Mi primera traducción!! ^^

Espero hacerlo bien y que les guste la historia tanto como me gustó a mi!!

Este fanfic pertenece a DramaticField, yo solo lo traduzco.


1. Pesadilla.


Rosalie POV

.

Yo sabía que esto pasaría algún día, por el simple echo de que Bella ya llevaba dos años siendo un vampiro, y empezaba a extrañar a sus amigos humanos.

Por supuesto, Edward haría todo lo posible por complacerla, así que había decidido invitarlos a todos a casa, en lo que sería una pequeña fiesta de reencuentro.

Gracias a eso, ahora me tocaría aguantar a los amigos de Bella, hablando sobre sus estúpidos problemas amorosos y sobre el transcurso de sus vidas durante estos dos años. Que diversión… una perfecta burla a mi ideal sobre como pasar una noche de viernes.

Seguramente habría gastado mi tiempo con Emmett, o yendo de compras con Alice, cualquier cosa antes que esto.

No quería verlos de nuevo. No los había visto desde la graduación y no tenía intención de verles en un futuro, pero todo había cambiado con la fiesta o reunión que habían organizado Edward y Bella.

A mi solo me importaban Emmett y la familia, y no lo que una panda de humanos tuviera que decirme sobre sus miserables vidas… Aunque en el fondo, deseaba ser como ellos… Ser capaz de tener hijos…

Ellos eran normales y serían capaces de formar una familia. No era justo en lo más mínimo.

Ver a Jessica, Angela, Ben, Mike y Eric solo sería como recibir una bofetada en plena cara, recordándome lo que yo nunca podría llegar a ser.

Nadie, excepto Jazz, sabía como me sentía. El había intentado aliviar mi angustia, y debo decir que hizo un buen trabajo, ya que conseguí bloquear mis pensamientos a Edward.

No le había dicho nada a Emmett, ya que él se veía bastante contento por la reunión, y francamente, eso me había molestado.

Nosotros éramos siempre los sociales, los tipos divertidos a los que les encantó tener a Bella como nueva hermana, porque debo admitir que al final Bella no estaba del todo mal, aunque aún me estaba acostumbrando a ella.

Emmett… ojala que él no notara mi malestar esa noche. Quiero decir, aunque yo estaba celosa de Bella y de sus amigos, por poder tener hijos, jamás renunciaría Emmett o algo parecido.

Los niños solo eran parte de mi sueño, sueños en los que Emmett y yo corríamos detrás de nuestros hijos, de pelo rubio y con grandes ositos de peluche… La perfecta combinación entre Emmett y yo.

Fácilmente podríamos adoptar un bebé, pero yo no deseaba este tipo de vida a nadie. No podría condenar a nadie a esta existencia.

A nadie excepto a Emmett… él fue diferente. Lo necesité en cuanto vi su rostro por primera vez. Tenía algo diferente. Podía ver al pequeño Henry en él aún cuando lo estaba atacando un oso.

Él me necesitaba y yo lo necesité a él. Lo amo.

De repente sentí a Emmett buscándome. Desprendía felicidad y entusiasmos por todas partes. Incluso a pesar de mi mal humor, le sonreí mientras que me giraba a verlo.

—Hola bebé—me dijo.

—Hola cielo—le dije mientras que me recogía el pelo en una cola de caballo.

— ¿Estas emocionada por lo de esta noche?—preguntó mientras que me cogía las manos, besando mi alianza.

—Sí… muy emocionada—dije fingiendo estar de buen amor.

— ¡Eso es genial! Pensaba que no ibas estar… bueno… muy feliz con esta situación—Emmett levantó mi barbilla, haciendo que nuestros ojos se encontraran.

Él estudió mis rasgos detenidamente, mirándome fijamente a los ojos, consiguiendo que perdiera el hilo de mis pensamientos.

—Eh… si, bueno…—murmuré, distraída por su presencia—Todo está bien.

