Disclaimer: Ni glee ni sus personajes me pertenecen, y esta historia es como que medio adaptación de programa de protección para princesas.
Eres para mí.
Quinn: ¡Mamá!
Judy: Cariño, te tengo una sorpresa, has tus maletas. –Dijo la reina entrando en la alcoba de su hija acompañada por sus damas de honor.-
Quinn: ¿A dónde iré mamá? –Pregunto la rubia.- ¡Para eso tenemos empleados!
Judy: Quinn, has tú tus maletas. –Elevo la voz, entonces salió del cuarto de su hija.-
Quinn: *Mi madre está loca si piensa que yo haré mis maletas, soy la princesa, tienen que hacer lo que yo ordene y cuando lo ordene* -Pensó la princesa.-
Un rato más tarde ya le habían preparado las maletas a Quinn y estaba dispuesta a irse de viaje.
Judy: Bueno cielo, pronto vendrán por ti, ¿Estas lista?
Quinn: Si mamá, estoy lista.
Entro una camioneta y se aparco frente a la reina y la princesa, de el salió un hombre moreno, alto y muy apuesto. Quinn lo conocía.
Quinn: Agente López. –Dijo la princesa con elegancia.-
Luis: Quinn, sabes que puedes decirme Luis, te conozco desde que eras una pequeña bebé.
Judy: Quinn, querida iras con Luis a su casa y pasarás allá 1 mes. –Dijo la reina con tono rígido.-
Quinn: Pero madre, no puedo ir, además me reconocerían. –Decía furiosa.-
Judy: Oh, cariño, por eso pasaras por la transformación, se que estarás bien con Luis, ahora váyanse.
Quinn se subió a la camioneta y se dirigieron al cuartel donde cambiaban la identidad de muchas princesas cuando corrían riesgo, esta vez seria diferente, esta vez solo era para darle una lección a una malcriada princesa.
Vicky: Okay, cariño, primero que nada es la ropa, tenemos que elegir tu ropa, después será tu cabello. –Al decir eso Quinn tomo su cabello y su cara era de espanto.- Oh no te preocupes dulzura, somos expertos, después tenemos que sacarte papelería y todo lo que necesites para sobrevivir este mes.
Al terminar toda la transformación Quinn estaba horrorizada, no era que no le gustara su cabello o su ropa, eran geniales, además le encantaba como se le veía el cabello, pero no estaba acostumbrada a esto, ella no quería irse por un mes, ella no podía dejar a su madre, como sobreviviría sin sus miles de empleados, sin su mejor amigo Kurt, que haría sin él, que haría viviendo como una persona "normal" no sabía como hacerlo, no sabía como actuar, o como comer, no sabía relativamente nada.
Luis: Muy bien Quinn, no puedes ser Quinn Fiore de ahora en adelante, puedes quedarte con Quinn, pero no con Fiore, de ahora en adelante serás solamente Quinn Fabray.
Quinn: ¿Fa- Fabray? –Decía confundida.-
Luis: Así es.
Quinn: Y, en donde se supone que voy a vivir?
Luis: Conmigo, vivirás con mi hija y conmigo.
Quinn: Esta bien, supongo. –Decía resignada la antigua princesa.-
Ya era Quinn Fabray oficialmente ya estaban en camino a Luisiana donde Quinn se quedaría 1 mes. Solo esperaba que ese mes pasara lo más rápido posible.
Luis: -Se estaciona en una casa grande pero no era su castillo, era linda y estaba a la orilla de un río realmente lindo.- Hemos llegado a tu casa temporal.
Quinn: ¿Aquí viviré?
Luis: Afirmativo. –Decía abriéndole la puerta de auto, la chica entro a la casa mientras el hombre bajaba las maletas de la rubia, entrando atrás de ella.- mira esta será tu nueva habitación, la tendrás que compartir.
Quinn: ¿La tendré que…? ¿Con, con quien?
Luis: Con mi hija, no debe tardar, ella está en la escuela. –Decía saliendo de la habitación dejando atrás una Quinn bastante afectada por la noticia, ella no sabía que era compartir un cuarto, no sabía como era aquella chica, si era linda, si era mala, si era una violadora serial, no ni siquiera sabía el nombre de aquella desconocida, en fin, se sentó en la cama pacíficamente.
Unas horas más tarde.
Santana: -Saliendo del transporte escolar, vio la camioneta de su padre estacionada en la casa.- Papá. –Corrió hacia su casa, entro a su habitación pero noto la presencia de una despampanante rubia, al principio no le tomo importancia.- Hola. –Saliendo del cuarto, pero segundos después se percato, y regresó.- Disculpa, ¿Quién eres?
Quinn: Hola, debes ser la otra chica, soy Quinn Fi… Fabray. –Recordó que ya no era Fiore, por lo menos no en esos momentos.-
Santana: Si, genial, ¿Qué haces aquí?
Quinn: Tu padre me trajo, creo que viviré aquí un tiempo…
Santana: No puede ser posible, no puedes vivir aquí, no puedes dormir en mi habitación.
Quinn: Esta es mi habitación ahora y me reusó a compartirla, quiero irme a woodlook en este momento.
Santana: Mira güerita, a mi tampoco me hace mucha gracia tenerte aquí, por mi puedes irte por la woodlook, esta es mi habitación.
Quinn: No entiendo tu expresión tan ridícula. No quiero compartir la habitación pero creo que debemos ir con Luis a quejarnos, porque no pienso estar contigo.
Santana: Uy pues, esta es mi casa, y nadie y menos una estúpida princesa va a venir y a decirme que me debo salir de mi habitación, amenos que quieras dormir con los cocodrilos debes empezar a hablarme con más respeto mocosa.
Quinn: ¿Mocosa? Esa debes ser tú, mira no tengo ni idea de quien seas, pero lo que si se es que me odias, y puedo adivinar porque, te sientes intimidada por mi, pero no soy mala. –Santana estallo en risas.-
Santana: ¿Yo? ¿Intimidada por ti? Es obvio que te gano en peso y en estatura.
Quinn: Si, claro, mido más que tú. Y del peso no sabría decirte.
Luis: Hey chicas, que esta pasando aquí? San ya conociste a la linda Quinn
Santana: Linda solo tiene la cara. –Decía molesta.- Ni creas que se va a quedar en mi cuarto, primero muerta.
En la noche, ya listos para dormir todos
Santana: ¡Carajo! No sé cómo me convenció de dejarla dormir aquí. –Dijo en voz alta.-
Quinn: Okay, Santana es obvio que no nos caemos muy bien así que te propongo un trato.
Santana: Yo de ti, no quiero nada.
Quinn: -Se acerco bastante a la hermosa latina.- ¿Nada quieres de mí? ¿Estás segura?
Santana: -Nerviosa.- Así es. *Dios mío realmente es hermosa* Quinn, yo… tengo novio. –Mintió.-
Quinn: ¿Qué? ¡Oh no, me malentendiste, yo quería decirte que te iba a pagar si me ayudabas a comunicarme con mi madre.
Santana: Oh, que incomodo, como sea Fabray. Ahora a dormir. –Se disponía a dormir cuando sintió que le besaban la mejilla.-
Quinn: Buenas noches, que sueñes lindo. –Se acostó en su cama y quedo profundamente dormida.-
N/A: Miren no se hacer esto muy bien, espero que les guste, y si no pues que mal, Dios los bendiga :)
