Disclaimer: Los personajes de Sailor Moon no me pertenecen sino que a la gran mangaka Naoko Takeuchi, yo solo utilizo los personajes con el fin de entretener, compartir mi creatividad y sin fines de lucro.

Regalo del amigo secreto para Hikari Naomi Black Moon del foro Sailor Moon Univisión.

Nota: El rated de la historia a sido cambiado a M debido a la descripción del accidente y sus consecuencias. Lee bajo tu propio criterio.


Navidad, ¿Bendición o maldición?

Capítulo 1: "Maldita festividad, recuerdos de una noche horrible"

Todo había regresado a la normalidad luego de la batalla contra Snow Kaguya, el espíritu navideño rondaba por todo Tokio, árboles navideños decorando las casas, muñecos de nieve por doquier, niños y niñas terminando de enviar sus cartas a Santa Claus y uno que otro rezagado comprando los regalos navideños a última hora, tan solo faltaba un día para el gran festejo que era Noche Buena y posteriormente Navidad, pero esta festividad tendría un significado diferente y especial…¡Sería la primera Navidad que celebrarían juntas las Sailor Scaut!

Así es, tras dos años de conocerse las muchachas celebrarían una de las más lindas festividades reunidas en el Templo Hikawa, donde abrirían sus regalos, cantarían villancicos, comerían y beberían galletas de jengibre con leche y contarían sus anécdotas de navidades pasadas. Todo sería de maravilla según lo planeado pero… ¿Qué pasaría si no todas las personas vieran la Navidad como la época donde la familia se reúne y comparte, sino que la vieran como una maldita festividad?

Tal vez se diría que esas personas están locas o simplemente son unas amargadas pero… ¿Qué tal si existiera un motivo tan grande que sería difícil de creer el por qué de tal dolor, odio y resentimiento hacia la Navidad?

Esto es lo que ninguna de las Sailor Scaut imaginaba que podría suceder tan solo a un día de la Navidad en especial Serena.

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Las Sailor Scaut se encontraban reunidas en el Templo Hikawa terminando los últimos preparativos para lo que ellas llamaban "Una Navidad a lo Sailor Scaut". Mientras que Lita preparaba muchas docenas de galletas de jengibre en forma de muñequitos en compañía de Rinnie, Serena y Amy terminaban de cocer y rellenar unas cuantas botas navideñas hechas con género de color rojo a la vez que Rei y Mina ensayaban una vez más los villancicos que cantarían el 25 de Diciembre.

-¡No puedo esperar a que llegue Navidad!-gritaba emocionada la niña de cabellos rosas.-Santa vendrá y…y…y… ¡Recibiré muchos regalos!

-No comas ansias Rinnie, recuerda que aún faltan 2 días para Navidad y Santa puede arrepentirse de traerte tus regalos.-se burlaba Serena desde la sala.

-Eso no es cierto, además me he portado muy bien y ya no celo tanto a mi adorado Darien.- suspiró.

-¡Que no es tu…!-no pudo completar la frase ya que en ese instante se encontraba cociendo y se pincho el dedo con la aguja.- ¡Auch! Eso me dolió.-con lágrimas en sus ojos.

-¡Ja, ja, ja!-se reía descontrolada la Pequeña Dama.

-¡Ya basta las dos!-las regañó Rei.-Se supone que estamos con el espíritu navideño y no debemos pelear.

-Lo siento.-se disculparon las muchachas con el cabello con odangos.

-Ya Rei, no las regañes, tú sabes perfectamente bien que ellas son así.- pidió Amy calmadamente.-Por cierto ya terminé esta bota para colgarla.

-¡Rinnie, Rinnie!-llamó Lita.

-¿Qué sucede Lita?-preguntó la pequeña.

-Ya están listas las galletas para comenzar a decorarlas.

-Y también para comerlas.-dijo Artemis con los ojitos brillosos y con un hilo de baba en su boquita de felino.

-¡Artemis Aino! ¡Solo piensas en comer!-lo regañó Mina.- ¡Como si no te alimentará!

-La verdad Mina es que…-pero el felino decidió callarse, ya que su ama le dio una mirada de "si dices que no te alimento, esta noche te quedas sin tu bola de estambre".

-¡Ay, Mina!- suspiró Luna.-No te malgastes con ese tonto de Artemis, sabes muy bien que solo piensa en comer y dormir.

-¡Luna!-lloriqueó Artemis.

-Oye Luna, no seas así con el pobre de Artemis… es solo que está enamorado de ti.-se entrometió en la pelea de los felinos la guerrera de la Luna.- Además el te perdonó el hecho de que te haya gustado Kakeru.

-¡Serena! ¡Eso fue hace mucho tiempo!-se defendió Luna.

-Luna.-le habló con voz fuerte la rubia.

-Bueno, bueno tú ganas… ¿Por qué no mejor vamos a decorar las galletas?-se desentendió del tema la gatita.

-¡Sí!-chilló Rinnie.

Todas las chicas se dirigieron a la cocina a terminar de decorar las galletas, algunas quedaron perfectas como las que decoraron Lita y Amy, en cambio las de Serena, Rei, Mina y Rinnie, bueno se veían, digamos que…"presentables".

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Mientras tanto en el Center Crown, Darien y Andrew se encontraban bebiendo café acompañado de un pastel de fresas preparado por Unazuki.

-¿Y qué harás esta Navidad, Drew?

-Bueno, iré a visitar a mis padres y compartir un rato con ellos y con mi hermana, que por cierto ha descuidado un poco sus calificaciones por ayudarme a atender las mesas de la cafetería.- confesó preocupado el rubio.

