Bien, primero que nada me alegra saber que se metieron a curiosear esta obra mía, quiero que sepan que me siento bastante halagada de que haya curiosos lectores de esta serie. Con todos los años que han pasado es bastante emocionante saber que todavía quedan fans!

Para todos ustedes, soy Hino Hitomi y hacía ya varios años solía ser escritora y lectora asidua de este espacio pero me ausenté de un momento a otro aunque ya volví y sinceramente con toda la intención de quedarme! La verdad no soy muy buena con las presentaciones aunque espero eso mejore con el transcurso de las publicaciones que haga.

No quiero retrasarlos más así que, las advertencias y demás notas que deberán tener en cuenta de esta historia.

Disclaimer: La serie Yu Yu Hakusho no me pertenece, es sólo propiedad de Yoshihiro Togashi (Maestro!) y sólo hago uso de su creación para hacer algo nuevo, diferente. Si la serie fuera mía, hubiera habido mucho Yaoi de Hiei y Kurama. Se los juró!

Advertencia: contiene Yaoi (Relación: Hombre/Hombre) y también NO Yaoi, como que hay para todos un poco. Y como mencioné ahí arriba, mi preferencia va por el HieixKurama, así que ese será el yaoi que verán en concreto. No sé si haya lemon, solo por precaución he puesto como categoría "M" porque algo me dice que sí terminaré por inspirarme así que mejor prever!

Nota: Espero no hayan demasiadas faltas ortográficas, estoy casi segura de que no hay ninguna pero de todas formas de disculpo de antemano.

Creo que eso sería todo, con ustedes la historia!


Stricken

(By: Hino Hitomi)

Capítulo 01: Costumbre

Vistiendo un yukata azul marino, caminaba en silencio, cabizbajo, entre toda la multitud que había asistido al festival. Todos felices, contentos, emocionados porque ya era noche y falta poco tiempo para que los fuegos artificiales empiecen a brillar en firmamento. Y aunque eso debería traerle emoción, simplemente seguía sumido en su tristeza.

Se detuvo en un lugar apartado de todos los demás, queriendo encontrarse a sí mismo en medio de esa soledad. De lejos podía ver a sus amigos, bromeando, riendo y jugando, solo pudo bajar la mirada queriendo no ser visto. No quiso acercarse para no arruinarles la noche, sinceramente no era buena compañía para nadie en ese momento.

"Me prometes que estarás para el festival?"

"Hn, lo pensaré…"

Se rio un poco, recordando con nostalgia ese momento. Había sido tan feliz esos días y parecían tan lejanos ahora, casi como si de un sueño se hubiera tratado. Una de sus manos estaba oculta dentro del yukata apretando con firmeza un pendiente con esta, la única prueba de que lo que vivió no había sido un sueño. Alzo su mirada verdosa al firmamento admirando como lentamente la oscuridad de la noche desaparecía con las luces de los fuegos artificiales.

- Te hubiera gustado mucho ver esto…

Era un día como cualquier otro, otro día más de universidad, otro día en el que se había levantado temprano para salir a estudiar, otro día en el que su madre lo saludaba con una sonrisa, otro día en el que desayunaba con algo de prisa. Todo parte de una rutina, de un ciclo interminable de eventos cotidianos del que no salía. No habían grandes sorpresas en su vida, siempre era un poco más de lo mismo. Esa era la vida de Shuichi Minamino, un universitario de no más de 24 años que vivía cómodamente con su madre, enfocando su vida únicamente a lo académico, todo con tal de poder darle el orgullo a su madre de que había criado a un buen muchacho. Jamás dándole disgustos, nunca le llevaba la contraria. Y curiosamente, eso no lo hacía infeliz. Amaba a su madre. Demasiado. Verla feliz era suficiente para él, todo lo hacía por gusto, porque le nacía, nunca se sintió forzado.

Pero siempre estaba solo.

- Cuídate mucho Shuichi, por favor…

- Sabes que siempre lo hago mamá –le sonreía, dejando un beso en su frente tiernamente-

- Aun así nunca está de más recordártelo, cuando seas padre me entenderás!

- Pero hasta ese entonces yo seguiré repitiendo que siempre me cuido –se ríe un poco cogiendo su mochila- Hasta más tarde mamá

- Hasta más tarde hijo… -la mujer le dedico una sonrisa, viéndolo partir, quedándose ahí en la puerta hasta que lo perdió de vista-

Una vez que dobló la esquina la sonrisa de su rostro se borró casi de inmediato. Cuando sea padre… Si tan solo ella supiera que eso jamás podría suceder. No era del tipo de hombres que llegaría a casarse con una guapa mujer y tendría dos o tres hijos. No, él no iba a poder hacer eso.

