DISCLAIMER: si bueno, nada más me haría más feliz que haber hecho estos personajes… pero no.

PRELUDIO DE DOS BODAS.

Día Sabado 18 de Julio de 2003……

A las 13 PM horas del día……

Con la mitad de mis conocidos, familia y amigos esperándome al otro lado del lugar, separada de ellos solo por una puerta de madera en blanco frente a mi, la cual, me proponía abrir sin poder ya esperar un solo segundo más.

La ventana brindaba la luz que necesitaba del sol, para sentirme valiente y llena de energía… no podía sentirme de otro modo por ninguna razón… ese era el día. El gran sauce fuera de la capilla parecía protegerme con su sombra de lo que venía… pero no hice caso a eso… el sol era tan bello y grande que la sombra de un sauce no podía interferir… o al menos eso pensé en un principio… escuchando la dulce melodía que producían las alondras revoloteando alrededor del lugar, misma que se juntaba con la que las cuerdas de los instrumentos no lejos de donde estaba, dejaban salir…

Sabía que nada… absolutamente nada… podría hacer de este día algo malo… ni siquiera la sombra del gran sauce me previno…

Una de las pequeñas puertas a uno de mis costados se abrió dejando ver la melena oscura y rizada de mi mejor amiga y madrina, que me sonrió como solo ella podía hacerlo. Estaba nerviosa y sus ojos amatista me brindaron tranquilidad. Acercándose a mi tomó mi mano con fuerza mientras asentía una y otra vez. Detrás de ella la cabeza pelirroja de mi otra dama de honor, se alzaba lentamente.

Estás lista?- preguntó la de ojos amatista con un dejo de emoción en su voz. Me limité a sonreír y a asentir levemente. Ella tomó una bocanada de aire y con su pequeño ramo de flores lilas se dirigió a la puerta…

Escuché el sonido de la puerta abrirse y mi mirada se perdió en el piso de mármol rosa pálido, al igual que la chica hace un momento, respiré entrecortadamente cuando la música volvió a llenar mis oídos, y di el primer paso…

Esa mano se cerró tan fuerte sobre mi brazo… aún recuerdo… ni siquiera podía moverme… Me volví encontrándome con aquellos grandes ojos, que pertenecían a una de las personas más amadas para mi. La sombra del sauce se había agrandado al igual que la sombra en los ojos de mi amiga… agua comenzó a resbalar por sus mejilla como si de una fuente se tratará y el sonido de la puerta cerrándose me hizo volverme una vez más…

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Sentí mis manos ya algo sudadas por el nervio y me sonreí a mi mismo… no podía hacer nada para que mi corazón dejara de latir… al menos no por el momento. Las miradas de todos residían en mi, y mi mirada café… por que el color de mis ojos, no era nada del otro mundo… descendió una vez más hacia la alfombra color sangre por la que en solo unos segundos más caminaría ella.

La música había empezado a sonar solo unos momentos antes y yo tan ensimismado… no me había percatado de aquello… mi mente francamente no estaba ahí en ese momento.

Uno de los vitrales en las paredes de la iglesia vació la luz del sol en mis ojos, y yo entrecerré los párpados alejando mi mirada de ahí, topándome con los ojos zafiro que me miraban con un brillo indescifrable en ellos… felicidad… comprensión… apoyo?... no distinguí bien de que se trataba pero asentí agradecido y el sonrió de nuevo.

Busque por todos lados la mirada clara de mi amigo de la infancia… pero no estaba por ningún lado… pensé que tal vez se había retrasado… siempre así… nunca cambiaría…

Al fin, después de lo que me parecieron horas, las puertas de madera unos metros delante de mi, se abrieron de par en par, para dar paso a mi futura esposa. Sonreí desde mi lugar y esperé los segundos que tardó ella en llegar a mi lado. Extendí mi mano hacía ella y la delicada de ella se posó sobre mi fría piel, los nervios no me ayudaban mucho. Traté de mirarla y posar los míos en aquellos hermosos ojos… pero esquivando levemente mi mirada sonrió hacia el cura frente a nosotros.

