entendía como podía fijarse en un muchacho que además de llevarle con dos años estaba a punto de graduarse. Solo faltaban dos meses para el acto académico y los carteles colocados estratégicamente en las puertas de cada salón hacían alusión a ello
-Si no estuviera con ellos le hablaría, hmp- comentó, jugando con la lata de refresco. Naruto ahogó un bostezo
-¿Akatsuki?- preguntó por inercia. Lo único que había memorizado de todas las palabrerías que a diario le citaba su amigo era que "su enamorado" además de tener las calificaciones más altas de su grupo, pertenecía al taller de literatura junto a otros tres compañeros suyos. Ellos habían formado un grupo de debate llamado Akatsuki, y de ahí, ya no recordaba nada del parloteo
-Sí, ya te lo he dicho miles de veces, ¿es que nunca pones atención?- Naruto frunció los labios y acto seguido se encogió de hombros, restándole importancia al asunto
-¿Por qué no le hablas?- cuestionó mientras abría su bebida. Estaba consciente de que su sugerencia era estúpida, sobre todo por el hecho de que, aunque el muchacho aceptara salir en una cita con su amigo, pronto se graduarían y ya no le vería más
-Porque esos idiotas hacen que se me quiten por completo las ganas de acercármele- sopló su flequillo, volviendo la vista al frente. Naruto le devolvió la mirada, confundido por la enorme sonrisa que se había formado en los labios de su amigo
-¿Puedes hacerme un favor?- y ahí estaba la razón. Naruto negó varias veces con la cabeza, anticipando lo que su amigo le pediría que hiciera, no porque le resultara fácil socializar con los demás significaba que podría hacerlo con todo el mundo, y especialmente con los estudiantes aplicados que ya cursaban el tercer grado
-No- volvió a negar al ver que la sonrisa de su amigo no desaparecía. Debía estar muy confiado para creer que iba a aceptar ser su vocero
-Me la debes por la tarea de ayer- se jactó Deidara, apuntándolo con el dedo índice. –Y si te rehúsas no te pasare la de hoy. –Naruto rodó los ojos ante la premisa. Por lo visto no tendría alternativa
-¿Qué tengo que hacer?- preguntó obligadamente. No importaba, de todas formas no los conocía así que no habría mayor problema… ¿cierto?
Deidara inhaló hondo. Vio una vez más por encima de la cabeza de Naruto
-Si logras acercarte a cualquiera de esos atolondrados- Naruto ladeó la cabeza. –Menos a Itachi
-¿Así se llama tu…?
-"Déjame terminar"- le interrumpió golpeando la mesa. Naruto cruzó los brazos con molestia. –No conozco el nombre de los otros pero el pelirrojo parece ser más amable que el resto- volvió a mirar a espaldas de Naruto. –Solo ve con el pelirrojo y dile que tu amigo quiere conocer a su…amigo
Naruto rió al escuchar semejante redundancia
-Entonces le diré que mi amigo quiere conocer a su amigo- rió una vez más pero se abstuvo al reparar en el semblante de fastidio de Deidara
-¿Lo harás?
