N/A: Boku no hero es propiedad de Horikoshi Kohei, la trama y algunos personajes son de mi autoría.

Capítulo 1

¿Alguien nueva en la ciudad?

Los días transcurrían lento, pero disfrutaba cada momento de ellos sin importar los retos que se le atravesaban o se le imponían. Sus días en el salón eran más tranquilos, y durante ellos, tenía la posibilidad de observar hacia las afueras del salón; momento para el cual, pudo observar a una joven que, acompañada del director, rondaban la escuela con tranquilidad y posiblemente, en una charla amena.

-Qué extraño- Murmuró al tercer día de ver a la joven heroína acompañada del director, ella parecía verse muy pensativa aún - ¿Qué estará haciendo aquí?

- ¿Quién? - Escuchó la pregunta a un lado suyo, volteando a ver a su interlocutora -Oh, ella

-Lleva unos días visitando la academia, ha hablado con el director, pero me intriga su urgencia, se le ve desesperada- Agrego el joven Midoriya mientras veía alejarse a la chica de su campo de visión -Quien sabe, tal vez sea una nueva profesora

- ¡¿UNA NUEVA PROFESORA?!- Exclamo el chico detrás del joven, su compañero de clase, Mineta -Pero si se ve muy joven y, a parte su traje... tiene mucho potencial para ser maestra...

-Deberías dejar de decir esas cosas, Mineta- Protesto la chica al acercarse a sus amigos. Tsuyu se colocó a un lado de Uraraka - ¿Creen que quieran que nos enseñe algo? Últimamente el profesor Aizawa y All Might cubren sus turnos con impaciencia y no nos dejan fallar en ninguna prueba

Ninguno tuvo tiempo de pensarlo mucho, el profesor Aizawa entraba en ese momento al salón, se le veía molesto; demasiado.

-Todoroki, te buscan en la sala de maestros con urgencia- Dijo el profesor mientras anotaba algunas cosas en la pizarra, aunque mascullaba entre dientes cosas ininteligibles que hicieron arquear las cejas de algunos alumnos -Rápido… creen que tenemos tiempo de sobra…

El joven bicolor miro con curiosidad al profesor, pero se puso de pie rápidamente y salió al pasillo, caminando hacia la sala de maestros. De momento no había nadie ahí, más que él y la joven que Midoriya ya había visto por la ventana.

-Mightyngale… ¿Qué haces aquí? - Pregunto el chico con sorpresa mientras avanzaba hacia la chica -Estabas en Estados Unidos

-Sigues siendo muy seco, Shoto- Se quejó ella mientras cambiaba su expresión feliz por un tic en el ojo y le daba un golpecito en la cabeza -Que manera tan extraña de recibir a tu tía favorita

-Es raro verte, desde que decidiste irte no has vuelto a visitarnos- Comento el chico al apoyarse en uno de los muros, lejos de ella - ¿A qué has venido?

-Quería saber un poco más de ti, de tu crecimiento…- Se quedó callada de momento, probablemente no era el lugar ni el momento -Solo dime una cosa, ¿él te ha tratado bien?

El silencio se hizo presente, una mirada intensa por parte de ambos y una sonrisa petulante por parte del joven la hizo sentirse segura.

-Sí, aunque aún quiere que siga con su plan de superar a All Might- Ella colocó una mano sobre su hombro -Tengo que volver a clases, el profesor Aizawa no está muy contento con perder tiempo de su clase

-Está bien, te veré luego- Respondió ella, entendiendo el mensaje del chico. Todoroki salió por la puerta, dejándola a ella sola en la sala de maestros -Tengo que aplicar un poco más de convencimiento

Mientras tanto, el grupo entero comenzaba a aburrirse de los murmullos ininteligibles de su profesor, nadie decía nada, solo veían la información escrita en el pizarrón.

- ¿Todoroki estará bien? - Se preguntó Midoriya mientras veía hacia afuera, observó a la chica caminar nuevamente por los alrededores - ¿Quién será ella?

La puerta del salón se abrió, Todoroki entró, cerró la puerta detrás de él, y tomo asiento respectivamente. La impaciencia del profesor bajo, miró a todos y cada uno de sus alumnos y luego suspiro.

Al finalizar las clases, los chicos volvían a sus casas, unos acompañados de otros; sin embargo, esta vez sus amigos no lo harían, Iida tomo otro camino y Ochaco tenía algunos encargos por parte de su madre.

El chico caminaba con desanimo por las calles, estaba intrigado por la chica que con anterioridad estuvo viendo pasear por los jardines de la U.A.

Murmuraba mientras caminaba, jamás la había visto, o no había puesto total atención a todos los héroes que según él conocía; esto lo hacía decepcionarse de sí mismo, pero entonces algo freno sus andares.

- ¡Ah! Mil disculpas, no era mi intención… yo…- Entonces vio a la persona con la que había chocado, una chica de hermoso cabello platinado estaba frente a él, llevaba una blusa de botones color azul pastel, un short con las orillas desgastadas y unos tenis blancos. Su cabello iba suelto y sus ojos aguamarina que le recordaron a alguien muy particular - ¿Se encuentra bien?