Y la misa comenzó……

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Respire una y otra vez, casi producido por la sobre oxigenación… llegó el mareo…

No quería seguir escuchando aquello… ya no podía oír más… por que mis mismos oídos no daban crédito de las palabras que salían de los dulces labios frente a mi…

Negué una y otra vez, sintiendo todo lo que en ese momento se me tenía permitido sentir… humillación?... tristeza?... enojo y odio… todo se revolvía dentro de mi como una mezcla de sentimientos oscuros…

Y seguía sin poder creer aquello… sin poder entender una sola palabra.

La música tras las puertas de madera sonó por tercera vez y escuché a lo lejos los murmullos de la gente.

En realidad no supe como llegué ahí… pero segundos después estaba frente a él… eludiendo su mirada y tratando por todos los medios de parecer normal… miré el rostro del sacerdote y sonreí levemente…

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Cuidarla en salud y enfermedad…

Todos los días de mi vida estar junto a ella…

Amarla y respetarla hasta que la muerte nos separase…

Las palabras del cura resonaron en mi cabeza una y otra vez… yo estaba dispuesto a hacer eso y mucho más por ella. Tomé de nuevo su mano entre las mías y la miré fijamente.

Acepto.- afirmé en cuanto la pregunta del sacerdote me hizo regresar los pies a la tierra. Escuché que ahora era el turno de ella para decir sus votos… y sonreí de nuevo.

Y tu……… aceptas a este hombre para cuidarlo en salud y enfermedad, acompañarlo todos los días de tu vida así como amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?

Solo era su respuesta y estaríamos juntos por siempre, el estaría por siempre a su lado y jamás, jamás se alejaría de ella… pero la respuesta… tardó demasiado en venir…

No

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Lo miré a los ojos… esos ojos que me habían jugado sucio todo este tiempo… esos ojos…por los que había caído completamente ciega… y maldije en mi mente…

Acepto- dijo el en un susurro y rápidamente me sonrió…

Y tu……… aceptas a este hombre para cuidarlo en la salud y en la enfermedad, acompañarlo todos los días de tu vida, así como amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separé.- me preguntó el sacerdote, con voz suave. Por un momento mi garganta no me permitió producir sonido alguno, y el dolor en mi pecho se expandió hasta hacer que mis ojos se llenaran de lágrimas…

No

Un silencio sepulcral, se extendió por todo el lugar mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla, la limpie tratando de no dejar rastro alguno del dolor que sentía en ese momento… Volví a escuchar los murmullos de toda la gente y lo miré de nuevo, ahora sí fijamente.

AHHHHHH!!!- la exclamación de sorpresa de la gente, se unió al grito de dolor de mi "prometido", que cayó rodando por los escalones frente al altar, al tiempo que mi puño golpeó su mejilla.

No me casaría contigo aunque fueras el último cerdo en este mundo!!! Maldito bastardo!!!- exclamé con fuerza, con todo el odio que sentía en ese momento y bajando las escaleras tomé la orilla de mi vestido e hice chocar mi punta del zapato con sus partes sensibles, cuando el comenzaba a levantarse. – Espero que jamás puedas tener hijos!!! Pedazo de mierda!!

No en la casa del señor… señorita!- reprendió el cura, lo cual fue lo último que pude escuchar antes de salir corriendo de la iglesia. Las lágrimas ahora sí que nublaban mi vista, pero pude distinguir el gran sauce no muy lejos de mi, y yendo por la parte de atrás del lugar me escabullí corriendo sin rumbo…

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La negativa había sido como un choque eléctrico para mi, ni siquiera me volví para ver a la gente murmurando cosas extrañas, lo único que llegó a mi fue su voz…

Lo lamento mucho Shaoran…

Como si de una acción en reacción se tratase ella tomó su vestido y salió corriendo de la iglesia sin volverse una sola vez…

La copa cayendo al suelo desde el altar me hizo levantar la mirada y volver en mi. Negué varias veces antes de correr hacía las puertas de la iglesia… me debí ver patético corriendo detrás de la chica que me había plantado en el mismo altar, gritando su nombre como un psicópata… y lo único que me detuvo de seguir corriendo, fue la imagen delante de mi…

El vestido blanco ondeo con el aire en cuanto se encendió el motor del auto a unos metros de mi…

Un mercedes rojo que yo conocía a la perfección…

El mercedes rojo que mi mejor amigo había ido a comprar conmigo…

El mercedes rojo que en ese momento desaparecía, llevándosela a ella lejos de mi… a ella y a mi supuesto mejor amigo.