-En realidad no quiero- admitió, tirando la lata al suelo para después pisarla
-Gracias Naruto, eres un buen amigo- Deidara golpeó su hombro antes de levantarse. Naruto resopló indignado
Las horas transcurrieron rápidamente después del segundo receso. Naruto no había dejado de recibir recaditos en clase de parte de su amigo, recordándole que debía permanecer después de la salida para hablar con el pelirrojo
Bien, al menos ya sabía que tenía que acudir a la biblioteca y no a un salón como pensó anteriormente. Sería más fácil presentarse y pedir ayuda al muchacho. Según lo escrito por Deidara todos ellos vestían una especie de túnica negra con un estampado de nubes rojas en ella. No pudo evitar reírse al imaginarse ese tipo de vestimenta. Seguro eran nerds
Sus pupilas azules dejaron de mirar el reloj de pared en tanto el timbre hiciera eco dentro y fuera de los salones
- Entre más rápido mejor- se dijo a sí mismo, mientras terminaba de guardar los útiles en la mochila. Era un simple favor a su amigo por todas las veces que lo ayudó con las tareas, además sino lo hacía, corría el riesgo de no seguir recibiendo esa ayuda
-Suerte- Deidara le guiñó un ojo al llegar junto a la puerta. Naruto le devolvió el gesto, a pesar de que interiormente se sentía un poco nervioso de tener que ir solo
Avanzó lentamente hacia la biblioteca situada a espaldas del patio central. Aun le parecía ridícula la idea de que hubiera estudiantes que se quedaran después de clases para repasar temas complejos entre ellos. Aunque también estaba el asunto relacionado al acto académico. Quizás se reunían para discutir sobre eso
Bajó la mochila que reposaba sobre su hombro. La puerta estaba entreabierta pero dudaba entre tocar primero o simplemente entrar. Después de todo no iba a dialogar con ellos, solo era una molesta irrupción de su parte y eso lo incomodaba más que nada
Suspiró derrotado. Empujó la puerta con suavidad y lo primero que sus pupilas azules observaron fueron unas sillas acomodadas en círculo, ni siquiera las contó. Bastó con entrar para que sus pasos rompieran con el sepulcral silencio del salón
La mirada de los presentes se posó en su persona. Sonrió nervioso, rascando su nuca y tratando de evadir esas miradas que prácticamente lo fulminaban
-Perdón, solo quiero hablar con él- señaló al pelirrojo que se encontraba sentado a la derecha
-Ya vuelvo- exclamó el susodicho, encaminándose hacia el rubio
-Siento haberte interrumpido- reiteró Naruto en voz baja. Sasori sonrió de medio lado, extrañado por la presencia del chico en la biblioteca, no parecía ser nada serio y tampoco parecía tener interés de unirse a su grupo de literatura
-Olvídalo, ¿en qué puedo ayudarte?- abrió la puerta para salir. Naruto lo siguió en silencio
-Es que…- dudó un momento en completar la frase. Sasori lo miró intrigado. –A mi amigo le gusta tu amigo- mas idiota no pudo sonar
-De acuerdo- Sasori pronunció lentamente las palabras, sin terminar de comprender a que se debía la presencia del chico, una broma de los nuevos seguramente
Naruto sacudió la cabeza, pensando en una frase más coherente
-Quiero decir que mi amigo quiere conversar con uno de tus amigos- al menos lo intentó
-¿Y se puede saber con cual de mis amigos quiere hablar?- aquella charla carecía completamente de sentido, sin embargo Sasori no era tan descortés como el resto de sus compañeros de grupo. Lo apropiado era dejar que el chico terminara y aclararle sus dudas, aunado al hecho de que le parecía lindo
Naruto cerró los ojos, Deidara no le había dicho el nombre del muchacho, ¿o sí?
En caso de que lo hubiera hecho ya no lo recordaba. Tanto esfuerzo para nada
-No me acuerdo del nombre- admitió avergonzado. Sasori se echo a reír, era inevitable no hacerlo pese al pronunciado sonrojo del chico
-Sasori deja de jugar y…- la voz quedó en el aire cuando el muchacho de cabello negro se acercó hacia ellos
-A Itachi, perdona- Sasori se enjugó unas cuantas lágrimas, forzándose a dejar de reír. Naruto alzó la mirada con alivio
-"Es Itachi"- anunció con una radiante sonrisa. Sasori recuperó la postura. –Tu amigo se llama Itachi- concluyó con un firme movimiento de cabeza
Itachi rodeó a Sasori para ver de frente a Naruto
-¿Cómo sabes mi nombre?- preguntó, arqueando una ceja. Naruto se dio la vuelta apenado
-Porque Dei…- las palabras se esfumaron de su boca al contemplar al apuesto muchacho frente a él, a escasos centímetros de su cuerpo. Alto, cabello negro y mirada enigmática
Sasori carraspeó incomodo
-Los dejo- se despidió con un ademan pero ninguno respondió
-Naruto Uzumaki- dijo el mayor con aire galante. Naruto abrió bien grandes los ojos
-¿Cómo sabes mi…?
