Ni contigo,… ni sin TI
Disclaimer: Ya lo sabemos todos, nada de esto es mío… ojala (de ilusión también se vive). Todo es de la gran J.K. Rowling, así que…
########################################################################################################
Era temprano, demasiado temprano. Los rayos de sol aun comenzaban a filtrarse por la ventana, apenas serian las seis de la mañana pero el despertador no dejaba de sonar.
- ¡Maldito trasto muggle!- dijo un chico de unos veinte años mientras lo lanzaba contra la pared. El golpe fue notable, pero aun así el despertador seguía sonando.
- Ya voy, ya voy-dijo hablando consigo mismo y desperezándose un poco.
Estiró los brazos, se restregó los ojos y se incorporo en la cama. Decidió que seria mejor darse una ducha para acabar de despertarse así que camino a oscuras hacia el lavabo, no le hacia falta encender las luces, aunque llevaba poco en aquella se la conocía como la palma de su mano. Una vez en el baño se quito los boxers negros con los que dormía y dejo que el agua corriera libremente por cada centímetro de su musculado cuerpo mientras se relajaba. Una voz lo interrumpió picando a la puerta:
- Llegarás tarde. Date prisa- dijo un chico sin entrar al cuarto de baño.
No llegaría tarde, él nunca llegaba tarde. Salio de la ducha y se envolvió una toalla a la cintura mientras escogía su ropa. No tardo nada en vestirse, y el pelo se lo dejo tal cual salio de la ducha, pegado a su fina y pálida piel con las gotas de agua aun resbalando por su rostro.
Sin ni siquiera desayunar aunque le sobraba tiempo se encaminó hacia la puerta cuando alguien lo detuvo, obligándole a girarse:
- ¿Donde te crees que vas así? – le pregunto el chico mirándole con atención de arriba a bajo.
- Pues a trabajar, tú donde crees. Ya voy vestido como un muggle ¿no?
- Ah, ah- le repuso negando con la cabeza. - Pero así no, espera –. El chico que aun llevaba el pijama e iba algo dormido fue hacia su cuarto y salió inmediatamente con la varita en la mano, se acerco al otro y le apuntó directamente al pecho.
- Recuerda lo que te explicamos – dijo lanzándole un hechizo que le cambio su perfecta camisa blanca abierta hasta el tercer botón y sus pantalones oscuros por unos jeans rotos y una camiseta vieja.
- Mucho mejor – dijo con una sonrisa maliciosa en sus labios
- ¿Qué? No querrás en serio que salga así a la calle- exclamó con furia mirándose en el espejo que tenían en el recibidor de la casa. -Disfrutas con esto ¿verdad?
- Pues la verdad es que no me lo paso nada mal. Pero no te quejes tanto, si te queda mucho mejor que ese Arma..no se que, que te pones todos los días.
- ¡Arma.. no se que! –repitió el chico ofendido, - se dice Armani, Ar-ma-ni -le deletreo como si se lo estuviera explicando a un niño pequeño -¿Es que no has aprendido nada en estos dos años?
- Si, es cierto –añadió mirándolo seriamente fingiendo arrepentimiento. -Que tengo mejor gusto que tú para la ropa –sonrió. -Anda, vete ya
#####
Salio a paso rápido hasta el callejón Diagon donde podría llegar al Londres muggle, sin problemas y sin que nadie sospechara nada extraño. Debía parecer lo más normal posible y no podía aparecerse pues no conocía el lugar.
Llego al centro de la capital, estaba abarrotada. Solo eran las siete de la mañana pero la gente iba muy atareada de un lado para otro, empujándose y apartándose unos a otros y el ruido de los coches era ensordecedor. Mientras caminaba desplegó el pequeño papel que apretaba en su puño y lo leyo:
18 Landsey Street
Sr. Harold Collins
Tras caminar un par de manzanas más, giro la esquina y reconoció el nombre de la calle: Landsey Street y miró los números 30, 28, fue descendiendo observando todos los edificios …por fin 18. No había sido tan difícil, había salido una hora antes de casa por si acaso, pero en realidad había sido pan comido encontrarlo pensó con algo de arrogancia. Miro hacia arriba y vio un gran edificio que hacia sombra a varios metros de la calle. Entro con paso firme aunque la inseguridad le carcomía por dentro, estaba muy nervioso… ¿él… nervioso? y gastaba todas sus fuerzas en ocultarlo a su alrededor. Se fue directo hacia la recepcionista:
- Buenos días ¿deseaba algo?
