"Hoy marcamos un antes y un después".

"Agrup al arap sotsil nátse euq oerc."

"¿Los cybertronianos estarán a la altura de las circunstancias?"

"Azeipmil al ed otixé le nárazitnarag. Sarutla satse a nóicpo neneit on."

"Cierto. Afortunadamente, su amistad con la plaga está hecha pedazos."

"Aneaf al obac a ravell arap samitpó senoicidnoc ne átse redíl le."

"Veamos qué hace el grande entre los grandes, el todopoderoso líder de Cybertron."

"Otnemom etse ne srep al se ,emirp sumitpo ,tobotua redíl le".

"De todas formas, se necesita que intervengas. No podemos admitir más prórrogas."


"Me complace anunciar," Optimus Prime lanzó con gran entusiasmo, "que no falta mucho para acabar con la amenaza Decepticon."

El cuartel general Autobot lucía bastante maltrecho, aunque todavía operativo. La atención iba dirigida a Prime, quien preparaba la siguiente operación contra la amenaza Decepticon.

Ninguno de ellos parecía muy activo; la inercia reinaba entre los autómatas. Solamente Bumblebee, Bulkhead y Wheeljack se movían o expresaban algo más que pura atención.

Prime continuó su exposición, acompañado de una presentación videográfica.

"La batalla de Las Marianas nos ha permitido diezmar al ejército de Megatron. NEST nos ha confirmado, por lo menos, quince bajas importantes."

Bumblebee lucía extremadamente incómodo. El joven robot amarillo mostraba un sobresalto indescriptible. Bulkhead, por su parte, expresaba una mezcla de incomodidad y rabia.

La presentación continuó. El líder Autobot siguió relatando.

"Sabemos, también, que el núcleo Furman ha sido destruido y quedado en un estado completamente inutilizable. Megatron no podrá utilizarlo nunca más."

La mirada de Bumblebee reflejaba una horrible ansiedad.

"No obstante," Prime seguía exponiendo, "Megatron y Starscream lograron escapar con vida. No sabemos cómo los afectó la explosión del núcleo Furman, aunque hemos formulado algunas hipótesis. ¿Teniente Ratchet?"


Starscream, vestido con una imponente y exagerada capa, lanzaba un discurso frente a sus camaradas Decepticon. A su lado, Megatron se encontraba en su trono, con una mirada inerte y mostrando varios daños en todo el cuerpo.

Entre la multitud, solo unos cuantos parecían moverse. Entre ellos, Demolishor y Sky-Byte.

"El todopoderoso Megatron ha tomado una acción valerosa", continuó Starscream muy entusiasmado. "Nuestro insuperable líder ha decidido dar un paso al costado. Ha decidido permitir a sangre nueva concluir la guerra de antaño."

Demolishor dirigían miradas de odio a su nuevo líder. Se notaba cierta ansiedad en su actitud. Sky-Byte, en cambio, lucía indiferente.

"A partir de este momento, me he convertido en el nuevo líder de todos los Decepticon."

Demolishor no aguantó más.

"¿Bajo qué autoridad, sabandija miserable? ¡Tu incompetencia provocó la muerte de casi todas nuestras unidades! ¡Tú eres nuestra ruina, Starscream!"

El nuevo líder Decepticon dirigió una mirada arrogante. Sonrió con malicia.

"¿Osas desafiar la disposición de tu glorioso líder, perdón, EX líder, Demolishor? ¡No estoy en este puesto sino por disposición del gran Megatron."

Demolishor lucía mucho más desconcertado y horrorizado que furioso.

"Explícales, amadísimo predecesor."

Megatron levantó ligeramente la cabeza, con muchísima dificultad. Su mirada todavía lucía inerte, sin porte alguno.

"Starscream, al mando. Megatron se retira. Megatron, no puede continuar. Starscream, el más apto."

El nuevo caudillo sonrió con arrogancia y placer.

"Ya lo oíste. A partir de la fecha, eres mi subordinado, Demolishor."

Los pocos Decepticon aún operativos, con la excepción de Sky-Byte, retrocedieron con asombro, rabia y terror. El espectáculo, en general, les parecía demasiado, incluso para ellos.

Al frente, el implacable caudillo Megatron, vuelto el guiñapo de un pobre diablo como Starscream.

A sus alrededores, los cadáveres de quienes fueron sus compañeros de armas. Grises, descoloridos, averiados, sin vida.


Prime se impacientaba. No entendía cómo se podía desobedecer una orden directa.

Por su parte, Bumblebee y Bulkhead se estaban hastiando. La reunión actual les resultaba un espectáculo grotesco, impresionante.

La presentación de Prime continuó.

"Muy bien. He de comentar que, tras la batalla de Las Marianas, NEST ha enviado múltiples amonestaciones. Aparentemente, la cantidad de bajas humanas ha sobrepasado el límite. No obstante, consideramos que se debe a un error de cálculo. La mayoría de agentes humanos simplemente está desaparecida."

La atmósfera aumentaba en tensión. Bumblebee parecía listo para levantarse y atacar al comandante Autobot.

"Pese a ello, nuestras relaciones con los humanos se encuentran en su mejor momento. La cercana derrota de los Decepticon permitirá solidificar nuestros lazos y pondrá fin a cualquier suspicacia humana."

Era solo cuestión de tiempo para que alguien pusiese fin a este espectáculo. Tanto Bumblebee como Bulkhead estaban listos.

Agente Bumblebee. ¿Cómo han ido la comunicación con el agente Fowler tras la batalla de Las Marianas?"

Bumblebee y Bulkhead se levantaron abruptamente. Ambos miraron desafiantes y nerviosos a su líder.

"Prime ... ¿Qué pasa contigo? ¿QUÉ TE PASA?"

El líder autobot no se tomó bien el desafío.

"Explíquese inmediatamente, agente Bumblebee."

Wheeljack también se levantó, a punto de perder la compostura. Bumblebee prosiguió ante su líder.

"NEST. Ya no existe. Fowler, Mikaela... todos murieron."

Prime guardó un silencio sepulcral.

"Ratchet también murió. Arcee, Hot-Rod, Red Alert."

El terror reinaba en el cuartel general.

"Todos están muertos".

Prime tardó en responder. Entonces, cerró los puños con notoria agresividad.

"No permitiré tamaño acto de insurrección, Bumblebee. Recibirá el correctivo apropiado."

En el momento que Optimus Prime avanzó hacia Bumblebee, Bulkhead abalanzó su robusta figura contra él.

"Ya BASTA, Prime."

Bulkhead lanzó un fuerte golpe de derecha. El líder cayó al suelo.

Parecía haber quedado inconsciente.


"Osrevinu le avlas."

La frase atravesaron la mente de Optimus a gran velocidad.

"Prime... Levántante. Ya basta..."

Optimus se levantó, con dificultad. Parecía haber despertado de un largo sueño.

Vio hacia su escuadrón, quienes habían atendido su exposición hasta el momento. El horror se apoderó de su mente.

Todos lucían grises, extremadamente dañados, completamente inertes. Todosmostraban expresiones faciales horribles, de gran sufrimiento. Arcee, Ratchet, Sideburn, todos héroes autobots desde su llegada a la Tierra.

Ninguno seguía con vida.

El cuartel general autobot se había convertido en una cripta.

Entonces, volvió a pasar, por su mente, a gran velocidad, el mensaje.

"Osrevinu le avlas."

Desconcertado, Prime se acercó a su compañeros todavía con vida. Estos también se le acercaron, aunque con cierto temor.

"Prime..."

Optimus solo pudo lanzar una frase corta.

"Necesito ayuda ... Por favor."