Prólogo
Hace unos días, encontré una bella reflexión sobre el Himno a la caridad de San Pablo. Una lectura que siempre ha sido una de mis favoritas y de las más entrañables en la Biblia. Pensé en el amor de Candy y Albert, mi pareja favorita y quise hacer algo con este amor de nuestros rubios preferidos, desde la perspectiva del himno del apóstol san Pablo.
Los personajes de Candy Candy pertenecen a sus autoras: Kyoko Mizuki y Yumiko Igarashi y la lectura bíblica es del dominio público y tomada de la Biblia de América, versión católica.
Las descripciones del amor que aparece al inicio de cada capítulo son reflexiones de la página .
De la Primera Carta del apóstol san Pablo a los corintios. 12, 31 – 13, 8
En todo caso, anhelen los carismas más valiosos. Y todavía les voy a mostrar un camino más excelente.
Aunque habar las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como campana que resuena o platillo que retumba. Y aunque tuviera el don de hablar de parte de Dios y conociera todos los misterios y toda la ciencia; y aunque mi fe fuera tan grande como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy. Y aunque repartiera todos mis bienes a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es paciente y bondadoso; no tiene envida ni orgullo ni arrogancia. No es grosero ni egoísta, no se irrita ni es rencoroso; no se alegra de la injustica, sino que encuentra su alegría en la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca pasará.
Espero y lo disfruten y me dejen sus comentarios.
Lady Lyuva