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Sakura siguió corriendo, considerando que su vestido que solo unas horas antes estaba impecable, ahora estaba hecho jirones y sus zapatos… ni siquiera tenía idea de donde estaban… habían desaparecido unos cincuenta metros atrás de sus pies…

Le faltaba aire y respiraba entrecortadamente mientras las lágrimas seguían su habitual camino, hacia el suelo…

No sentía dolor en sus pies cuando las rocas o las ramitas secas se clavaban en ellos…

No sentía el calor… ni sentía el aire en su rostro…

No sentía nada…

Siguió corriendo sin siquiera darse cuenta de que ya había pasado de su límite de cansancio… el cansancio tampoco lo sentía…

Miles de preguntas rondaban por su cabeza como dardos…

Por que ella??... como no se había dado cuenta de eso antes…. Por que siempre era tan estúpida para ver lo que de seguro todos veían??...

Maldición!!! Maldición!!! MALDICIÓN!!!!! – se dejó caer en el pasto de un jardín… sus rodillas dieron en la tierra y pudo sentir la humedad de la misma bajo sus piernas. – MALDITA SEA!!!- sus puños daban una y otra vez contra el pasto ya no tenía fuerza, pero de alguna manera los golpes no decaían en fortaleza. Se llevó una mano a la cabeza, lanzando a un lado lo más lejos que pudo, el velo que cubría la mayor parte de su cabello trenzado. Sus gemidos y su mismo llanto creció y parecía no terminar…

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Sus manos se posaron en sus rodillas y su respiración entrecortada lo hizo darse cuenta de que no importaba cuanto más siguiera corriendo… ella estaba ya lejos de ahí…

Se llevó una mano a su ya despeinado cabello y maldijo en voz baja, una vez, para volver a maldecir aún más fuerte…

Como pudo haber sido tan ciego… como???

Se apoyó contra un árbol, el cual apenas había visto, estaba ya muy lejos de la iglesia… ni siquiera sabía a donde rayos había llegado a parar. Se quitó con un movimiento feroz la corbata y la tiro al suelo para después pisotearla… estaba actuando como un niño pequeño… lo sabía… pero que importaba eso en ese instante. Descargada una minúscula parte de su furia se recargó de nuevo en el árbol tratando de que su respiración se acompasara poco a poco.

Fue en ese instante que escuchó a alguien gritar…

Que tal si alguien estaba en apuros?... se dijo a si mismo separándose del árbol, pero volvió a su posición anterior…

Y que si alguien estaba en apuros… no lo estaba el también!! No había sido ese el peor día de toda su vida!??? Y no veía que nadie acudiera para ayudarlo… así que todo el mundo se podía ir a la mierda en ese instante…

Pero los gritos se hicieron más fuertes… y el conocía demasiado bien a su conciencia… y sabía que no podría dormir, si no se acercaba…

Tomó aire y se separó del árbol lentamente y comenzó a caminar… el lugar parecía realmente más un parque lleno de árboles… bastante frondoso el asunto… que un jardín… pasó unos cuantos árboles, siguiendo los ruidos extraños hasta que llegó al lugar exacto.

Sus ojos se abrieron sorprendidos, frente a él, a unos quince metros, estaba una chica, acostada boca a bajo sobre el pasto, llorando a mares, y golpeando la misma alfombra verde que la protegía de la fría tierra.