- Si supiera que con quien he pensado quedarme es un hombre…

Un largo y pesado suspiró salió de entre sus labios. Un hombre. ¿Desde cuándo se percató que tenía esos gustos? Desde siempre, siempre lo supo. Al principio creía que no le interesaba tener una novia porque se enfocaba mucho en sus estudios hasta que lo conoció a él, a Yusuke. Desde que tenían 14 años se habían hecho amigos, Yusuke había llegado a su ciudad y entró a su misma escuela y clase, a mitad de año. Desde el principio la gente le rehuía, nadie quería entablar una conversación con él, hasta habían rumores de que lo habían transferido porque en su anterior escuela había apuñalado a un maestro. Posiblemente no se le hubiera acercado tampoco de no ser que él era el presidente de la clase. Era lógico, tener las mejores calificaciones, la mejor conducta y saber llevarte con todos te convertía en la opción perfecta para representar a tus compañeros y ser el presidente. Y, como era lógico también, él era el indicado para acercarse al supuesto pandillero y hacer que se integre al grupo.

[.Flashback.]

- Disculpa, buenos días… Yusuke Urameshi, verdad?

Yusuke Urameshi estaba sentado hasta el final de la fila, en el rincón que coincidía con una ventana a través de la que se perdía su mirada que era bastante dura de por sí, demasiado tal vez para alguien de tan solo 14 años. Estaba cruzado de brazos, a la defensiva, a como la vida le había enseñado que tenía que estar. De pronto una voz lo sacó de sus pensamientos, haciendo que gire su mirada a quien ahora le hablaba.

- Eh…? –alzó su mirada café para encontrarse con los ojos verdes de quien ahora le dirigía la palabra- El mismo, quién pregunta?

- Soy Shuichi Minamino, presidente de la cla… -se vio de pronto interrumpido por aquel muchacho-

- Sí, sí, ese discurso ya me lo sé, presidente de la clase que viene a darme la bienvenida a esta escuela y que se sentirá complacido de mostrarme cada ambiente, guiarme por la escuela, enseñarme las normas de convivencia estudiantil…! –diciendo todo aquello con un aire de soberbia, aún cruzado de brazos-

- E-En realidad yo…

- Sí, sí, ya te dije que me lo sé de memoria incluso! –había dejado de cruzar sus brazos solo para apuntar directamente a Shuichi con su dedo índice, queriéndose imponer- Pero déjame decirte que…!

- Déjame decirte que aquí están los apuntes de la semana pasada –dejó caer con fuerza sobre la carpeta un compilado de fotocopias y separatas de por lo menos unos 20 centímetros de altura- Tenemos práctica de Lenguaje y Matemática la próxima, presentación de trabajo de Historia la siguiente semana a esa, luego un taller de Química para la misma semana que presentarás el trabajo de Historia junto con unos ejercicios de Física que encontrarás en tu libro en la página 87.

- Qué?! Todo eso para las próximas dos semanas?! –la expresión de Yusuke estaba entre el miedo y la sorpresa, tenía que admitir que era bastante gracioso verlo así-

- Pues sí, pero como tú ya te conoces el discurso creo que no será necesario que te ayude verdad? -sonrió de medio lado, sabiéndose ganador- Nos vemos Urameshi

- O-Oye…! Espera…!

Había algo que los demás no entendían, él no había sido elegido presidente de la clase sólo por tener buenas notas, sino por saber cómo controlar las situaciones, cómo lidiar con los problemas, cómo saber resolver conflictos. O eso creían sus maestros. En realidad, eso les había hecho creer él, era un manipulador innato. Todo lo hacía siempre con astucia, serenidad, con una extraña frialdad para alguien que era muy popular entre las mujeres de su escuela. Pero nadie era capaz de notar que era manipulado por él, por el tan bien portado Minamino.

[.Fin del Flashback.]

Pues sí, su amistad con Yusuke tal vez no había iniciado de la mejor manera pero con el tiempo empezaron a entenderse más. No había duda de que Yusuke era un vago, buscapleitos, pervertido, malísimo en la gran mayoría de materias a excepción de las matemáticas para sorpresa de muchos sobretodo de Shuichi, pero había algo en particular, algo que no todos tuvieron el lujo de ver, el buen corazón que tenía. Era un tipo alegre, dispuesto a dar su vida incluso por la de un niño pequeño, sabía luchar por lo que quería. Y todo eso lo vio Kurama de primera mano. Aunque no fue el único privilegiado, también estaba Kazuma Kuwabara.

