Hola, abriendo el año nuevo con otro fanfic de Zelda. Espero que les guste. Espero que les agrade.
Legend of Zelda es enteramente propiedad de la Gran N.
"Reencuentros del Destino"
Por: Aoiha-Hylian
-Prólogo: Hace 7 años-
-Ayer, hace tan sólo 12 horas, desgraciadamente perdimos a nuestra querida Impa… Era como de la familia, ella cuido a la princesa desde que prácticamente era un bebé. Hoy solo queda Hidden Village, la cuna de los nuevos Sheikahs. Nadie más puede cuidar a mi hija – La voz provenía desde el balcón de la habitación del Rey, en el castillo de Hyrule.
Por otra parte, entre las sombras se podía observar a una niña, sollozando por lo ocurrido. Ganondorf trato de atacar al rey, eso había pasado justo cuando su amigo, el niño del bosque le había advertido… sólo ella y él caían en cuenta de sus especiales destinos y algunos secretos. En ese instante el hombre malvado del desierto maldijo a Impa… su niñera... a los 4 días ella falleció, hoy era ese 4rto día.
El niño rubio se acerco lentamente a su amiga y le dijo – No llores, Zelda – se sentó a su lado – Yo voy a protegerte – dijo firme ante todo, Impa también le agrada y todo lo que había vivido Link no había sido sólo un sueño… Por ella, aquella Zelda adulta había sobrevivido, por Impa, por ese amor maternal había seguido fuerte la niña – Prometo no irme de tu lado, y si lo hago, no te hare esperar demasiado, mi mejor amiga…
"Hoy regresara… hoy volverá aquel a quien anhelas ver de nuevo..."
Una joven rubia, de hermosa cabellera larga, hasta la cintura despertó de golpe,
literalmente, había caído torpemente de cabeza hacia el suelo.
Se levanto, se aseo y se puso su ropa, un hermoso vestido color rosado y blanco, el que solía usar, pues era de su difunta madre.
Las cortinas estaban cerradas, decidió ir con poca prisa y abrirlas y su sorpresa fue grande. Tras el balcón y esa puerta de cristal se encontraba aquel amigo que no había visto desde hace casi 8 años.
El joven se giro lentamente, sus botas eran nuevas, con grabados de plantas sobre ellas. Su túnica era la misma, sólo que en grande, su mirada, su rostro seguían siendo los mismos, un poco maduros, pero igual.
Sobre su rostro dibujo una sonrisa.
Ella sí que había cambiado, lucia madura, lucia responsable, lucia totalmente hermosa pero más que nada… lucia fuerte.
La princesa de Hyrule seguía en Shock – "Esto… debe ser un sueño muy cruel…"- Pensó mientras observaba con atención y casi con lagrimas solitarias. Quedo anonadada por: uno, hace 7 años que no veía a esa persona, 7 años sin su mano o sus abrazos, si quiera sus consejos, sus melodías e historias de su aventura como héroe del tiempo… y dos… Lucia tan bien, que no pudo evitar sonrojarse de forma inadecuada para una princesa. Toco la perilla de la puerta de cristal del balcón, pero no la giro. El seguía sonriendo.
-¿No vas a abrirme, Zelda? No es por ser grosero, pero mi capa realmente no va a taparme de la helada que hay por la estación – dijo sonriendo de forma casual.
Zelda quedo silenciada, abrió la puerta y él entro rápidamente.
-Uf, ¡Pero qué frio! – Dijo tallándose los brazos, el joven sentía que si lo hacía muy fuerte, se rompería uno por lo rígidos que estaban – Sabes… esta es mi primer parada… lo único que yo deseaba era volverte a ver, Zelda, no hacerte esperar más de lo debido, querida amiga – sin previo aviso, Link la abrazo fuertemente. Abalanzándose sobre de ella, de forma brusca pero realmente con intención de no perder nada de ese momento, de ese reencuentro. Su brazo izquierdo rodeaba su cuello y el derecho el costado de su cabeza, con suma delicadeza, su mano tocaba su cabeza de forma cariñosa. Ella mantenía sus brazos sobre su propio pecho – Zelda… tenia tanto tiempo sin sentir tu temperatura y el mismo largo tiempo sin oler tu perfume, nunca pensé que de todos a ti es a quien más extrañaría.
Ambos se separaron, Link le miro enternecido mientras que ella permanecía sonrojada por el acto del joven. Link se dio cuenta del tono de piel de la joven princesa y luego nervioso se separo de ella mientras sonreía como tonto.