-Es entendible que quiera tener su propio dinero además de su mesada y ser responsable, pero tú como buen hermano debes aconsejarle en que debe ser responsable en ambas cosas.

-Y tú Casanova… ¿Qué harás esta Navidad?

-¡Oye! ¡Ya no soy ningún Casanova!-con falso enojo el pelinegro.- ¿Recuerdas que tengo novia y tiene el nombre más hermoso del universo, es decir, Serena Tsukino?

-Claro que lo recuerdo, como no hacerlo, si casi me da un ataque al corazón cuando me contaron que eran novios después de llevarse como el frío y el calor, para luego terminar la relación con ella porque según tú solo había sido algo pasajero.-dijo esto a manera de reproche el rubio.- Y para rematar fingías delante de ella ser novio de Unazuki… ¡¿Quién te entiende Chiba?!

-Solo Serena, Drew, solo ella.

-¿Y?-interrogó Andrew.

-¿Y? ¿Qué?-respondió de la misma manera Darien.

-Supongo yo que el hecho de ser novio de Serena ha cambiado un poco en ti sobre tu pensar con respecto a la Navidad… ¿verdad?

-No.-respondió tajante.-Ni el hecho de que Serena sea mi novia ni que las chicas sean mis amigas han cambiado MI PENSAR con respecto a la "Navidad" como le llamas tú a esa festividad.- contestó haciendo comillas con sus dedos en la frase "mi pensar".

-Darien, amigo…quiero decir hermano, ya han pasado 15 años sobre eso y no soy quien para decírtelo pero es hora de superarlo.-se sinceró Andrew.

-¿Superarlo? ¡Ja! Por favor Andrew no me hagas reír, cuando despiertes varios días después en una cama de hospital sin recordar absolutamente nada sobre tu pasado me avisas ¿sí?- respondió irónico y enojado Darien.

-Darien, esto no te hace bien y créeme que a la larga esto va a afectar tu relación con Serena y lo que te queda de vida social.

-Pues créeme Andrew que no me interesa si esto afecta o no mi relación con la Cabeza de Chorlito porque sus…-pero no pudo concluir su argumento ya que Unazuki interrumpió la conversación.

-Perdón por la interrupción Darien pero Serena ha llamado más de 3 veces y dice que necesita hablar urgente contigo.-se disculpó la pelirroja.

-Descuida Unazuki… ¿Te dijo en donde se encuentra?

-¡Claro!-contestó alegre la joven.-Se encuentra en el Templo Hikawa, con Rinnie, Rei y las demás chicas.

-Muchas gracias Unazuki. Bueno Drew, mejor me voy ya que la princesita no es muy paciente que digamos.-se rió Darien.

-Cuídate y te veo en un par de días amigo.-se despidió Andrew.

-Adiós y suerte en Osaka.

Darien hizo abandono del Center Crown dejando a un Andrew muy angustiado y preocupado.

-Solo espero que no la hagas llorar nuevamente Darien, ya sufrió demasiado con lo de la separación que tuvieron hace un año como para verla llorar nuevamente.- pensó Drew.

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Llovía a cántaros sobre Tokio y Andrew Furuhata se dirigía a su departamento luego de una larga jornada de estudios y laboral cuando divisó a lo lejos en el parque nº10 a una pareja discutiendo, o mejor dicho, divisó a sus dos grandes amigos, Serena y Darien discutiendo como siempre desde que él terminó su relación amorosa con ella.

-¡Entiende Serena! ¡Ya no te amo!-le gritaba exasperado el pelinegro.- ¿Acaso quieres que te lo explique con manzanitas?-le contestó irónico.

-¡No necesito que me trates como a una tonta Darien! Solo…solo quiero una buena explicación de porque tú…- los sollozos comenzaron a hacerse presentes.- ¡Decidiste terminar conmigo!-y rompió en llanto.

-Ya te lo he dicho en más de una ocasión Serena, deje de quererte… simplemente.- respondió de lo más normal.-Tú me conociste así, soy un Casanova, yo no me enamoro, quizás Endimión estuvo locamente enamorado de Serenity, pero yo Darien Chiba estar enamorado de Serena Tsukino, la tonta y llorona estudiante que solo muestra su valentía cuando se transforma en Sailor Moon… ¡Por favor! Para eso prefiero volver a mi antigua vida, además me divertí lo suficiente contigo mostrándote ante todos y engrandeciendo mi ego, excepto por un detalle…

-¿Cuál detalle?-preguntó confundida Serena.

-Que nunca pude llevarte a mi…-pero no pudo continuar hablando, ya que recibió un derechazo de Andrew en el rostro.

-¡No te atrevas Chiba!-gritó entre dientes el rubio.-No te atrevas a destruirle sus ilusiones y su inocencia con tu egoísmo y frialdad

-¿Egoísmo y frialdad? Andrew soy así y ya y eso nunca va a cambiar.

-Será mejor que te alejes de Serena, Darien, no porque tú quieras, ni mucho menos que el señor Kenji permite que te acerques a ella sino porque yo te lo estoy exigiendo.

-Pero yo lo amo Andrew.-se escabulló Serena en la conversación.- No me importa si me grita, me desvía la mirada o simplemente…-nuevamente las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas sonrojadas de Serena, tanto por el frío como por el llanto, ya que solo estaba vestida con una blusa de mangas cortas en color verde limón, unos jeans blancos, sandalias en color plateadas sin tacón y de su cuello colgaba un collar con un dije de mariposa en tonos amarillo, celeste y verde claro, además de tener su cabello alborotado producto de la lluvia.-Me haga llorar como ahora. No importa nada, lo amé, lo amo y lo amaré por siempre.

