Título: Nuevas Técnicas
Autor(a): Ethere Envy
Fandom: Durarara!
Personaje(s): Kadota Kyohei/Rokujou Chikage
Resumen: Una jitte se puede usar para otras cosas, ¿te gustaría aprenderlas?
Advertencias: En definitiva y claramente un enorme OOC. Penuria en la redacción. Momentos fails de comedia.
Notas: Debería estar durmiendo para ir dentro de un par de horas a la Universidad pero algo en mí no me deja hacerlo.
Sabe que en aquella tienda, localizada en Kamakura, existe una gran variedad de artículos ―sobre todo en armas― que pueden ir mejor con ese hombre que tiene debajo de él. Y existen ocasiones en las cuales tiende a pensar que aquel jitte no va definitivamente con Rokujou, a menos de que le diera por hacer cosplay (con ayuda de Yumazaki y Erika) de un policía.
Pero tampoco está tan mal.
Después de todo sabe como emplearla, de forma peculiar.
― N-desarrollaste tú propio estilo. Y tuve oportunidad de verlo ― un balanceo hacia adelante y el cuerpo que mantiene atrapado se tensa.― Ese hombre, lo pasó mal.
Mientras analiza con la mirada el arma que sostiene con la mano izquierda; eleva con ayuda de la derecha una de las piernas de Chikage hasta colocarla sobre su hombro y volver así a balancearse con mucha más frecuencia.
― A-¡ah! H-hombre no lo hagas tan rápido, además aquel sujeto ― un silencio ronco seguido de un jadeo, suelta los labios del líder de Toramaru ― utilizó un-gh arma.
Ante esto Kyouhei miró al joven para toparse con un rostro empapado de sudor cubriéndole las mejillas un color rojizo, la boca entreabierta y una sonrisa picaresca.
No dijo nada sólo esbozó también una mueca parecida.
Volvió a embestir con mayor fuerza, para después inclinarse hacia al frente buscando alcanzar el oído del chico.
― Kabutowari, ¿qué te parece si te enseño otra forma de usarla? ― susurró.
El tono calmo y suave hizo estremecer a Chikage, quién estuvo a punto de liberarse con solo escuchar la voz de Kadota golpear su tímpano.
― Sólo no profundices demasiado, que al rato tengo que ir a bailar con mis chicas y no sabes lo terrible que es tratar de hacerlo con el trasero punzándote ― sugirió.
Después de todo la técnica pronto a venir, no era precisamente para cuando estuviera frente a algún gamberro con intenciones de partirle el rostro.
