TALES OF PHANTASIA
(El primero, el clásico)
(Empezamos a lo grande, con una batalla mortal entre cuatro guerreros y el brujo Dhaos.)
-Llamo al Trueno de los Dioses... –el mago Morrison recita- ¡INDIGNATION!
-¿Qué pu***as es eso? –Dhaos flipa- ¡NOOO! *¡BOOOM!* Ah, ya se. Me escapare al futuro. ¡Chao!
(El guapito de cara viaja en el tiempo, solo para encontrarse ante otro grupo de guerreros.)
-¿Ah? Que pretenden hacer con esos colgantes... ¡NO! ¡Mi mayor debilidad: la joyería!
(Se queda embobado y los presentes le sellan entre dos colgantes. Pasan muchos años.)
[Villa de Totus.]
-¿Oh? Ya están aquí. Ejem. *a la cámara* Soy Cless Alvein, hijo del guerrero Miguel. Mi padre me dio un extraño colgante cuando hice los 15 años. Mi mejor amigo es Chester el arquero. Su hermana Ami esta por mi o algo así. Ahora mismo nos íbamos a cazar.
-¿Cless? ¿Con quien hablas? –Miguel asoma- Ah, son los del programa de la Serie Tales...
-Mama estará bien, pero si quiere curarse pronto tiene que descansar. ¡Hale, nos vamos!
(En el bosque. Cless y Chester cazan un jabalí. Mientras le persiguen, ven un árbol marchito. Oyen algo.)
-No perturbéis el árbol... –una voz de mujer suena en el viento.
-Chester, tío, estoy loco. Oigo voces y me ha parecido ver ese árbol seco lleno de hojas.
-Y tanto, porque yo no oigo nada. *campana* ¡Espera! ¡Es la alarma de la aldea! ¡Tenemos que volver!
(Vuelven a Totus, ven que ha sido arrasada. Chester va a su casa y ve a su madre y hermana muertas.)
-¡MAMA! ¡AMI! ¡NOOOO! *rodillas* ¿Qué pasara con Cless? Tengo que enterrarlas...
-¿Mama? Estas viva... (No por mucho...) ¡No! ¡Resiste! ¿Qué ha pasado? ¿Quién ha sido?
-Quieren tu colgante... no dejes que te lo quiten. Ve con tu tío, ve a Euclid. ¡Agh! *muerte*
-¡NOOO! *rabia* Veré que pasa con Chester. ¡Chester! ¡Tenemos que largarnos de aquí pronto!
-Prefiero quedarme aquí y lamentarme... *snif* Ya te alcanzare cuando entierre a todos.
[En Euclid]
-Por fin, en casa de mis tíos. ¡Eh, titos! Mis padres fueron atacados. ¿Qué voy a hacer ahora?
-Así que era cierto... vamos, chico. Te hemos preparado una cama. Estarás agotado. –dice su tía.
(En la noche, unos soldados vienen a por Cless. Su tío esta allí, ya que les ha abierto la puerta.)
-¿Qué narices? ¡Tío, me has vendido! ¡Esto no se hace!
-Lo siento Cless, si no obedecía habríamos sufrido lo mismo que el pueblo de Totus.
(Cless es llevado ante un caballero negro, le quita el colgante y después le mete en una mazmorra.)
-¡Porras! Y se han llevado mis ítems. Desgraciados. (Ven... mete la mano aquí.) ¡Que miedo, mas voces!
(Hace caso a la voz de mujer, toma un anillo y dispara algo contra la celda, que se abre.)
-Que chulo. Tengo que darle las gracias. *mira* No hay nadie... solo ese... esqueleto.
(Mira en otra celda y libera a la rubia de vestido de enfermera, Mint. Esta le agradece.)
-¡Oh, gracias! Soy Mint la curandera. ¡Porfa, libera también a mi madre! Esta por allí.
-¿Ein? Pero allí no hay nadie... solo el esqueleto... *MISTERIO*
(Pasan por unas cloacas, se pegan con un diablo volador y salen por fin al exterior.)
-Ese diablo era muy molesto. (¡Ah! *slime*) ¡Cuidado! ¡Haaah! *salto* ¡Agh, me ha moqueado entero!
-Cless, aguanta, voy a curarte. ¿? Oigo pisar de caballos... ¿Quién puede ser?
-Mira que haberme vencido un slime... si hubiera sido una batalla en vez de una escena automatica...
(Cless despierta del desmayo en una cama. Un tipo de ropajes de mago esta a su lado.)
-Ah, ya despiertas. Yo soy Trinicus Morrison. Fui amigo de tus padres y también los de la señorita Mint.
-¡Eh! ¿Cómo he llegado aquí?
-Un amigo me dijo a donde habías ido y te encontramos. Esta fuera de la casa.
-A ver. *sale* No veo nada. ¡WAH! *flechazo* ¡Cuidado donde apuntas eso! ¿Chester?
-Si, soy yo. El señor Morrison me ayudo a enterrar a los pueblerinos. Luego te salvamos y traimos aquí.
-Cless, dime algo... –el apelado habla- ¿Sabes algo de la joya que tenían tus padres, eh?
-Me la quitaron. Fue ese caballero de negro. ¡Que rabia! ¡Tengo que encontrarlo, grrr!
-¡Rayos! Podría ser demasiado tarde... me voy a las Catacumbas. ¡No vengáis, es peligroso!
(El mago se larga, pero por supuesto, los protas no van a quedarse sentados a esperar.)
[En las Catacumbas]
-Hala, ya estamos en las catacumbas. ¡Chester, Mint! ¡Un golem muy feo viene por nosotros!
(Le dan lo suyo al golem, de hecho dos de ellos, y pronto llegan ante Morrison y el caballero negro.)
-¡No te lo permitiré, capitán Mars! –Morrison amenaza.
-¡Jo, jo, si, soy el capitán de la guardia, Mars! Con estos dos colgantes voy a liberar al antiguo rey que dio tanta guerra hace 1000 años. ¡Nadie podía vencerle! Solo pudieron encerrarle los padres de esos críos. ¡Pero yo le liberare y obedecerá todas mis órdenes, jo, jo!