Kuwabara, el eterno rival de Yusuke. Si algo sabían hacer bien esos dos era pelear. Cada día después de clases se iban hasta las afueras de la ciudad a darse unos buenos golpes durante horas y horas. Mientras que él, claro, de espectador, sorteando a quién le curaría primero las heridas, aunque la respuesta era obvia, siempre a Kuwabara primero porque siempre perdía. Pero tenía que admitirlo, conocer a ese par fue una de las mejores cosas que le había podido suceder en la vida. Lo ayudaban a sentirse acompañado en su soledad. En el vacío que se generaba en su interior por ser siempre el modelo de hijo perfecto. Sólo por ello le crearon un seudónimo, algo así como un nuevo nombre, un nombre que haría que se identificara más con el tipo que quería ser, Kurama.

No podía negar que desde un inicio le agradó la idea, para ellos su nombre era y siempre sería Kurama, mientras que Shuichi seguiría siendo la fachada. Yusuke lo entendía, él era un rebelde innato y siempre lo empujó a ser más de lo que los demás esperaban que fuere. Si hasta Yusuke fue el primero en enterarse de que a él no le atraían las mujeres. Y aun así, Yusuke seguía ahí.

Yusuke siempre había estado ahí, mientras él seguía vacío, mientras estaba perdido en su propia soledad y confusión. Y era extraño. ¿Era sólo amistad? ¿Solo era él el confundido? A veces simplemente mientras se quedaba a pasar la noche en su casa, después de una de las tantas peleas contra Kuwabara, podía sentir que se escabullía dentro de su cama, bajo sus frazadas y lo rodeaba con alguno de sus brazos. Siempre pensó y se reafirmó siempre en la idea de que lo confundía con Keyko. Keyko. Sinceramente nunca había estado del todo de acuerdo con esa relación pero al final era la decisión de Yusuke. Yusuke siempre estaría con Keyko, aun cuando se volvía un círculo vicioso de idas y vueltas, aun cuando Yusuke siempre sea el del corazón roto. Y ahí entraba él de nuevo, otra vez volvía a su lado, otra vez se acordaba que estaba ahí, que nunca se había ido, que nunca lo había dejado como tantas veces lo había hecho ella… Odiaba ser el relevo. Y aun así…

- Oe! Kurama!

- Ah…? –se gira un poco sobre sus pies viendo al pelinegro acercarse a él, presuroso y animado como siempre- Buenos días Yusuke

- Como amaneciste? Te sientes bien hoy?

- Aun así no podía estar enojado con él, no podía alejarse de su lado…

- Estoy bien hoy –sonríe un poco- Que tal todo con Keyko? Ya están mejor?

- Mmm… pues ahí vamos –caminando a su lado, con su típico paso relajado-

- Ya verás que todo les tiene que salir bien

- A ti también tonto, ya te encontrarás un buen tipo! Te vas a enamorar y quien sabe a lo mejor y hasta se quedan viviendo juntos! –dándole un golpe en el brazo, tal gesto ya era costumbre entre ellos-

- Si, supongo que tienes razón…

Muy dentro de sí sabía que eso no era posible, Yusuke siempre se terminaba imponiendo por encima de todos aquellos con los que alguna vez había tratado si quiera de sentir algo. Era imposible. O así lo veía él. Pero también era imposible cualquier relación con Yusuke porque Keyko siempre estaría presente. Extrañaba mucho los días en los que solo eran los tres, era egoísta pero hubiera deseado jamás salir de la escuela.

Tal vez ese era su destino, tal vez así era como debían ser las cosas. Siempre sería el espectador. Si hasta Kuwabara tenía novia! Cuando se enteró no lo podía creer, él se sabía mucho más atractivo que Kuwabara y aun así no podía encontrar a nadie! Pues eso, sí era el colmo! Claro que la novia de Kuwabara era totalmente diferente a Keyko. Siempre había sabido ser muy gentil, cariñosa, tierna e inocente. En verdad estaba feliz por su amigo, era raro encontrarse con una mujer como Yukina.

- Ya quita esa cara! –Yusuke se le abalanzó rodeándolo por los hombros con uno de sus brazos- Mira, hoy es un día especial!