-Pequeña… ¿Sabías que eso se llama masoquismo?

-No. Solo sé que se llama AMOR lo que siento por él, Andrew. Y se encuentra justo aquí.-señalando su corazón la rubia.

Para ese entonces, Darien había desaparecido del parque con un dolor en el corazón que no se lo desearía ni a su peor enemigo y hecho un mar de lágrimas al escuchar que Serena lo que sentía por él era amor que no podía pero que si quería corresponder tal como Endimión hizo con Serenity, pero salvarle la vida a su amada era más importante que sus sentimientos, aunque ella le odiara algún día como él se odiaba a sí mismo por hacerle tanto daño.

-Te das cuenta, prefiere huir antes que darte la cara.- señaló el rubio a Darien que ya se encontraba bastante lejos a la vez que le colocaba su abrigo a la rubia.

-No importa Andrew, sé que un día volverá a mí como lo ha hecho siempre, porque sé que me ama.

Y así fue, Darien confió en Serena tras las pesadillas que ambos tuvieron donde se mostraba un Futuro devastador y gracias al amor que se tenían lograrían cambiar, reiniciaron su romance, pelearon en el Espacio Exterior contra Fiore cuya batalla le costó la vida a Serena y que le fue devuelta con un beso lleno de amor por parte de Darien, viajaron al futuro enterándose que la supuesta prima de Serena era la hija que nacería fruto de su legendario amor, lucharon contra su propia hija mientras era poseída por el poder del Cristal Oscuro y miles de dificultades más que tuvieron que enfrentar, inventándole a Andrew que había un tipo que estaba obsesionado con la rubia y que mantenía amenazado al pelinegro con matarla si se le acercaba, cosa que Drew no creyó mucho pero que terminó creyendo completamente cuando su pequeña amiga adicta a los videojuegos y a las malteadas de fresa del Center Crown le confirmó que era verdad…

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Serena acababa de terminar su quinta llamada al Center Crown preguntando por Darien, hasta que finalmente Unazuki le devolvió el llamado para decirle que Darien iba rumbo al Templo Hikawa.

-¡Al fin mí amado Darien viene para acá!- comentó la rubia feliz a sus amigas, mientras terminaban de decorar el templo en su interior con las botas de género recientemente hechas.

-Que bien Serena… ¿Por cierto, le dirás que mamá Ikuko y papá Kenji lo invitaron a cenar con nosotros para Noche Buena?-preguntó ilusionada la pequeña Rinnie.

-Pues, bueno para eso lo llame, quiero que ambas le demos esta sorpresa… ¡Será nuestra primera Navidad juntos como padre, madre e hija!

-Y sigo insistiendo en que hay un error con lo de que eres mi madre.- meditó la niña tomándose el mentón.

-¡Rinnie! No juegues con tu suerte, niña.-la amenazó Serena.- Que si Darien y yo lo deseamos no naces.

-¡Tía Rei, tía Amy, tía Lita, tía Mina!-sollozó de manera dramática la niña.-Mi madre, mi propia madre… ¡Me está amenazando con no darme la vida!-al más puro estilo Mina sobreactuado.

-¡No!-gritaron al unísono las chicas.- ¡No nos llames tías, aun somos jóvenes!-también en tono dramático.

-Solo era una bromita.- rascándose la cabeza la niña.

-¿Una bromita? ¿Una bromita? ¡¿Una bromita dices?!-preguntó alterada la guerrera del amor.- Bromitas son las que yo hago, pero eso de llamarnos tías ¡por favor! Según yo, recuerdo perfectamente bien que cuando regresaste del futuro, nos dijiste claramente que les decías "chicas" a las Sailor Scaut del futuro y no "tías".- resumió Mina.

-Mina, ya, no sobreactúes. Solo fue una broma por parte de Rinnie, además en teoría si seremos sus tías, primero que nada por ser amigas de Serena, ósea, de la futura Neoreina Serena y segundo porque seremos sus guardianas y a manera de respeto.- puntualizó Amy.

-Mejor explicado… ¡Imposible!-corearon las guerreras de la pasión y de la fuerza.

-Luna, Artemis… ¿Ustedes si me apoyan?-suplicó Mina a los felinos.

-Como dijeron Rei y Lita… ¡Mejor explicado, imposible!

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Darien ya iba rumbo al Templo Hikawa y tenía una fuerte opresión en el pecho. Estaba decidido, le diría a Serena que ya tenía planes para Navidad junto a Andrew y su familia y que no podría estar con ella, sintiéndose mal porque le mentiría a la rubia, recordando lo que Drew le había dicho, "Darien, esto no te hace bien y créeme que a la larga esto va a afectar tu relación con Serena y lo que te queda de vida social". En teoría era cierto, solo que no tenía planes con Andrew, sino que con unas cuantas botellas de whisky, varios álbumes de fotos y videos familiares que tratarían de mitigar el dolor que esas fechas le provocaban hasta caer rendido de sueño por la borrachera que tendría tras beber una cantidad extrema de alcohol. Por suerte-según él-no fumaba cigarrillos, prefería mil veces morir de un coma etílico o una cirrosis hepática antes que recurrir a cualquier otro método de suicidio. ¡Que ironía de la vida! Él se encontraba estudiando tercer año de Medicina dispuesto a aprender todo lo necesario para salvar vidas y su lado depresivo le decía que tenía que suicidarse al menos en estas fechas pero su lado racional y pasional le decían que tenía que ser fuerte y luchar por ese futuro prometedor que tendría junto a Serena y Rinnie, su amada e hija, su familia, su tan anhelada familia. Pero tendría que ser fuerte y mantener su auto control lo más calmado posible si no quería decirle algo hiriente y de lo que seguramente se arrepentiría a su novia.

