El ENGAÑO.
(Secuela de El Pacto)
Por Claudia Medina
Capítulo 1
-Alberto. Soy yo, Juan Miguel-escuché en el auricular, mientras le daba las llaves de mi auto al valet parking. Me acomodé el saco.
-¿Dónde estás?- doy una mirada rápida al restaurante, veo una bata blanca en una de las mesas de la esquina y una mano que se alzaba. Después de saludarnos con un abrazo cordial como siempre, fijó su mirada seriamente en mí
-¿Qué sucede?- pregunto ya preocupado
-¿Cuánto amas a Sandy?
-¿Qué clase de pregunta es esa Miguel?-dije aun de pie y con un tono de indignación.
-De reafirmación, no para mí, sino para ti mismo… siéntate… - vio su reloj Rolex-aunque no tengo mucho tiempo, tengo que impartir una clase en 20 minutos… - suspiró-tu sabes cuánto los estimo… nuestras familias ha crecido juntas…
Me siento sin decir palabra, sin dejar de verlo y escucharlo.
-Esto se trata de Sandra y …. Ricardo.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Corrí hacia la puerta del avión y Ritchie iba tras mí, cargaba solo su portafolio de siempre y aún tenía puesta la bata blanca. Me aventé en el asiento como lo hubiera hecho en el sillón de la estancia de televisión y fijé mi mirada hacia la ventanilla, lo que menos me preocupaba era que mi papá se enterara que tomé el avión sin avisarle.
-Abróchate, ya va a despegar- dijo con ese tono autoritario que odio. No me molesté en voltear a verlo, solo lo hice, mientras sentí como se sentó a mi lado. Sus ojos miel-verdosos se dirigieron a mí por el rabillo. Después de un rato decidí voltear a corresponderle la mirada. Vi rostro sin gesto alguno y aun así se veía perfecto, con su nuevo corte parecido al que mi padrino ha puesto de moda… me explicaba en cierta forma lo que mi madre había hecho…porque a pesar de todo mi padrino era todo un ícono sexual y su hijo no lo era menos solo que este último no salía en todas las revistas como uno de los hombres más sexis del mundo… aunque bien lo merecía.
Mi cabello celeste con rosa alborotado y sin peinar por tres días estaba desparramado en el respaldo. El seguía serio, buscando en mí una respuesta, algo, una palabra para iniciar de nuevo la discusión.
-Habla por Dios, Candy, me aturde más tu silencio que tu sarta de palabrerías que acostumbras.- añadió mientras se abrochaba
Empezamos a sentir que el avión ya había tomado altura.
-solo hace media hora que empezó su vuelo seguro los alcanzamos todavía en el aeropuerto.
-Seguro mi papá va al hotel de siempre cuando no se quiere quedar con la abuela Leonora. Candy… yo…- dijo al volverse a mí directamente.
-Tú eres el incondicional de mi madre… al igual que Felipe lo es de mi papá… para ti ella es casi una diosa del olimpo…. Y que puedes decir de tu papá… abre los ojos Ricardo Joaquín… quien sabe por cuánto tiempo han estado engañando a mi papá… no lo entiendo de ella… si mi papá es un hombre guapo, es uno de los hombres más importante de Latinoamérica…la complace en todo…siempre me queje de su …mumumu…mimosidad…
Pude ver que algo como una sonrisa se dibujó en su boca
-Candy solo digo que tal vez las cosas no son lo que parecen…
-¿Cómo?.. Bueno, ¿que tú estás ciego o qué?... justo el día que mi padre le celebra su cumpleaños con tremenda fiesta mientras él está atendiendo a los invitados mi mamá está en los brazos de mi padrino, quien vino especialmente de una gira… para esa fecha… diciendo tooooodo lo que escuchaste con tus propios oídos…Ritchie, vimos y oímos lo mismo por favor no quieras tapar el sol con un dedo….
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Suspiro, ella tiene razón, las palabras que escuchamos no pudieron ser de ninguna forma distorsionadas, estuvimos a medio metro…
-Sandra, ¿ya le dijiste a Alberto?
-no.- bajó la cabeza- no puedo… entiende Ricardo… todo cambiaría.
- y ¿ese es tu plan? ¿No decirle nada e irnos a Miami así nada más?