(Junta los colgantes, una luz les deslumbra y allí aparece el guapito de cara, que se jacta ante ellos.)
-¡Poderoso Dhaos, escucha mis ordenes!
-Imbécil. No eres tu el que me controla a mi. (¡Pero yo te libere!) Ya no me eres útil...
(Rayos mortales de Dhaos para todos. Mars es vaporizado, y Dhaos avanza hacia los jovenzuelos.)
-Destruiré a los descendientes de aquellos que me encerraron. Un gran destino me espera.
-¡No podéis vencerle con armas! Os enviare a otro lugar... tendréis que buscar la manera de herirle.
-¡Yo no me rindo! ¡Kiaaa! –salto de Chester adelante. (¡Chester, nooo! *desaparición*)
-Hum –Dhaos se quita de encima al arquero- ¿A dónde los mandaste? Conozco el poder que has usado...
(Les ha arrojado atrás en el tiempo, pero cuanto... ni siquiera Morrison lo sabe. Ellos no saben nada.)
-Cless, levanta... estamos en otro sitio. ¿Ah? Morrison nos ha dejado un libro. ¿Qué es?
-Voy a ver. *lee* ¡Es la historia de Dhaos! Estuvo en guerra con ciertas naciones, y escapo al futuro...
-Tendríamos que buscar la civilización. Hacia el este parece haber un pueblo o algo...
[En el pueblo de Belladem]
-¿Quiénes son esos jóvenes? –Un viejo- Soy el alcalde. ¿De donde salís? ¿Totus ha dicho? No me suena.
-Er, bueno... alguien uso poder divino para mandarnos aquí y salvarnos de Dhaos. (¡Has dicho Dhaos!)
-*explicación* Estáis 100 años en el pasado, Dhaos aterroriza el mundo, la gente aun puede hacer magia y eso es lo único que puede herir a Dhaos, pero la gente sin sangre elfa no puede usarla. Necesitas visitar a Klarth, que vive en Euclid y estudia a los espíritus elementales.
[En Euclid]
-¿Quiénes sois? (Cless / Mint) Ah, yo soy Klarth, en efecto. Si queréis aprender magia debéis pagarme 300 mil Gald por el cursillo. Por adelantado. (¡Nooo!) ¿Eh? ¿Vosotros dos pretendéis derrotar a Dhaos? ¡Que par de graciosos! Milliarde, querida, enséñales la puerta...
-¡Klarth, eres un maleducado! –ella le atiza- Han venido a ti porque eres su esperanza.
-Ay, vale, no me pegues. Perdón, yo no se hacer magia, soy un simple humano. Pero se de un modo de usarla. Estoy investigando el arte de la invocación, con ello un humano normal puede recrear los efectos mágicos. ¿Queréis acompañarme al Valle Solitario?
[En el Valle Solitario]
-Bien, aquí estará el Espíritu del Viento –Klarth explica- Para invocarlo necesitas hacer un pacto especial.
(En una cabaña encuentran un hombre conocido de Klarth, que tiene un anillo requerido para el pacto.)
-Klarth, eh... ¿no sabes que hubo un terremoto y el Espíritu del Viento esta rabioso? Es peligroso ir por el valle ahora. (¿Y el anillo?) Aquí lo tengo. Puedes quedártelo, pero si sigues adelante busca a mi hija. Se llama Arche, pelo rosa en una gran coleta, actitud de machorra, no tiene perdida. Fue a investigar y no ha vuelto. ¿Tenéis cuerda y piquetas? Os harán falta para cruzar.
(Si no los tienen, van a por ellos. Por el valle encuentran a las Sylphs, Espíritus del Viento.)
-No podemos resistirlo... *tos* El aire maléfico del Reino de los Demonios... nos ahoga.
-¡Cless, Mint, ayudarme! Empujemos esos pedruscos para tapar los huecos por donde salen demonios.
(Tras eso se enfrentan a las Sylphs y las vencen. Klarth procede a crear un pacto con ellas.)
-Os ayudaremos. Pero queremos pediros algo. La magia, la fuente de nuestra esencia y la de las artes mágicas se esta desvaneciendo. Encontrar el Gran Árbol Yggdrassil y hablar con su espíritu. (¿Visteis alguna niña perdida?) No, vosotros sois los únicos humanos que hemos visto...
-¿Dónde esta ese árbol? –pregunta Cless. (Al sur, cerca de Belladem.)
[Ante el gran árbol, Yggdrassil.]
-Escucharme... –voz de mujer- El fin se acerca. Soy Martel, el espíritu que guarda este árbol. El Mana, fuente de la magia, brota de el... pero tal como están las cosas acabara por pudrirse y los Espíritus y la magia simplemente dejaran de existir.
-¡Dice la verdad! –Cless recuerda- Dentro de 100 años el árbol estará seco. ¡Y ya no habrá más magia!
-La magia y los espíritus no gastan tanto mana como para pudrir el árbol. Algo esta causándolo adrede.
-¡Ah... no te vayas! *Martel se desvanece* ¡La curare con mi poder! *luz* Jo, no he podido salvarla.
-Tenemos que eliminar la causa del sobregasto de Mana –Klarth resume- De entre todos los Espíritus Luna parece ser el mas poderoso. El anillo para crear un pacto con ella esta en la Mina de Morlia, en el Reino de Alvanista. Tendremos que coger un barco para llegar.
[En el pueblo de Hamel.]
-¿Qué narices? El pueblo esta devastado. ¡Cuando vinimos a por cuerda y piquetas estaba perfectamente!
-Cless, Klarth, mirar allí. Una niña de pelo rosa esta desmayada. Pero no tiene coleta...
-Ah... *despierta* Que horrible... Demitel hizo esto... un brujo que ataco nuestro hogar.
-¡Venganza! –Cless se emociona- Se lo que es, no puedo dejarla tirada. ¡La ayudare a VENGARSE!
-Ay, os doy las gracias de corazón. Me llamo Rhea Scarlet. Creo que el brujo fue al norte hacia Venezia.