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Rei Hino, la guerrera del fuego y la pasión, se encontraba demasiado angustiada para su gusto. Suficiente tenía con esos sueños extraños que la acechaban todas las noches mostrándole que la Tierra sería invadida por la oscuridad y que daría comienzo a una nueva era como para comenzar con sus cosas extrañas a menos de 24 horas de Noche Buena donde se suponía que todo era alegría y felicidad.

-¿Qué te ocurre Rei?-la sacó de su ensoñación la guerrera de la sabiduría.

-No es nada Amy, es solo que estoy cansada y ansiosa.-le contestó Rei.-Eso es todo.

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Un par de peldaños, solo eso, menos de 30 metros y llegaría al Templo. Sus nervios estaban a flor de piel, igual como cuando el príncipe Diamante había secuestrado a Serena en Tokio de Cristal, pero esta vez sería diferente. Otra vez le mentiría. No compartirían la tan anhelada festividad de la cual ella emocionada, desde Octubre, había iniciado a contarle el itinerario que realizarían esos dos días festivos junto a Rinnie y las chicas y que no pudieron compartir antes ya que estaba siendo poseído por el Negaverso, cuyo único objetivo era matar a Serena y arrebatarle el Cristal de Plata en ese entonces, y no teniendo el valor de decirle "¡Eh! Cabeza de Chorlito, sabes, no podré compartir contigo estas festividades porque me vuelvo un maldito depresivo que lo único que sabe hacer esos dos días es beber tanto whisky como su hígado y sistema nervioso se lo permitan que luego solo me dedicó a vomitar, dormir, hidratarme, comer un rico caldo de pollo y seguir durmiendo para luego el día 26 ir a clases de nuevo… ¿Estás enfadada?". ¡Pero claro que estaría enfadada! Si le daba ese discurso lo mandaría derechito de una patada de Sailor Moon directo al Cielo. Con solo imaginarse eso, ya quería ir a meterse directo a cualquier bar de mala muerte a beberse todo, TODO lo que hubiera allí, hasta el agua de los floreros. Pero no, sería hombre y enfrentaría las consecuencias de sus actos, aunque se fuera al Cielo y según él, al Infierno.

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El panorama era totalmente caótico en el interior del Templo Hikawa, luego del "Mejor dicho, imposible" de Luna y Artemis, a Mina le dieron "los 5 minutos", es decir, le dio una furia extrema que dio como resultado el inicio de una Guerra de Almohadas que no tenía para cuando acabar, donde había miles de plumas volando por doquier, asfixiando a las chicas por la cantidad y el polvo, cuando la puerta corrediza se abrió.

-¡Hola chi…!-en estado de shock total quedó Darien, no logrando seguir hablando cuando divisó la cabeza de odango de Serena, cubierta de plumas de pies a cabeza.

-¡Sácame de aquí, mi querido Darien!-pidió con plumas en su boca.

Darien llevó afuera a la rubia, ayudándola a sacudirse del "Ataque enemigo" de plumas.

-¿Te encuentras bien?-preguntó Darien.- ¿Qué pasó ahí dentro?

-Pues, nada fuera de lo normal.- contestó la rubia, terminando de sacarse las últimas plumas de la cabeza.- Es solo que a Mina le dieron los 5 minutos por una bromita de Rinnie y terminamos en Guerra de Almohadas.- rió la joven.

-Que infantiles. Pero que más da, aun son niñas y deben aprovechar.- pensó el príncipe de la Tierra.-Por cierto Serena… ¿Cuál era la urgencia para la que me requerías?

-Pues, en realidad son dos urgencias.- rió nerviosa la rubia.-La primera es que debes escribir en uno de los papeles que se encuentran en la mesita junto a ese árbol tu deseo navideño y colocarlo en él. La segunda es que debemos hablar de algo importante.

-Yo también tengo que hablar de algo importante Cabeza de Chorlito.- contestó serio. Serena sabía perfectamente bien que cuando Darien usaba el apodo, era porque el tema sería bastante largo o grave.

-Bien, entonces comienza tú.-lo animó la rubia.

-Soy un caballero, así es que comienza tú, Serena.-se desentendió Darien.

-Primero debes escribir tu deseo.

-Ya vuelvo.- dirigiéndose al árbol Darien.

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¡No podía creerlo! Era el árbol más hermoso que jamás había visto en sus cortos 21 años. Se encontraba justo en la parte trasera del templo y estaba decorado con luces navideñas en forma de arroz de varios colores, pelotitas colgantes en color dorado y plateado, papelitos de diversos colores con los deseos navideños de las chicas, fotos en grupo e individuales de ellos-incluidos Luna y Artemis- y lo más impresionante, adornos colgantes con el símbolo de sus respectivos planetas regidores- Mercurio, Venus, La Tierra, una Luna plateada y otra en color rosa, Marte, Júpiter- que le daban el toque especial y de unión entre ellos, además de un lindo pesebre que le daba la esencia de paz y tranquilidad en medio del árbol.

-Esto es hermoso.- pensó.- ¿Seré capaz de arruinarle la Navidad con mis demonios internos?

