No lo dejaban en paz, fuera donde fuera lo seguían los chismes. Rita Skeeter seguía creando mentiras, escribía sobre él como si lo conociese de toda la vida. "Escoria Malfoy" así lo referenciaba en sus escritos.

Lo peor de todo es que Astoria lo traicionó, le engañó. Eso no le dolió, lo terrible era que había engatusado a su padre, Sí, a Lucius Malfoy. Semanas después de desposar a Astoria había fallecido "accidentalmente". Entonces ella se quedó con todo el dinero de la prestigiosa familia Malfoy, todo porque su lujurioso padre los había dejado en la calle a su madre y a él.

Exactamente lo que les había arrebatado era el dinero Malfoy, porque él dinero de los Black lo seguían teniendo. Aun así eso no impidió que su humillada madre fuera a España, lejos de todos los chismes de Rita Skeeter. Una huida inteligente a su parecer.

Y él fue un idiota por quedarse, por creer que podía recuperar lo que esa arpía le robó. Por suerte sus amigos seguían con él. No lo dejaban, por ello estaba agradecido. Se largó a vivir a una ciudad Muggle, donde no lo reconociese nadie pero era imposible, siempre había uno que otro mago cerca que sabía quién era él, lo señalaban o lo esquivaban cambiando de acera.

— No siento nada. — Se dijo Draco una mañana mientras se afeitada frente al espejo. — Nada me emociona o sorprende.

— Lo que necesitas es amor. — el rubio vio en el espejo a Theo, el cual que estaba comiendo una de sus amadas manzanas.

— Lo que necesito es desayunar y por lo visto te lo acabas de tragar. — respondió Draco, se limpió la crema de afeitar con agua y luego procedió a secarse con la toalla.

Theo le dio un par de mordiscos a la manzana, le hacía gracia ver a su amigo enojado. era claro que sentía esa emoción.

Draco volvió a centrarse su reflejo, volvió a mirar y notó un corté bajo su pómulo derecho, no, no necesitaba amor, aunque lo necesitase, no habría quien le amase, su ex—prometida le hizo saber que no era bueno para aquellos sentimientos pasajeros. Ninguna mujer se uniría a un mortífago.

Solo necesitaba recuperar su vida, volver a sentirse vivo, creía que recuperar la mansión le haría feliz. Tenía el dinero suficiente para vivir 10 vidas, pero quería esa mansión, ese había sido su hogar, ahí había crecido. O fue un hogar hasta antes de que Voldemort metiera la nariz en ella.

Volvió a mirar su mejilla, aquel corte al parecer había sido profundo, tenía un río de sangre, un recordatorio de que estaba vivo. Era un muerto encubierto.

Para cuando salió del baño, Theo Le esperaba con una café muggle, en algún tipo de envase plástico.

— ¿Alguna noticia de tu madre? — preguntó su Nott, miró el aspecto de su amigo, por fuera lucía bien, pero en el interior estaba seco. Lo sabía. Necesitaba una novia o una esposa. esa clase de compañía que te hace sentir completo, ese cascabel que no te deja solo.

— Conoció a un mago español... — Draco hizo una mueca de desagrado. — Me ha dicho que será un buen padrastro.

— ¿que sientes al respecto? — preguntó Theo.

— Nada, es la decisión de mi madre, no soy un niño para oponerme. — él llevó el café a su boca. Sabía bien y le recordó a Hogwarts, esas mañanas en que todo era perfecto hasta que el trio de gatos hacía aparición y le arruinaban la mañana. Miró al castaño, parecía una bomba de tiempo que estaba a punto de explotar. — Dilo, sé que mueres por soltar el chisme.

— Andrómeda Tonks, es decir tu tía ha fallecido— Theo quedó en silencio esperando alguna reacción de parte del rubio, Pero solo lo vio beber más café. — Tu sobrino está a punto de ser enviado a un orfanato muggle, o recogido por su padrino.

—¿Quién es el padrino?. — preguntó Draco. No le sorprendía la muerte de su tía, era mucho mayor que su madre. Pero no podía dejar abandonado a su sobrino, no había tratado lo suficiente con Nymphadora, pero el niño era hijo también de su ex profesor. Debía hacer algo.

— Potter, quiere adoptarlo y darle una familia.

— No podrá, está en la academia de aurores ¿con quién lo dejará?. ¿Con Kreacher o con los Weasley? — Draco empezó a mirar su hogar, la cual tenía un gran salón, tenía varios pisos superiores, el vecindario era tranquilo, había un parque al final de la calle. Además dudaba que su madre hiciera algo por el pequeño de dos años. Contaba con un ambiente acogedor…

—¿acaso estás pensando en adoptarlo? — preguntó Theo, luego negó con la cabeza. — No, ya lo has decido.

— Iré al ministerio y pediré su custodia absoluta — el rubio se puso en pie. — ve por nuestros amigos, iremos a un centro comercial muggle. Vamos a necesitar muchas cosas para un niño de dos años.

Theo asintió, se retiró. Al parecer su amigo no había pensado en que adoptando a Teddy Lupin, tendría en casa constantemente a los ex Gryffindor. Cada uno iría a visitarlo todos los días para verificar el bienestar del niño.

De alguna de esas visitas podría salir la pareja de Draco, descartaba a Luna, la cual estaba en alguna parte del mundo buscando animales mágicos. Solo quedaban Ginevra Weasley y Hermione Granger como candidatas. Había oído que ésta última había terminado con Ron porque no tenían nada en común más que su casa de Hogwarts. Además de que "olvidó" mencionar que era la madrina del pequeño.

Draco estaba en camino a convertirse en un padre adoptivo para el pequeño.

Theodore quería ser el padrino, no le importaba si el idiota de Potter se oponía, le lanzaría un crucio si decía algo. O quizás era mejor ser el tío millonario.

Sea cual fuera el caso, todo el asunto requería sanar el corazón de Draco y alimentar la vida del pequeño Teddy.