-sí, es mi vida y yo decido sobre ella... ya después… de tu ya sabes… lo decimos a todos. Pero prométeme que de ti no saldrá una sola palabra.
-Ven aquí, Tarzán.- dijo al abrazarla fuerte y besarle la frente mientras le acariciaba el pelo- ya sabes que siempre he estado aquí para ti
-Ricky…- protestó-… debes hacer tu vida
-No…. No importa mi vida ahora…
-shhh- dijo al taparle la boca con el dedo índice- nos pueden oír.
-Te amo Sandra Nelly Garza-Ibarra de Zambrano y me moriría sino vamos juntos.
-Eres un manipulador de lo peor…
Ya no escuchamos más porque empezaron a avanzar hacia la alberca y rodearla para entrar a la casa.
Algo dentro de mí me decía que había algo mas allá de lo que veíamos, me recargué en el asiento y volví a verla a los ojos, estaban vidriosos, pero no los permitía llorar, tal vez porque era yo quien estaba ahí… yo, su peor pesadilla, quien la riñe últimamente por todo, ¿Dónde quedaron esos días en que éramos uña y carne? ¡Como odié a mi primo Moshe cuando lo encontré besándola justo unos momentos antes de oír esa terrible conversación! ¿Qué me está pasando? Quiero abrazarla, decirle que todo está bien…pero temo a que me rechace, con ese bendito humor que se carga, así que decidí tomarle la mano.
-Candy, sé que no nos hemos llevado tan bien como antes… pero, no importa lo que suceda, cuenta conmigo…
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
No aguanté más, no lo dejé terminar la frase, me eché en sus brazos… y me volví un mar de lágrimas, no sé cuánto tiempo estuve así, oliendo su colonia de Gucci. Creo que la última vez que estuvimos así yo tenía 13 años y él 18, y yo estaba devastada por la muerte de Coronel, mi gato.
Ahora lloraba por mi familia, mi papá, Josefina, Felipe, Natalia, Willy, mi gemelo y mi hermanito Benji. Esta familia que también es la de él, prácticamente él es más hijo de mis padres que de mi padrino, ya que se crio con nosotros. ¿Qué sería de todos ahora? ¿Cómo lo tomaría mi papá? Su esposa con su mejor amigo… ¡Por Dios! ¡Esto es peor que una telenovela de televisa!
Mi madre y mi padrino se cayeron del pedestal donde los tenía. Mi mundo se desmorona… lo que me tiene con fuerzas es alcanzarlos y verlos con mis propios ojos… No sé si para gritarles cuanto asco me dan o para rogarles que no dañen a mi papá y no destruyan una familia cultivada por más de 20 años.
De pronto mi celular empezó a vibrar, en la pantalla decía "Daddy". Nos miramos sin saber qué hacer,
-Apágalo- ordenó. Dude, pero al final obedecí. Ese nudo en la garganta no desaparecía con nada y ahora se añadió la revoltura de estómago. Mi papá nos estaba buscando, solo era cuestión de horas sino es que minutos para que todo se descubra.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
-Analicemos, hagamos memoria Candy- le dije tratando de ser frío. – Seamos imparciales ¿ok? – Nos callamos, viendo al infinito.
-Pues, han de haber sido mucho muy cuidadosos. Yo ni siquiera tuve la mínima idea de eso.- me dijo ya serena. Una vez le pregunte como se habían enamorado ella y mi papá y me dijo que lo importante es que ahora se amaban y que formábamos una hermosa familia. "Lo importante no es el pasado, sino el presente y lo que podamos hacer con el futuro"- dijo con resignación-…Tú.. Acuérdate…
-La verdad, no recuerdo mucho…solo mira las fotos de la boda yo era un bebé. Apenas recuerdo cuando nació Natalia y cuando ustedes los cuates nacieron de ahí si me acuerdo, ya tenía 5 años… y ni qué decir de Benji… pero más atrás no sé… es más, mi mamá no me dijo en la carta que me dejó como ella y mi madrina se hicieron amigas, solo me dijo que la respetara y quisiera como a una madre…
-¡Y si somos hermanos!- grité y salté hacia un lado como resorte.
Nos quedamos viendo, identifiqué angustia en su cara y grité por dentro un gran No. No por lo que había estado sintiendo por ella. Al unísono aclaramos "no puede ser….no debe ser" tratando de convencernos.