Pero al menos para dejar feliz a Serena, escribió su mensaje "navideño", lo colocó delicadamente en el árbol y prosiguió a iniciar la conversación con su novia.

-Listo, Serena. Mi deseo ya está en el árbol… ¿Cuál es la otra urgencia?

-Bueno…emm…este…-comenzó a titubear la joven.- Tú sabes que somos novios, ¿verdad?

-Sí, claro que sé que somos novios Serena.- respondió Darien como si fuera lo más obvio de la conversación.-Pero… ¿Qué es lo que me quieres decir?

-Bueno, bueno, iré al grano.-alardeando la rubia.-Me gustaría que pasemos esta Navidad como lo que somos. Rinnie, mi mamá, mi papá, Sammy, tú y yo, ya sabes como una familia que se está comenzando a formar desde ya.

-No.-fue la seca respuesta del pelinegro.

-¿Qué?-incrédula la rubia.

-¿Estás sorda Cabeza de Chorlito? Te dije que no, N-O, ¡NO!-gritó exasperado.

-¿¡Qué te pasa Darien?! Hubiera preferido mil veces que me inventaras alguna excusa a que fueras así de cruel y sincero.- respondió enojada.

-Perdóname la vida Cabeza de Chorlito, pero no a todos nos gusta la Navidad, o como yo le llamo "Matavidad".

-¿Matavidad? ¿Qué clase de palabra es esa Darien?

-¡Y ahora te haces la culta, niña caprichosa! Que piensa que todo alrededor es rosa y no hay maldad ni nada por el estilo… ¡Ya reacciona!

-¿Qué reaccione de que manera? ¡Ya sé!- iluminándosele el foco a Serena.- ¿Quieres que reaccione y me dé cuenta de que sigues siendo el mismo frívolo, egoísta, egocéntrico y antisocial que conocí hace un año? ¿Verdad?-ironizó la rubia.- ¡Pues fíjate que no tengo porque reaccionar en ese aspecto porque jamás vas a cambiar!

-¡¿Qué no voy a cambiar?! ¡Por favor! Si yo quiero cambio y si no quiero, no lo hago.- sarcástico Darien.

-No puedo creerlo…Tus padres criaron a un monstruo en vez de un ser humano. Estarían decepcionados de ti al ver que su hijo fue un Casanova y que es un ser más frío que un Iceberg. Morirían por segunda vez.

-Retira lo dicho.-con los dientes apretados Darien.

-No.

-Que lo retires, te digo.

-Te dije que ¡No!-gritó la rubia.

-¡Que lo retires!-eufórico Darien.

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La Guerra de Almohadas había dado finalmente como ganadoras a Mina y Rinnie-a esta última la soborno con comprarle un helado gigante si se aliaba a ella- y dejando la sala de Rei cubierta de plumas y polvo.

-¡Eres una tonta, Mina! ¿Sabes cuánto me demoraré en limpiar este desastre?-gruñó Rei.

-¡No puede ser, esto está demasiado…desordenado!-lloró Lita.

-Tranquila Lita, todo estará bien, todas cooperaremos… ¿Verdad Rinnie?-preguntó Amy.

-Si...Por cierto, ¿Dónde están Serena y Darien?

-¿Darien? ¿Cuándo llegó?-sorprendida Luna.

-Justo cuando Serena salió a pedir ayuda y me pidió que cubriera la zona de ataque, cuando escuche que decía "¡Sácame de aquí, mi querido Darien!". Se oía extraña, quizás tenia plumas en la boca.

-Tal vez.-se rió Mina, contagiando a las demás y llenando el templo de risas.

Pero las risas terminaron cuando escucharon unos gritos que provenían desde la entrada del templo, y no eran cualquier gritos… ¡Serena y Darien estaban peleando!

-Retira lo dicho.-con los dientes apretados Darien.

-No.

-Que lo retires, te digo.

-Te dije que ¡No!-gritó la rubia.

-¡Que lo retires!-eufórico Darien.

-¿Están…están peleando?-con los ojos llorosos Rinnie.

-Tranquila, iremos a ver, ¿sí?-la tranquilizó Amy.-Pero tú deberás quedarte aquí, por los gritos se ve que la pelea es grave.

-Aja.-fue lo único que pudo emitir la pelirrosa.

-Vamos a ver chicas.- anunció Rei.

-¡Sí!-dijeron al unísono.

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No supo cuando, ni como, su mano derecha había impactado en la mejilla izquierda de Serena, dejándola roja e hinchada, con un hilillo de sangre recorriendo su labio, además de dejarla tirada en el suelo.

-Yo…yo…perdóname…yo…-no podía hilar oración alguna. Se sentía como un maldito bastardo, ¡había golpeado a Serena!

-¡No te acerques a ella infeliz!-gritó Lita a lo lejos.

-¿La… golpeaste…Darien?-tartamudeó Rinnie.

-¡Rinnie! ¡Te dijimos que te quedarás adentro!-la regañaron las chicas.

-Respóndele a tu hija, Darien.-se oyó la débil voz de Serena desde el piso.- ¡Contéstale lo que te preguntó poco hombre!-gritó llorando.

-Si pequeña, golpeé a Serena.-le respondió avergonzado.

-¡No puedo creerlo Darien! ¡Jamás me imaginé que podrías golpear a Serena por una simple pelea!-lo repudió Rei.

-Mina llévate a Rinnie adentro y no dejes que salga.- indicó Amy.

-Sí. Vamos adentro Rinnie, este no es un buen ambiente para ti.- tomándola en brazos, mientras la niña lloraba.