-Es menester conocer los nombres de los que recién ingresan aquí- puntualizó sin demostrar mayor interés. Naruto reparó en el semblante reflexivo y serio de Itachi. Los bellos ojos escarlata lo miraban a través de las largas pestañas que los enmarcaban, la palabra atractivo le quedaba corto al muchacho, ahora entendía los múltiples y patéticos suspiros que su amigo sufría siempre a la hora del descanso
-Bueno- Naruto se forzó en dejar de mirarlo a los ojos, si lo hacía de nuevo terminaría por perderse y no quería eso. Se trataba de ayudar a su amigo y nada más. –Lo que pasa es que…
-Llevo algo de prisa- le aclaró Itachi emprendiendo la caminata. Naruto lo siguió de cerca, olvidándose incluso de su mochila
-Será rápido- pidió en voz baja pero Itachi no se detuvo. –Mi amigo me…
-¿Te molestaría decírmelo en mi casa?- inquirió sin detener sus pasos. Naruto se frenó en seco, ¿ir a su casa?, no definitivamente no iría a la casa de un extraño, era peligroso. –A menos que tengas algo importante que hacer- agregó Itachi, mirando sobre su hombro
Naruto se mordió los labios, indeciso
-Comprendo- murmuró Itachi con cierto deje de seriedad en sus palabras. Naruto lo observó ansioso alejarse, aun podía ir pero terminaría arrepintiéndose después, aparte no sabía donde vivía el muchacho. –Mi casa está frente al instituto, en caso de que te lo preguntes
Fue todo, Naruto corrió para darle alcance. De todas maneras no era un tema que se debiera tomar a la ligera, tenía que interceder por su amigo y si antes tenía mil planes en mente y diálogos sin sentido a los cuales recurrir para que el supuesto enamorado de Deidara aceptara la propuesta de tener una cita, ahora su mente se había quedado completamente en blanco, vaya amigo que era
***
Ni bien puso un pie dentro, Naruto quiso regresarse de inmediato, la casa era enorme en comparación con la de su padrino Jiraiya. Bastante elegante pero con cierto aire melancólico atrapado en las paredes. La casa parecía solitaria pero se deshizo de aquella idea, no era posible que Itachi viviera solo en una casa donde fácilmente podrían habitar siete personas y con espacio de sobre además
-Sígueme- profirió Itachi pasando de largo el comedor. Naruto lo siguió cada vez más nervioso. ¿No podía decírselo desde la puerta?
Podía, sin embargo, esa mirada atrayente de Itachi parecía dominarlo por completo, como si pudiera controlar sus acciones con ella
-Adelante- le ofreció asiento, dirigiéndose a la nevera. Naruto optó por obedecer una vez más, sin dejar de observar los muebles a su alrededor. Seguramente Jiraiya debía estar preocupado por su ausencia, nunca tardaba más de diez minutos en volver a su casa, y en cambio ahora estaba en una casa ajena, con un estudiante prodigio que debía ser el blanco de muchas chicas y la única razón de por medio era…Deidara
-Lo que quería decirte- trató de levantarse pero se devolvió a su asiento cuando Itachi se encaminó hacia la mesa
-¿Blanco o tinto?- inquirió secamente. Naruto parpadeó confundido, reparando en ambas botellas que Itachi sostenía en sus brazos
-¿Qué?
-¿Cuál quieres?- volvió a preguntar, colocando dos copas en cada mantel. Naruto negó al instante una vez que comprendió
-Ninguno, no tomo- confesó carismático. Su padrino tomaba desde que tenía memoria pero él no, además tenía quince años. Según Jiraiya no debía probar bebidas alcohólicas hasta que tuviera la mayoría de edad
-¿Seguro?- Itachi vertió el líquido adulterado dentro de la primera copa. Naruto afirmó su respuesta por segunda ocasión aunque su mirada denotó confusión cuando la segunda copa fue llenada también
-Mi amigo- comenzó diciendo, tomando aire para darse animo de interceder por Deidara. Itachi bebió un sorbo y tomó asiento sin retirar su mirada del chico. –A él, bueno, tu le…
No, simplemente no podía hacerlo, los nervios lo estaban consumiendo y la mirada seria de Itachi no ayudaba en nada. Apretó sus manos debajo de la mesa, no recordó haberse puesto tan nervioso antes
Sus manos parecieron moverse por sí solas hacia la copa de vino. Tenía que mostrarse firme y estaba haciendo todo lo contrario
Apenas un sorbo y continuó bebiendo hasta terminarse el resto del contenido
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Capitulo 2. Tú, yo, nosotros
Sus manos estrujaban con una fuerza descomunal las sabanas, ya no se debía a la sensación de dolor que experimentó en un principio, era el constante vaivén de las caderas de Itachi entre sus piernas lo que lo tenía al borde del éxtasis
-Sepáralas más- jadeó el pelinegro en medio de las profundas embestidas. Naruto no tardó en acatar la petición que hasta cierto grado había sonado como una orden, ya no le importaba, nada le importaba, solo estaba seguro de una cosa y era que no quería que Itachi se detuviera
Se sentía bien, jodidamente bien
-¡Ah!- Naruto se retorció debajo del cuerpo del muchacho de cabello negro, sintiendo una oleada ascender por su columna, recorriendo deliciosamente su sistema, nunca antes había sentido algo así. Itachi no dejaba de penetrarlo con fiereza, no se reprimió en lo mas mínimo de profanar el exquisito cuerpo de Naruto, la piel canela estaba ligeramente perlada por el sudor, los gemidos quedos y suaves lo incitaban a seguir arremetiendo contra sus caderas, tan estrecho
-No te…ah…detengas- gimió Naruto, asiéndose de la espalda del mayor con ambos brazos, aun sentía mareos a causa del alcohol que previamente había ingerido, justo antes de pretender decirle…un momento, ¿Qué se suponía que le diría?
