Disclaimers: Ni Code Lyoko ni Brijes me pertenecen, uno pertenece a Moonscoop y el otro a Santo Domingo Animación, solo uso los personajes del primero y los terminos del segundo para este fic, que es de un fan para los fans sin ninguna paga.

Code: Brijes

Prólogo: Historia Ancestral

En una selva del corazón de México, se encontraba una aldea poblada por personas vestidas como en la mesoamérica prehispanica. Lo curioso de este pueblo era que las personas no eran los únicos pobladores, sino que en esa aldea también vivían varios animales, no sólo los típicos de una aldea prehispanica, sino que también elefantes, tigres, leones… animales que se suponía no habían sido introducidos al continente sino hasta después de la conquista. Incluso se veían animales que nisiquiera debían existir, como grifos, dragónes, aunque lo curioso era que todos estos animales, reales y mitológicos, eran más pequeños que los ejemplares normales, mientras que otros, como arañas, grillos y mariposas, eran de hecho más grandes de lo que deberían ser. La razón era que no eran animales normales…

En el Inicio de los Tiempos, las personas convivían en armonía con seres mágicos llamados Brijes.

En un sembrío, un hombre, que tenía varios tatuajes tribales en el cuerpo, trabajaba la tierra, ayudado por un topo, más grande de lo normal, que tenía varias marcas en el cuerpo y cavaba con gran habilidad, como si más bien manipulara la tierra. Tanto las marcas del topo como las del hombre brillaron.

Paralelamente, una mujer, también con un tatuaje tribal en el cuello, trabajaba en el hilar ayudada por una enorme araña, que tenía una marca de luna menguante en la frente y abastecía a la humana de hilo. La marca de la araña y el tatuaje de la mujer brillaron al unisono.

Por otro lado, una mujer, con un anillo pintado en su antebrazo, cocinaba ayudada por un dragón de komodo, quien tenía una marca en forma de estrella en el ojo derecho y encendió la leña echando una bocanada de fuego de la boca. Tanto el anillo de la mujer como la marca del dragón brillaron al mismo tiempo.

En una relación benéfica para ambos, los brijes protegían de su humano, quien a su vez cuidaba de su brije. Esta unión entre especies era conocida como la Alianza.

Una niña maya corría al lado de su brije, un perro con alas de pelo color vino tinto y cola esponjada. Al oscurecer, niña y brije se encontraban uno frente al otro, entre ellos a un lado estaba un chamán, quien realizaba un ritual, mientras los tatuajes en su cuerpo brillaban. En un momento, los tatuajes de la niña y del brije brillaron, y se fusionaron en una criatura obviamente femenina, vestida con atuendos mayas, que parecía una versión híbrida entre la niña, convertida en mujer, y el perro, pero sin las alas.

En otro lugar, un enorme oso, u hombre-oso, combatía con una pequeña criatura parecida a un reptil, tomándola por el cuello. El hombre-oso rugió con fuerza.

Cuando los humanos llegaban a los trece años de edad, era costumbre que algún sabio les instruyera en el arte de la Sincronía: fusionando humano con brije, para alcanzar el estado conocido como Forma Guerrera. La Forma Guerrera multiplicaba las cualidades del humano, y aumentaba el poder mágico del brije en un solo ser.

Una Forma Guerrera, combinación de hombre y halcón, ataviado con ropas egipcias, usando una especie de telequinesia, movía enormes bloques de piedra, contruyendo lo que resultaron ser las Pirámides de Egipto.

Paralelamente otra, fusión entre humano y gato, y vistiendo un atuendo chino, usaba sus garras para convertir enormes rocas en bloques, y con su habilidad "telequinética", las apiló formando la Gran Muralla.

Una tercera, que era un cruce entre hombre y reptil, y que vestía atuendos mesoamericanos, usando un gran uso de poder, formó nada más ni nada menos que Tenochtitlán, antes de convertirse en una enorme serpiente voladora e irse por los cielos.

La enorme serpiente voló hasta el Paternón Griego, para tomar su forma "humana" y ser recibido por el hombre-oso, el hombre-gato, el hombre-halcón y otras dos formas Guerreras, una combinación de hombre con pez, vestida con una toga griega y portando un tridente, y la otra fusión entre mujer y lechuza, vestida con una armadura romana.

Las Formas Guerreras protegían al mundo de la Oscuridad, y gracias a éstas fue posible la constucción de monumentales obras en todo el planeta. Las más podersas Formas Guerreras de antiguas civilizaciones, seres hoy relacionados con dioses y personajes mitológicos formaron el Consejo Brije, encargado de mantener la Alianza.

En la época medieval, una niña, una aprendiz de boticaria, jugaba con su brije paloma, siendo las dos muy felices, pero con el tiempo, la niña se fue centrando más en su oficio, olvidándose más y más de jugar con su brije paloma, hasta que finalmente se olvidó de ella. La brije, dolida porque su compañera le diera la espalda, se fue de ahí, viendo con dolor a otros brijes jugando felices con sus humanos.