-Serena, déjame revisarte ¿sí?-pidió Amy, mientras ayudaba a la rubia a ponerse de pie.

-Se acabó…-habló Serena.

-¿Qué?-al unísono todas las chicas, incluyendo a Darien.

-Se acabó… ¡esto se acabó! ¡No era necesario que me golpearas por negarme a retractarme por algo que dije!

-Serena…yo…

-¡Cállate! No quiero escucharte. No tenemos nada en común, solo fuimos el envase para recibir los espíritus de Endimión y Serenity y nada más, ¡Porque Darien Chiba y Serena Tsukino son solo dos terrícolas que creyeron amarse pero que no fue así!

-Serena.-llorando Darien.

-Terminamos. Tal y como tú terminaste conmigo hace un año, yo termino contigo Darien Chiba.

-No puedes, no puedes dejarme.-en shock el pelinegro.

-¿Por qué no? Si no retiró lo dicho ¿me golpearás otra vez?

-Solo fue la rabia… ¡Insultaste a mis padres!-gritó.

-Yo no los insulté… ¡Te insulté a ti, estúpido sordo!

-Dijiste que criaron a un monstruo, ni siquiera los conociste.

-¡Ya no quiero seguir hablando! Sabes, desde que te conozco que me has hecho daño y ya estoy harta de eso, es mejor dejar esto hasta aquí.-derramando lágrimas Serena.

-No, Serena, por favor, te lo suplico, no me dejes, eres mi familia… ¿Te acuerdas?

Pero ya era tarde, Serena ya iba bajando las escaleras del templo, desconsolada y herida, mientras que Darien quedaba derrumbado y tirado en el piso.

-No puede ser.-con voz rota Mina, que traía de la mano a Rinnie.

-¿Qué no te dije que la tuvieras adentro?-la regañó Amy.

-Yo le pedí salir y que me lleve a casa.- respondió la pelirrosa con voz frágil.

-Las acompañó.-dijo Lita.

-Esperen.-se anunciaron Luna y Artemis.

-¿Qué sucede Luna?-preguntó Rei.

-Serena dejó esto a los pies de las escaleras.-señalando el broche en forma de corazón que traía Artemis.

-Su broche de transformación.- suspiró Amy.

-¿Y Darien?-preguntó Artemis.

-¡¿Dónde demonios se metió!?-enfurecida Rei.

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Se sentía el peor de los hombres, el más infeliz y miserable del planeta, hizo lo que más repudiaba en un hombre, ¡Había golpeado a una mujer! Y no a cualquier mujer, ¡Había golpeado a su Serena!

Su mente y su alma le decían solo una cosa, debía sanar el dolor de la única manera que él sabía hacer en esas fechas: beber.

Llegó a su departamento a duras penas, se quitó la ropa quedando solo en sus bóxers negros y comenzó con la dichosa y gloriosa tarea. Se sirvió del whisky más caro y fino que tenía en su mini bar en uno de sus finos vasos de cristal templado, un par de hielos y se tiró en el piso junto al ventanal de su terraza a beber, hasta que pudiera perder de sus recuerdos la imagen de Serena tirada en el suelo, con su mejilla hinchada y su labio roto y con sangre.

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No sabían a quien recurrir. Este parecía ser el fin definitivo de la utópica leyenda de amor entre La Tierra y la Luna. Serena y Darien habían llegado al límite, sobre todo el príncipe que había sido capaz de golpearla hasta que recordaron que había solo una persona que conocía perfectamente bien a Darien: Andrew Furuhata.

-Vayamos al Center Crown por Andrew, él sabrá que hacer.- animó Rinnie.

-Tienes razón, pero usted jovencita debería de irse a casa.-le recordó Mina.

-Tengo hambre y quiero una malteada con un pastel.

-Está bien, tendrás tu malteada con pastel si prometes no inmiscuirte en la conversación, ¿de acuerdo?-negoció Amy.

-Trato hecho.- respondió contenta la niña.

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Serena se encontraba en el parque nº10 llorando amargamente. Darien la había golpeado y no solo eso, ella había decidido poner término a la relación. Quizá no había sido una buena idea decirle un día antes de Navidad sobre la cena sorpresa, tal vez había algo más de trasfondo para que Darien hubiera reaccionado de esa manera, él mencionó algo de que ella supuestamente había insultado a sus suegros fallecidos, pero… ¿En qué maldito momento lo había hecho? ¡Demonios, ya lo había recordado! Se le había ido el detalle de que Darien era frío y ególatra como manera de refugiar el dolor que la muerte de sus padres le había causado y la muy tonta se lo había recordado en plena Navidad.

Mejor iría a hablar con él, porque estaba comenzando a tener una sospecha muy grande, que de ser cierta, sería lo peor que le pudo ocurrir a Darien.

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Andrew se encontraba cerrando el local cuando vio aparecer a las chicas un poco alteradas y nerviosas.

-¿Qué sucede chicas?

-Darien golpeó a Serena porque según él, ella insultó a sus padres y terminaron su relación, otra vez, mejor dicho fue Serena quien terminó con Darien.- relató Mina.

-¿Quién demonios se cree Chiba? ¡Le dije que debía contarle la verdad a Serena!-desesperado Andrew.-Es un imbécil con i mayúscula. Entremos.

-¿Qué verdad?-preguntaron todas.

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Llevaba más de 10 minutos tocando el timbre del departamento de Darien y nadie abría. Necesitaba hablar con urgencia con él, saber la verdad, comprenderlo y pedirle perdón. Pero su cerebro de conejo de la Luna le envió un impulso cerebral recordándole que en el interior de la maceta del pasillo había una llave extra ¡y ella perdiendo el tiempo tocando el timbre!