-Hum, no puede ser ella. Demasiado educada. Yo soy Klarth, ellos son Cless y Mint...
[En Venezia, casa del alcalde.]
-¿De donde venís? (Cerca de Belladem.) Ah, allí mi hermano es alcalde. ¿Queríais algo? Demitel...
-Demitel es un semielfo que estudiaba magia aquí –la secretaria informa- Ayudaba a la gente con su trabajo, pero hará cosa de un año que marcho hacia la Isla Olvidada y ya no se le volvió a ver el pelo. Había cambiado por completo, ya no parecía ser el mismo hombre estudioso.
-La Isla Olvidada. Se por donde esta –Klarth recuerda- Vayamos al puerto a pedir un pasaje.
[En la Isla Olvidada]
-Demitel ataco mi pueblo para mostrar su poder –Rhea resopla- ¡Es malo! ¡Mato a mi padre, su maestro!
(Tras avanzar por la mansión ven al brujo de pelo azul, que les confirma su identidad.)
-¡Demitel! ¡Tu mataste a los padres de Rhea! ¡Ahora YO te matare a TI! –ese es Cless.
-Os equivocáis. Rhea y sus padres, los Scarlets, murieron en un accidente. Yo no hice nada. No se que os habrá dicho esa nena, pero seguro que no es Rhea. ¡No se le parece en nada! Dejarme aquí a la niña y os dejare marchar a los demás. Palabra de niño bueno.
(Los héroes ven el reflejo de Demitel en el espejo: es huesudo, como Mars, otro esbirro de Dhaos.)
-Espera. ¡Eres siervo de Dhaos! –Cless se lanza- ¡Da igual quien diga la verdad, no te dejare con vida!
(Luchan con el brujo y sus monstruos. Al acabar, la niña agradece que la hayan ayudado y se desvanece.)
-¿Tenia un fantasma dentro? Que miedo. –Mint tiembla- ¡Ah! ¡El cuerpo se levanta por si solo!
-¿Ein? Que hago aquí... *explica* ¡No soy Rhea, soy Arche! ¿Mi padre me esta buscando? ¡Vamos!
[Cabaña del Valle]
-*Klarth explica* Parece que le presto su cuerpo a su amiga para poder cumplir su venganza...
-*Arche sale* Bueno, ya esta. Vaya, fue mi culpa por no hacerme mi coleta, je, je. Ya esta. *coleta* ¡Tranquis, ahora si que soy yo misma! Mi padre quiere agradecéroslo con esto. *anillos* ¡Rhea se ha salvado gracias a mi magia, juas, juas! ¡Venga, todos en marchaaa!
[Puerto de Venezia.]
-Capitaaan... –Arche guiña- ¿Nos llevaría a Alvanista? Háganos el favor, porfa, porfa.
-Ejem... no la haga caso –Klarth la aparta- Podemos pagar los billetes. ¿Subimos ya?
(En el barco. Cless y Klarth están en cubierta y Klarth empieza a comparar a las chicas.)
-Cless. ¿Cuál prefieres, Mint o Arche? Mint es amable y educada. Pero Arche es fogosa e increíble.
-¿QUE? ¡Apenas las conozco de hace unos días! (¿Elijo yo antes?) Bah, a ti te vendría bien Milliarde.
-¿De que habláis, eh? –Arche se mete. (¡Nada en absoluto! ¡Especialmente no de vosotras! *rojez*)
(Encuentran un guerrero en camino a Alvanista, Meia. Hablan del reino y les invita a unos tragos.)
-Cless... no puedo más. (Yo tampoco) Arche ha caído dormida, deberíamos llevárnosla al camarote.
-*sueña* Oooh, Cless... no me hagas eso... eres un pillin... *ronca*
-Sabes, Klarth, te contare un secreto –Meia esta trompa- Alvanista parece estar en paz *hip*... pero Dhaos la controla desde dentro con un esbirro. *hip* Por eso Alvanista no se ha enfrentado a el abiertamente. *hip* El príncipe esta bajo su poder. Pero no lo cuentes por ahí. *hip*
-(0_0) 'Que ya lo cuento yo'... esto deben saberlo los demás. Arche, nos vamos al camarote enseguida.
(Al día siguiente, Cless se despierta con un ruido. ¡Meia trata de trincharle con espada!)
-¡Leñe! *esquiva* ¡Meia, despierta! Y los demás están fritos por la juerga de anoche. ¡Esta loco!
(Tras la lucha, Meia se suelta del control mental, pero al momento es vaporizado. Klarth comprende.)
-Meia tenía un demonio dentro, culpa de Dhaos sin duda. Tengamos cuidado... Dhaos sabe de nosotros.
-Tendremos que liberar al príncipe antes de averiguar mas cosas sobre los Espíritus...
[En Alvanista: la posada.]
-Tenemos que meternos en el castillo para salvar al príncipe. Arche, tu escoba es la clave para hacerlo.
-¿Qué? Espera, no puedo cargar con todos a la vez... *mirada* Grrr, vale, veré que puedo hacer...
(En la alcoba del príncipe. Este no esta... pero llega enseguida. Trata de llamar guardias.)
-En algún sitio esta el demonio que lo controla. ¡Es el perico! –Cless señala. (¿El perico?)
(Van a por el loro en la percha, que se transforma en demonio y les amenaza. Es vencido rápidamente.)
-Ja, ya esta hecho. Como hemos salvado al príncipe el rey nos lo agradecerá y nos escuchara.
(Klarth se equivoca: son enviados a la mazmorra por el atentado. Arche se queja de todo.)
-¡Por tu culpa estamos aquí, genio! *bufido* ¿Qué decías sobre que nos iban a escuchar? Idiota.
-Vosotros, venir –un mago les suelta- Soy el mago de la corte. El rey quiere escucharos, vamos con el.
-(0_0) Ops, resulta que lo consiguió. (Canasta de tres para Klarth, ju, ju.)
(Al fin están ante el rey de Alvanista y explican la situación con el enemigo común, Dhaos.)