-Bueno, lo decía porque lo único que he olido es ropa sucia y animales… ya sabes… pero antes de venir, lave mi ropa, je… así que no hay problemas, Z-Zelda – El joven retrocedió riendo un poco.
Ella seguía de la misma forma, sin habla, era increíble, más bien, era algo que no se esperaba.
-Princesa Zelda, es hora de que d… - La sirvienta que había entrado a la habitación. Miro sorprendida a la joven – ¡Guardias!
-¡N-No, Hey, espera! – Pronuncio el joven Hyliano asustado – ¡No soy ningún vago o algo parecido!
-Espera – Dijo calmada la princesa, mientras los guardias miraban al joven con nostalgia mientras sonreían y tiraban sus armas al suelo para ir a saludar al joven, acariciar su cabello y darle abrazos.
-¡Joven Link! – Decían los caballeros – Que bueno que regresaste, Link – Los caballeros estaban realmente felices por el regreso del gran novato, Link.
La mucama se tranquilizo y salió de forma normal.
-No regreso realmente al puesto de caballero por gusto, lo quiero hacer por Zelda, ella necesita quien la cuide – dijo sonriendo muy felizmente.
La princesa camino lentamente hacia la puerta – Realmente no lo necesito Link… puedo cuidarme sola, pude hacerlo desde hace 7 años… puedo hacerlo sola.
Salió de la habitación dejando a todos con la boca abierta.
Link borro su expresión de sorpresa y luego sonrió alegremente – Sabia que aun siendo así… estaría feliz de verme, muy dentro de ella, y me alegra que se haya vuelto fuerte.
-Ella esta así por que muy pronto se casara… cuando ella tenida 10 y te fuiste, el rey se alegro, ella permanecía solitaria y bueno, como todo deber de princesa… es casarse. Su padre le busco un príncipe de su edad y cuando ella tenga 19 se casaran… aunque prácticamente están comprometidos, pero ella no parece agradarle la idea – Comento un joven caballero en la puerta de la entrada.
Link no parecía nada feliz, su expresión fue cambiada por una fruncida y muy molesta, esa decisión del rey no le había parecido nada justa. El muchacho persiguió a Zelda y la tomo por el brazo con delicadeza – Zelda – El semblante se obscureció y luego continuo hablando – Realmente siento que hayas tenido que estar sola un tiempo, lamento en serio haberte hecho esperar, lamento todo lo que has pasado, pero no podía regresar y dejar morir a gente inocente en el lugar que encontré… no podía dejar nada…
Link comenzó a contar su viaje a termina, su aventura para poder volver luego de que se encontró con la sorpresa de que el bosque realmente había logrado confundirlo, de que había llegado a otro reino vecino a Hyrule. Aquel reino que tenía problemas como el mismo Hyrule.
-Acepto las disculpas… Yo – La princesa lo abrazo cálidamente, le dio un agradable beso en la mejilla y continuo abrazándolo, como solía hacerlo de niña – Yo también extrañe tu…
-¿¡Qué es lo que están haciendo ustedes dos!? – Grito el primer ministro de forma desagradable – Es una gran falta de respeto que una princesa prometida haga este tipo de disturbios solamente por un simple campesino.
Zelda dejo de abrazar a Link y con su penetrante mirada cual zafiro deslumbrante, desafío al ministro el cual perdió ante la mirada de soberana de Zelda.
-En primer lugar, ministro, esta muestra de afecto no le concierne, puesto que es mi mejor amigo de la infancia de quien está hablando. Segunda, por más comprometida que este… para mí la amistad de Link esta por sobre de cualquier relación "amorosa" Por tanto si no entiende le trato de dar a entender… deje de juzgarme como si fuese mi padre.
-Quizá no sea tu padre, pero yo si – La fuerte y gruesa voz del rey, resonó por todo el lugar mientras Zelda se separaba de su amigo – Aunque ciertamente… ambos comparten un momento amistoso.
Link regreso al bosque kokiri después de eso, luego al rancho Lon-Lon, a saludar a su amiga Malon, pero más que nada, a llevar a epona porque extrañaba las melodías de Malon. Poco después Link decidió volver a la ciudadela, en el castillo habitaban los soldados, y Link lo haría un poco más tarde.
Continuara.
Hola chicos, feliz año nuevo a todos y espero que las historias estén realmente entretenidas y nafa mas. Nos leemos pronto.