Colocó la llave en el cerrojo, la giró hacia la derecha, escuchó un "click" y abrió la puerta. Lo que vio la dejó conmocionada…

-Hace 15 años los padres de Darien y él tuvieron el accidente de auto en el cual ellos murieron y mi amigo quedó amnésico…

-Eso lo sabemos Andrew.- interrumpió Lita.

-¿Y saben la fecha exacta del accidente?

-No puede ser…-murmuraron las muchachas.-Es imposible.

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Darien estaba tirado a un lado del ventanal de la terraza, solo en ropa en interior, con un vaso de whisky en la mano derecha, unas cuantas botellas de whisky tiradas por ahí, fotos familiares regadas por todos lados y la televisión encendida mostrando un video de Darien de no más de 6 años de edad cabalgando un caballo negro junto a una hermosa mujer de cabellos castaños y ojos azules, vestida de jinete mientras que junto a ellos estaba un hombre que era exactamente igual a Darien físicamente, cabellos negros y ojos verdes, vestido de jinete, cabalgando un caballo blanco. Darien se veía feliz, mostrando una de las pocas sonrisas que ella había logrado sacarle.

-Dime que el accidente no fue en Navidad.- suplicó desesperada, pero él no reaccionaba.- Darien, mi querido Darien, por favor, confía en mí.

Serena se agachó a la altura de Darien y lo abrazó, pero fue rechazada.

-No me rechaces engreído.- trató de reírse por el apodo que hace tiempo no le decía a Darien, pero le fue imposible, las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

-Si.-sollozó el pelinegro.-Me… dejaron solo en…Navidad.-y no aguantó más, se abrazó a Serena y lloró como un niño chiquito.

-Tranquilo amor.- acariciándole la cabeza la rubia.-No estás solo… ¿Recuerdas? Estamos las chicas, Luna, Artemis, mis padres, Sammy, Rinnie y yo contigo. No estás solo, nunca más, te lo prometí cuando Fiore llegó a la Tierra y lo he cumplido, a excepción de hoy que te deje solo.

-Perdóname, soy un imbécil, no debí haberte golpeado es que…

-¿Me contarás la historia completa o seguirás ahogándote en tus penas y el alcohol?

-¿No me dejarás solo como los abuelos después que te cuente la historia?

-¿Te abandonaron?

-Me culparon por la muerte de ellos…sobre todo por la muerte de él…

-Mi niño, nunca lo haría…

-Eso es lo que era y lo que soy, un niño al que nadie quiere.- comenzó a divagar producto del alcohol en sus venas.

-Eres un niño grande y yo si te quiero.- le besó la frente Serena.- Y la enana también… ¿Me vas a contar la historia sí o no?

-Ese día, la pasamos tan bien juntos. Mamá, papá, la abuela, el abuelo, todos juntos en la hacienda a las afueras de Tokio…

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El 25 de Diciembre ya se sentía de lo más bien en la hacienda Chiba. El pequeño Darien estaba de los más feliz con el regalo que Santa Claus le había traído, ¡Su propio set de doctor! con su bata bordada con el nombre Dr. Chiba, un maletín, una libretita para anotar indicaciones, su estetoscopio, medicinas, arsenal de doctor y lo más importante, un certificado que debían firmar sus padres para nómbralo el doctor de la familia.

-¡Abuelo, abuelo! Mira tengo mi estetostopio.- pronunció el pequeño Darien.

-Se dice estetoscopio hijo.-lo corrigió dulcemente su abuelo Anthony Chiba, un hombre de unos 50 años, quien físicamente era igual a Darien, solo que más maduro y sus ojos eran de color verde. Era un reconocido médico cirujano en Seúl, Corea del Sur. Su padre era japonés y su madre era norteamericana, por lo que la tradición familiar era que la siguiente generación debía tener nombre americano y conservar el apellido japonés.

-Vaya veo que el pequeño Darien está disfrutando de su regalo.- comentó ilusionada su abuela Emily Chiba, de unos 50 años, era muy linda y elegante. Su cabello era pelirrojo y tenía los ojos azules, igual que Darien y su hijo.

-Si abuela y cuando sea grande quiero ser un doctor muy famoso como el abuelo y como papá.-dijo orgulloso el pequeño.

-Creo que tengo un pequeño admirador.-se escuchó una voz masculina.

-¡Papá!-se lanzó en sus brazos el pequeño. Su padre, Christian Chiba era un reconocido neurocirujano en el estado da Juuban, un hombre joven de unos 28 años, atractivo, cabello negro y ojos verdes como los de su padre, el señor Anthony.

-¿Y? ¿Es verdad que quieres ser un doctor muy famoso?-preguntó curioso su padre.

-Si papi, quiero ser un doctor que salve muchas vidas.

-Pero para eso necesitarás a una linda enfermera que te ayudé.-se anunció en la sala la madre da Darien, Sophie Chiba, una hermosa mujer de unos 27 años, con el cabello castaño y rizado, además de ser dueña de unos hermosos ojos color azul zafiro.

-¡Mamá!-gritó alegre el niño. -¡Tú vas a ser mi enfermera! ¿Verdad?

-Claro que no Darien, porque esa enfermera es mía.- irrumpió celoso Christian.

-Amor, sabes muy bien que tú eres mi hombre y Darien es mi hombrecito.- explicó Sophie.

-¡Mamá me avergüenzas!

-¡Darien Armando! ¡¿Me puedes explicar eso de que te avergüenzo?!-alterada Sophie.