Sin pensarlo ni un segundo, corrió hacia el lugar donde ella estaba y se hincó a su lado… ni siquiera la toco, no quería asustarla…

Disculpa… te encuentras bien?- preguntó en tono suave, que le sorprendió pudiera salir de sus labios en ese momento.

Ella pareció sorprenderse y levantó su rostro llenó de lágrimas mirando con sus grandes ojos verdes los de él.

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Lo miró de arriba abajo aún sollozando y después de unos segundos le respondió secamente…

Déjeme sola!

Shaoran frunció el seño en cuanto ella se sentó dándole la espalda, para después abrazar sus rodillas y volver a llorar.

Pero…

Dios, que no sabe lo que eso significa??... por que no se va… déjeme.- dijo retándolo con sus ojos verdes volviéndose después de unos segundos a sus rodillas.

Fue solo hasta ese momento, que él la miró bien, obviamente no a la cara ella estaba de espaldas, pero la mirada de Shaoran bajó por el largo de la espalda de la chica, deteniéndose en su peinado de salón, en su vestido blanco y a pocos metros de distancia de ellos, un velo…

Se que tal vez no quiera hablar ahora… pero… hay algo que pueda hacer para ayudarla?- preguntó él de nuevo, sabiendo de antemano que no recibiría una respuesta muy grata de parte de la chica frente a él.

Si.. puede simplemente irse?... quiero estar sola… no quiero volver a ver a nadie.. nunca!- afirmó ella aún con la voz entrecortada por los hipos y sollozos. Shaoran tardó un poco en contestar…

Bueno, en ese caso… creo que no es conveniente dejarla sola… sabe que cuando uno dice que quiere estar solo es cuando en realidad necesita de alguien que escuche?- de acuerdo… estaba completamente loco… acababa de ser abandonado por su novia el día de su boda y ahí estaba… tratando de ayudar a esa chica con sus problemas…

Ella no dijo nada, siguió sollozando hasta que sintió que la energía se iba de ella poco a poco… y no tenía ya energía para tratar con esa persona quienquiera que fuese…

Tal vez quiera hablar de lo que sucedió?- sugirió él, cuando la escuchó algo más calmada.

Ni siquiera lo conozco!!- gimió ella sin volverse para mirarlo.

Por eso exactamente… por que no se desahoga conmigo… nunca me volverá a ver…- agregó el con retintín… los minutos pasaron haciéndose eternos, hasta que ella al fin hablo.

Yo… es que todo es tan… irónico…

Por que lo dice?- preguntó él sabiendo ya la respuesta… digo si ver a su mejor amigo, escaparse con su prometida el día de su boda, no era irónico entonces que lo era?

Por que se supone que hoy debía ser el día más feliz de mi vida… y en serio siento que hubiera sido mejor no haberme levantado hoy.- terminó ella en un susurro.

La entiendo.- apoyó él ahora levemente.

No!, no me entiende!- exclamó volviéndose para encontrarse con su rostro… y lo que estaba apunto de decir, simplemente se esfumó de su mente. Shaoran miró los ojos frente a él… brillaban… porque brillaban tanto?

Créame… entiendo lo que quiere decir.

No lo creo…- afirmó ella mirando hacia otro lado los ojos de color ámbar la habían dejado sin habla por un momento.- Iba a casarme hoy.- dijo finalmente y el trató de mirar más fijamente para hacerle saber que tenía su completa atención.

Que sucedió?

Se acostó con mi dama de honor.- soltó ella sin detenerse un segundo. Shaoran trató de hacer contacto visual, pero ella se negaba, parecía avergonzada.- Soy tan tonta… como fue que ni siquiera me di cuenta?- preguntó secando otra lagrima que había resbalado por su mejilla.

Cuando uno ama a alguien normalmente termina completamente cegado por ese sentimiento… cuando te enteraste?- dándose cuenta de que había hablado de tu a la chica que a penas unos segundos antes había visto, se sintió un poco incómodo.

Antes de decir "si"… gracias al cielo… ella me lo confesó… y yo………… yo solo salí corriendo de ahí……

Comprendo… sabes?... hoy también debía ser el día más feliz de mi vida…- la chica lo miró confundida y el sonrió levemente.