Ya ni recordaba, ni siquiera sabía qué demonios estaba haciendo en una cama que no era la suya, debajo del cuerpo de un muchacho mayor que él y que además estaba mancillándolo sin miramiento alguno. Debía ser uno de esos sueños húmedos, aunque se sentía tan real
Las embestidas cesaron de repente. Naruto continuó jadeando con su boca ligeramente entreabierta, su respiración seguía igual de agitada y sus cabellos dorados se adherían a su frente. Todo le pareció confuso de nuevo, ¿Por qué se había detenido?
Pero no tuvo tiempo de preguntar cuando sintió la húmeda lengua ajena recorriendo su abdomen, trazando figuras imaginarias sobre él, excitándolo aun más… si es que eso era posible
Hizo su cabeza hacia atrás, los espasmos cada vez eran más intensos y placenteros. Sus manos sujetaron el cabello negro de Itachi, una sutil indirecta de que se detuviera
Itachi dejo de lado las suaves lamidas para retomar las embestidas. Naruto arqueó su espalda con la primera dura penetración que dio comienzo a muchas otras. No opuso ninguna resistencia cuando Itachi lo tomó de las caderas para apoyarlas contra las suyas, permitió que acariciara su piel y besara su cuello con lascivia, se sentía en el cielo, no, estaba en el cielo
Ni siquiera tuvo la necesidad de masajear su miembro cuando este comenzó a dolerle por la potente erección que se había formado varios minutos atrás, el roce de ambas pieles se encargaba de ello
Lo único audible dentro de aquella oscura habitación eran los frecuentes gemidos y jadeos de ambas partes, aunado al odioso rechinido de la cama
Las manos de Itachi dejaron de sujetar la cadera del rubio para apoyarse en el colchón, el interior de Naruto era demasiado estrecho, incluso le había costado trabajo entrar en él, sin embargo ahora lo disfrutaba enormemente
El placer nublaba por completo sus sentidos, era incapaz de razonar cualquier otra cosa que no fuera continuar penetrando a Naruto
Eso era lo que quería, lo que necesitaba. Hacer suyo a Naruto Uzumaki. Llevaba cerca de dos meses observándolo, no sintió ningún remordimiento de haberle mentido antes, el único nombre que permanecía perfectamente lucido en su memoria era el de él. No recordaba y no tenia porque recordar el nombre de algún estudiante, así fuera de primer ingreso o cursara el mismo grado que él. No era necesario, eran simples nimiedades, idioteces sin sentido
Procuraba elegir siempre una mesa cercana a la del chico rubio para poder deleitarse por lo menos viéndolo a la distancia. Esa sonrisa lo había encantado desde que la presenció en la cafetería, una tarde del lunes que, a diferencia de otras ocasiones, se decidió a ir él mismo a comprar el almuerzo. Y entonces lo vio, los hermosos ojos azules parecieron coquetearle al primer suave pestañeo, la sonrisa adornaba su lindo rostro junto a aquellas marcas simétricas en sus mejillas, ese día adjudicó la apariencia del chico con la de un zorro, o un gato quizá. Una idea absurda, completamente irracional e inverosímil pero así le pareció en primera instancia
Con un gemido más pronunciado, Naruto se dispuso a rasguñar con suavidad la espalda de Itachi. Estaba a punto de correrse, su respiración se encontraba al límite al igual que su cuerpo. Inconscientemente jadeó el nombre de Itachi cuando una nueva corriente eléctrica le recorrió el cuerpo, teniendo así el orgasmo entre ambos vientres
Relajó sus músculos, separando aun más las piernas para que Itachi continuara penetrándolo. Su mirada se enfocó en el techo pero la habitación entera parecía dar vueltas junto con ellos dos, no era así, solo eran los estragos del alcohol. Sabía perfectamente que no debía tomarlo y sin embargo lo hizo
Escuchó la voz ronca de Itachi nombrándolo mientras lo embestía cada vez más rápido y profundo, Itachi arremetió un par de veces más antes de llegar al clímax, impregnando el interior de Naruto con su semen, tal como quería