-Vinimos a salvar al príncipe porque necesitamos magias fuertes –Cless explica- Ya que son lo único que puede herir a Dhaos. Parece que estaba bajo su control. (Mi hijo esta a salvo. Si podéis, queremos que nos ayudéis en la lucha junto a nuestro reino aliado de Midgard.)
(Los protas reciben un libro mágico, la lanza Gugnir y permiso para ir a la Mina de Morlia.)
-Aquí tienen el carnet –tipo del gremio de aventureros- Pero no llegareis lejos, hay un camino sin salida.
[Catacumbas de Belladem.]
-Podemos hacer tiempo consiguiendo los otros Espíritus antes. Aquí esta Gnome, el de la Tierra.
-¿Eh, quien entra en mi territorio? (¡PLAF, RAS, CLOC, BOOM!) Ay, vale, haré ese pacto con Klarth.
[Cueva Ardiente: tierras de Freyland.]
-Dices que aquí debe estar Efreet, Espíritu del Fuego... (Y además tenemos el anillo adecuado.)
-Jo, jo –el giganton de fuego- Así que queréis un pacto. ¡Debéis vencerme antes! (¡PAF, RAS, BOOM!)
-Otro para el bote, ji, ji. Que bueno. (Arche, no eres tu la que consigue sus poderes... –Mint habla.)
[Cueva submarina.]
-Supongo que aquí vive el Espíritu del Agua, ¿cierto Klarth? –Cless ha acertado.
-¿Quién se atreve a perturbar mi sueño? –la señora del agua- Ah, es para un pacto con el humano.
-(¡PAF, CLOC, ZOOM!) Hemos vencido, Undine. Ahora formemos el pacto mágico.
[Mina de Morlia: sótanos.]
-Aquí es donde el guarda dice que se acaba el camino –Klarth observa- ¡Una inscripción en elfico!
-Yo se leerla. *Arche lee* Dice que debemos llamar a los Espíritus en cierto lugar para abrir el camino.
-¿Cómo lo ha hecho? ¡Yo soy el estudioso! Que vergüenza. (Cless y tampoco sabíamos. –Mint consuela.)
-Ja, eso es porque soy semi-elfa. Muy tonta debería ser para no saber leer MI propio lenguaje.
(Llaman a los cuatro espíritus que tienen y el pasaje se abre. Encuentran a otro espíritu, un viejales.)
-Je, je. ¿Sois vosotros los que me invocasteis, niños? Soy Maxwell, Espíritu Supremo...
-¡Queremos el anillo para invocar a Luna! (Primero debéis vencerme.) Ah, me lo temía.
(Luchan con el viejo mágico, y al ganar se llevan unos tesoros y les mejoran la Gugnir.)
-Esa lanza aun puede ser muy fuerte. Hala, también os permito hacer un pacto conmigo, aprovechad.
-¡Tenemos que volver con el mago real, Lungdrom! Debe saber los tesoros que hemos hallado.
[Alvanista de nuevo.]
-Ah, veo que habéis ido a la mina –Lungdrom les ve tristes- ¿Qué pasa? Ah, aparte del anillo de Luna había otro. Aquí no podemos repararlo, pero se de alguien que si. Es un colega, Edward Morrison.
[Tierras de Alvanista, Mansión Morrison.]
-¿Qué quieren? –una señora atiende- Ah, yo soy la mujer de Edward. Ahora no esta en casa, se fue a Freyland.
[Tierra de Freyland, pueblo de Olive.]
-Uf, este calor es mortal –Cless se abanica- Preguntamos por Morrison, pero no aparece por ningún lado.
-Eh, posadero –Klarth insiste- ¿Ha visto al señor Morrison? *escucha* Ah, así que esta buscando escamas de basiliscos. (¿Eso que es?) Un monstruo terrible, pero sus escamas son geniales para hacer medicinas. (¡Las tenemos!) ¡Bien, entonces Morrison aparecerá!
(El posadero avisa al mago, y en cuanto aparece ven que es igualito a su requete-nieto.)
-Si, yo soy Morrison. ¿Por qué me miráis así? *explican* Ah, sois los que salvasteis al príncipe. ¿Queréis reparar el anillo? Va a ser difícil, este anillo era parte de un pacto con un Espíritu Supremo. Lo que podéis hacer es ir al pueblo elfo. Si tenéis la carta de Alvanista os dejaran pasar. Oh, ese libro... tiene mi firma.
-Ah, el libro de Morrison... –Cless duda- Veras, es de tu descendiente... dentro de 100 años nos le cederá.
-Viajes en el tiempo, eh... y pensar que casi abandono la materia... sois muy raros. Pero lo agradezco.
-¡No se preocupe, lucharemos para cambiar el futuro! –Mint le asegura.
[Bosque de Ymir.]
-Bien, estamos entrando en territorio elfo. Con esta placa no nos pasara nada, pero no podemos...
-Meter semielfos en la colonia, ya se –Arche esta molesta- No pasa nada, os esperare...
-¡Alto, los humanos no van a entrar en la colonia elfa así como así! *placa* Oh, les ruego me disculpen.
-Yo me encargo –el guarda se va- Soy Brambert, el líder elfo. Aja, veo que tienen ahí un anillo de pacto.
(El líder elfo les lleva por el bosque Heimdall, en busca de la Piedra Negra que reparara el anillo.)
-Ymir es el 'origen de todo' –Brambert explica- Se dice que Origin, Rey de los Espíritus duerme aquí. Solo pudimos verlo durante la batalla del Ragnarok, hace mucho tiempo. Pero lo que es seguro es que la Piedra Negra puede reparar estos anillos especiales. *resplandor*
-¡Ja, están arreglados! –Klarth se alegra- Con esto ya puedo hacer un pacto con Luna.
-Un espíritu vive en la Torre del Zodiaco, entre Freyland y el reino de Midgard, aunque no se si es Luna.
-¿Puede reparar este arco también? –Cless enseña- Era de un amigo. Significa mucho para los dos.
-La Piedra Negra solo repara las cosas mágicas. Pero puedes llevarlo a un herrero normal y ya esta.