-¿Qué no sabes?-con cizaña Christian.

-¿Qué cosa?

-Que a Dariencito le gusta una niña llamada Elizabeth del salón…-pero un súper almohadazo hizo callar a Christian.

-¡Oye! ¡Te dije que eso era un secreto de hombres papá!-avergonzado el pequeño Darien.

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-¿Elizabeth?

-¡Vamos Serena, eso fue como hace mil años!

-¿Mil años?-gritó Serena.-Espero que esto sea un error por lo de tu borrachera, porque que yo recuerde hace mil años fue nuestro amor en el Milenio de Plata.

-Solo fue un decir, Cabeza de Chorlito.

-Mejor sígueme contando la historia si no quieres que te dé una patada, Engreído.-amenazo la rubia.

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-Ya deja de molestar al niño, Christian… ¿Te acuerdas de esa niña francesa que iba en la secundaria de nuestro hijo, Anthony?-consultó con su esposo Emily.

-¿Te refieres a Juliette en la secundaria de USA o a Maredith aquí en Tokio?-habló cómplice Anthony.

-¡Mamá, papá! ¡Me están avergonzando! ¡Harán que Sophie me pida el divorcio!

-¿Ahora sabes lo que se siente verdad?- consoló Darien a su padre.

Una gran risotada por parte de todos se hizo presente. Sin duda alguna, Darien había dejado sin habla a su padre, siendo premiado por su madre aceptando enseguida la propuesta de ser su enfermera. La hora del almuerzo llegó degustando un rico pavo con ensaladas. La tarde se pasó amena debido a que Darien había abierto su consultorio y comenzó a atender a todos los empleados de la hacienda con la ayuda de su enfermera personal. Había llegado la hora de irse, la nieve había cesado pero había comenzado repentinamente a llover, así es que prefirieron irse despacio y con cuidado por la carretera. El automóvil era golpeado incesantemente por la lluvia que cada vez era más fuerte. Darien iba en la parte trasera jugando con su set de doctor y su osito de peluche, su madre iba preocupada por lo resbaladizo del pavimento y su padre estaba desesperado, todos los caminos estaban cortados.

-Mami, algo le sucede al osito, no está respirando bien.- habló el pequeño.

-Ahora no Darien, cuando lleguemos a casa jugamos, ¿sí?

-Pero es que…

-Darien, ya escuchaste a tu madre ahora no, hijo.-le habló golpeado su padre, haciendo que el pequeño se pusiera a llorar.

-¡No debiste hablarle así!-salió a la defensiva Sophie.

-Pero debe entender que estamos ocupados y no tenemos tiempo de jugar.-le respondió enojado Christian, descuidando su vista del camino.

-Por favor, no peleen por mi culpa.- comenzó a llorar Darien.- Perdón…

-No llores, hijo ya no pelearemos, pero cuando lleguemos a casa te prometo que juntos los tres revisaremos al osito, ¿De acuerdo?-prometió su padre, descuidando nuevamente su vista del camino.

-Y yo prometo llegar a preparar unos ricos pasteles.-entusiasmada su madre.

-¡Sí! Me gusta la idea y también podemos…-pero el niño se quedó callado.- ¡Papi, cuidado!

Por ir descuidado, Christian no vio una curva bastante cerrada, por lo que intentó todas las maniobras posibles para evitarla pero el pavimento resbaladizo no ayudó mucho y el automóvil sin más se fue de frente contra la barrera de contención, rompiéndola con una fuerza increíble, cayendo por el barranco dando 1, 2, quizás más vueltas.

Vidrios rotos por doquier, el automóvil se encontraba abollado por todos lados y el pequeño osito estaba tirado por algún lugar.

Darien logró salir por una ventana rota gracias a que no llevaba cinturón de seguridad. Su frente estaba rasmillada, sentía un fuerte dolor en su cabeza que comenzaba rápidamente a sangrar y su brazo izquierdo le dolía muchísimo, intentó moverse para pedir ayuda en esa fría noche de invierno pero un ruido ensordecedor lo hizo voltearse y quedar completamente en shock…

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-¿Qué sucedió?-preguntó Serena.

-Cuando me volteé, el auto…el automóvil estaba en llamas y con mis padres adentro, Serena.

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Las chicas no podían procesar aún la información que acaban de descubrir.

-Así es chicas, el señor Christian Chiba y la señora Sophie Chiba, murieron en Navidad, producto del accidente, pero eso no es lo más terrible.- relató Andrew.

-¿No?- preguntó Rei.

-Aún falta decirles la causa de su muerte.

-¿Cuál fue?-indagó Amy.

-Murieron quemados.

Un silencio sepulcral se formó en el Center Crown al descubrir una de las partes más importantes de la vida de Darien.


N/A: Seee! está como super pasado de la Navidad el fic, pero es que...ahhh! Tuve algunos problemas partiendo porque mi compu estaba enferma y sin internet+ yo trabajando= sin tiempo para nada, solo dormir, dormir y dormir, jaja. Bien como se pudieron dar cuenta, el fic está ubicado dentro del contexto "Sailor Moon S", luego de la película "El amor de la Princesa Kaguya" por lo que vale decir que es mi primer historia NO UA , así es que espero que no sean muy rudos conmigo. Está historia es un two-shot , osea, que ya al próximo capitulo es el fin, tal vez, quizas, tenga epilogo, eso aun no lo se. Espero sus comentarios, sugerencias, criticas constructivas y demás!

Nos estamos leyendo!

Besitos,

Serenity Amaya.