Disclaimer: Axis power Hetalia no me pertenece. Es obra de Himayura-sama.
Al amanecer
Prólogo
. . .
Cerró los ojos antes de entrar, tan solo por unos instantes, esperando que la serenidad volviese a estar presente en su alma. Se acomodó el vestido y abrió los ojos para contemplar el edificio que se alzaba ante ella. Somerset House.
Con paso lento y tranquilo caminó hacia el gran edificio, giró la cabeza para comprobar que ninguno de los guardias que el rey había preparado para protegerla hubiese entrado para no dejar de observarla. Todo eso le parecía una tontería, ¡ella era el Reino de España! ¡Ella era el gran imperio donde nunca se ponía el sol! No necesitaba guardias. Había ganado más peleas que todos aquellos hombres que la acompañaban juntos.
Suspiró y sujetó su rosario, rezando unas oraciones mientras esperaba a los delegados que el rey había provisto para la firma del tratado llegasen. Por culpa de tantos guardias ella terminó sola en una carroza. Siguió rezando, rezando por que todo saliese bien. Sintió las miradas curiosas o de desprecio de los ingleses que estaban por el lugar. Las curiosas por que solo habían visto a Inglaterra o a los hermanos de este, nunca la habían visto a ella o, por ejemplo a su hermano Portugal, a Prusia o a Francia. Y las segundas solo la miraban con odio por ser quien era, por ser el Reino de España o por estar rezando, pues todos ellos sabían que ella era uno de los reinos más católicos que había en ese momento. No era raro, la guerra anglo-española había durado ya casi unos veinte años. Y eso era demasiado tiempo.
Ignoró todas la miradas y siguió rezando.
—Aún siendo unos de los motivos de esta guerra... ¿Estás rezando? —preguntó una voz muy conocida para ella—. Eres una maldita católica más papista que el mismísimo papa, Spain.
España dejó de rezar para darse la vuelta y encarar a Inglaterra. No se sorprendió del aspecto del ingles al girarse. Estaba vestido con las ropas que usaba cuando estaba en su barco, estaba vestido de pirata. La reunión sería en unas horas y supuso que él acababa de llegar también.
—Yo seré una maldita católica, pero tú eres un cejotas protestante y un estúpido pirata, Inglaterra.
Inglaterra rió a carcajadas provocando que los hombres presentes los miraran un tanto sorprendido. Su nación no era de las que riesen, es más siempre lo veían tranquilo y serio. Gruñón de vez en cuando.
Por otro lado la reacción de España fue distinta, le miró algo indignada e intentando controlar los impulsos de coger cualquier cosa y tirársela a la cabeza al inglés. Alguien posó su mano en el hombro de la española. Ella al girarse de nuevo se encontró con Juan Fernández de Velasco y Tovar, duque de Frías y condestable de Castilla. El era uno de los delegados que Felipe III había enviado para la firma del tratado. A su lado se encontraba Juan de Tassis y Acuña, conde de Villamediana. Los dos únicos delegados que habían nacido y crecido en España.
—Señorita España, este no es lugar para que saque su temible lado guerrero —la intentó calmar el duque de Frías.
Mientras tanto, el conde de Villamediana miraba con desprecio las vestimentas piratas de Inglaterra. Negó con desaprobación y después miró hacia la entrada, donde estaban los demás delegados por parte de España, todos pertenecientes a diversos países bajo el dominio del imperio español.
—Señor Fernández, señorita España. Los demás nos esperan —informó el conde sin mirar a Inglaterra.
Ambos asintieron. España miró a Inglaterra por última vez y se despidió con la mano. Estaría enfadada, pero se conocían desde hace muchísimo tiempo y es gesto ya era mecánico. El inglés se despidió también y fue a cambiarse de ropa, era inadecuado que vistiese de esa manera para la firma del tratado.
Cada uno se fue por un lado.
Bueno, este es el prólogo de una historia que no sé si verá la luz, no estoy muy segura de ella. No estoy segura del número de capítulos... Eso ya se verá. Este es mi primer long-fic y espero poder continuarlo, también espero que no sea el último que escriba. Siento el posible OoC.
¿Merece algún review? Espero que sí~
Avances: "Ahora que estamos en paz, viaja conmigo, Isabel", "Esto es una locura, señorita España, ¡No puedes viajar con un maldito pirata!", "Será una buena forma de no entrar en guerra con Inglaterra... O al menos por ahora".