-¡Mi Señor! –llegan guardas- ¡Hemos visto un individuo sospechoso! ¡Es un semi-elfo!
-¡Soltarme! –Arche atada- ¡No tiene gracia! (El castigo a los semi-elfos es la muerte –declara Brambert.)
-¡Déjenla! –una señora elfa de pelo rosa- Llévenme a mi en su lugar. ¡Castígueme a mí!
-¿Eh? (Así se hará.) Oigan. ¡Déjenme ver a esa mujer... esperen! *agarrada* ¡MAMA!
(Si de verdad es su madre... ya no la volverá a ver. Los héroes se van de allí con tristeza en el cuerpo.)
[En la Torre del Zodiaco.]
-¡Esta bien! –Klarth se cabrea- Íbamos a venir de todas formas, pero ese duende... ¡nos robo la placa real!
-Te he oído, grandullón –el hada esta allí- Soy el hado Artemis, y este es el aposento de mi señora Luna.
(El niño hada pretende bloquearles hasta que Arche 'de un beso a alguien', pero es interrumpido.)
-Artemis, deja de hacer trastadas. *placa* Esto es vuestro. Si queréis hacer un pacto, no me opondré.
(La señora Luna no lucha para unirse... marchan y el niño hada se queda solo. Marchan a Midgard.)
[Reino de Midgard.]
-Eh, guardia, mire esto –Klarth enseña la placa de Alvanista- Buscamos al señor Morrison.
-Esta conmigo –llega alguien con el- Soy el capitán de la guardia Relsen. Morrison me hablo de vosotros.
-Jo, que vergüenza –Cless enrojece- Pero esta bien, ¡detendremos las maldades de Dhaos juntos!
-¿Qué maldades? –Arche se extraña. (Ja, ja, no haga caso a esta tonta, señor... –Klarth la empuja.)
(Sala del trono. El rey de Midgard explica como hay monstruos vigilando y están diseñando Magitech.)
-Dhaos ha colocado sus fuerzas en la llanura de Valhalla. Aun con las fuerzas que nos han enviado de Alvanista me alegro que queráis apoyarnos –el rey agradece- Estamos creando Magitech en nuestro laboratorio, con ello los humanos podrán hacer magias.
-¿Sin invocar ni nada? ¡Alucinante! –Klarth flipa- ¡Ahora si que tenemos que ganarle!
-¡Agh, no lo entiendo! –Arche le da vueltas- Dhaos ha destruido ciudades, ha matado a su gente con monstruos... pero por otra parte nunca ha tocado un pelo a pueblos menores, ni hizo daño al príncipe... solo le interesa el reino Midgard. ¿Qué tiene este lugar de especial?
-¿Eres idiota? –Cless se cabrea- ¿O solo olvidadiza? ¿Ya no te acuerdas de lo de Rhea o que?
-Nunca lo olvidare. ¿Pero porque Dhaos destruyo Hamel? Tengo que saberlo. ¡Vamos a mi casa!
[Cabaña del valle.]
-¡PAPA! Me mentiste como un bellaco. ¡Mama no se murió! ¿Qué narices paso con ella y los elfos?
-Hija... te lo contare –El padre narra- No hará ni diez años que los elfos y los humanos si se llevaban bien. Pero un día empezaron a odiar a los humanos. Se encerraron en el bosque de Ymir y ya no permitían el emparejamiento de las razas. Tu madre y yo éramos de esos... sus compadres dijeron que los humanos 'habían cometido muchos crímenes'.
-Dejemos eso... ¿Qué pasa con Rhea y sus padres? ¿Qué había entre Midgard y los señores Scarlet?
-Los Scarlets eran científicos de Midgard... estaban desarrollando ciertas tecnologías avanzadas.
-¿Podría ser los avances Magitech que nos dijeron? Hay que volver a Midgard. –Arche les ordena.
[Reino de Midgard.]
-Jo, jo, jo –un monstruo agarra un niño- Vengo de parte de Dhaos a declararos guerra. ¡De paso matare a alguien para calentar! (¡Dejármelo a mi! –Morrison avanza- Casi tengo el conjuro listo. ¡Mira, monstruo!)
(El viejo Morrison hace un conjuro del tiempo, que se traga al monstruo y a el también.)
-Morrison se ha sacrificado... –Mint llora- La historia esta cambiando a grandes pasos...
-¿Lo ves, Arche? ¡Dhaos solo trae problemas! –Cless lo sabe- ¡Vamos a ganar esta guerra también por el!
(Los generales hacen planes para tomar el puente que lleva hacia el castillo de Dhaos.)
-Lo habéis hecho bien, soldados –el rey da recompensas- Te lo has ganado, Señor Klarth.
-¡Majestad! –llega un guarda- ¡Otro ataque de monstruos! (¡Pero si les quitamos la zona de la llanura!)
(Pero ahora atacan desde el cielo. Cless oye una voz en su cabeza y la Valkiria aparece en un sueño.)
-Chico guerrero, yo soy aquella que sirve a Odin: la Valkiria. Y tu ahora tienes su lanza, que le fue robada por mortales como tu. No eres digno de blandirla, pero si nos la entregas voluntariamente tendrás una compensación. (¡No tengo tiempo de charlas! ¿Ese caballo vuela? ¡Me lo llevo!)
(En el laboratorio Relsen ordena disparar el cañón Magitech. De un tiro revienta muchisimos monstruos.)
-No... el Mana... el Mana se esta agotando… no sigais... –el espíritu de Martel sufre.
-El arma se ha estropeado al primer tiro... –Klarth suspira- ¡Cless! ¿De donde sales con ese podenco?
-Es el Pegaso. Lo usare para limpiar el cielo de monstruos, con la Gugnir. (¡Eh, yo también... en escoba!)
(Cless elimina al jefe demonio con la lanza y los hechizos de la amiga pelo-rosa. Se salvan.)
-Uf, el rey te dará una medalla como mínimo, Sir Cless –Relsen felicita- Y esto es para la señorita Arche.
(Arche aprende del libro de Morrison el superpoderoso Indignation. Parten hacia el castillo.)