- Si, verá, estoy buscando al Sr. Collins
- Sr. Collins. Si, el director de la revista- dijo mientras miraba en uno de esos aparatos muggles como buscando algo más que decirle .-Es el piso 33. Cuando llegue pregunte a su secretaria
#####
Repitió mentalmente las palabras que le había dicho la muchacha: "El director de la revista…", así que en eso consistía el trabajo, trabajaría para una revista…pero si el no tenia ni idea de escribir, no conseguiría ese trabajo de ninguna de las maneras. "Bueno, ya pensare en eso más tarde" se dijo para si mismo, "ha dicho piso 33 ¿no?". Y se dirigió hacia las escaleras. Durante todos estos años no había querido conocer más que lo necesario del mundo muggle, así que el ascensor no era una palabra común en su "mágico" vocabulario. El no necesitaba esos tontos inventos como los llamaba, aunque se había acostumbrado a algunos y eran de gran utilidad, jamás lo reconocería. Había cambiado, si, pero tampoco tanto.
Pensó que tenia suerte de haber jugado al quidditch durante todo el tiempo que estuvo en Hogwarts porque sino le hubiera dado ya un infarto. Estaba ya exhausto cuando miro el rellano al que llegaba: piso 31 "Loones & Co" Bufete de Abogados. Otra vez abogados pero ¿cuántos abogados hay en este edificio?- dijo mientras intentaba coger un poco de aire recordando que ya había visto varios bufetes. Ya solo quedaban dos tramos de escalera, siguió subiendo, cada vez más lentamente piso 32 "Lis McKane Arquitecta"…
Por fin llego al maldito piso 33. Era una sala amplia, con bastantes plantas y una bonita decoración que le daba un ambiente agradable. Dio un giro completo para verlo todo, observando en una de las paredes un enorme reloj que para su desgracia marcaba las 8 y diez. Estaba hecho polvo y para colmo llegaba tarde, definitivamente no era su día. Alguien interrumpió sus pensamientos
- ¿Es usted el señor Malfoy?
Se dio la vuelta para contemplar a una mujer de mediana edad, rubia con el pelo recogido en una trenza y algo rolliza, de apariencia severa.
- Si- dijo inmediatamente
- Llega tarde, tenía una cita a las ocho con el Sr. Collins- dijo recalcando las ocho. Hizo una breve pausa mirando el aspecto del chico de manera desconfiada, parecía casi un vagabundo, pero a pesar de ello, añadió: -Pase.
La mujer, que el supuso seria la secretaria que le habían indicado abajo, señalaba una puerta amplia de color marrón situada justo en frente, donde había una pequeña placa con un nombre grabado: "Harold Collins"
Se intento arreglar un poco el cabello, mientras deslizaba la puerta y dejo escapar un pequeño suspiro como queriendo que todos sus nervios desapareciesen con ese ultimo aliento. Nunca había tenido una entrevista de trabajo, de hecho no sabía ni en que consistía.
- Buenos días. El Sr Malfoy ¿me equivoco?
Draco se acerco para extenderle la mano a aquel hombre de unos 50 años (según sus cálculos), de pelo canoso y gesto amable. Tenía algunas arrugas en su cara, pero su mirada era jovial y sus hoyuelos denotaban que aun conservaba cierto atractivo de cuando fue más joven.
- Buenos días, vengo por…
- Lo se, lo se. Siéntese- le dijo mostrándole una de las sillas que había al otro lado de la mesa. Draco se sentó aceptando la invitación y el hombre que se encontraba de pie, se sentó en una silla al lado de Draco.
- Le veo tenso- ese hombre parecía que pudiera leer la mente y esos ojos tan azules, casi transparentes ver a través de ti. Y lo estaba estaba, estaba muy tenso, y eso que desde que había acabado en Hogwarts hacia ya dos años había tenido que enfrentar cosas más duras que una "tonta" entrevista de trabajo. Pero se jugaba algo más que eso. Dejo sus pensamientos a un lado para seguir escuchando a aquel hombre: -No tiene porque, tranquilícese, se que esperaba una entrevista pero confío en usted, tiene muy buenas recomendaciones.
