#LapasióndeLeer
Saga siempre había sabido que Mu tenía un don especial con los niños y ahora la imagen frente de sus ojos le daba la razón. Ahí estaba su compañero, sentado en cómodos almohadones sobre el suelo rodeado de unos once niños de diferentes edades, mientras les leía un cuento del cual no tenía ni la más remota idea de que trataba, mas no estaba ahí para leer, sino para darle uno de los mejores días de su vida, para menguar aunque sea un poco las tristezas ocurridas en él pasado.
Los niños estaban atentos a lo que el pelilila leía en voz alta, de las veces que matizaba su voz para darle profundidad a la lectura y la emoción que le daba a cada escena. Mu se veía cómodo entre esa pequeña población de infantes, que reían cada que Mu leía algo chistoso o se emocionaban cuando cambiaba el timbre de su voz para denotar algo realmente grandioso.
Aun no sabía cómo había salido la idea de ir a una biblioteca, pero no importaba, ver tanta paz rodear aquella habitación infantil lo hacían estar en paz consigo mismo.
-¡Niños, hora de volver al autobús! – la voz de una mujer entrada en edad resonó en esa pequeña sala, la cual fue llenada de quejas por parte de todos los pequeños.
-pero, el cuento está muy interesante – rezongó un pequeño castaño que se levantaba perezoso y tiraba unas patadas a la nada.
-¿Y qué pasará con la ballena? – preguntó la dulce voz de una niña, la más pequeña de todas.
-Lo seguiré leyendo, la próxima vez que vuelvan – prometió Mu levantándose de su sitio. Los niños a regañadientes aceptaron y concordaron en una nueva cita con el ariano, luego de eso, Mu los vio partir.
-Pobres… se ve que tienes un don con los niños – dijo Saga acostándose sobre un montón de almohadones en el suelo. Mu lo miró divertido mientras dejaba el libro que les leía a los niños en un estante y buscando otro con la mirada.
-¿Lo crees? – le preguntó mientras escogía otro libro del estante y caminaba a tomar su antiguo lugar.
-Por supuesto, tal vez y puedas tranquilizar de esa manera a Kanon – dijo con algo de gracia. Se tapó los ojos con su brazo para descansar un poco y para que la luz del ventanal evitara darle de lleno en su cara, por lo cual no tuvo oportunidad de ver como el ariano recostaba su cabeza en su estómago. No hizo, ni dijo nada al sentir el peso en su abdomen, al contrario, se acomodó mejor en los suaves almohadones.
»Ella me dijo que bailaría conmigo si yo le traía rosas rojas —exclamó el joven estudiante—, pero en todo mi jardín no hay ni una sola rosa roja.
El ruiseñor lo oyó desde su nido en la encina y lo miró con asombro a través del follaje…
La voz clara del pelilila llegó a sus oídos, creía recordar que cuento era, pero cada vez que seguía la lectura, sentía que perdía más y más su capacidad para quedarse despierto, cayendo de apoco en un reconfortante sueño.
Para cuando despertó ya no se escuchaba la voz del ariano, pero seguía la cabeza de él sobre su estómago. Se inclinó un poco para ver que sucedía y lo vio durmiendo con el libro en su pecho, con la respiración calmada y serena.
No se movió, no quería despertarlo, solo se quedó muchos minutos más así, contemplando el silencio y disfrutando de aquellos escasos momentos tan íntimos que en ocasiones el pelilila le daba.
N/a: Hola, Querubines, ¡Feliz año nuevo a todos!, que este año esté lleno de nuevos proyectos, de nuevas metas, de nuevas personas, nuevos ambientes, nuevos fanfics y mas actualizaciones XD
Así que aprovechando las novedades, he querido volver después de mucho con una colección de Drabbles&Viñetas de la pareja que hasta el día de hoy, a pesar de los años me sigue encantando como la primera vez (Lo sé, los amo con locura), es algo cortito, pero como siempre hecho con todo el cariño del mundo para ustedes.
Por los siguientes días estaré ocupada en actualizar mis historias pendientes (Sí, ando habilosa este último tiempo) por lo que espero sorprenderlos con las futuras actualizaciones.
En fin, espero que haya sido de su agrado. Este pequeño fic está dedicado para ustedes.
Saludos a todos.