[Castillo de Dhaos.]
-¡Al fin te encontramos, Dhaos! –Cless desenvaina- ¡Vamos a acabar contigo de una vez!
-No tengo razones para luchar contigo. (¡Pero yo si!) Ya veo, sois siervos del reino de Midgard... Necios.
(Luchan con el y con los monstruos, pero al acabar el guapito se ha esfumado otra vez.)
-¡Se habrá vuelto a escapar en el tiempo! ¡Agh, que rabia me da! –Cless esta confuso.
-Si miraramos los apuntes de Morrison sobre viajes del tiempo podríamos hacer algo... –Klarth sugiere.
[Biblioteca de la Mansión Morrison.]
-Señora, le doy el pésame por su marido... –Lungdrom esta con ellos- Pero queremos mirar su biblioteca.
-*Klarth trastea* ¡Je, aquí esta! Según esto la antigua civilización Thor se hundió en el mar... pero tenían un método de viaje en el tiempo. Si le usamos alcanzaremos a Dhaos, el problema esta en bajar al fondo del mar primero. Morrison no llego a conseguirlo...
-¡Pero antes...! –Mint recuerda- Si nos vamos sin curar el árbol Yggdrassil no habrá magia en el futuro.
(Esa noche Mint sueña con su madre, como quería ser curandera y de donde saco ella su gran poder.)
-Estos pendientes... tienen el poder del Unicornio. Gracias al Unicornio aprendí curaciones muy fuertes.
-El Unicornio es la clave –anuncia la rubia- Pero solo querrá verse con una doncella pura.
[Bosque de Abedul blanco.]
-Bueno, ya estamos en el hogar del Unicornio. Arche y Mint pueden ponerse a buscarlo. –Cless ordena.
-*Arche suda* ¿Qué? ¿Yo? Pero es que... mira, yo buscare por aquí... ¡Chao! *huye*
(Mint busca por el otro lado, y lo encuentra. Le ruega ayudarla, pero unos demonios llegan y le hieren.)
-¡Mint! –Cless llama- Sabia que algo iba mal. ¡Klarth, destrocemos a esos monstruos!
-Gentil doncella –el equino la llama- Tu corazón esta inmaculado. Cambiare de forma para ayudarte...
-*pluf* ¿Ah? Se convirtió en bastón. ¡Con este Cuerno del Unicornio podemos curar el Yggdrassil!
-¿Arche? –Cless pregunta- ¿Por qué huiste? (El Unicornio no me juzgaría valida... porque tuve NOVIO.)
[Bosque del Yggdrassil.]
-Voy a intentarlo, apartad. *Mint ilumina* ¡Uf... esto cuesta! Necesito darle mas fuerza. *puja*
(¡Conseguido! El árbol florece y el espíritu de Martel puede aparecer solidamente para hablarles.)
-Gracias... con esto podrá vivir un poco más. Sin embargo, aun existe algo que consume mucho mana...
-Dime, Klarth –Cless razona- ¿Quizá Dhaos atacaba Midgard porque tenían esas nuevas Magitech?
-¡Seguro que le tiene miedo! –Arche es chula- Solo la magia puede herirlo. ¡Vámonos al futuro!
[En medio del mar.]
-Aquí esta bien, capitán –Klarth señala- ¡Allá vamos! ¡Undine! *pluf* ¡Llévanos hasta el fondo del mar!
(El espíritu del agua les lleva a unas ruinas submarinas. Pronto encuentran un cuarto con un ordenador.)
-Individuos no autorizados –unos robots les detectan- Eliminar de forma inmediata, bip. *laser*
-¡Menuda bienvenida! *armas* (¡PLAF, CROC, RAS!) Uf, ya esta. Parece que tenían un anillo.
-Sistema principal activado –el PC le habla- Bienvenidos al Ordenador Central. Escojan una función. (Viajar en el tiempo) Reconocimiento de voz activado. Dispositivo de salto temporal ha sido elegido. Restaurando funciones de Thor. (¡Eh, estamos emergiendo!) Energía comprobada. Indiquen la fecha de salto. (¡Dentro de 100 años... en las Catacumbas!)
[Catacumbas, sótano.]
-Conozco el poder que has usado –Dhaos sigue allí- Pero es una lastima que TU no hayas ido con ellos...
-*pluf* ¡Dhaooos! –Cless y su peña llegan- ¡Ahora si que vamos a darte tu merecido!
-No podéis detenerme. ¡Aun me queda algo por hacer! No puedo perder hasta entonces.
(Lucha mortal: ahora tienen magias, y pueden con el. Al caer, las catacumbas tiemblan.)
-¡Una energía misteriosa amenaza con derrumbar este lugar... huyamos! –Trinicus ordena.
[Cabaña de Trinicus.]
-Lo hicimos, señor Morrison. Es hora de que volvamos a nuestro tiempo. (Os echare de menos, tios.)
(Klarth y Arche hacen ademán de irse, pero unos subitos meteoros interrumpen la despedida.)
-*pluf* Aja, llegue a tiempo. ¿No hay heridos? (¿Y este quien es?) Soy Harrison, vengo de dentro de 50 años por orden del Reino de Alvanista. Dhaos lleva años trayendo caos a nuestra tierra. Parece que sabia que trataríamos de avisaros, por eso arrojo meteoros en esta zona.
-Parece que cantamos victoria muy pronto, señor Morrison. (Esta vez me quedare, solo os estorbaría.)
-Nos encargaremos de el. ¡Y Chester puede venir con nosotros! (¿Seguro? Tiene pinta de debilucho...)
(El arquero se cabrea con la brujita insultona. Les calman y van a la emergida ciudad de Thor.)
[Pueblo de Totus: Futuro.]
-Este es el pueblo de Miguel, en honor al guerrero –Harry informa- Encontraros conmigo en Alvanista.
(Por la noche, Chester entrena contra un muñeco. Cless trata de quitarle hierro al asunto.)