Draco no sabia que decir "¿recomendaciones?" "seguro pensaban que no conseguiría el trabajo por si solo y…" pensó para si mismo.
- Si bien es cierto que no tiene ninguna experiencia laboral- continuo el hombre-Pero no se preocupe, le encontraremos algo. Bienvenido a nuestra "familia", me alegra tenerle entre nosotros. Empezara hoy mismo ¿de acuerdo?
El rubio ni siquiera había tenido oportunidad de decir nada. Por fin se decidió a hablar:
- Si, bueno, …esta bien, pero ¿cual será mi trabajo?, quiero decir si tengo que escribir… –dijo con algo de humildad, algo raro en él e intentando escoger bien las palabras para no parecer todo lo inexperto que era.
- Ah! Bueno. No tendrá que escribir, si es eso lo que le preocupa- El chico lo miro extrañado y sorprendido por el extraño don del Sr. Collins para adivinar lo que le incomodaba en cada momento. - Como no tiene experiencia de ningún tipo, empezará por lo más sencillo. Además tenemos un puesto vacante que le va a venir a la medida –lo miro con una pequeña sonrisa en el rostro. -Será ayudante personal
- ¿Ayudante personal?
- Si, es como una especie de asesor, un consejero, lo que se dice la mano derecha-le aclaró
- ¿Su ayudante personal?- dijo el chico empezando a comprender cual seria su puesto. No era lo que se dijera un trabajo "digno" de un Malfoy, pensó haciendo una mueca pero había aceptado con todas sus consecuencias. Además se veía un hombre bastante amable, no seria difícil para su orgullo trabajar con él.
- No, yo no he dicho eso- repuso.-Yo no necesito un asesor, ya tengo a mi secretaria, Berta ¿ya la has conocido, no? No se que haría sin ella, soy tan despistado, creo que si no llevara la cabeza sobre los hombros…, aunque a veces es un poco protectora conmigo y eso, ..y cuando se enfada tiene un carácter… Pero, ya me he ido del tema, a lo que iba. ¡Ah si! Ahora le presentare a su jefe. Sígame- le dijo incorporándose y haciendo un gesto con la mano indicándole que le acompañara.
Draco se levanto también y le siguió por el pasillo que quedaba la derecha observando los distintos despachos la mayoría con las puertas cerradas donde veía los diferentes nombres grabados en plaquitas doradas: Sr. Williams, Srta. Carrier,…hasta llegar casi al final del mismo, donde pudo escuchar la voz de una chica:
- La agencia ya ha enviado su nuevo ayudante según me ha dicho Berta. Estaba con el señor Collins, estarán a punto de llegar.
Una joven morena de piel muy pálida tras decir esas palabras salio de la habitación sonriendo a Draco y al Sr. Collins:
- Ya esta esperándoles.
- Bien, gracias Kirsten.
El hombre le señalo a Draco que avanzara y entraron juntos en la habitación. Observo detenidamente aquel despacho pero sobretodo a la mujer que estaba de espaldas a ellos mirando por un amplio ventanal, la vista debería ser muy hermosa desde semejante altura, tratándose del piso 33. El pelo largo le recorría la espalda cayendo liso con unas suaves ondulaciones al final e iba vestida con una camiseta de manga corta ceñida al cuerpo y unos pantalones bajos que dejaban ver su delgada cintura. Debía tener más o menos su edad y parecía realmente hermosa a los ojos del rubio.
- Llegas tarde Harold- dijo la mujer con voz grave sin ni siquiera girarse.
El hombre solo suspiro:
- Sr. Malfoy le presento a su jefa.
Al oír estas palabras la chica se giro inmediatamente:
- ¿TÚ?
#########################################################################
Notas de la autora:
Ahhhhhhhhhhhhhh! Por que Draco necesita conseguir ese trabajo???? Que esconde???? Quien será su JEFA???? Bueno tampoco tiene tanto misterio, supongo que muchos ya os lo podéis imaginar ¿no?, pero tenía que dejarlo ahí… Podrán trabajar juntos… ¿sin matarse?, aunque del odio al amor solo va un paso…
Es mi primer "intento de fic", si lo leéis, please me dejáis vuestra opinión en los reviews, si?? para decirme si os gusta, si no, que deje de escribir, que lo siga .... lo que sea, vale?
*****Zoe*****
1-5-2003