Es en serio?

Sip…

Que…. haces aquí entonces?- preguntó ella sin dar crédito a lo que él acababa de decir.- no hay ninguna iglesia cerca de aquí.

Oh… bueno, la seguí a ella y a mi mejor amigo… cuando escaparon… juntos… pero bueno, seamos realistas, no iba a alcanzar el auto.- aceptó el con una triste sonrisa.

Vaya………… lo lamento.

Si bueno no fuiste tu, quien escapo con ella… - y por primera vez desde que la había encontrado una sonrisa pequeña cruzo sus labios. – yo también lo siento, por ti.

Si bueno, no fuiste tu quien se acostó con él.- dijo ella imitándolo y secando sus ojos de nuevo.

Dios no lo quiera!- exclamó él haciendo una mueca de disgusto que le sacó una pequeña risita a su compañera… pero en cuanto la sonrisa desapareció de sus labios, la risita se convirtió de nuevo en llanto. La joven comenzó a llorar de nuevo, tan o más fuerte que antes de que el la hubiera encontrado. Avergonzada se tapó el rostro con las manos y siguió llorando. Shaoran sabía que de nada servía que le dijera, que no llorase… no podía hacer algo así… cuando ella tenía todo el derecho a desahogarse por lo que el bastardo ese le había hecho… pero se sentía… muy poco útil en esos momentos… que podía hacer para ayudarla?.. así que después de pensarlo colocó una de sus manos en su espalda y con un suave movimiento trató de darle apoyo. Ella sollozó más y hundió su cara en el pecho de él, manchando su traje de rimel.

Por que sucedió… e- esto!!?- le preguntó como si él tuviera la respuesta correcta…

No… no lo sé…- respondió él sorprendido por la pregunta.

No… no e- es Ju—justo!!!!

Yo sé que no lo és

So—soy t-an ton-tonta!!

No… no lo eres… el es el estúpido- concedió Shaoran apretándola más contra él…

Me siento… te—terrible.- dijo ella sollozando una vez más.

Lo sé…

Que… qu-e vo-voy a hacer a-ahora!!

No lo sé… pero… estarás bien, estoy seguro que saldrás adelante… yo también haré lo posible para salir adelante sabes?- terminó el muy suavemente mientras ella asentía una y otra vez apretándose más contra él.- Tal vez te ayude golpearlo- sugirió tratando de levantarle el ánimo… ella tardó en contestar, pero después se separó de él y lo miro sonrojada…

Yo ya hice eso antes… dos veces.- respondió ella casi inaudiblemente.

Pues, bien merecido se lo tenía verdad?- dijo él un poco más alto y volvió a abrazarla… y ella no se rehusó. Shaoran suspiró… ya no se sentía tan terrible…

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Casi cuatro horas habían pasado desde su fatal encuentro y aún seguían en el parque , habían tomado sombra debajo de uno de los árboles… pero ya no servía de nada por que estaba empezando a oscurecer.

El silencio era como un tranquilizante… pero no podían seguir sin hablar…

Como se llama?- preguntó ella muy quedito, como si no hubiera querido realizar la pregunta.

Yukari… y el?- preguntó ahora Shaoran mirando hacia ella.

Yamazaki… el mejor amigo?- agregó acomodándose mejor en el tronco.

Tao… la tuya?

Chiharu… la conocí hace años, siempre estuvimos juntas en la misma escuela.- reflexionó ella con la mirada vacía.

Tao y yo, estuvimos juntos siempre… nos conocimos en el cunero.- agregó el lanzando una pequeña piedra lejos de ahí, como si eso fuera a llevarse su tristeza.

En el cunero?

Ajá…… nuestras madres eran amigas y bueno, nacimos casi al mismo tiempo… quince minutos de diferencia.- ella asintió en comprensión, el silencio se apoderó de ellos una vez más. Ella dirigió su mano a la falda de su vestido y trató de quitar la tierra sobre él.