-Cless... siempre hemos entrenado juntos, pero hace tiempo que me has superado... debo alcanzarte, tengo que ser mas fuerte o no podré vengar a mis padres... y Ami. ¿Sabias que ella te amaba? No puedo dormir. No dormiré en paz hasta perforar a Dhaos con mis propias armas.
(Cless si duerme, y además sueña con su padre, que practicaba una técnica de espadas.)
-Voy a ver que tal me sale. ¡Espada Oscura! (¡RAAAS!) ¿Has visto, Cless? Tengo que dominarla para poder enseñártela bien. Muy pronto tendrás la edad para heredar el Colgante del Encerramiento. Espero que te vuelvas un buen guerrero para entonces.
-Papa... le vi hacer esa técnica muchas veces... pero no se si podré llegar a dominarla.
[Euclid: Futuro.]
-Ah, así que esta es la Euclid del futuro –Klarth se admira- Es muy distinta a la de mi época.
(Flashback: Klarth esta empollando sus libros, y Milliarde se le acerca con una bandeja de te.)
-Te he hecho un te... no te esfuerces demasiado, ¿vale? (Déjalo ahí... no me distraigas.)
-Cless, dime... –Chester se extraña- ¿Esto es normal en el? (Oh, tranquilos, solo es cansancio.)
-Bueno, Harrison nos dijo que Dhaos controla los mares... deberemos viajar por aire. ¿Cómo lo haremos?
-En efecto, Cless –el mentado les guía- Este es el investigador jefe de la Academia de Ciencia de Euclid.
-Miren esto. *maquinas* Estos son los Techbirds, maquinas voladoras. Si me prometéis vencer a Dhaos podéis quedároslas gratis, pero aun no tienen energía. Para llegar hasta otro continente necesitáis mucha electricidad, y se os acabaría en medio del viaje... pero no si tuviéramos ayuda de Volt, el Espíritu del Trueno. Tendremos que buscar un invocador que os acompañe.
-Yo lo soy –revela Klarth- Si usamos un anillo de pacto podemos intentar reclutarle.
-¡Lo tenemos! *anillo* Estaba en la Mina de Morlia. Volt podría estar en las catacumbas del pueblo.
[Cueva de Volt.]
-Cless, mira –Chester señala- ¡Una chavala ninja esta zurrando a sus compañeros! ¿Qué ha pasado?
-¡No me postrare ante Dhaos! –la chavala lucha- No sois mas que esclavos mentales. ¡Debo vencer!
(Quieren ayudarla, pero iba ganando... y se va. Mas tarde la ven en una trampa de electricidad.)
-¡Espera, te sacaremos! Cless, sacala. –Mint sugiere. (¿Eh? ¿Por qué yo? A ver. *bzz* ¡AAAH!)
-¡Otro que tal! *Klarth empuja* Ya esta. Estabais atrapados en la corriente. ¿Qué hace una niña aquí?
-No tienes que decirlo si no quieres, pero al menos di tu nombre. –Mint tranquiliza. (Suzu... vale, adiós.)
(La chavala ninja corre que se las pela. Al fin llegan ante Volt, y le ofrecen hacer un pacto.)
-Bzzz –el espiritu zumba- Bzzz bzzz. (¿Qué dice?) Bzzz. (¡Da igual, dale un anillo y que elija!)
(Volt elige su anillo de pacto y se le llevan. Pero ningún rastro de la ninja misteriosa.)
[Euclid, laboratorio.]
-¡Volt, ven a mi! –Klarth invoca. (Bzzz.) Necesito que le des energía a estas maquinas.
(Tambien le da fuerza a la escoba de Arche. Esta se dirige a Chester, sigue enfurruñado.)
-Esto, mira... perdón por llamarte débil antes. (No es por eso.) ¿Pues que te pasa? Siempre vas con cara amargada. (¡No entiendes nada! Mataron a mi hermana. Un lacayo de Dhaos... ¡esto es personal!) Bueno, también para Cless. Pero el no permite que la ira le nuble la vista. Cuando entrenabas me dabas miedo.
(Les entregan cápsulas para guardar los Techbirds. Harrison ira a Alvanista en primer lugar y esperara.)
[Reino de Alvanista.]
-Aquí están los héroes –Harry habla con alguien. (¡Lungdrom! ¿Qué hace usted aquí?)
-Je, tengo sangre elfa, así que he vivido mucho. Me hubiera gustado veros en mejores circunstancias.
(Les lleva ante el rey actual. Explica que Dhaos seguirá huyendo al futuro a menos que hagan algo.)
-Entre los documentos que encontramos en las ruinas de Thor había algo interesante. En el pasado los reinos de Thor, Odin y Fenrir luchaban por el dominio del mundo. Thor se hundió bajo el mar por un meteoro, pero unos guerreros aniquilaron los otros dos con ciertas armas.
-Juntando las tres reliquias puedes crear una que impedirá a Dhaos viajar en el tiempo. –dice el mago.
[Villa de los ninjas.]
-¿Mmm? Quería ir al pueblo elfo a ver que tal llevan su xenofobia... pero este no es.
-Ya hubieran intentado atraparme si fuera así –Arche flota- ¡Cless, cuidado! (¡Uah! *trampas*)
-Ah, sois vosotros... (¡Suzu!) Supongo que nunca os di las gracias como es debido... venid conmigo.
(Ante el jefe de los ninjas, abuelo de Suzu, Ranzo Fujibayashi. Han quitado las trampas.)
-Suzu, te tengo dicho que quites las trampas si esperas invitados. Perdonarla, pero es que sus padres han desaparecido y tenemos razones para creer que Dhaos ha cogido a nuestros hombres y les ha hipnotizado. Dejar que vaya con vosotros, quizás así encuentre pistas. (¿Cómo sabe eso?) Je, nuestro oficio es espiar.
-Les vimos por última vez en la ciudad de Euclid, espiando el laboratorio. –Suzu revela.
[Euclid, coliseo.]
-Bien, esto esta lleno de gente –Cless planea- Ahora es cuando los demás tienen que revisar los asientos.
-¡Señoras y señores, el guerrero Cless Alvein ha llegado al ultimo combate! –vozarrón del comentarista.