—Eso es bueno—dijo él sonriendo, luego de besarme—Cariño… yo se que esto no va a ser fácil para ti… así que… puedes pedirme lo que quieras después de que todos se vayan esta noche. Será como una pequeña compensación—dijo con una linda sonrisa impresa en su cara.

¿Y que iba a pedirle? No podía decirle la verdad, confesarle que no quería bajar abajo y plantarle cara a mis temores, que no quería estar presente esta noche… Sería demasiado egoísta.

Me beso apasionadamente, logrando que olvidara todos esos problemas y me centrara solo en nosotros.

Volvió a besarme otra vez y después se separó poco a poco de mí.

—Han preparado algunos juegos interesantes, ¿sabes?—me dijo.

— ¿Cómo cual? —pregunté, aunque no estaba intrigada.

—Girar la botella…—dijo mientras que volvía a besarme—Pero tranquila, lo hemos amañado para que las parejas casadas se besen entre ellos…

Me dio un pequeño tirón, acercándome aún más a su regazo. Yo me limité a besarlo rápidamente.

Él se rió juguetonamente y comenzó a besarme por el cuello, logrando arrancarme un pequeño gemido. Entonces, para mi disgusto, paró.

— ¿Qué? —puse mala cara.

—Bebé, tenemos que ayudar a Jasper y a Alice con la decoración.

—Ah…que divertido—dije mientras que me alejaba de él.

Escuché la risa de Emmett, y segundos después tenía sus manos sobre mi cintura.

—Solo van a ser diez minutos—me dijo mientras que volvía a besarme apasionadamente.

Reí contra sus labios mientras que entrelazaba mis manos con las suyas, y todo abría sido perfecto de no haber escuchado unos pasos en el piso de abajo.

Pudimos escuchar la risa de soprano de Alice y las carcajadas más profundas de Jasper mientras que bajábamos por las escaleras en dirección al salón.

Nos los encontramos abrazaditos, mientras que Jasper besaba la nariz de Alice juguetonamente.

Reí suavemente. Se veían demasiado adorables juntos.

Se giraron hacia la entrada de la sala cuando escucharon a Emmett silbar de manera picarona, provocando una sonrisa nerviosa en Alice.

—Oh, ¡hola chicos!—saludó ella cuando entramos en la habitación.

—Hola. Oye, ¿necesitáis ayuda con la decoración? —pregunté mientras que reforzaba mi agarre en la mano de Emmett.

—Si, claro—dijo alegremente mientras que empezaba a abrir unas cajas de adornos.

Emmett y yo comenzamos a abrir más cajas de adornos. Había tantos adornos que me pareció algo estúpido. Una boda era una cosa, una celebración era algo completamente distinto. Todos estos adornos no eran necesarios… aunque sabiendo como le gustaban a Alice estas cosas, ¿por qué me sorprendía?

Colgamos farolillos de papel y globos por toda la sala de estar, dejándola bastante bonita, aunque ni siquiera el trabajo logró cambiar mi estado de ánimo.

Jasper debió sentirlo, ya que se acercó hasta mí, colocando su mano en mi hombro, logrando que sintiera una gran calma.

—Todo va a ir bien Rose—murmuró de tal manera que solo yo pude oírle. Me sonrió levemente.

—Gracias Jazz… pero sinceramente, estoy deseando que esta noche acabe…

—Lo se, lo se, pero piensa que luego de esto, no vas a tener que volver a verlos.

— ¡Es que no quiero verlos! ¡Aunque solo sea una única noche! ¡Ese es el problema!—exclamé bastante alto.

Emmett y Alice giraron su mirada hacia mí. Yo empecé a frotarme el puente de la nariz, molesta. Jasper les dirigió una mirada de "todo está bien" y ellos volvieron a la decoración.

—Rose… deberías de contarle a Emmett como te sientes—me dijo mi hermano.

—No puedo—dije en voz baja.

Entonces, Emmett se acercó hasta nosotros.

—Jazz, ¿pasa algo si me robo a mi esposa hasta que llegue la noche?—preguntó Emmett.

