Hola ¿Cómo están?

Les traigo una historia que espero les guste (bueno, yo hasta casi lloró haciéndola) en fin, a mi justificación quiero mencionar que amo esta pareja y que creo que juntos...las cosas pueden fluir de todas las maneras posibles (aunque no quiere decir que será la única presente en mis fics)

Bueno, saben que Haikyuu! no me pertenece, si no a Haruichi Furudate.

La canción (Imagination) que le da trasfondo a la historia tampoco me pertenece si no a Spyair. (Amo con toda mi alma esa canción, me ha dado tantos ánimos)

Advertencias: Yaoi y Angst (saquen sus Klennex (?) )

Sin más les dejó con la historia.

Capitulo I

"Lágrimas"

Se supone que el verano tendría sabores victoriosos…

Sabor a naranjas dulces, igual a los atardeceres que adornaban nuestra caminata a casa mientras íbamos contándonos la vida cotidiana de dos estudiantes que aman el volleyboll.

Hey, Señor Futuro, yo no esperaba que me pusieras las cosas sencillas.

Pero tampoco esperaba que a ambos nos involucraras en tus pruebas….

─ Quiero que me presten atención un momento por favor…

Takeda traía un rostro compungido, le resultaba difícil el tener que dar malas noticias, sin embargo, era su deber cómo maestro tutor de aquellos chicos sin mencionar, que la funesta noticia de alguna manera le concernía al equipo.

─ ¿Qué sucede sensei? –preguntó Daichi algo frustrado al ver el rostro del profesor y a Kiyoko detrás de él con la mirada ladina y los ojos delatores de que estuvo llorando.

El resto del equipo estaba ahí plantado con los rostros confundidos, Hinata apretaba con fuerza su camisa a la altura del pecho con un hoyo gélido en el estómago, desde hacía unas horas, una sensación incomoda le invadió , algo le decía que las cosas no estaban bien…y ese ambiente tensó que llenó el ambiente, no ayudaba para nada.

¿Dónde Rayos estaba Kageyama? ¿Por qué no había asistido a las prácticas?

─ Es…sobre Kageyama-kun y Tsukishima-kun… Ambos están en el hospital en estos momentos.

La pelota de Volleyball que traía Yamaguchi en las manos cayó al piso, Tanaka y Nishinoya se tensaron, Asahi se sobresaltó, Suga se llevó la mano al pecho por la sorpresa , Hinata tembló en su lugar y nervioso, dio un paso hacia adelante, incrédulo aún por esa noticia, intentando llegar a donde estaba Takeda para decirle , para rogarle más bien, de que fuera una mala broma (aunque en el fondo sabía que ese hombre era incapaz de jugar con algo así), sin embargo alguien se le adelanto enseguida, ese alguien era Yamagushi Tadashi, quien desesperadamente había tomado del brazo al profesor diciéndole a punto de llorar:

─ ¿¡Que le sucedió a Tsukki?! ¿¡Esta bien?! ¡Por Dios Sensei dígame algo!

─ No sabemos exactamente que sucedió–dijo el de lentes, tratando de calmar a Tadashi –Llamaron a la escuela porque ellos traían sus identificaciones de estudiante, y solo no los reportaron como…muy graves.

Las respiraciones de todos estaban contenidas y heladas, Sugawara (aún atónito) tomó a Yamaguchi de los hombros, este estaba con la cabeza baja, con los puños apretados y los labios mordidos.

─ Tsu…kki –sollozó casi inaudible. El setter sólo se limitó a rodearlo con sus brazos, sabía lo cercano que era al rubio, y para él, era comprensible la desesperación que invadió al joven.

─ Sensei –Daichi, asumía su papel responsable de capitán mostrándose imperturbable para no alarmar aún más al resto del equipo, aunque por dentro estaba tan preocupado cómo todos ellos -¿Ya le dieron aviso a sus familiares?

─Fue lo primero que hicimos…

─ ¿Hinata? –Nishinoya se sorprendió al ver al pelinaranja: Tenía las mejillas muy rojas y las lágrimas habían bañado por completo su infantil rostro, ambos puños cerrados y temblorosos , pero seguía sin poder moverse.

─ P-por favor…quiero ir a donde esta Kageyama.

El hospital no estaba muy lejos de la escuela y antes de que cualquier familiar pudiera llegar, todos los de Karasuno ya estaban ahí para ver a sus dos amigos.

─ ¿Familiares de Kei Tsukishima o de Tobio Kageyama? –preguntó la recepcionista al ver cómo casi los muchachos se abalanzaban encima del mobiliario y preguntaban desesperadamente por los mencionados.

