Aclaración: Los personajes de Kuroshitsuji NO me pertenecen:) son propiedad de mi amada Yana Toboso ~ [Mensaje Subliminal: si fueran mios Sebastian le hubiera dado un jodido beso a Ciel */* ]

Pastel ~

Después de aquel derramamiento de sangre, el recién nombrado Sebastian Michaelis fue donde su reciente joven amo, que estaba medio inconsciente y sangrando, vendó sus heridas y lo llevó a una posada cercana que atendía a miembros de la nobleza.

Les dieron una habitación con facilidad, incluso el posadero pensó en no cobrarles dinero por la compasión que le dio ver al niño medio desnudo, envuelto solo en una fina capa –que demostraba que el provenía de una familia con dinero- , durmiendo en brazos del mayordomo.

Cuando Ciel Phantomhive finalmente recuperó la conciencia después de unos días, Sebastian estaba junto a él.

"Bocchan, ya me deshice de sus enemigos". – "¿Qué otras acciones quiere usted que yo haga?"

Sebastián había estado pensando sobre esto durante esos días. Se había reducido la lista a cuatro cosas- 1- Ciel regresar con su familia para que vean que el se encuentra bien- 2- algo casi imposible incluso para un mayordomo-demonio: la reconstrucción de la mansión, que no se podría hacer en menos de una semana; 3- la venganza de Ciel~ Sebastian había pensado la "dominación" del mundo, que aunque poco probable en un niño pequeño, siempre estaba en la lista de las diez peticiones humanos.

Sebastián echó un vistazo al rostro de Ciel, que estaba decididamente inclinado hacia la ira, y las dos últimas elecciones-y sonrió con malicia al pensar en lo mucho que esta alma se iba a teñir al final de la vida de Ciel.

Después de este período de deliberación, Ciel finalmente habló.

"Un pastel de chocolate".

Sebastian se quedó atónito por un momento, este era uno de los muy pocos casos en su larga vida.

"¿Un qué?"

Ciel le lanzó una mirada llena desafiante - "Tú eres ahora el mayordomo Phantomhive, y no puedes hacer eso?"

"Le ruego que me disculpe bocchan, pero yo había pensado que-"

"No tienes que pensar las cosas. Eres un mayordomo ahora así que tráeme un pastel de chocolate." El joven se recostó en la almohada, cerrando los ojos dispuesto a esperar su pastel~

"Yes, my lord." Dijo Sebastian, con la mano perfectamente situado sobre el corazón, sintiéndose molesto por primera vez. Se convertiría en un mayordomo perfecto, aunque sólo sea para limpiar esa mirada de autosuficiencia del pequeño… niño.

Ya, el mundo tal y como lo conocía estaba cambiando.

¿Reviews ? - Por cada uno Sebastian las acompaña y complacerá en su sueño ~