-No te preocupes, estoy bien, por suerte no traía nada que pudiera derramarse- Sonrió, el chico sintió que hablaba con alguien familiar, un conocido, pero con otra mentalidad -Estaba distraída, discúlpame tu a mí, suelo reaccionar más rápido

Ella observó al chico, le habían contado muchas cosas sobre él, y lo había visto varias veces en las noticias; pero, sobre todo, lo observó con detenimiento durante el festival deportivo.

-Eres… Midoriya… ¿cierto? - Pregunto la chica mientras veía al peliverde con detenimiento -Vaya, es un placer conocerte, eres más apuesto en persona que en televisión

Para este momento, el chico ya estaba más rojo que un tomate maduro, sin embargo, algo en los ojos de la chica le decía que le era familiar. Ella sonrió, tal cual se lo habían descrito.

-Gra-gracias- Alcanzo a decir el peli verde mientras se rascaba la nuca, el sonrojo disminuyo - ¿Eres nueva en la ciudad?

- Mas o menos, no estaré mucho tiempo… espero- Sonrió, aunque pensó en un momento en sus intentos fallidos de convencer al director de soltarle cierta información-Fue un placer conocerte joven Midoriya, espero nos veamos otra vez

-Ah, espera… ¿Cuál es tu nombre? – La llamo, ella se detuvo, aunque le estaba dando la espalda. Volteo ligeramente el rostro, y sonrió -Disculpa… no…

-Yui- Respondió ella, aunque no lo veía directamente a los ojos, algo en su propio nombre le remordía la conciencia -Llámame Yui. Hasta luego, Midoriya

Ella se fue, sin embargo, algo en ella le llamaba la atención; sus ojos reflejaban algo que para el era muy familiar, una pena, un dolor. Lo medito mientras caminaba de regreso a su casa, y aunque tuvo un fin de semana un tanto ocupado entrenando, su mente divagaba ante los hechos sucedidos ese día. Por otro lado, la chica se reunió con aquella persona de su propio interés.

-Me alegra que hayas aceptado mi invitación, Shoto- Dijo ella mientras le alborotaba el cabello, esto lo molestaba ligeramente, lo cierto era, que la poca diferencia de edades que había entre ellos, le seguía siendo incomodo -Dime algo, Enji no trato de detenerte ¿Cierto?

-No tiene por qué saberlo, aunque tarde o temprano se enterara de tu estadía aquí- Respondió, pateo una piedra, luego se detuvo para verla a los ojos -Quiero saber porque viniste hasta acá, y no me digas que fue solo para querer saber de mi

-Bueno, no podía explicártelo todo ese día, pero lo cierto es que tuve que aceptar para poder saber cuánto has crecido, tú y tus habilidades- Para este momento, la charla se había vuelto un juego de miradas -Quiero que vengas conmigo a Estados Unidos, que te integres a mi agencia y librarte de tu padre

Shoto la observó con detenimiento, ella no mentía, lo odiaba tanto como él y a pesar de que ambos tenían algo en contra del héroe número dos, él no pensaba de la misma manera que ella. El joven desvió su mirada y observó a la gente pasar; ella hizo una mueca al ver que el intentaba ignorar su propuesta, pero antes de que pudiera decir algo, el chico se le adelanto.

-No puedo ir contigo, tal vez no tenga una buena relación con mi padre, pero aún tengo cosas que hacer aquí- Dijo al momento de regresarle la mirada a su tía, ésta lo observaba con cierta perplejidad y confusión -Me he reconciliado con mamá, la he visitado desde hace algunas semanas atrás. Creo que es lo que me mantiene aquí, con los pies en la tierra, y te seré sincero, me siento bien

La joven desvió la mirada, tenía años de no ver a su hermana, y la simple mención por parte del chico le hizo sentir mal. Dio un sorbo a su bebida, habían llegado a su lugar favorito, tenía casi un año fuera de Japón, así que no perdería la oportunidad de revivir gratos recuerdos.

-Creo que soy la única que decide vivir en el pasado, ni siquiera fui capaz de volver a casa, renté un apartamento lejos de ellos, pero convenientemente cerca de la academia. Fue algo complicado hacer el papeleo desde allá- No quería hablar más del tema, así que se puso de pie y tomo su vaso, miro al joven, quien la observó en el momento de su repentina acción -No quiero quedarme aquí sentada a deprimirme, es sábado y me imagino que las cosas aún están algo interesantes por aquí. Vamos a divertirnos

-No puedo- Sus ánimos se fueron hasta el suelo, no podía creer que, a pesar de su edad, estuviera tan enfrascado en esa distante personalidad -Lo siento, tengo cosas que hacer, acepte hablar contigo para saber cuáles eran tus intenciones de estar aquí

-Eres un aguafiestas- Comento, pero no se dejó caer ante la negativa de su sobrino -Esta bien, tú ganas, ve y has lo que tengas que hacer

Movió la mano en señal de despedida mientras veía a su sobrino alejarse, ella se quedó sentada en el mismo lugar, observando a la gente pasar mientras se terminaba su bebida. Hacia muecas mientras terminaba el smoothie que compro, estaba algo molesta por la respuesta de Shoto, pero una vez terminó, avanzo con rumbo fijo hasta el arcade que ella conocía desde pequeña.