- Eh? Qué tiene de especial?

- Ya te olvidaste? Hoy regresa de Alemania el hermano de Yukina! Ese del que siempre nos ha hablado!

- Lo había olvidado por completo… -se ríe un poco, nervioso, trata de disimular a como podía que tenía el corazón acelerado por el abrazo que le daba Yusuke en ese momento-

- Pero cómo te vas a olvidar! Qué rayos te pasa Kurama?

- No es nada en serio! No me malentiendas es sólo que ando bastante preocupado por los exámenes… -mintiendo rápidamente-

- Está bien te creeré, pero no vayas a hacerte el desentendido con Yukina eh!

- Qué tanto hablan de MI novia? –un joven de cabellos anaranjados y ojos rasgados apareció de pronto tras de ellos-

- Kuwabara! –dijeron Yusuke y Kurama al unísono-

- El mismo! Y no les permito hablar de MI bello ángel mientras no estoy presente!

- Tranquilo Kuwabara, Yusuke sólo me hacía recordar que hoy llegaba el hermano de Yukina.

- No te negaré que estoy emocionado, por fin conoceré a mi cuñado! Yukina me ha hablado tanto que siento que nos llevaremos bien. Ella siempre habla muy bien de él, imagino que ha de tener la personalidad parecida a la de ella, no?

- Pues mínimo, o al menos ciego para que no vea al esperpento con el que sale su hermana… -dijo Yusuke socarronamente-

- Urameshi! –Kuwabara ya se había puesto delante de él tomándolo del cuello de la camisa con ambas manos, totalmente indignado y gruñendo- Acaso quieres pelear?

- Ja! Te voy a hacer polvo! –ya se estaba acomodando las mangas para empezar la pelea-

- Hey! Como que se pueden destrozar después de clases no creen? –intervino el pelirrojo, bastante incómodo por la situación y realmente preocupado porque llegarían tarde a este paso-

- Está bien… pero ya verás después de clases Urameshi! Te haré tragarte tus palabras!

- Ah si? Pues ve preparándote también, te voy a golpear tanto que el hermano de Yukina creerá que sale con algún tipo de fenómeno! –en ese mismo instante Yusuke salió corriendo-

- Regresa acá Urameshi! –Kuwabara corría tras de él-

Kurama sólo se dedicó a reír a mientras miraba la escena, no habían cambiado en nada, ese par de pleitistas eran los mismos de hace 10 años y posiblemente seguirían siendo así por el resto de sus vidas. Lo cual le recordó que él tampoco había cambiado, aún era el mismo. ¿Eso significaba que siempre sería así entonces? Imaginaba que sí, lentamente empezó a asimilar la idea de que jamás se sacaría del corazón a Yusuke y que siempre sería el espectador.

[Aeropuerto Internacional de Tokyo]

Un joven de cabellos negros y mechones blancos con la mirada oculta bajo unos lentes oscuros caminaba entre la multitud dentro del aeropuerto, buscando la salida que lo aleje de semejante loquería. Detestaba estar rodeado de tanta gente, parecían ganado, empujándose unos contra otros, entre gritos, murmullos y risas estrepitosas lo hacían querer volverse loco. Si no encontraba la salida pronto iba a terminar por cortarle la cabeza a alguien.

Por fin se vio libre de ese tormento, sintiendo la brisa fría de la ciudad golpear su rostro, no se sentía nada mal. Se quitó los lentes dejando ver unos ojos rojos, como la sangre. Tenía que admitirlo, había extrañado estar en esa su ciudad. Donde vivía la única familia que tenía.

- Yukina…

Estaría con ella un tiempo, después se iría de nuevo, total, no estaba de ganas como para soportar por más de un mes al noviecito ese del que tanto le hablaba cuando se llamaban, seguro era un perfecto imbécil. Si no fuera por su hermana tal vez ni regresaba. Total, nadie más que su hermana lo esperaba en ese lugar y posiblemente nunca lo habría.


A ver pues, no puedo creer que hayan llegado hasta acá, sinceramente mil gracias por leer esto completo. Como dije, hace demasiado tiempo ya que no escribo una historia así que digamos que me siento medio primeriza jajaja. Pues espero les haya gustado y cualquier cosa háganmelo saber en sus comentarios. Agradeceré muchísimo si me dejan un review y créanme que se los contesto sí o sí!

Bueno me despido por ahora, cuídense muchísimo y hasta la próxima actualización.

Atentamente,

Hino Hitomi