Desclaimer: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es de mi completa autoria y queda prohibida su reproducción total o parcial sin mi autorización, ¡Primer Capitulo Editado! Esta historia está siendo editada y por lo tanto los capítulos volverán a subirse, agradezco su comprensión.
Cap.1 Resignación
No me podía creer que iba a hacer esto, pero se lo había prometido a mi madre, tenía que hacerlo por ella y por todo lo que una vez fue nuestra familia, aunque yo no quisiera, iba a casarme con ella, todo para poder salvar a mi familia.
Me apreté el puente de la nariz una vez más.
—Hijo te lo estoy suplicando, es para poder salvar a nuestra familia, para poder mantener nuestro apellido con orgullo— me repitió mi madre— Ya hemos perdido demasiado como para dejar perder lo único que nos queda, si dejamos esto así el apellido Masen se perderá para siempre en la deshora y la humillación, piensa en tu abuelo y en lo que hubiera sentido el saber que su apellido se perderá, sé que cometí errores, sé que no debí haber permitido que tu padre denigrara nuestro apellido, el de nuestra familia de esa manera, pero entiéndeme, te lo estoy suplicando— me rogó nuevamente.
Era como la decima vez que mi madre me repetía lo mismo, yo ya sabía todo eso, sabía que cuando mi padre murió dejo muchas deudas y sabía que era nuestro deber pagarlas, sabía que no contábamos con los recursos para hacerlo, sabía que nuestro apellido tenía que seguir intacto, sabía que tenía que casarme con ella, pero me era tan…difícil.
—Madre, me has repetido eso unas diez mil veces, ya sé que no tenemos ni un peso y que hay que pagar cuentas, que nuestro apellido está de por medio y que esa familia es la única capaz de ayudarnos, eso ya lo sé mamá, pero es que no puedo— dije con cansancio.
—Edward sé que siempre has sido un enamorado empedernido, pero te lo estoy suplicando, por favor hijo en necesario— me dijo con ojos aguados y el labio temblándole por las lágrimas contenidas.
—Madre es que no puedo, sería como echarme a los leones, si me he de casar será únicamente por amor, no por conveniencia, sé que la familia Swan son los únicos capaces de ayudarnos pero si les pedimos ayuda de otra manera tal vez…—Ella ni siquiera me dejó continuar.
—No Edward, de ninguna manera, no quiero dejar de deberle a alguien para deberle a alguien más, hijo el que te cases con su hija es la única manera, además ella es muy bonita— dijo, como si con eso me fuera a convencer.
—Mama no lo dudo, ha de ser muy hermosa, tanto como su hermana, pero simplemente no puedo enamorarme de ella solo por su apellido, tengo que conocerla, conocerla de verdad— le dije cayendo derrotado en el sofá más cercano, llevábamos cerca de dos horas discutiendo sobre lo mismo en la sala de estar.
Isabella Swan la segunda hija de los Swan, seguramente era muy hermosa, como lo era su hermana Alice Swan, y seguramente era muy agradable al igual que su hermano Emmett Swan, pero simplemente no podía, es decir, ni siquiera la conocía de vista, se hablaba mucho de ella, de su belleza y su buen corazón, sin embargo, pocos la conocían en persona y más pocos era los afortunados que tenían la oportunidad de acercarse a ella, mi apellido me daba ciertas ventajas sobre algunos, pero aun así, no creía que pudiera surgir algo entre nosotros.
—Hijo es que es la única manera, tienen el dinero para ayudarnos, ella es muy bonita y agradable, son bien educados y ni se diga de sus amistades, son la familia ideal— dijo Esme, sentándose junto a mí y acariciando mi cabello, como cuando era niño.
Era cierto ellos tenían muy buenas amistades, sus hijos Alice y Emmett estaban comprometidos con Jasper y Rosalie Hale respectivamente, ellos eran hijos de un magnate empresario quien era dueño de una de las más grandes empresas productoras de perfumes, la cual tenía fabricas por todo el mundo.
