Este es mi primer fic, al que debí publicar entero de una porque creí que no tendría más internet en mi casa. Pero luego si pude seguir teniendo internet y entonces creo que este fic de los merodeadores, a pesar de no ser la gran cosa merece una segunda oportunidad porque creo que la falta de promoción ha hecho que quede archivado sin casi ser leído. De todos modos recibió cuatro reviews que voy a publicar, porque no em gustaría que queden en el olvido.

Espero sus opiniones, son capítulos cortos para que sea de facil lectura y que a pesar de estar apurados puedan leerlo y disfrutarlo igual.

Besos!

Annie

-Capítulo uno-

"Reencuentros y Bienvenida"

Una tormenta infernal reinaba en Londres. Raro, muy raro… todavía no empezaba el otoño, y una especie de diluvio universal daba comienzo al mes de septiembre.

Eran las nueve de la mañana y Lily ya estaba lista para partir. Su último año en Hogwarts comenzaría ese mismo día, en tan sólo dos horas, cuando partiera el expreso.

No pudo dejar de pensar en todo lo vivido en ese mundo secreto, que se escondía, para los muggles, debajo de un letrero que decía: "terreno peligroso".

Como iba ella a saber, que aquella carta tan sencilla, escrita en lo que parecía un papel viejo, sería el trasladador que la llevaría a su felicidad.

Agradecimiento, eso era lo que sentía. Agradecimiento a todos los profesores que le habían enseñado las cosas más extraordinarias que uno pudiese imaginar, a sus amigas que habían estado desde el principio brindándole su apoyo incondicional, una sonrisa cuando la necesitaba y siendo sus confidentes cuando quería hablar, o insultar a Potter por supuesto. Rosary Baker y Meredith Gardien.

Y a su papá y su mamá que la habían dejado ir, aun sin saber nada de ese colegio, y también por haber aceptado lo que era. Una excelente bruja. No como su hermana, Petunia, que se había encargado de hacerla sentir como un monstruo durante todos estos años. Pero no tenía tiempo de ponerse melancólica, era hora de irse, una premio anual no podía llegar tarde.

- ¡¡¡Liliane Evans¿A dónde crees que vas?- Le gritó Rosary como una loca en la estación. Es que se le había mojado su hermoso pelo largo y rubio (que de tan rubio parecía blanco) al que le había añadido ese verano unas mechas fuxias, que le quedaban muy bien, y su flequillo estaba un tanto rebelde por la humedad que había. Si existía una cosa que a Ro le ponía de mal humor, era tener desprolijo el pelo.

- Cálmate loca que le vas a dar un infarto- Meredith venía por detrás, con su eterna calma. No importaba en que situación se encontraran, ella siempre estaba tranquila y eso sacaba de sus cabales a Ro, entonces Lily tenía que interponerse para que ninguna de las dos provocara un papelón.

- Y aquí vamos de vuelta. ¿Es que no piensan madurar? Ro te recuerdo que ya estás grandecita para sacar la lengua y tu Meredith deja de reírte si no quieres que te cierre la boca con un cierre igualito al de tu túnica.

- No serías capaz de eso amiga ¿o si?- La cara de Lily lo dejó en claro así que decidieron buscar un vagón y sentarse a hablar de sus respectivas vacaciones.

Cuando se dirigían al último vagón, se encontraron con las idiotas del club "Merodeadoras girls", o "Meroestúpidas abejas metidas y huecas" como las llamaban las chicas, cariñosamente claro. ¡Es que eran tan insoportables! Todo el tiempo detrás de los creídos de los Merodeadores, que se paseaban por todo Hogwarts creyéndose dioses del olimpo, sólo por ser buenos alumnos e integrantes del equipo de quiditch de Gryffindor.

Eran tan idotas esas chicas y tan malvadas. Eran una verdadera basura, que no sabían hacer otra cosa que combinar su ropa y desmerecer a los demás.

Fue justo en ese momento cuando Rosary pudo descargar libremente su bronca, es que lo que de seguro no le faltaba a esta chica era carácter.

- Nenita¡te quitas de mi camino ahora! – Mary era la líder del grupo de las tontas. Y siempre le hablaba así a los demás. Se creía una Reina, y por supuesto que para las chicas lo era¡era una horrible abeja Reina!

- Me quito si quiero ¿y sabes una cosa¡No quiero! – Gritó Ro.

- Ya la escuchaste asquerosa. ¡Córrete!

-Tu cállate Nina que nadie te dio vela en este entierro. No vamos a corrernos.- Dijo con total tranquilidad Meredith.

- ¡Se corren y ya!- Exclamó susan, la tercera meroestúpida-

- Si no nos dejan en paz ahora mismo les descontaré 100 puntos a cada una y lo digo en serio- Hasta el momento Lily no había hablado pero creía que era hora de hacerlo. Las meroestúpidas empezaron a llorar y a gritar como bebés y ni Lily, ni Ro y mucho menos Meredith sabían el por qué.

Fue entonces cuando una potente vos de hombre las hizo darse vuelta y encontrarse con el motivo de los sollozos.

- ¿Qué pasa aquí¿Qué les hicieron?- Una trampa, eso eran los falsos llantos, una horrible e indignante trampa.

- Creo que Cornamenta acaba de preguntarles que ha pasado- Esta vez fue Sirius Black el que habló. Mientras tanto Remus Lupin se encargaba de calmar a las idiotas. Y miraba algo contrariado la situación.

- Nada Potter. Nosotras no le hicimos nada. Y a ti no te debemos explicaciones.

- Lily tiene razón-dijo Ro tratando de calmarse- Y nos vamos. No sea cosa, que respirar el mismo aire que ustedes, nos lastime nuestras tan preciadas neuronas.

- Basta de sarcasmo Baker, y de aquí no se van hasta que no nos expliquen que pasó.

- Meredith puedes calmar a Rosary porque creo que va a matar a Canuto- Dijo Remus tratando de calmar los ánimos- Lily, James debemos irnos al vagón de prefectos.

- Tienes razón Remus. Chicas…- dijo dirigiéndose a sus amigas- luego me doy una vuelta por allí así hablamos.

- Te esperamos Lily- dijo Meredith que sujetaba a Ro por ambos Brazos y se alejaron mientras Rosary maldecía en vos baja y decía algo como "bonita forma de empezar el año".

Los Merodeadores no volvieron a cruzar palabra con las chicas. Por suerte para el resto del colegio, que ya temían que empezaran con sus guerras campales antes de pisar el mármol del suelo de Hogwarts.

Llegaron a la estación de Hogsmeade, y bajaron del expreso en medio de truenos, rayos y una cortina de agua. Saludaron a Hagrid rápidamente, mientras él guiaba a los de primero hacia los barcos y ellos se dirigieron a los carruajes que los llevarían hasta el castillo.

Así dieron Comienzo a un nuevo y último año de estudios de la magia. Con un espectacular banquete como sólo los elfos podían preparar. Entre risas y aplausos y saludos de bienvenida a los nuevos integrantes de las casas.

Listos para empezar al día siguiente con las clases, luego por supuesto, de una tranquila noche de sueño en sus mullidas camas.

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