Las facciones de Naruto se alteraron al sentir el viscoso líquido caliente escurrir de su entrada una vez que Itachi se dispuso a salir de él. Trató de levantarse pero se sentía cansado, demasiado
Optó por darse la vuelta sobre el colchón, buscando una posición más cómoda para dormir, hasta que finalmente sus ojos se cerraron
Itachi lo miró en silencio unos segundos. Su ritmo cardiaco seguía descontrolado pero no se arrepentía para nada de haber intimado con Naruto. Lo único que le inquietaba era la reacción del chico al despertar, no lo había forzado a tener relaciones, Naruto se entrego a él deliberadamente...después de haberse bebido como tres copas de vino tinto
Acicaló su cabello hacia atrás, tomó la sabana para cubrir el cuerpo desnudo de Naruto. No era momento para arrepentirse, tal vez no fue el mejor método para tratar de olvidarse de él, de sacárselo de la cabeza de una vez por todas. Porque estaba consciente de que pronto seria el acto académico, dos meses mas y no volvería a ver a ninguno de sus compañeros de curso, tampoco podría presenciar la hermosa y radiante sonrisa de Naruto durante los descansos, ese sin duda era su momento predilecto del día, a pesar de que se limitaba a observarle desde lejos, con eso se conformaba, pero ahora que iba a salir tenía que olvidarse por completo de él
Los consejos de Hidan no eran infalibles después de todo. De hecho, la atracción por Naruto seguía indemne, no se trataba de una simple calentura como su amigo le comentó con seguridad, no era eso, verdaderamente le gustaba Naruto, y él en cambio…se había aprovechado de él
Tamborileó los dedos contra el marco de la puerta, sin terminar de decidirse por despertar a Naruto y acompañarlo a su casa o esperar un poco a que el chico descansará y se le pasara un poco el alcohol, lo más prudente era esperar
Se encaminó al ropero para tomar una toalla, primero se ducharía y ya después se las arreglaría para hablar con Naruto
***
Sintió como tocaban su hombro con insistencia, se removió entre las sabanas, cubriéndose completamente con ellas, aun estaba cansado, tenía mucho sueño y no entendía porque se empeñaban en querer despertarlo
-Cinco minutos más- murmuró fastidiado, pero el molesto contacto sobre su cuerpo no cesó. ¿Por qué Jiraiya no lo dejaba dormir tranquilo un poco?, siempre se quejaba por su interminable energía, y ahora que pretendía descansar un momento no lo dejaba en paz, vaya anciano tan mas extraño
-Naruto- la cabeza aun le daba vueltas pero pudo identificar aquella voz en su oído. No se trataba de Jiraiya. Se quitó las sabanas de golpe para encontrarse con el meditabundo semblante de…
-"¿Itachi?"- se levantó alarmado de la cama, sin dejar de apuntar al apuesto muchacho de ojos escarlata. El aludido suspiró, forzó una sonrisa que no apareció. -¿Qué haces en mi casa?- preguntó confundido, parpadeó en reiteradas ocasiones, sin terminar de asimilar lo que estaba pasando, quizás aun estaba dormido y solo se trataba de otro de esos sueños lucidos que suelen dejarte esa sensación de estar viviendo lo que ocurre en tu subconsciente, si eso era
-No estoy en tu casa, Naruto- esta vez consiguió sonreír sin tener que esforzarse, Hidan siempre le echaba en cara lo distraído que era Naruto al no darse cuenta de su presencia a la hora del descanso, ahora apoyaba su teoría. –Tu estas en la mía- agregó, contemplando como Naruto miraba apenado su fisionomía en el espejo a sus espaldas, ni siquiera se había percatado de que estaba desnudo
El rostro de Naruto pareció palidecer momentáneamente al reparar en las prendas de ropa esparcidas en el suelo, a un costado de la cama. Era su uniforme y él estaba desnudo en la casa de Itachi
-No - su corazón dio un vuelco al percatarse de lo sucedido. Había accedido a acostarse con un muchacho cuyo apellido ni siquiera conocía
