-Llévame al baile-

Esperé y esperé sentada en una silla en un rincón del gimnasio a que alguien me invitara a bailar. Se supone que siempre fui una persona alegre y extrovertida que se adapta con facilidad pero ese día no me encontraba así, más bien me sentía fuera de lugar a pesar de haber sido la que había organizado todo el festín. Llevaba el vestido nuevo que me había comprado, color rosa, por supuesto y el pelo suelto. Desde mi lugar, podía ver como Sora bailaba con Tai, daban vueltas sin soltarse, en medio de la pista de baile. Por lo visto, aquellos dos parecían ir dándose cuenta de sus sentimientos poco a poco. Sonreí contenta, me sentía feliz por ellas pero no me sentía feliz por mí así que decidí salir fuera, a respirar un poco del aire fresco del patio del instituto. Podía escuchar la lenta música que escapaba por la puerta entreabierta del gimnasio. Alcé la cabeza y me fijé en que aquella era una noche sin luna. Allí, sola, en mitad del patio eché de menos a mi compañera Digimon, Palmon, a la que hacía mucho tiempo que no veía. Pensé en ella y también en mis amigos de los que había pasado separada un buen tiempo mientras estaba viviendo en Estados Unidos. Ahora que había vuelto parecía que todos habían cambiado y yo también. Necesitaba adaptarme.

Unas manos me sujetaron suavemente por la cintura y un cuerpo se pegó a mí, me sobresalté pero enseguida reconocí al que me estaba rodeando con los brazos. Me apoyé contra él y levanté la cabeza para encontrarme con esos ojos tremendamente azules. Él aún no había entrado en el baile, por lo visto seguía con su actitud de lobo solitario y sin poder evitarlo sonreí, Matt no había cambiado mucho. Me dedicó una media sonrisa y yo le correspondí. Nos mantuvimos un rato en silencio, en aquella misma posición hasta que él me preguntó con voz grave qué hacía allí en lugar de estar dentro disfrutando del baile. En un principio, no supe qué contestar pero me giré y lo miré a la cara. "Llévame al baile" le pedí en un susurro, no quería estar sola, quería volver a integrarme en mi grupo de amigos, quería ser la chica a la que todos recordaban aunque un poco mayor. Me apartó un mechón de pelo que me caía sobre los ojos con los dedos y me acarició la mejilla con la mano.

Acercó su rostro al mío hasta el punto en que nuestros labios prácticamente se estaban rozando y aunque sentía que mi corazón iba a salírseme del pecho, no me aparté, esperé. Esperé unos segundos que me supieron a horas pero al final, él dejó caer su boca sobre la mía. Le lancé los brazos al cuello, disfrutando de ese beso que había sido mío desde el principio, desde que mis ojos se cruzaron con los suyos. Me cogió suavemente por la cintura y me estrechó contra su pecho y yo alcé la pierna como hacen las princesas en las películas cuando dan su primer beso. Después de eso, me llevó al baile y dimos vueltas y vueltas y me sentí a gusto con mis amigos y con él.

Este fic lo tenía escrito en un trozo de papel, supongo que lo escribí en un rato. No es gran cosa, lo sé pero me apetecía publicarlo :)