—No, en realidad yo también iba a llevar a mi esposa arriba un rato—contestó mientras que miraba a Alice con cariño. Ella le sopló un beso.

Emmett me cogió al estilo nupcial, llevándome hasta nuestro cuarto y dejándome sobre la cama.

Él se subió encima de mí, sosteniendo su peso sobre sus brazos, y me besó una vez, dos veces, tres veces, y al final del tercer beso yo ya tenía mis brazos alrededor de su cuello.

Traté de dejar mis pensamientos atrás para concentrarme solo en Emmett.

De vez en cuando, mi cabeza vagaba con preguntas del tipo "¿Se abrían casado Jessica o Angela con Mike, Eric o Ben?"

Los pensamientos seguían fluyendo, a pesar de que yo estaba besando a Emmett.

Dentro de poco, todos estarían aquí. En cuarenta y cinco minutos en realidad.

Emmett gimió levemente y giró nuestros cuerpos, quedando yo encima de él.

—Eres preciosa—susurró mientras que volvía a besarme.

—Y tú eres increíble—le dije yo mientras que le besaba de vuelta.

Seguimos con nuestra guerra particular de besos, mientras que sus manos subían y bajaban por mi espalda, recorriendo todos los rincones de mi cuerpo, haciendo nuestro encuentro cada vez más y más pasional.

Me abría gustado quedarme aquí toda la noche, pero Emmett no me habría dejado.

Miré el reloj de reojo. Solo quedaban veintiocho minutos hasta que llegaran los invitados.

—Tenemos que empezar a prepararnos—dije mientras que me apartaba de los labios de Emmett.

—Sí… debemos—Emmett suspiró mientras que me besaba por última vez.

Yo suspiré, muy molesta.

— ¿Qué te vas a poner, cariño?—me preguntó mientras que rebuscaba en el armario.

—Supongo que unos pantalones de vestir con alguna camiseta elegante… Aún no lo he decidido.

—Bueno, seguro que te ves bien—me dijo mientras que me guiñaba un ojo. Yo me reí tontamente.

—Si, si, seguro—volví a reír— ¿Y tú? ¿Qué te vas a poner? —pregunté intrigada. Me encantaba verle bien vestido y arreglado.

—Una camisa y unos vaqueros—dijo mientras que sacaba la ropa.

—Bien, seguro que estás muy guapo—le dije, sonriendo juguetonamente.

Encontré un lindo pantalón de vestir y una blusa de color rosa de manga corta, con el escote en forma de V. Me cambié rápidamente y cuando me di la vuelta, mi mandíbula se cayó literalmente al suelo al ver a Emmett en jeans y en camisa.

Le rodeé por detrás con mis brazos mientras que le di un beso en el hombro.

Él se dio la vuelta y me besó pasionalmente, empujándome hacia la cama.

—Me gustas mejor sin esto—dije mientras que tiraba de su camisa.

—Ya tendremos tiempo para esto bebé—me dijo.

De repente alguien tocó la puerta.

Nos separamos rápidamente, dirigiéndonos a la puerta con nuestras manos entrelazadas.

Cuando abrimos, nos encontramos a Jessica y a Mike frente a nosotros, tomados de la mano.

Lo siguiente que noté fue el gran bulto que sobresalía del estómago de Jessica, y que llevaba puesta ropa de pre-maternidad.

Luché contra la necesidad de emitir un gran sollozo, y noté como Emmett me apretaba la mano.

Él se había percatado del gran golpe que acababa de significar esto para mi, y lo hizo aún más notable cuando soltó nuestras manos y pasó su brazo por mi cintura, brindándome todo su apoyo.

Sentí una grandísima envidia por la pequeña humana, pero antes de que pudieran notar algo, rehice la expresión de mi cara, sonriendo levemente, y hablé, aplastando mi dolor.

—Hola Jessica—hice una pausa—Hola Mike.


Continuará...


Bueno, hasta aquí el primer capítulo.

Espero tener pronto el segundo, aunque eso también dependerá del número de reviews... xD

.

Y gracias a Becca por dejarme traducir su historia :]

.