-"Pobres tontos, al final sus humanos también los olvidarán"-pensaba la paloma con tristeza y amargura.

Finalmente, la brije se adentro en un bosque oscuro, donde las sombras la envolvieron, consumiendo su alma. Cuando la Oscuridad había terminado de consumir su corazón, la paloma ahora era un búho, y ya no había rastro de su tierna mirada, siendo reemplazada por una mirada fría y colmada de maldad pura, una maldad que llegaba a helar la sangre.

Por miles de años, todo funcionó perfectamente, hasta que los humanos dejaron de creer en la magia y en los sueños, lo que ocasiono que también dejaran de creer en sus brijes. Y así, los brijes olvidados por sus propios humanos quedaron atrapados en una dimensión paralela. La Oscuridad vio esto, y de inmediato ofreció alivio a estos brijes, acogiéndolos y transformándolos en Los Oscuros.

A partir de ese momento, comenzó una lucha en todo el planeta. Los Oscuros y sus seguidores pelearon contra los humanos que aún creían en sus brijes, con la intención de obtener el Secreto de la Sincronía.

En un campo de batalla, varios brijes con apariencia maligna peleaban contra parejas de humanos y brijes, lamentablemente eran los brijes malignos quienes estaban ganando. En un movimiento desperado, varias parejas se sincronizaron en su Forma Guerrera, pero aun así los Oscuros tenían la ventaja. Desde la almena de un castillo, una Forma Guerrera, cruce entre humano y unicornio, veía con tristeza como las Fuerzas de la Luz iban perdiendo.

A pesar de todos los esfuerzos del Consejo Brije, y sus ejercitos, poco a poco la batalla se fue perdiendo, ya que cada vez menos humanos creían en la magia y en los sueños.

México, 1519, La Conquista

Varios conquistadores españoles, ayudados por brijes oscuros, intentaban someter a cuatro Formas Guerreras, todas pertenecientes al pueblo mexica, una cruce de hombre y alce, otra combinación de humano y jaguar, la tercera fusión entre hombre y mono, y la última de hombre y águila. Los cuatro entes mágicos pelearon con valor y esmero, pero cuando el humo se fue disolviendo, vieron que estaban rodeados, y por tanto perdidos.

Continente por continente, todos fueron cayendo… América fue el último.

En una de las casas de piedra de los mexicas, tomadas por los españoles, un hombre español daba la bienvenida a un hombre blanco de barba castaña, ataviado con una armadura, y a una mujer obviamente indigena, vestida con ropajes blancos. El hombre llevaba al hombro a un cuervo de plumaje rojo y morado, y mirada maligna; la mujer iba con la buho blanca con lineas azules, sólo que su mirada ahora era fría y dura. Los humanos eran Hernán Cortés y la Malinche, y los brijes se llamaban Garras y Medea, los dos más fieles siervos de la Oscuridad, y de hecho los primeros en unirsele.

Frente a ellos, tres hombres indigenas eran torturados siendo quemados de los pies. Uno de ellos, ataviado con capa y corona: era el emperador Cuauhtemoc, el último emperador azteca. Ambos, hombre y mujer, vieron con deleite como sus prisioneros sufrían.

-Emperador Cuauhtemoc, si quereis que el tormento termine confesad, decidme el secreto de la Sincronía Brije-dijo el conquistador imperioso.

-No es tan dificil, su majestad, sólo digalo, y verá como el dolor terminará-secundó la traidora.

-Ya diles ese secreto que quieren para que este dolor termine-le rogó al emperador uno de sus hombres a su lado.

-Tetepanquetzál, ¿acaso estoy en un placentero baño?-preguntó irónico el emperador-lo único que importa en este momento, es que ese gran secreto está a salvo al fin-agregó, esbozando una sonrisa de prepotencia, mientras cerraba los ojos.

Mientras el emperador sufría su trágico destino, el Consejo Brije se reunió en una jungla cerca del palacio, y haciendo cada uno acoplo de su fuerza mágica, elevaron una gran roca al espacio, cual meteorito se tratara, y se elevaron con ella, volviendose haces de luz y dándole forma de disco, rodeado de otros seis haces de luz. Cada miembro tomó un haz de luz, y junto con el gran disco los separaron por todo el mundo.

Finalmente, el Consejo Brije tomó la dificil decisión de ocultar el Secreto de la Sincronía dentro de un códice: el Códice Brije. Este códice se ocultó dividido en varias partes, en la espera del cumplimiento de la Profecía, que anuncía la llegada de Los Elegidos, destinados a vencer a la Oscuridad y restaurar la Alianza.

Continuará...

Con esto abro mi nuevo fanfic, ojalá les guste, dején reviews con sugerencias, quejas, criticas (mientras sean constructivas), opiniones, recuerden que todo es más que bien recibido. Nos vemos en el próximo capítulo.