El eligió el vestido…

Ella eligió mi corbata…- admitió él apoyando su cabeza sobre el tronco. Ella lo miró y alzo una ceja en incomprensión.

Cual corbata?

No te dije…??... después de haber corrido el maratón, la tiré al suelo y la pise… con fuerza.- agregó mirándola con una leve sonrisa. Ella asintió y dejó salir un suspiro.

Todavía no puedo entenderlo… y aceptarlo…

Si bueno es difícil… pero no creo que ella esté pensando en mi en este momento… tal vez vayan camino a las Bahamas y yo aquí… casi… suicidándome de tristeza.

Mmm… creo que a comparación de ella… mmm creo que Yamazaki debe estar pensando en mi… siendo yo la culpable de que el no vaya a poder tener hijo alguno…

Jeje, se merecía eso y más por haberte hecho algo así.- concedió él, mirándola una vez más. ella levantó las cejas escéptica y asintió sin dar mucha razón. El viento sopló y la hizo tiritar de frío, mientras otra lágrima solitaria resbalaba por su mejilla, con un silencioso quejido abrazó sus rodillas y apoyó su rostro a un lado para poder verlo.

Shaoran la miró también y un sentimiento cálido lo invadió, como podía alguien haberle hecho eso a ella?... se veía tan desprotegida mirándolo de esa forma… tan perdida? Ella sostuvo su mirada con firmeza.

No lloras?- la pregunta lo hizo sorprenderse una vez más… si… de seguro ella pensaba que era un descorazonado por no estar llorando la pérdida, pero para ser sinceros… no tenía fuerza para llorar… sabía que si dejaba que una lágrima saliera de sus ojos… no podría parar y no quería hacerlo.

No. – respondió secamente mirando hacia el cielo que se había vuelto ya oscuro. Ella se sintió mal… por que había preguntado eso?

Lo lamento… no tengo derecho a decir algo como eso… yo…

No serviría de nada que lo hiciera… ella no va a volver por eso, y él tampoco va a dejar de acostarse con tu amiga por eso.- agregó con dureza, pero al instante que sus palabras dejaron su boca, se arrepintió tremendamente por lo antes dicho, ya que los ojos de ella volvieron a llenarse de lágrimas y lo miró con enojo. Sin decir ni una palabra más, se levantó rápidamente del suelo y comenzó a caminar por el jardín. Shaoran maldijo en voz baja y se levantó detrás de ella. – Espera!!!... lo lamento, soy un estúpido no debí haber dicho eso!.- grito a medio camino pero ella no se detuvo, y abrazándose a si misma siguió caminando delante de él. – Por favor… detente!.- pidió él en cuanto llegó a su lado tomándola del brazo… pero ella evitó por todos los medios mirarlo. – perdóname por favor.- la de ojos verdes lo miró al fin y secó con la palma de su mano las lágrimas.

Quiero irme a casa.- terminó ella en un susurro y Shaoran se golpeo mentalmente.

Te acompañaré…

No.- dijo ella firmemente cruzándose de brazos y eludiendo de nuevo su mirada.

Por favor, déjame llevarte, ya es muy tarde y…

Estaré bien.

No… no lo creo. Déjame acercarte si?- sus ojos verdes se cerraron por unos segundos y después lo miró, negando con la cabeza.

Pediré un taxi.- Shaoran suspiro resignado y asintió, mientras sacaba su teléfono celular y marcaba el conocido número, y después de unos minutos en los que Shaoran buscó el nombre de las calles, confirmaron que el auto se dirigía para allá. Cerró su teléfono y metió las manos en las bolsas de su pantalón. Ella le dio la espalda y caminó a una banca cercana, en donde se sentó y volvió a su posición anterior, subiendo los pies en la banca y abrazando a sus piernas, pero el no se sentó a su lado, más, después de unos segundos se acercó a ella y colocó sobre su espalda su saco oscuro. Los ojos de ella lo encontraron y asintió en agradecimiento.

Vives lejos de aquí?- preguntó sentándose a su lado lentamente. Ella se colocó mejor el saco y negó levemente.