─ ¡Somos sus amigos! –gritó Noya con rastro de preocupación, Ukai pusó una mano en el hombro del líbero dándole a entender que él tomaría la palabra.

─ Disculpe señorita, somos de la escuela Karasuno en donde asisten esos dos jóvenes, ya le hemos informado a sus padres del asunto y ellos ya están en camino. Cómo sus profesores hemos venido a saber de la situación de los muchachos -la joven miró alternativamente a Takeda y Ukai , para luego dirigir una mirada lastimera a los chicos.

─ Uno de ellos está en cirugía ahora mismo –dijo – Los dos llegaron en muy mal estado.

─ ¿Qué fue lo que sucedió? –preguntó Takeda mientras los demás contenían el aliento y un Hinata con los ojos acuosos se aferraba al hombro de Nishinoya y un Yamaguchi que no dejaba de llorar se aferraba a Sugawara.

─ Al parecer fue un accidente en motocicleta.

─ ¿¡Que hacían estos críos en una motocicleta?! -Vociferó Ukai completamente frustrado tapándose el rostro y echando la cabeza para atrás.

─ Quiero verlo, ¿Dónde esta? -Hinata se había abalanzado al mobiliario nuevamente, mirando a la enfermera con los ojos suplicantes.

─ Oi Hinata, por favor –dijo Daichi casi reprendiéndolo por sus arranques desesperados. Lo que no sabían era que Hinata estaba consumido en un profundo miedo….miedo de no poder decirle algo importante a Kageyama y que el destino fuese tan cruel para no permitir que eso pasará.

Flashback:

Dos días antes.

─ ¡Estoy enamorado de ti!

El pelinaranja quedo estático, hasta el bollo de carne que traía en la mano cayó rodando en el piso, el tono carmín cubrió sus mejillas poco a poco ante la mirada determinada del setter, quien tan nervioso cómo aquel, esperaba una respuesta.

Pero vamos ¿Cómo esperaría que reaccionara alguien, quien en medio de una discusión cotidiana, le soltaran sin previo aviso una confesión de esa magnitud? Hinata no negaba que estando a lado de Kageyama había tenido muchos sentimientos encontrados, muchas dudas, y también muchas alegrías y momentos que nadie más hasta ese instante en su vida le había dado.

Pero de sus sentimientos no estaba seguro todavía…el maldito miedo de que lo pudiera amar estaba presente, ¿Cómo es que eso podía llegar a ser tan complicado?

─ ¡Di algo idiota! -exigió Kageyama con su expresión prepotente de siempre, pero totalmente ruborizado.

─ Y-yo no…estoy seguro ... –desvió la mirada Hinata –yo no puedo darte una respuesta…

Fin del Flashback

¿Por qué simplemente no le dijo que sí?

Siempre acostumbraba a ir hacia adelante y aferrarse a lo que amaba sin importar que…

¿Por qué con él no fue igual?

¿Qué es lo que lo hacia tan débil ante esta situación? ¿Cual era la razón por la que no podía pensar "él estará bien"?

Dios...se estaba desmoronando...

Horas desesperantes fueron pasando, los familiares de Tobio y de Kei llegaron poco después de los amigos de sus hijos e inmediatamente fueron informados por el doctor que era responsable de ambos deportistas: Tsukishima al parecer era quien manejaba la moto, estaba en terapia intensiva, el impacto contra la acera le había dejado el saldo de una pierna y dos costillas fracturadas además de varias contusiones en el torso que, "por fortuna", no eran graves, pero llevarían larga recuperación.

Pero Kageyama…

Él no había tenido tanta suerte, él iba de pasajero en la moto y recibió todo el impacto del coche que los embistió. De urgencia, tuvieron que someterlo a una delicada cirugía, ya que además de las múltiples fracturas que sufrió, tuvo un traumatismo craneoencefálico.

Se abrió la puerta del quirófano y, un desgarrador pronóstico para los familiares del setter y para Hinata llegó de la boca del Doctor.

Si es que Tobio pasaba la noche, lo más seguro es que caería en coma…

Hinata sentía su mundo colapsar…

Esto no debería estar pasando

Ambos tenemos sueños que cumplir

este verano daríamos un paso más a nuestras metas...

A través de la ventana abierta miré el cielo

Señor futuro…Ahora...¿Qué se supone que aremos este verano?

No me pregunten que hacían esos dos en una moto siendo menores de edad. Eso es algo que el trama de la historia revelara...

Me parte el alma ver a Hinata llorar por Kageyama, vamos a ver que tan fuerte es su amor y su conexión de ambos.

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