Un nuevo curso ha comenzado y con ello llegan nuevas historias. Esto es algo corto sobre la amistad y Terry Boot.

Disclaimer: Harry Potter y todo el Potterverso le pertenecen única y exclusivamente a J.K. Rowling, yo solo usé sus ideas para escribir este relato.

Este fic participa en el minireto de septiembre para "La Copa de las Casas 2015-16" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.


TU LUZ


La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido. Rabindranath Tagore.


Finalmente el cansancio lo estaba venciendo y tuvo que sentarse un momento en medio del pasillo, sus pies se negaban a seguir.

Llevaba más de dos horas buscando el camino de regreso a su sala común, sin éxito aparente. Entre más caminaba había más escaleras, más pasillos, más cuadros con ocupantes dormidos. Nada con qué orientarse, nadie a quién preguntar. Empezaba a dudar ser tan inteligente como el sombrero le había prometido.

No quiero dormir aquí.

Terry no llevaba ni un día en el castillo y ya se imaginaba el castigo que le iban a dar en cuanto lo encontraran vagando sin autorización. Hogwarts fue su sueño desde pequeño y lo estaba echando a perder tan pronto. No quería defraudar a su casa, no quería que perdieran puntos por su culpa.

No podía fallarles.

Tan pronto como el pensamiento inundó su cabeza su determinación regresó, se puso en pie de un salto, dispuesto a encontrar la forma de volver, cuando su cuerpo chocó contra una persona que se acercaba caminando.

Su corazón se detuvo y volvió a latir en cuanto reconoció la silueta de Anthony.

—¿Qué haces aquí?

—¿Pues qué más? ¡Buscarte! ¿Dónde te metiste?

—Pues… pues… yo…

No se sentía capaz de contar que se había perdido, pero no hizo falta.

—Me acabo de topar con un Gryffindor que tampoco ha podido volver. Ya nos iremos acostumbrando a este castillo, amigo, pero hay que volver o nos descon...

Terry ya no lo escuchaba, su cuerpo se movía automáticamente mientras en su interior notaba algo caliente, que crecía y le hacía perder el miedo. De pronto, el castillo estaba menos frío, menos oscuro.

Sí, ya no estaba solo. Tenía un amigo.


¡Hasta la próxima!
Helena Ü