No, a unos veinte minutos en auto… cuanto tiempo llevaban juntos?- comenzó ella regresando a la conversación anterior.

Cuatro años… y tu?

Un poco más de tres.

Escucha, lamento lo que dije antes… yo…

No importa.- aseguró interrumpiéndolo suavemente.- tenías razón… es solo que es difícil para mi, aceptar que eso es verdad.

Me perdonas entonces?- preguntó sacando su mano de su bolsillo y acercándola a la de ella. La de ojos verdes se sonrió tristemente y asintió para después de unos segundos tomar con la suya la de él. Apenas rozó la piel de su mano, cuando a lo lejos un carro amarillo se estacionó cerca de la banqueta. Ella volvió su mirada al auto soltando su mano y se levanto esperando a que el hiciera lo mismo. Caminaron hasta estar a unos metros del auto y ella se volvió ya más tranquila.

Gracias.- susurro con voz suave, mirándolo fijamente.

Por que?- el agradecimiento de ella lo había dejado pasmado… por que le daba las gracias?

Por que… te quedaste conmigo… no se que me hubiera sucedido de no ser por que me encontraste.

Y yo no sé que hubiera sucedido conmigo si no te hubiera encontrado.- comentó él en voz baja también. Una auténtica sonrisa apareció en los labios de ella… sonrisa que por un momento lo dejó sin respiración… y antes de que ella subiera al auto, Shaoran alargó su mano, para rozar la suave piel de la de ella.

Que pasa?- preguntó sorprendida por el acto.

Tu… nombre… cual es tu nombre?- los ojos de ella se abrieron aún más y el miedo recorrió sus pupilas esmeralda. Su mano, que ahora estaba entre las de él, apretó la derecha de él, levemente.

No… es mejor que no lo sepas.

Que?... pero… por que no?- cuestionó él, sin soltarla.

Por que… me dijiste que te contara todo… y tu serías un desconocido al que jamás volvería a ver… y así quiero que sea.- contestó ella sin rodeos. Los ojos color miel la miraron con tristeza y ella se sintió terrible. Soltó su mano y la llevó al cuello del saco para quitárselo, pero él la detuvo.

No, quédatelo… para que me recuerdes.- terminó él sin saber que más decir. Ella negó levemente y se acercó más a él y parándose de puntitas, colocando una mano en su hombro le dijo…

No necesito esto para recordarte… nunca te olvidare. – Shaoran sintió un escalofrío en cuanto los suaves labios de ella se posaron en su mejilla con delicadeza invaluable. – Adiós.- y separándose de él se volvió caminando unos pasos y subió al auto. Shaoran viajó al lado del conductor y sacando un billete de su pantalón lo puso en las manos del taxista.

Asegúrese de que llegue bien.- pidió en voz suave para luego alejarse un poco, dejando que el auto arrancara, los ojos color esmeralda se posaron en su rostro de nuevo y pudo verlos por última vez, antes de que el auto, desapareciera por la calle. Impredecible.- susurró antes de caminar hacia el lado opuesto, en el que se había ido el auto.


N/A: HIIIIIIII Guys…

Que tal, bueno, pssss, espero que les haya gustado el primer chap, de mi nuevo fic, la verdad es que la idea me llegó de repente, después de cómo un mes de no escribir nada… así que la inspiración llegó de manera extraña.

Pero bueno, no tengo la más mínima idea de si va a pegar o no… espero que me lleguen buenos reviews… así que les pido que por favor, me digan que opinan, si tiene caso seguirle con la historia o no… así que para empezar les pido por lo menos diez diferentes reviews… no es mucho verdad.. por favor aunque sea por compasión, pero en serio quiero saber si les agrada la idea.

Bueno, el otro fic que estaba haciendo, para los que lo están leyendo, no he podido actualizar todavía, pero les prometo que no los voy a dejar a medias.

Como sea… ehhhhh… gracias por leerlo.

Cuídense muchote.

Besos

Chisaki Kamikaze.