Existen veces en las que no sabemos que hicimos mal... Por más que busquemos, no logramos encontrarlo.
Pero ese no es mi caso. Yo sé muy bien que fue lo que hice mal...
La herí, cosa que nunca debí hacer nunca. Algo que jamás me perdonare.
Me deje segar por la luz de un sol que se marchitaba poco a poco. Algo que no era más que una ilusión. Una mentira. Un hermoso engaño.
Y a ella la deje de lado, nunca la observe con atención, nunca pude apreciar esa hermosa sonrisa, esos ojos que demostraban alegría a donde fuera, y que en algún tiempo me profesaron amor. Pero ya no más.
Aleje a aquella primavera que pudo acompañarme en mi vida para siempre. Pero fui un estúpido que se dejó cegar por un brillo falso, y no supo diferenciar entre una ilusión y la verdad.
Ahora me arrepiento tanto, deje que alguien más tomara mi lugar. Que se la llevara de mi lado. Que me la quitara, cuando me daba cuenta de lo que sentía... No, incluso fue mucho antes de eso.
Él la supo consolar cuando yo le rompí el corazón, fue un amigo, que poco a poco gano un lugar especial en ese corazón que yo me encargo de destrozar y que el curo.
Ahora que los veo a los dos juntos, ella sonriendo de esa manera que antes me dedicaba a mí... No, estoy equivocado, no es igual, a él le ve con más cariño, con amor, que da la impresión de una duración de por vida.
Ella anuncia, que se casaran...
Me quedo sin aliento...
Su boda... S-se casaran...
He perdido... Me han derrotado.
Miento, no me han derrotado, yo ya no estaba en la batalla desde un inicio. Él tenía el camino libre. Mi idiotez le abrió el camino hacia ella.
Los felicito, les deseo lo mejor. Aunque en mi interior grite de furia. Impotencia. Dolor.
Pero no arruinare su felicidad. No otra vez. Quiero que sea feliz.
.-.
.-.
.-.
.-.
.-.
.-.
.-.
Hoy es el gran día. Si pudiera no iría, pero no le puedo fallar, se lo prometí.
No puedo dar marcha atrás.
La veo tan hermosa, parece un ángel. Es hermosa, como siempre, pero hoy reluce mucho más.
Todo transcurre normal, todos están felices por ambos.
Mientras yo me marchito por dentro. Pero no puedo reclamar, yo fui quien la dejo ir.
Ella se me acerca y me sonríe.
« No lo hagas por favor. Si lo haces me costara más olvidarte. »
Me abraza, y tengo la oportunidad de oler su fragancia. Por dios es deliciosa. Un paraíso para mí. Tengo que dejar de pensar en ella de esa forma pero no puedo.
-Espero que también encuentres la felicidad...- Me dice y poco a poco se separa de mí, no te vayas por favor- Nos vemos... Tsuna-san-
Se va.
« ¡No te vayas! No me dejes»
Es demasiado tarde. Ella ahora está en brazos de su esposo. Aquel que sé que la protegerá con su vida, aquel hombre que se es el guardián más fuerte con el que cuenta la familia.
Lo siento, lo siento! De verdad lo siento. Pido disculpas a las personitas hermosas que leen Dimenticanza no he podido actualizar, pero ya tengo dos capítulos –sé que debería tener más pero solamente he podido escribir dos T.T- Espero poder actualizar en la semana