-¡A ti te buscamos, Cless Alvein! (¿Ninjas?) Lord Dhaos ha ordenado detenerte, y lo conseguiremos.
(Cless lucha con los ninjas, que al final se liberan y revelan ser los padres de Suzu... antes de morir.)
-No te disculpes... –Suzu es fría- Este es el Camino del Ninja. Desechamos cualquier sentimiento inútil. Me ayudaste a encontrar a mis padres, así que voy a devolverte el favor. Luchare a tu lado contra Dhaos.
[Torre de las Llamas, Freyland.]
-Yo soy Flamberge –ogro rojo cornudo- ¿Crees que puedes llevarte la Espada de Fuego, alma de Odin?
(El grupo lucha contra el monstruo, y se llevan la Flamberge, Cless gana mas poder.)
[Templo de Fenrir, tierra de Friezkel.]
-Oid, mortales –bestia peluda azul- Soy la Bestia Fen, guardo el alma de Fenrir. ¡Esta cueva es sagrada!
(Vencen a la bestia y ganan la Espada Vorpal, con la que Cless gana otra técnica de espada.)
[Bosque de Heimdall.]
-Chicos, cuando reparamos el anillo con la Piedra Negra me pareció ver a Origin... –ese es Klarth.
-¡Tranquilos, con mi turbo-escoba he podido saltarme todo el bosque por los cielos! Os acompañare.
-Vosotros que rompisteis el sello del fuego y el del hielo... –Origin aparece- ¿Qué es lo que buscáis?
(La costumbre es luchar, y al vencer proclaman que buscan forjar la 'Espada del Tiempo'.)
-¿Por qué deseáis la Espada Eterna? (¡Para vencer a Dhaos!) Ja, ja... ¿Por qué creéis que Dhaos vino a este mundo? ¿Acaso sabéis de donde vino... o por que hace lo que hace? (¡Pero la gente sufre por su culpa!) Bueno, da igual. Me vencisteis limpiamente, y os obedeceré. Mostrarme el anillo.
-La tengo –Cless admira- ¡La Espada Eterna! (Espíritu Supremo, póstrate a mi por el poder del anillo...)
[Arlee, pueblo de noche eterna.]
-Dhaos esta detrás de esta oscuridad, seguro –Klarth sopla- Uf, que frío. (Deja de hablar como un viejo.)
(En la posada, Klarth se queda calentito. Cless y Mint salen, y Arche y Chester detrás.)
-¿Qué miras ahora, Chester? (Se que vas a espiarles.) ¡Que dices! Agh. ¿Por qué me tienes que chinchar siempre? (Si eres tu la que me chincha a mi.) ¡Nada más lejos! Tu y yo somos muy distintos, que lo sepas. (No me dejas en paz desde que me conoces... pero dejales a ellos.) ¡Eh, no huyas!
(Cless y Mint estan mas lejos, y la rubia revela que tiene el anillo que Cless uso en la mazmorra.)
-Cless, esto es un pendiente... tiene la marca del unicornio. Era de mi madre. Si no me hubieras mentido sobre ella... si hubiera sabido en ese momento que ya estaba muerta... el dolor hubiera sido insoportable. Quería agradecértelo de alguna forma. (Ah, no importa... entremos, va a nevar.)
(Suzu esta en un tejado, sola con sus pensamientos. Es la que esta más confundida.)
-Mama, Papa... pronto lucharemos contra Dhaos. Me pregunto... si de verdad un ninja tiene prohibidos los sentimientos. Cuando estoy con los demás, no puedo evitar sentir cosas muy extrañasi. Mañana lo daré todo... aunque mi vida peligre, no me arrepentiré.
(Dia siguiente: van a usar el poder de la espada para revelar el Castillo de Dhaos.)
-¡Espada Eterna! *Cless blande* ¡Saca el Castillo de Dhaos de su escondite en la corriente del Tiempo!
[Castillo de Dhaos.]
-¡Dhaos! ¡Hoy no escaparas! –todos se preparan.
-Me impresiona que hayáis llegado tan lejos. En verdad merecéis ser llamados 'heroes legendarios'.
-Quiero saber algo –Cless avanza- ¿Por qué dijiste que no tenias razones para luchar?
-Ninguno de vosotros ha creado o usado Magitech. ¡La Magitech gasta gran cantidad de Mana muy rápidamente! Debo destruir a todos los que la usen. ¡Necesito mana para mi propia misión! Tengo que recuperar la Semilla del Mana, y no me vais a detener. ¡Prepararos!
(Lucha contra el brujo melenudo. Aun si le machacan, no parece vencido realmente...)
-Mi gente ha esperado mucho tiempo... ¡Derris Kharlan, mi hogar, desata todo mi poder contra ellos!
(Lucha contra un Dhaos monstruoso. Otra lucha, más difícil y sangrienta que antes.)
-No puedo rendirme... hasta que tenga la Semilla. Siento las plegarias de mi gente... ¡aun puedo luchar!
(Su forma final, un Dhaos angélico. Pero al caer este, ya no se levanta. ¡Han vencido por fin!)
[Bosque del Yggdrassil.]
-¿Era verdad? –Cless duda- ¿Dhaos luchaba por salvar su mundo? Entonces nosotros...
-Hicimos bien –Klarth confirma- El destruyo muchas vidas inocentes. El fin no justifica los medios...
-Quería la Semilla del Mana para salvar su mundo –Martel narra- La semilla que nacería del mana acumulado del árbol Yggdrassil. La tecnología Magitech era la que absorbía tood el mana... de seguir así el gran árbol hubiera muerto. Así empezó la gran guerra.
-Bueno, ahí voy –Mint conjura- Pondré una barrera sobre el Yggdrassil para que produzca la Semilla.
-Supongo que es el adiós –dice Suzu- Pero no llorare. Las emociones no son parte... del Camino Ninja.
(La chavala ninja se va de allí en un remolino de hojas... y Cless prepara su espada del tiempo.)
-¡Poderosa Espada del Tiempo... devuelvenos a nuestro recto lugar: a nuestra época!