-Déjame explicarte- masculló Itachi, indagando mentalmente por donde sería apropiado comenzar a justificar sus acciones, no, definitivamente no tenía justificación alguna, estaba plenamente consciente cuando comenzó a toquetear a Naruto en el comedor, aun cuando lo cargó con mucha dificultad hasta su recamara para después saciarse con su cuerpo, desde cualquier ángulo estaba mal visto
-Esto…- Naruto se precipitó a recoger la ropa del suelo, negándose rotundamente a mantener contacto visual con Itachi, se sentía sumamente apenado y confundido
-Escucha- Itachi se ofreció a ayudarlo a juntar la camisa que se encontraba cerca de él. Estaba por entregarla cuando Naruto se la arrebató de las manos. –A mi me…
Naruto alzó la mirada, sus labios habían comenzado a temblar pero se negaba a llorar. Había sido su culpa. Solo recordaba haber estado muy nervioso, terriblemente nervioso y con la confesión de…
La saliva se atoró en su garganta al recordar a su amigo
-Esto no pasó, n-no debió pasar- terminó de ponerse los pantalones con mucho esfuerzo. Se tambaleó hasta la puerta para salir pero Itachi lo tomó nuevamente de los hombros, ¿es que no entendía que quería largarse?
-Naruto…- profirió con suavidad, el aludido se dio la vuelta sumamente enfadado
-Cállate, solo déjame regresar a mi casa- bajó la mirada, situando su mano sobre la perilla de la puerta. Itachi le sonrió a medias
-Esa es la puerta del ropero- le aclaró enseguida. Naruto se maldijo mentalmente al corroborar lo dicho por Itachi. –Déjame te acompaño a tu casa y de paso te explico
-No- pero Naruto lo empujó con molestia para dirigirse esta vez a la salida. Estaba desorientado al salir del cuarto pero pronto se orientó por el aroma a alcohol proveniente de la planta baja. Se sujetó del barandal para forzarse a bajar con cuidado los escalones. Era una burla que Itachi se mostrara más amable con él cuando anteriormente se había portado serio y frio. Seguramente era otro de sus planes para llevárselo a la cama, él no era así, solo fue un error, solo eso
Un error irremediable
***
Naruto había llegado a su casa dos horas más tarde de lo usual. Afortunadamente Jiraiya estaba fuera y eso en parte le alivió bastante, después de constatar en la nota de la nevera que su padrino volvería hasta entrada la noche. Se decidió por dormir otro poco, su mente era un revoltijo de ideas estúpidas
Se negó a contestar el teléfono luego de que reparara en el numero que mostraba el identificador, era Deidara, ¿Qué demonios iba a decirle?
No podía llegarle con aquella vulgar premisa de haber tenido sexo con Itachi, ni siquiera sabía cómo carajo pasó. No quiso que Itachi le dijera por miedo a recordar detalles, solo quería olvidarlo todo, hacer como que nada sucedió y seguir adelante
Siempre podría ignorar los constantes reclamos de su amigo en torno a su fallida misión de ayudarlo a conseguirse un novio. No era su obligación, simplemente le mentiría, aunque no sabía muy bien como, sería lógico que Deidara se enterara de ello tarde o temprano, especialmente porque no acordó nada con Itachi respecto a lo ocurrido, no recordaba ni haberle mencionado a Deidara durante los eternos minutos que permaneció junto a la mesa con él, vaya estúpido que fue
Al día siguiente, Naruto aun seguía en su cama. Al no encontrar una buena excusa para contarle a su amigo, había optado por una decisión más sencilla, no asistir ese día a clases, al menos dispondría de ese tiempo para pensar con claridad en que decirle a Deidara sobre el atractivo muchacho de mirada enigmática
-Naruto- cubrió su rostro con la almohada cuando los rayos solares le dieron de lleno en el rostro. Forzándolo a despertarse
-Cinco minutos más, Itachi
-¿Itachi?- preguntó Jiraiya confundido. -¿Quién es Itachi?- frunció el entrecejo, lanzando de un golpe la almohada, Naruto se vio obligado a despabilarse
-Itachi es…- se golpeó la frente con su puño al percatarse de su palabras, incluso se sintió mal por no poder olvidar a aquel bastardo que solamente se había aprovechado de él. –Un amigo- mintió cabizbajo