Eran muy ricos, una de las familias más ricas de todas, claro la más poderosa y rica era la familia Swan.
Yo conocía a Alice y a Emmett, solo conocía de vista a los hermanos Hale, pero a Isabella no la conocía, debido a que ella estudiaba en Londres desde los 15 años.
—De acuerdo madre, me casaré con ella, solo por ti— dije ya sin salidas ni más opciones.
—Gracias hijo— dijo con sinceridad besándome ambas mejillas— Ahora debes buscar que ponerte, hoy mismo la conocerás— me dijo entusiasmada.
— ¿¡Qué?! — pregunté exaltado, saltado de mi lugar.
—Sí hijo, hoy la familia Swan dará una cena en su mansión en celebración a que su hija ha vuelto de Londres, será solo para sus amigos más cercanos y tendrás la oportunidad de estar con ella, Renee está totalmente de acuerdo en que conozcas a su hija— su mirada soñadora me daba escalofríos.
—De acuerdo madre— acepté con resignación, ya no tenía más ganas de discutir.
¿Cómo rayos iba a lograr esto?, en lugar de sentir que iba a una cena con amigos, sentía que iba a mi fusilamiento.
Me preparé lo mejor posible, tomé uno de los trajes que tenía guardados en mi armario y me dispuse a arreglar mi cabello, total fracaso, ya sabía yo que con mi cabello era un caso perdido pero siempre tenía la esperanza de que algún día podría al fin no lucir todo despeinado.
Bajé las amplias escaleras de la residencia para encontrarme con mi madre, quien vestía un bonito vestido color lavanda, ella era muy hermosa y yo la quería muchísimo, aunque no compartiera sus ideas ni deseos.
—Mírate que guapo estás, no creo que nadie se te pueda resistir, ni siquiera Isabella Swan— Se acercó a acomodar mi corbata y yo la dejé ser, no podía alejarme porque si no buscaría hasta acomodar mi cabello.
—Bien madre, hay que irnos o llegaremos tarde— le brindé mi brazo y nos dirigimos hacia mi auto, era mi adoración, mi hermoso Volvo era una de las pocas pertenecías que aun poseíamos y lucharía porque siguiera siendo así.
Conduje con toda la precaución que podía y 15 minutos después ya nos encontrábamos frente a la gran mansión.
"Bien me ha llegado la hora", ese pensamiento era inevitable en mí, siempre había esperado un buen matrimonio, no como el de mis padres, se habían casado por un arranque de rebeldía muy jóvenes, pronto mi madre se dio cuenta que mi padre era simplemente un inmaduro que buscaba puras diversiones, si teníamos un poco de respetabilidad y de estabilidad era por mi madre y su familia quienes habían estado luchando por rescatar a mi madre de la vida que mi padre nos daba, la casa y algunas propiedades más estaban a mi nombre y eso había evitado que mis padres las perdiera, pero el poco dinero que teníamos ya no era nada, y con los vicios de mi padre solo nos habíamos hundido aun mas.
Después de un tiempo mi abuelo y mi único tío fallecieron dejándome todo, pero al yo ser un niño mi padre se hizo cargo de ello, acabándose todo en un parpadeo, con su muerte solo había dejado problemas y necesitábamos ayuda urgente, antes de que nos quitaran la casa y así perder todo por completo.
No me agradaba la idea de este matrimonio pero si perdíamos todo, mi madre no lo resistiría y yo me sentiría horriblemente culpable, jamás sería capaz de verla en esas condiciones, así que ya no me quedaba más que aceptar lo que tenía como única salida.
Tocamos el timbre de la gran mansión y me preparé mentalmente para lo que fuera que me esperase haya adentro.
He decidido continuar con esta historia, pero para que tenga un mejor avance la editaré y después se continuaran con los capítulos, por su comprensión, gracias.