El lugar no había cambiado mucho, y se alegró de que aun mantuviera la máquina de juegos que siempre elegía. Había varios chicos ahí, al parecer nadie gustaba de tocar esa antigua máquina, pero al ver que ella lo hizo, atrajo la atención de los ahí presentes, quienes posaron sus miradas en ella.

Pasaron unos minutos, un golpe fuerte desvió las miradas de la chica, quien también había volteado, momento para el cual, se percató de que había tenido varios espectadores observándola. Dos chicos, uno pelirrojo y un rubio se encontraban frente a una máquina que media la fuerza, la cual, parecía estar a punto de estallar.

- ¡Golpéala más duro, mucho más que eso! - Le replicaba salvajemente el rubio con una mirada fiera al pelirrojo, quien le miraba con una sonrisa a punto de reventar a carcajadas. Pero en un descuido, el rubio suplantó al pelirrojo y golpeo la máquina, pero al mismo tiempo, usando su don, por lo que la maquina estallo; cuando el humo se hubo disipado, el rubio le dijo a su amigo - ¡Golpéala más duro que eso!

Todos observaban a ambos chicos, pero se mantenían atentos al rubio, quien observaba a los ahí presentes. Concentro su mirada en un hombre un tanto mayor y acercándosele, le hablo.

- ¿Usted es el encargado? - El señor tembló, aunque este gesto se intensifico al ver al joven acercársele. Éste urjo en su bolsillo derecho y jalándolo de la camisa, le pego la mano al pecho y le dejo ahí unos cuantos billetes sin retirar su mano -Es…

-Oye bravucón, déjalo…

El rubio volteo, solo para toparse con la mirada aguamarina de la joven chica. Hubo en su cabeza una maraña de pensamientos, estaba enojado y confundido, esa chica le provoco un leve escalofrío, algo que nunca jamás en su vida había sentido. Por otro lado, la joven observó sus fieros ojos, el carmesí de sus pupilas y su expresión no eran más que una careta falsa; para ella, él era como un pequeño gatito tierno, el cual se resguardaba detrás de un fiero depredador.

-Ustedes son del grupo A de la U.A.- No había sido una pregunta, su voz era seria, pero continuaba mirando al chico a los ojos -Eres Katsuki Bakugo ¿Cierto?

Abrió los ojos, sorprendido porque ella lo conociera, aunque después no pareció extrañado, el festival deportivo se había transmitido por T.V. abierta e internet, y él no era alguien común, había ganado el primer lugar.

-Oye, Bakugo…- Se acercó el joven pelirrojo, observó las expresiones de ambos chicos y los miraba alternando en los rostros de uno y otro - ¿Se conocen?

-No- Alcanzo a decir el rubio mientras seguía observando los ojos de la chica. Su confusión no había terminado ahí; algo en ella lo obligaba a controlarse, se había dado la vuelta para marcharse junto con su amigo, momento para el cual recapacito en su vestimenta. Llevaba una falda negra, blusa blanca ceñida al cuerpo y tacones; una vestimenta poco apropiada para un arcade -Hmmmmmm

Una mueca se formó en sus labios, pero sonrió a los pocos segundos. Mostro su blanca dentadura en una sonrisa sincera y se dio la vuelta para volver a su juego; sin embargo, el encargado se acercó a ella y le obsequio unas cuantas fichas.

-Esto no era lo que esperaba- Pensó en voz alta mientras jugaba, sus manos se movían con velocidad -Y el muy grosero ni siquiera me contesto, que altanero

Paso el resto del día en el arcade, sin importarle el costo o el hecho de que no había comido nada; volviendo a casa algo tarde y con una bolsa de comida congelada, se dispuso a llevar amenamente el final del día.

N/A: Hola chicos, hace mucho que no subo nada a Fanfiction, realmente es porque nunca termino mis proyectos, así que ahora que he logrado terminar esta primer parte, he querido compartirles la primera parte.

No se cuantos capítulos sean en realidad, la historia esta escrita de forma continua, yo nada mas selecciono hasta donde deseo cortarla y publicarla, pero no se preocupen, que tendran la historia completa ;)

Por otro lado, ya comenzare a trabajar en la segunda parte, así que espero sus reviews.

No sean crueles conmigo D:

Soy una veterana de los fics y la verdad tengo muchas ideas en la cabeza que quisiera meter, pero no puedo porque no quiero salirme de contexto en la historia; estoy tratando de seguir la linea del manga, por lo que estoy más emocionada con la segunda parte, así que ténganme paciencia u.u