Jiraiya lo observó un momento, siempre se enteraba cuando Naruto mentía y esta no era la excepción, su rostro afligido gritaba la palabra mentira
-¿Pasó algo ayer, Naruto?- inquirió, sentándose junto al aludido, este negó con la cabeza, una bella sonrisa iluminó su rostro
-Solo que Deidara casi hace explotar el laboratorio- comentó divertido, al menos en eso no mentía, aun recordaba como su amigo había agregado intencionalmente un químico diferente a la formula que el profesor en turno les había entregado
-Ese muchacho me sigue pareciendo demasiado rebelde para que sea tu amigo- se sinceró Jiraiya, alborotando el cabello puntiagudo de Naruto, este entrecerró los ojos, imitando un gesto similar al de un zorro
-No es mala persona- alegó, cruzando los brazos
-Tienes razón- exhaló el mayor, poniéndose de pie. –El malo eres tu- Naruto abrió los ojos en completo asombro. –Por no poner la alarma- se rió del semblante aterrado de Naruto. El renacuajo caía muy fácilmente en sus trampas, era demasiado ingenuo pero le tenía mucho cariño
-Mejor me voy alistando- refunfuñó el rubio, dirigiéndose al baño para asearse. Sus piernas aun se sentían pegajosas, era una sensación molesta e incómoda. Nunca más trataría de ayudar a alguien, por muy amigo o familiar que fuera de él
El camino al instituto le pareció muy corto a diferencia de otros días. Quizás se debiera al hecho de que seguía sumido en sus pensamientos y no lograba encontrar una excusa para justificar sus actos
En primera no debió seguir a Itachi hasta su casa, pudo haber esperado otro día o simplemente evadirlo hasta que su amigo estuviera presente. Su segundo error fue entrar a su casa cuando pudo esperar pacientemente desde la puerta y decirle todo desde ahí, y en tercera… ¿Cuál era la tercera?, ya no importaba, el daño estaba hecho y con ello la traición a su mejor amigo
-"Hey torpe", ¿estás sordo?, hmp- Naruto detuvo sus pasos al escuchar la voz de Deidara a sus espaldas. Esbozó una falsa sonrisa antes de encararlo
-Ah, hola, estaba distraído- se encogió de hombros. Deidara enarcó una ceja, inspeccionó a detalle el rostro de Naruto, algo andaba mal. -¿Qué pasa?- inquirió nervioso, retrocediendo unos pasos
-Te noto extraño- admitió Deidara, rascando su barbilla. Naruto se sorprendió al enterarse de lo predecible que era, Jiraiya tenia razón en eso, era demasiado transparente, y entonces recordó el vino…
-Resaca- dijo en voz baja
-¿Qué?- Deidara se acercó pero esta vez no obtuvo respuesta. –Bueno ¿Qué no piensas decirme como te fue ayer?
Naruto sintió una sensación molesta recorrerle el cuerpo, como si toda la sangre se hubiera ido a sus talones. Tenía que pensar en algo y rápido
Una pareja de novios paso al lado de ellos. Naruto suspiró aliviado
-Parece que tiene novia- mintió, tratando de zafarse de una vez por todas de las posibles interrogantes de su amigo. Ya después le diría la verdad, mientras tanto…
-¡¿Qué?!- exclamó Deidara en voz alta. Naruto se apenó al notar las miradas que les dirigían los estudiantes al paso. –No es posible- frunció el ceño y apretó sus puños con fuerza. Itachi le gustaba desde que entró al instituto y nunca lo había visto cerca de ninguna chica, solo cerca de sus compañeros de debate, aunque eso no eliminaba la posibilidad de que frecuentara a alguna mujer fuera del colegio
-Lo siento- repitió Naruto por inercia
-Olvídalo- Deidara movió su mano de arriba hacia abajo, como si aquella cuestión no fuera tan importante, de todas formas no era culpa de Naruto…si solo supiera. –Quien quiera que sea esa zorra sucia la sacare del camino, hmp- gesticuló seguro de sí mismo
Naruto detuvo sus pasos antes de entrar al salón, no había mayor problema con olvidar lo sucedido, así como de convencer a su amigo de que no había sido culpa suya lo que paso, si solo supiera que esa zorra sucia…era él.
